Mis respuestas para el final de las sospechosas habituales

Por Yasmín S. Portales Machado

Este jueves 10 enero nos reunimos por última vez en la UNEAC para asistir a Mirar desde la sospecha, que cierra su primera temporada. El objetivo era dedicar una sesión especial a homenajear el feminismo cubano de todos los tiempos, sus aportes y retos actuales.

En el mensaje que circularon las organizadoras, se advertía que el encuentro tendría dos partes: la primera dedicada a la reconocida feminista Camila Henríquez Ureña. La segunda sería un debate sobre el feminismo cubano y sus principales desafíos contemporáneos. Ese debate sería circunscrito por razones de tiempo y concreción- a tres ejes temáticos: la importancia actual de la herencia feminista; los principales retos y fortalezas del feminismo en la Cuba actual y las posibilidades que entraña la articulación entre los diversos proyectos, activistas y especialistas en la temática.

Lo más novedoso era que, en apuesta radical de forma, no se habría un panel. Las organizadoras deseaban y lograron-, la intervención libre. Para que tuviéramos una idea de por dónde iban los tiros, se circularon varias preguntas, y se advirtió que las intervenciones no debían sobrepasar los cinco minutos.

Las intervenciones fueron variopintas, algunas muy ingeniosas; otras inquietantes, por los peligros que advierten en el modo en que las feministas de La Habana hemos funcionado en los últimos años (creo que casi dos décadas), estatus que peligra a la vista de los cambios económicos del país. Hubo un discurso absolutamente impertinente. Hablaré de todo ello en otro post. Ahora solo quiero compartir mis propias respuestas.

Si, las escribí, porque la advertencia de los cinco minutos me pareció muy razonable y no quería romper la regla. Al mismo tiempo, estoy consciente de que divago y hago pausas dramáticas, que pueden ser útiles, pero implican un uso flexible del tiempo.

En lo que termino de redactar lo que pasó ayer, y qué harán Danays Carbonell Dieguez, Helen Hernández Hornilla y Lirians Gordillo Piña en los próximos meses, opinen sobre estas reflexiones mías.

¿Cómo nos llega hasta hoy la herencia feminista cubana?

La herencia del feminismo cubano está por todos lados, solo que de modo aparentemente desideologizado, lo que equivale a decir que sus logros son presentados como dádivas del Estado. Mediante una operación mediática y de manipulación histórica solo posible desde el poder, la historia del movimiento de mujeres en Cuba ha sido sistemáticamente invisibilizada. Los avances feministas se incorporaron sin retar la naturaleza patriarcal de la sociedad. Así, se logró la incorporación de las mujeres al espacio público (léase al mercado laboral), que es el objetivo aparente del feminismo, sin modificar la naturaleza de las relaciones entre los géneros, que es el objetivo real del feminismo. Este es el sueño del capitalismo monopolista de Estado: mujeres que son libres para desear ser hombres.

¿Cuál es la importancia de recuperarla y qué estrategias pudieran articularse al respecto?

Porque solo la ciudadanía crítica puede llevar a la emancipación.

La memoria del movimiento feminista en el imaginario popular, o al menos la conciencia de su existencia previa, implicaría el aumento en la cantidad de personas cuestionándose las relaciones entre los géneros como las entendemos en nuestra cultura (olvidemos por un momento que toda cultura es un proceso dinámico), quienes tendrán que actuar sobre esas inquietudes o suicidarse (esto es una metáfora). Algunas de estas personas incluso pasarán de cuestionarse las relaciones entre hombres y mujeres, mujeres y mujeres, hombres y hombres, que es en apariencia el tema, a cuestionarse LA COSA, EL ASUNTO, LO QUE VIENE DE ARRIBA, que es la meta secreta y subversiva (el proceso está documentado).

La estrategia: patear, en dos de sus acepciones de la RAE.

3: Tratar desconsiderada y rudamente a alguien, al reprenderle, al reprobar sus obras o al discutir con él, igual a, denunciar las praxis patriarcales sin consideración a los hombres maltratadores, las mujeres machistas o los sacerdotes conciliadores. Esforcémonos por comprender, explicar y defender la necesidad de cambiar el mundo, y cambiarnos, por algo mejor, en lugar de resignarnos a vivir siendo pateadas (ese es el suicidio).

6: Andar mucho, haciendo diligencias para conseguir algo, igual a, convertir la oposición al patriarcado en acciones que modifiquen la realidad. Transformemos la comprensión, en testimonio y praxis emancipadoras; la explicación, en pedagogía, intervención pública y bibliografía; la defensa, en 1) demandas concretas al Estado, 2) denuncias sistemáticas de las situaciones discriminatorias, 3) creación de espacios sociales y productivos que empoderen a las mujeres y 4) construcción de alianzas con otros movimientos antisistémicos.

¿Dónde radican los principales conflictos y fortalezas del feminismo cubano hoy?

