El empeño es noble, la complicación es más que consabida

Por Rogelio M. Díaz Moreno

He tropezado con un artículo de la periodista Natacha Santiago en el sitio web de RadioCOCO, (emisora a la que admiro y respeto profundamente desde todos los puntos de vista), que me llena de una sensación donde no sé si predomina el estupor, la indignación o algún otro sentimiento relacionado.

Sucintamente, el trabajo defiende la convocatoria a la recogida de peticiones para que el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, evalúe intervenir favorablemente en el caso de los cinco cubanos presos en aquel país desde 1998 por cargos de espionaje y otros. Lo que enardece mi sentido común, mi sensibilidad como ser humano y mi patriotismo, es la idea de la autora de que no existe ninguna complicación para participar de esta iniciativa; para lo que solamente haría falta la sencilla operación de entrar a un sitio de Internet relacionado con peticiones efectuadas al gobierno estadounidense, albergado bajo el espacio https://petitions.whitehouse.gov/petition/. Se aspira a alcanzar una cifra de 25 mil solicitudes.

Antes de seguir, y para que quede clara mi posición frente a posibles malintencionados (a las personas de buena fe no tengo necesidad de aclarárselo): apoyo incondicionalmente la liberación para los cinco compatriotas prisioneros, cuanto antes mejor; si bien albergo la impresión de que la táctica empleada por el gobierno cubano en los últimos quince años no ha dado buenos resultados.

Ahora continuamos con el articulillo de marras. Cualquiera con un ápice de información sobre la realidad cubana que una periodista de nuestro país debiera dominar sabe que el acceso a la Internet, entre nosotros, está restringida a una exigua y privilegiada minoría de personas. Por lo tanto, más de diez millones de cubanos estamos impedidos de participar de la tal convocatoria. Por ejemplo, cuando yo intento activar el vínculo que me están sugiriendo, aparece en mi pantalla la imagen que inserto en este escritillo, con la que el servidor de Infomed me explica que no estoy autorizado a acceder a la página deseada.

Esta imagen, a pesar de lo que intente discutirnos cualquier vocero del discurso oficial, no la puso el presidente Obama en el monitor de mi computadora. Como conozco que existe un cable óptico, funcional, que une a Cuba a la red mundial, y como mi centro laboral tiene conectividad internacional desde hace bastante tiempo solo que limitada para temas académicos y clínicos, para lo cual sí la aprovecho con gran satisfacción, me consta que la responsabilidad de mi incomunicación en el resto de los campos de la Web recae sobre los directivos, la burocracia y los funcionarios que organizan y gozan de esas cosas en nuestro país. Sin forzar demasiado los estimados, se podría decir que no menos de medio millón de profesionales están en una situación parecida a la mía, es decir, con este tipo de acceso restringido a Intranet. Muchos más cubanos y cubanas, millones podríamos decir, tienen a su alcance variantes parecidas de conectivad limitada en centros laborales, educativos y los Joven Club de computación. De tal forma, podemos considerar que las aspiraciones de 25 mil firmas son irrisorias, en comparación con lo que se podría alcanzar, dadas las potencialidades nacionales.

Aún cuando estos puntos son del conocimiento común, la periodista se va por una imposible tangente y pretende que todas las personas decentes, que todo aquel que tenga idea de lo que representa el sufrimiento innecesario de tantas personas pueden participar. Esfuerzo que, según ella, nos permitirá experimentar satisfacción al hacer el balance habitual de nuestra conducta al concluir este año, por haber incorporado a nuestros nobles gestos, el cumplimiento de esta acción de carácter moral, desinteresada y benéfica y sólo con un pequeño esfuerzo. No se encuentra por todo el artículo una salvedad para solicitar la comprensión y la sugerencia de alguna otra forma de manifestar nuestro apoyo a los que disponemos solo de variantes limitadas de conectividad, o de ninguna.