Conflictos:
1. Falta de memoria histórica,
2. desunión,
3. habanocentrismo,
4. membresía mayormente blanca, urbana, de clase media y con dependencia material del Estado,
5. imposibilidad factual de intervenir en los medios de comunicación masiva,
6. imposibilidad factual de modificar el discurso sobre género en los aparatos ideológicos del Estado (que están orientados a combatir el feminismo),
7. falta de un marco legal para establecer diálogos con el gobierno, o de un movimiento de base fuerte que le obligue a escucharnos,
8. praxis mayormente orientadas a la reflexión teórica y no al establecimiento de espacios físicos e iniciativas económicas feministas.

Fortalezas:
1. Población alfabetizada y entrenada en la lectura crítica de la prensa,
2. aceptación social generalizada de los derechos sexuales y reproductivos, incluyendo el derecho al aborto
3. aceptación generalizada de la presencia femenina en el espacio público,
4. una sólida tradición de ordenamiento gubernamental laico,
5. disponibilidad de documentación sobre los errores del movimiento antipatriarcal en otras naciones,
6. una red nacional de cátedras de la mujer y otros espacios académicos que podrían intervenir en el discurso educativo, si tuvieran la oportunidad
7. consciencia generalizada, entre quienes participamos del feminismo, de que este es un asunto político, aunque de vez en cuando lo neguemos.

¿Considera que pueda hablarse de un movimiento feminista? ¿Por qué?

No. Porque carecemos de organizaciones de base, de iniciativas sociales que subvirtieran efectivamente las lógicas patriarcales, siquiera en pequeña escala, de asociaciones feministas que propongan diversos modos de derrumbar al patriarcado y debatan entre si y, especialmente, porque la mayoría de las mujeres, formadas dentro de un discurso patriarcal y desmovilizador, reniegan del feminismo, sus críticas sociales y su naturaleza política.

¿Qué alternativas propone en pos de la articulación del trabajo del feminismo de la equidad de género en Cuba?

Demandar, en los espacios que nos corresponden, la equidad que nos corresponde y el respeto a la ideología que nos anima, mucho más cercana al socialismo que el puritanismo de izquierdas que tanto daño ha hecho.

Aprovechar las nuevas oportunidades económicas para establecer iniciativas productivas feministas, que demuestren, de hecho, la naturaleza aberrada de la desigualdad, y nos permitan establecer los espacios de autonomía material imprescindible para la crítica social.

Establecer alianzas con otros grupos contra la discriminación que se conforman en estos momentos.

Salir del closet, y como eso es una metáfora, cada cual lo hará a su manera.

INVITACIÓN Mirar desde la sospecha: Hombres desde la cultura por la No violencia de género

Jueves 8 de noviembre, 3: 30 p.m., Casa del Alba Cultural (Línea esq. D, Vedado)

Superar la violencia de género, una de las peores injusticias del patriarcado, ha de ser una causa de mujeres y hombres. Aunque son voces femeninas las que mayoritariamente se alzan en denuncia del maltrato de sus iguales, no pocos hombres se suman al reclamo por una cultura de paz y equidad, tanto desde el activismo, la academia o la creación artística.

A ellos corresponderá esta vez el protagonismo en el espacio de debate mensual “Mirar desde la sospecha”, que cada mes convocan el Programa Género y Cultura del Grupo de Reflexión y Solidaridad Oscar Arnulfo Romero (OAR) y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). El próximo jueves 8 de noviembre, a las 3: 30 p.m., se debatirá sobre el tema Hombres desde la Cultura por la No Violencia de Género. El panel estará integrado por el académico Julio César González Pagés, coordinador de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades (RIAM); el cineasta Ernesto Pérez Zambrano, autor de varias obras audiovisuales donde se defiende una perspectiva de género; y el actor Omar Franco, quien recientemente integró el elenco de un filme donde se recrea una situación de violencia. Continue reading

Entre la inexperiencia y la sospecha: las organizaciones LGBT en Cuba

Por Yasmín S. Portales Machado

Especial para SEMlac, 21 de septiembre de 2012 – Una periodista pregunta qué cree la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transgénero) de cierto tópico, un amigo se pregunta cómo lograr que la comunidad se movilice en cierta dirección, una mujer se empeña en demostrarle a todo el mundo que sí existe una comunidad LGBT en Cuba. Todo esto me genera escepticismo: ¿puede opinar o moverse algo cuya existencia misma es cuestionable? Existen las personas LGBT en Cuba -evidencia sobra-, pero ¿constituimos una comunidad?

Vamos a ponernos de acuerdo: una comunidad es un grupo de seres humanos que comparten elementos en común y crean una identidad mediante la diferenciación; identidad que es compartida y elaborada entre sus integrantes y socializada a través de la interacción con otras comunidades. Puede ocurrir que una comunidad surja porque las personas comparten un objetivo, pero a menudo basta la identidad común para conformar una comunidad -esto es muy frecuente entre las personas discriminadas.

De acuerdo, si se trata de que compartimos signos, prácticas y hasta objetivos generales -que no nos discriminen-, hay una comunidad LGBT. Y lo sabemos porque ya no es noticia en Cuba que personas LGBT y heteroaliadas actúen para enfrentar la discriminación. Incluso hay espacios comunitarios -no siempre físicos-: los construyen quienes crean, desarrollan y defienden las zonas de encuentro, las campañas de lucha contra el VIH/sida, las redes de apoyo antidiscriminación; quienes, en suma, buscan desplazar al heterosexismo, las discriminaciones diversas y las presiones heteronormativas del espacio público.

Pero una comunidad debe tener conciencia de sí y capacidad de diálogo interno para que opine o se movilice de modo auténtico. Es casi redundante mencionar que decisiones o movilizaciones tales solo se obtienen tras articular mecanismos de diálogo entre las personas de la comunidad, de lo cual nace la coordinación de acciones. Continue reading

Activistas que no se casan ni con la disidencia ni con el régimen en Cuba

Por June Fernández

Ven con algo rojo y besa a alguien. ¡Porque todas las formas de amor importan!. El pasado 28 de junio, cuarenta y seis personas que habían recibido ese mensaje por sms o correo electrónico se reunieron en la terminal de ómnibus de La Habana, cerca de la Plaza de la Revolución, para besarse. Convocaba Proyecto Arcoiris, un colectivo independiente que pretendía movilizar a la ciudadanía a favor de la diversidad sexual y de la expresión libre de afectos y reivindicaciones en la calle. Pese a que el Gobierno de Raúl Castro se haya desmarcado del pasado homófobo del régimen y esté lanzando políticas contra la discriminación, las muestras de afecto entre personas del mismo sexo siguen siendo penalizadas por policías que las califican de exhibicionismo impúdico. Hicimos la besada justamente para la gente que no se decidió a salir del armario de lo autorizado y coordinado, de lo amparado por las instancias superiores que todo lo saben y todo lo definen. Aprendieron que la calle no era suya, sino de una entelequia llamada los revolucionarios que nadie por fin sabe cómo lucen o qué creen, explicó en su blog Yasmín Silvia Portales Machado, fundadora del Proyecto Arcoiris.

Aunque medio centenar de personas pueda parecer poca cosa, organizar una acción reivindicativa ajena al Gobierno y a la disidencia anticastrista es algo inédito en un país en el que la polarización política empaña toda iniciativa social. En el caso de la diversidad sexual, el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), responsable de las políticas de diversidad sexual, que dirige Mariela Castro (hija de Raúl) no reconoce el 28-J (Día Internacional del Orgullo LGBT: lesbiana, gay, bisexual y transexual) porque lo considera una celebración imperialista y capitalista. En cambio, organiza en mayo el mes contra la homofobia, con actividades para sensibilizar a la población a favor de cuestiones como las uniones civiles entre personas del mismo sexo o la cobertura sanitaria para las personas transexuales. Así, en anteriores 28-J sólo el Observatorio de los Derechos LGTB, un colectivo identificado con la disidencia, ha salido a la calle. En definitiva, actividades institucionales en mayo, o un Orgullo anticastrista en junio. Proyecto Arcoiris ha roto con esa lógica y se ha sumado sin complejos a celebrar el aniversario de los disturbios de Stonewall en sintonía con la comunidad LGTB internacional.

Sus organizadores estaban de los nervios (desde el martes tenía un tic nervioso en el ojo derecho, dice Yasmín), pero esta vez no hubo incidentes. Eso sí, recibieron mensajes de personas que temían por su seguridad o de que quienes habían escuchado que la iniciativa era de un grupo opositor, cuenta en su blog otro de los promotores, Luis Rondón Paz. Pese a esos rumores, la policía no apareció ni recibieron presiones. Supongo que tal permisividad estuvo asociada a que el acto de besarse puede verse como algo legítimo, inocente, hermoso, escribió Isbel Díaz Torres, fundador también del colectivo, quien reivindica el carácter político de la acción en un post en el que recuerda cómo fue multado hace años por besarse con su novio en la playa. Después de la lectura del comunicado titulado “La revolución es la lucha contra todas las discriminaciones“, la gente esperó nerviosa la señal, y se besó. Escasearon la pasión y, sobre todo, los besos entre mujeres, pero la foto de Isbel con su novio ha dado la vuelta al mundo entero así que está lograda la visibilidad LGBT en Cuba. Logramos nuestro objetivo, celebra Luis.

Izquierda crítica

Proyecto Arcoiris es uno de los pequeños colectivos autónomos que han emergido en la última década bajo el paraguas de la experiencia más destacada de activismo social al margen de las instituciones cubanas: Observatorio Crítico. Esta red aglutina a personas que defienden el anticapitalismo, el socialismo (y algunas el anarquismo) y la soberanía de Cuba, desde la crítica contundente a todas las formas de discriminación, autoritarismo y represión que promueve o consiente el Gobierno.