A veces se hace difícil asimilar el nivel de hipocresía que se puede acumular en un discurso. Natacha Santiago cierra con evocaciones a la esperanza y a la familia, explica que ella ya firmó y que cuenta con todos nosotros para acompañar este fin. Después de recibir tan utópica tunda de intenciones, tan buenas como imposibles de materializar, a uno solo le queda preguntarse si se es una mala persona por no haber respondido con el fervor esperado o masticar la sensación de que este es otro material de esos que se estilan para el rastrero objetivo de ganarse el beneplácito de los superiores, al costo de la manipulación de sentimientos tan hondos, sagrados y dolorosos para las familias y el pueblo cubano. Tal vez deberíamos sentir compasión por las conciencias y las vidas de las personas capaces de caer en esas situaciones; además de desear, como es obvio, la liberación de todos nuestros compatriotas que se encuentren injustamente prisioneros en cualquier lugar del mundo.

Contra las injusticias en cualquier parte del mundo

Por Rogelio Manuel Díaz Moreno

Unas noticias más o menos recientes nos movieron las fibras sensibles y me dio por escribir esto. La cosa empezó cuando el 26 de abril pasado, el Tercer Circuito de Apelaciones de los EEUU reafirmó que la sentencia de muerte para Mumua Abu Jamal era improcedente.

En el extenso y controvertido proceso judicial, aplicado al ex-pantera negra por el asesinato del policía Daniel Faulkner, se han producido, atendiendo a las informaciones que uno puede conseguir, tantas contradicciones, irregularidades e incertidumbres que parece monstruoso que se mantenga al célebre condenado en el corredor de la muerte. El sentimiento de justicia de la sociedad y de los seres queridos del fallecido no se pueden satisfacer con una ciega venganza, que puede fácilmente errar su objetivo cegada por el odio. Ensañándose con la persona equivocada, lo único que se logra es que un verdadero asesino viva tranquilamente en su casa el resto de sus días, y que los traumas y conflictos de la discriminación racial se enquisten en una atribulada sociedad.

Mumia, como es sabido, se ha convertido en un ícono universal de todos los que consideran su inocencia y admiran su resistencia y capacidad de manter desde su celda una actividad intelectual y política sobresaliente. La sociedad estadounidense, que ha sabido dar muestras de su capacidad para superar -paulatinamente- máculas que la han acosado históricamente, tiene en él una posibilidad más de recapacitar qué tipo de futuro desea para sus hijos. Continue reading

Sacco y Vanzetti en la Televisión Cubana (o los peligros de ser revolucionario)

Por Marcelo “Liberato” Salinas

Ferdinando Nicola Sacco (22/04/1891 – 23/08/1927) y Bartolomeo Vanzetti (11/06/1888 – 23/08/1927). Libertarios luchadores por la Igualdad en Libertad

¡Llegó el mundo del trabajo y los trabajadores al Espectador Crítico! Un elitario programa televisivo cubano dedicó el sábado 16 de abril a un tema muy relevante en la historia del movimiento obrero revolucionario mundial: el proceso político contra los compañeros anarquistas Niccola Sacco y Bartolomeo Vanzetti.

El programa conducido por la señora Magda Rezik, contó con la presencia del Presidente de la Asamblea Nacional, señor Ricardo Alarcón de Quesada, quien disertó de manera precisa sobre la comparación entre el caso de los libertarios italianos, el de los 5 héroes cubanos agentes de la Seguridad del Estado y el del terrorista confeso Posada Carriles.

Luego de responder con dignidad a preguntas de la conductora del programa del tipo “¿Cómo puede fallar la verdadera justicia?”, Alarcón hizo referencia a un libro clásico en los ámbitos jurídicos sobre el tema The case of Saco & Vanzetti, pero nada dijo de una obra literaria de la calidad de La pasión de Sacco y Vanzetti del escritor Howard Fast, publicada en Cuba hace mas de 30 años por la valiosa Colección Cocuyo de la Editorial Arte y Literatura, nunca más reeditada en el repunte editorial de los últimos años. Finalmente, nada dijo el diputado sobre la película que los televidentes verían. Continue reading