Lo hacen a través de iniciativas como Proyecto Arcoiris, la Cofradía de la Negritud (que critica el racismo institucional y social que persiste en la sociedad cubana y recupera la memoria histórica de la comunidad negra) o El Guardabosques (proyecto ambientalista liderado por Isbel). El Observatorio Crítico difunde por correo electrónico compendios de artículos, organiza debates sobre temas tan diversos como los transgénicos, el transfeminismo o el reguetón y la cultura popular, y celebra anualmente foros sociales que se han convertido en el espacio de referencia de la izquierda crítica cubana. Están con el proyecto socialista, pero no con el talante estalinista del régimen. Defienden las libertades, pero se desmarcan de la disidencia oficial, partidaria de implantar un sistema capitalista tutelado por Estados Unidos. Frente a quienes se vuelcan en la defensa incondicional de lo que llaman la Revolución, y quienes dirigen sus esfuerzos a derrocar lo que definen como una cruenta dictadura, las personas vinculadas a Observatorio Crítico se centran en denunciar expresiones concretas de desigualdad y en debatir sobre un modelo que permita conciliar los principios revolucionarios con el respeto a las libertades. Dicen que la Revolución será feminista, antirracista y antihomófoba, o no será. La proclama recuerda al movimiento 15-M del que estos activistas cubanos se sienten hermanos.

Su ideología anticapitalista les lleva a oponerse a toda injerencia estadounidense, pero también a cuestionar el modelo económico raulista que promueve la iniciativa privada, la inversión extranjera y también los despidos masivos y a abogar por fórmulas colectivistas como el cooperativismo. También fue significativo su toma de postura ante la visita del Papa a Cuba el pasado marzo. Mientras los castristas se frotaban las manos por la legitimidad que les daría la visita, y los anticastristas lamentaban la escasa atención que les dedicó el jefe de la iglesia católica, Isbel, Yasmín y demás miembros del Observatorio fueron la nota discordante: criticaron que un Estado laico como el cubano derroche dinero público para acoger al líder de una institución que no reconoce los derechos sexuales y reproductivos, ironizaron sobre el empeño del Partido Comunista en agasajar a un líder beligerante contra el marxismo, y censuraron que las religiones afrocubanas (cuya influencia supera a la del catolicismo) no hayan recibido tales reconocimientos gubernamentales. Meses antes fantasearon con indignarse ante la visita del Papa, pero al final se conformaron con expresarse en medios de comunicación y blogs.

El derecho de asociación en Cuba

Para entender la situación en la que se encuentra esta izquierda aútonoma, cabe aclarar primero si en Cuba existe el derecho de asociación. Un Estado que se define como revolucionario ha obstaculizado históricamente que existan movimientos sociales independientes. El discurso aperturista de Raúl Castro quien, al menos de palabra, ha defendido la libertad de expresión y de prensa es uno de los factores que explica la eclosión y supervivencia de iniciativas sociales y culturales autónomas, pero el castrismo sigue defendiendo que son las organizaciones de masas oficiales como la Unión de Mujeres Cubanas o los colectivos ligados al Cenesex quienes tienen la legitimidad para movilizar a la ciudadanía en torno a reivindicaciones sociales.

El bloguero y miembro de Observatorio Crítico Rogelio M. Díaz, lo atribuye al discurso oficial de que el concepto sociedad civil es burgués, subversivo y una estrategia de Estados Unidos para penetrar en el Tercer Mundo, mientras que las organizaciones de masas incorporan en sus estatutos la noción de acatar el liderazgo del Partido. Lo atribuye a tres factores: el clima de agresión por parte de Estados Unidos, el estilo de liderazgo de Fidel y la política del campo socialista. Dado que muchas supuestas asociaciones independientes no son más que grupúsculos promovidos por la CIA y demás fuerzas de los USA, el bloguero subraya que es imprescindible para que la situación se normalice que Estados Unidos cese en su intención de promover un cambio de régimen: Si esto ocurriera milagrosamente mañana, habría que ver entonces qué voluntad tiene el Gobierno cubano de dejar de ejercer sus férreos controles.

Se refiere entre otras cosas a la conjunción de trabas burocráticas y falta de voluntad política que hace prácticamente imposible constituir asociaciones. Si bien la Constitución reconoce en su artículo 54 los derechos de reunión, manifestación y asociación (aunque el artículo 62, advierte que es punible ejercer esas libertades contra la existencia y fines del Estado socialista), para que el Ministerio de Justicia autorice la inscripción de una asociación en el registro correspondiente, esta tiene que recibir el aval de una entidad estatal, que se convierte en su órgano de relación, el que le controla y atiende, explica Dmitri Prieto, fundador del Observatorio Crítico.

El registro tarda años en llegar (cuando llega), así que los colectivos optan por fórmulas como crear cátedras académicas o proyectos adscritos a centros culturales: Mientras no hay confrontación con el sistema actual, las autoridades no ponen impedimentos, pero pueden toparse con incomprensión, falta de recursos y poca visibilidad, señala. Toda iniciativa individual asociativa se demoniza sistemáticamente, más si es de carácter político. Cuestionar de fondo las estructuras políticas y sociales es muy difícil, y además es suicida, lamenta Yasmín.

Observatorio Crítico nació de la Cátedra Haydée Santamaría, creada dentro de la Asociación Hermanos Saiz (AHS, la institución de jóvenes artistas y escritores) para investigar las transformaciones de la sociedad cubana. En 2010, cuando sus propuestas empezaron a resultar incómodas, AHS les comunicó que sus integrantes habían superado la edad para permanecer vinculados a la institución. Entonces ya no hubo la necesidad de ser políticamente correctos en cuanto a la crítica a las instituciones, señala Yasmín, lo que convirtió al Observatorio en uno de los colectivos más contestatarios de la Isla.

Pero haberse convertido en una red sin respaldo institucional tiene sus consecuencias. Los exiguos recursos de Observatorio Crítico, que apenas alcanzan para comprar la merienda para las reuniones, provienen de la solidaridad de colectivos anarquistas y anticapitalistas europeos. No tienen sede: lo mismo celebran debates en un paladar (restaurante de iniciativa privada) regentado por alguien simpatizante o en un parque. Eligieron la segunda opción para un coloquio con una activista del movimiento 15-M en Madrid que contó con la presencia tanto de un agente de la Seguridad del Estado como de un periodista independiente (de la disidencia oficial).

La izquierda crítica cubana se proclama revolucionaria, sus activistas trabajan estrechamente con las instituciones cubanas o con proyectos amparados por éstas, y se resisten a autodenominarse oposición, porque se identifican más con un proyecto socialista cubano que con el que defiende la disidencia. Esto les sitúa en una posición incierta: no sufren una represión frontal, se puede decir que se tolera su actividad, pero a medida que se consolidan sí que sienten un marcaje cada vez mayor. El último susto ha sido que el exagente de la Seguridad del Estado Percy Francisco Alvarado Godoy ha acusado en un artículo a un grupo de reconocidos intelectuales cubanos de trabajar contra la Revolución desde proyectos dirigidos por Estados Unidos en la conocida como guerra cibernética contra el castrismo. Alvarado Godoy ha pedido disculpas por lo que califica como un desafortunado error, pero los afectados no las han aceptado: Errores similares hundieron en el ostracismo durante años a autores como José Lezama Lima, Virgilio Piñera y otros; trajeron dolor innecesario a muchos y causaron un daño irreparable a la cultura y a la sociedad cubanas, alerta el escritor Daniel Díaz Mantilla, uno de los difamados.

La relación con las instituciones

Rogelio destaca la estrategia del Gobierno de recoger y canalizar inteligentemente las tensiones en varios potenciales conflictos. El caso paradigmático es el del movimiento LGTB. El Cenesex, adscrito al Ministerio de Salud, promueve redes de gays, lesbianas y transexuales que, si bien salen a la calle para plantear sus movilizaciones, actúan tuteladas por la institución. Odaymara Cuesta y Olivia Prendes, las raperas Krudas Cubensi (emigradas a Texas), recuerdan cómo el colectivo de lesbianas Oremi, en el que participaron, fue fagocitado por el Cenesex. Un buen día, Mariela llegó con una actitud autoritaria a decidir que el grupo debía trabajar de una manera vertical. Nos impuso la presencia y liderazgo de unas psicólogas que no eran lesbianas, que nos traían los casos con patologías que atendían en sus consultas. No pudimos hablar de nuestros problemas como lesbianas sanas. Por eso preferimos la autonomía, explica Prendes.

No fue su primer encontronazo con Mariela Castro. En los años noventa trataron de montar un colectivo queer con amigas de Estados Unidos y planearon llevar una bandera arcoiris a la manifestación del 1 de mayo. El objetivo de la marcha es unirnos contra el imperialismo y por el socialismo, así que dijimos: ¿por qué no llevamos nuestra banderita, que nosotras también somos parte de este país? Ay, mija. Nos dieron una mano de golpes. Nos robaron la bandera, después empezaron a ir a la casa de cada activista. Le dijimos a Mariela Castro si nos daba algún papelito o algo para hacer un grupito LGTB. Ella dijo: No, Cuba no está preparada para esto. Coño, Mariela, esta gente nos están contando que por ahí lo que hay es mucho: No, esto es una cultura muy machista. Quizás en diez años.

Y más de diez años después, el Cenesex sigue tratando de monopolizar el activismo LGTB a través de sus organizaciones, si bien algunos de sus integrantes se muestran partidarios de que existan colectivos autónomos. Creo que sí, es necesaria la formación de un movimiento por los derechos sexuales que sea autónomo, pero que incluya a las personas heterosexuales que disienten de las hegemonías y que tenga un funcionamiento horizontal, participativo y ajeno a rencillas, rencores y vanidades personales. Ello no implica una negación de los principios del socialismo cubano, sino su fortalecimiento y la construcción de una sociedad más justa y digna, defiende Alberto Roque, dinamizador de Hombres por la Diversidad y militante del Partido Comunista.

Sus participantes sienten que este espacio adscrito al Cenesex da margen para canalizar críticas a las políticas del Gobierno y para expresarse con libertad. Algunos, como Luis Rondón Paz y Paquito el de Cuba, mantienen también sus propios blogs, en los que arremeten contra cuestiones como la homofobia en el trabajo, en el deporte o en los medios de comunicación. Hace tiempo me la estoy jugando. Me dice un amante que tuve: ¡Tú estás loco pal carajo!, yo le respondí: Oiga, los cambios no caen del cielo, y lo que está mal hay que decirlo usando todos los canales necesarios para que el mensaje llegue a su destino lo menos contaminado posible. Así explicó Luis su apuesta por hacer activismo dentro y fuera de las instituciones en un post a modo de desahogo, harto de quienes le recriminan que participe también en proyectos autónomos como Proyecto Arcoiris.

Luis fue, junto con Yasmín, uno de los promotores del boletín NotiG, que difundía por correo electrónico tanto artículos sobre identidad de género como contenidos más ligeritos. Se les informó de que el boletín no podía circular sin estar inscrito en el Registro Nacional de Publicaciones Seriadas. Aceptaron el requisito de pedir el aval de Cenesex, pero siguen esperando respuesta.

En todo caso, Proyecto Arcoiris se presenta como una iniciativa más ambiciosa que aspira a ofrecer asesoría legal en caso de discriminación por orientación sexual o identidad de género, además de promover el debate y el compromiso ciudadano contra los prejuicios heteronormativos, a través de acciones como la besada. Se encuentran también difundiendo una encuesta entre personas no heterosexuales para recabar sus demandas.

También en el caso del feminismo, el discurso oficial sigue siendo que la existencia de la Federación de Mujeres Cubanas hace que no haga falta un feminismo autónomo. Sin embargo, esta organización de masas sigue reproduciendo la feminidad tradicional y no afronta con valentía problemas como la violencia machista o la persecución policial contra las mujeres que ejercen la prostitución.

Probablemente la iniciativa autónoma más potente a favor de la igualdad de género fuera la Asociación de Mujeres Comunicadoras, Magín, a la que se sumaron más de un centenar de periodistas, artistas, científicas e incluso políticas. No duró mucho: en 1996, tres años después de su fundación, en los que no lograron ser legalizadas, se les informó de que no podían seguir funcionando, bajo el argumento de que se temía que Estados Unidos las utilizase.

Desde hace año y medio, el foro de debate Mirar desde la sospecha se ha consolidado como un espacio de encuentro para las feministas cubanas. Han tratado temas como el ciberfeminismo, género y nación, o literatura y feminismo, contando como ponentes con académicas como Isabel Moya o Norma Vasallo, pero también con activistas autónomas como Negra Cubana, Yasmín Portales o Krudas Cubensi. Lo promueven tres comunicadoras: Helen Hernández Hormilla, Lirians Gordillo Piña y Danae C. Diéguez. Lograron el respaldo legal del Grupo de Reflexión y Solidaridad Monseñor Óscar Arnulfo Romero (OAR), una ONG de inspiración cristiana legalizada, y de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en cuya sede se celebran los debates. Podíamos habernos reunido en nuestras casas, pero nos interesaba penetrar en el espacio institucional y dialogar con esa estructura, que también tiene fortalezas, explica Danae. Sin embargo, varias de las asistentes fantasean con la idea de crear una red de comunicadoras autónoma y transgresora, como lo fue Magín.

Otro proyecto lanzado de forma autónoma pero con cierto respaldo institucional, es Afrocubanas, promovido por la bloguera Sandra Álvarez y la escritora Inés María Martiartu, con el objetivo de visibilizar las contribuciones de las negras cubanas a la cultura e historias nacionales, explica la primera. Su resultado es un libro, un blog y varias reuniones de mujeres negras en casa de la propia Sandra, para debatir sobre feminismo y antirracismo.

Internet, la llave para la autonomía

En Cuba la mayoría de la población sigue sin acceso a internet, y quienes lo tienen sufren una conexión muy precaria. Eso sí, en La Habana la información circula mediante las socorridas memorias USB. El Gobierno sostenía que el bloqueo por parte de Estados Unidos impedía habilitar la banda ancha, con lo que justificaba definir sectores con acceso prioritario a internet vía satélite (instituciones públicas, universidades, hoteles…). En 2007 Hugo Chávez anunció que se instalaría un cable de fibra óptica desde Venezuela a Cuba, pero el proceso ha sido lento, misterioso y no han faltado los rumores de corrupción. A día de hoy, el Gobierno declara que el cable se encuentra absolutamente operativo, pero los internautas no han notado mejora alguna en la conexión. Incluso blogs considerados oficialistas, como La Joven Cuba, han criticado la falta de transparencia y las resistencias a universalizar el acceso a internet. La mayoría de ciberactivistas publica en sus blogs y en las redes sociales desde sus puestos de trabajo, con el consiguiente riesgo de vigilancia y despido.

En todo caso, internet ha sido uno de los elementos que ha permitido a personas de izquierda crítica hacerse visibles, sobre todo fuera de la isla, e ilusionarse al menos con esta nueva forma de compartir información y difundir sus denuncias. En junio, por ejemplo, la policía detuvo durante doce horas en La Habana a dos miembros de Observatorio Crítico que portaban sprays de pintura en las mochilas. A esas horas ya el OC había hecho pública la denuncia en Facebook, Twitter, y el blog del colectivo en WordPress. Afortunadamente, las nuevas tecnologías logran acelerar un poco el proceso de justicia, aunque no alcanzan a transformar el absurdo, escribió Isbel en Havana Times.

Havana Times es el diario digital de referencia de la izquierda crítica: entre sus articulistas habituales destacan varios militantes de Observatorio Crítico. Su director, Circles Robinson, lo define como una fuente independiente sobre la compleja realidad cubana, que lucha por un pluralismo informativo y de criterios en un país donde esa voluntad ha sido vista con ojos de sospecha. Navegando en aguas muy polarizados, pretendemos contribuir a elevar el debate para encontrar soluciones incluyentes a las problemáticas del país, añade. HT publica en castellano e inglés artículos de opinión sobre el multipartidismo, las relaciones con la iglesia católica o las reformas económicas; noticias que informan sobre cuestiones que los medios oficiales silencian (los derrumbamientos de edificios o el misterioso cable de fibra óptica) y entrevistas para dar a conocer a nuevos talentos de la cultura cubana.

Durante el último mes, Havana Times ha sido acusada en dos artículos publicados en Cubadebate y Rebelión, respectivamente, de ser un medio alentado por Estados Unidos y de apoyar a contrarrevolucionarios como la bloguera Yoani Sánchez o Estado de Sats, por haberles entrevistado. Que Circles naciera en Estados Unidos (como podía haber nacido en cualquier otra parte, dice él, que ha vivido en diferentes países y ha trabajado durante siete años para el Gobierno cubano) facilita las cosas a quienes le acusan de estar ligado a la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba.

Otro espacio interesante para quienes quieran salirse de la llamada ciberguerra entre blogs anticastristas y oficialistas es la comunidad Bloggers Cuba. Nació con la vocación de romper con la dicotomía entre la experiencia de vida en la Isla y su escaso reflejo en los medios nacionales y extranjeros. La mayor parte de sus integrantes defienden abiertamente el socialismo, pero la incorporación de blogueras feministas, antirracistas y a favor de la diversidad sexual, como Yasmín o Sandra Álvarez, autora de “Negra cubana tenía que ser”, ha reforzado el contenido crítico y comprometido de este agregador de bitácoras.

Sandra, Yasmín, Isbel, Luis, Dmitri, Rogelio… Los nombres se repiten cuando se trata de hablar de izquierda crítica, de activismo feminista y LGTB, de blogs y medios independientes, o de proyectos culturales ligados a las instituciones. Son un puñadito de personas, pero van ganando adeptas en su empeño por construir una Cuba socialista y soberana, fiel a los principios revolucionarios que guiaron la lucha contra la dictadura de Batista, y libre de represión y autoritarismo. En plena eclosión del cuentapropismo a raíz de que Raúl Castro ampliase el catálogo de profesiones que se pueden ejercer de forma autónoma, bromean con solicitar a la Organización Nacional de Administración Tributaria una licencia para activistas por cuenta propia. Mientras el Gobierno sigue obstaculizando la consolidación de movimientos sociales independientes, la gente de la órbita del Observatorio Crítico pide a los colectivos de izquierda de otros países que abandonen la complacencia hacia el régimen castrista y les apoyen como el movimiento que puede sacar a Cuba de la pugna entre dos modelos en crisis, el comunismo estalinista y el capitalismo imperialista.

June Fernández es periodista. Dirige la revista digital Pikara Magazine y colabora con Diagonal y eldiario.es, entre otros medios. Su blog: . En Twitter: @marikazetari

Tomado de Frontera D, 23 de julio 2012, URL: http://www.fronterad.com/?q=node/5856

__________ Información de ESET Smart Security, versión de la base de firmas de virus 7308 (20120718) __________

ESET Smart Security ha comprobado este mensaje.

http://www.eset.com

Mirar desde la sospecha este 13 de octubre en la Sala Guillén de la UNEAC

En Cuba MIRADAS A LA RELACIÓN ENTRE FEMINISMO Y LITERATURA

El habitual espacio de debate Mirar desde la Sospecha, coordinado por el Programa Género y Cultura del Grupo de Reflexión y Solidaridad Oscar Arnulfo Romero (OAR) y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, propone este octubre acercarse al tema Feminismo y literatura. Alianzas y desencuentros, con un panel integrado por las investigadoras literarias Luisa Campuzano y Zaida Capote Cruz y moderado por la periodista Helen Hernández Hormilla. La ocasión servirá además para homenajear los 15 años de publicado el panorama de narrativa femenina “Estatuas de Sal”, compilado por Mirta Yáñez y Marilyn Bobes en 1996.

El movimiento feminista ha tenido en la literatura uno de sus principales registros, si tenemos en cuenta que fue la palabra escrita el primer espacio desde el cual las mujeres reclamaron sus derechos y lucharon por su emancipación. En Cuba, fueron también las escritoras protagonistas de los debates en torno a la equidad entre los géneros. Una tradición que se remonta al siglo XIX con figuras como Gertrudis Gómez de Avellaneda recoge múltiples ejemplos de autoras comprometidas con reivindicar la capacidad creadora de las mujeres y su pleno derecho a tener iguales oportunidades que los varones.

Actualmente, el panorama literario reviste mayor número de firmas femeninas, se aprecia un crecimiento de la crítica literaria con perspectiva de género, proliferan antologías de mujeres y se realizan
coloquios dedicados al tema. Sin embargo, gran parte de las autoras y ciertos sectores de la crítica niegan la relación de sus obras con el feminismo, mientras las mujeres siguen siendo minoría en los jurados, premios literarios e instituciones culturales.

Al respecto estará debatiéndose el próximo jueves 13 de octubre a las 3:30 pm en la Sala Guillén de la UNEAC, sita en 17 esq. D. en el Vedado.

Por otra parte, se recordará la impronta de Estatuas de Sal (Unión, 1996), un texto fundamental para el reconocimiento de la tradición de escritura femenina en la Isla, al que han seguido varias antologías dedicadas a la narrativa escrita por mujeres. En este sentido, se distinguirá el activismo de la narradora, poeta y ensayista Mirta Yáñez en pos de reconocer la obra de las autoras cubanas. También estará a la venta su novela Sangra por la herida (UNIÓN, 2011), que acaba de obtener el cuarto Premio la Crítica Literaria para la escritora.

Mirar desde la sospecha es un espacio de debate organizado por el Programa de Género y Cultura del Grupo de Reflexión y Solidaridad Oscar Arnulfo Romero (OAR) – coordinado por la académica Danae C. Diéguez y las periodistas Helen Hernández Hormilla y Lirians Gordillo Piña-, auspiciado por la UNEAC y la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) y que cuenta con la colaboración de la Consejería Cultural de la Embajada de España.

Sus sesiones están siendo registradas en video con el fin conformar una multimedia.

Vamos a la UNEAC para mirar con sospecha los programas infantiles

Por Yasmín S. Portales Machado

Ya circula la invitación para el encuentro de los terceros jueves de cada mes en la UNEAC, donde el programa de Género y Cultura mantiene el espacio Mirar desde la sospecha. Este 14 de julio, a partir de las 3:30 pm, se discutirá sobre Sexualidad y género en la programación infanto-juvenil de la TV, lo cual promete una encendida polémica.

Para la mesa de exposición, se anuncia la presencia de Elsa Carrasco, Mariela López y Carolina Díaz Bravo. Elsa Carrasco es una destacada figura de la televisión cubana, su labor como asesora de programas para niños y jóvenes le valió el Premio Tentempié -de la UNEAC- este 2011. Mariela López es realizadora de televisión, la serie monotemática de treinta y ocho capítulos La sombrilla amarilla, en la que fungió como Guionista y Directora General, fue uno de los mayores éxitos de la televisión cubana en lo que va de siglo. La psicóloga y guionista Carolina Díaz Bravo es colaboradora habitual del Centro Nacional de Educación Sexual, como miembro de la Red del Universo Audiovisual del Niño y la Niña Iberoamericano, ha participado en la realización y asesoría de materiales educativos y promocionales sobre sexualidad en diferentes soportes comunicacionales.

Las coordinadoras de Mirar desde la sospecha son Danae C. Diéguez, Helen Hernández Hornilla y Lirians Gordillo Piña. Las tres se han propuesto establecer un espacio de discusión con enfoque de género que promueva la mirada crítica de hombres y mujeres sobre los productos culturales que nos rodean. Con ese objetivo en perspectiva, el panel ha abordado la producción de video clips, los textos de historia, el modo en que se hacen un filme o una telenovela, por citar algunos ejemplos. Siempre se busca tener la voz autorizada de especialistas en la materia y estimular el diálogo con un público heterogéneo, a veces más interesado que informado sobre las sutilezas ideológicas del patriarcado.

Este equipo desarrolla, además, una labor de promoción a través de los medios digitales. El blog del proyecto (programageneroycultura para solicitar la lista y luego especificar qué artículo desea le remitan completo.