¡Si te atacan, grita!

Por Sandra Álvarez Ramírez

Las mujeres raperas, más que la grafittera y la DJs, son increpadas todo el tiempo a perseguir un ideal estilo rapero masculino. Eso es lo que tácitamente se les pide, que rapeen como un hombre…

Hace algunos días intervine en el espacio Mirar desde la sospecha para hablar sobre música popular y violencia de género. Las organizadoras –mis colegas y amigas Danae, Lirians y Helen–, propusieron esta vez una serie de preguntas, destinadas a revelar el tratamiento sexista y/o misógino que realizan ciertos géneros musicales, entre ellos el reggaetón.

Si bien reconozco los aportes sustanciales que hace el reggaetón a la subordinación de las mujeres y su consideración como objeto de placer y disfrute, preferí hablar de rap porque a él he dedicado, casi de manera absoluta, mis dos últimos años de trabajo. Hablaba entonces de mi relación con el movimiento de rap cubano, a partir del taller de género que en el seno del Simposio de Hip hop cubano tiene lugar cada agosto y que desde el 2008 facilito.

Taller al fin, que se crea y construye con las aportaciones de las personas asistentes, me ha brindado informaciones valiosas sobre el tratamiento de la mujer dentro del movimiento –rapera, grafitera, Dj, Bgirl– y como sujeto/objeto de las líricas.

Ahora bien, es un riesgo hacer análisis de un movimiento cuyo objetivo es la crítica social y que clama por la inclusión de todos y todas. Quizás se podría suponer una tarea fácil, pero no lo es, puesto que es difícil convencer a quienes pretenden denunciar sobre la prostitución femenina que el fenómeno es mucho más complejo que lo que la realidad evidencia: “Es la mala vida lo que te mueve, es la ambición, No es siquiera esto problema para ti, es diversión.”

Ellas, las prostitutas, son tan solo la punta del iceberg de una realidad creada por y para los hombres, ellas vienen a ser la parte más frágil de la cadena. De ahí que suponerlas inmorales y calculadoras no es más que un facilismo. “La llaman puta” de Obsesión, aborda con profundidad está temática pues cuestiona el entramado social del cual estas mujeres son parte. Continue reading

Michel Matos (Matraka): El próximo año habrá Rotilla Festival

Entrevista por Yusimí Rodríguez


HAVANA TIMES, 17 agosto La alternatividad cubana ha recibido un nuevo golpe en las últimas semanas con la usurpación, robo o plagio del Rotilla Festival. El suceso no constituye un caso aislado, si tenemos en cuenta la historia de los proyectos alternativos en el país. Lo inusual en esta ocasión, es la declaración de la Casa Productora Matraka, organizadora legítima del evento, en la que se denuncia el hecho y se demanda al Ministerio de Cultura de Cuba, aunque aún no se han presentado los recursos.
El Ministerio rebautizó el Festival con el nombre de Verano en Jibacoa, y tuvo lugar durante los mismos días y en la misma playa donde se ha celebrado el Rotilla Festival durante los últimos cinco años.
¿Qué ha motivado esta actitud de las autoridades hacia el Rotilla Festival? ¿Qué recurso les queda a sus organizadores luego del cambio de nombre del evento?
Para responder esta y otras preguntas, me he reunido con el director del Rotilla Festival, Michel Matos, un joven de 31 años, aficionado a la música electrónica, miembro de la Asociación Hermanos Saíz y casi graduado de Filosofía, en la Universidad de la Habana. Continue reading

¿Qué pasa con la Alternatividad en Cuba?

Por Amrit

HAVANA TIMES, Julio 31 Si uno fuera a creer en alguna teoría de omnisciencia malévola, podría demostrarlo fácilmente observando el desarrollo de la cultura alternativa cubana.

Una y otra vez surgen proyectos que buscan cubrir un vacío evidente, aparecen con el ímpetu de una contracultura asfixiada por el oficialismo de las instituciones, una y otra vez se debilitan y disuelven.

Es cierto que esto puede ocurrir también espontáneamente: todos los grupos enfrentan conflictos que pueden hacerlos colapsar desde adentro, pero si observamos bien, veremos que la detonación no es siempre interna.

En opinión de muchos, la fuerza que ahora mismo está barriendo el Festival Rotilla (evento de música alternativa que se celebra cada verano en la playa de Jibacoa y ha hecho furor entre la juventud cubana) fue la que arrasó hace varios años con el Festival de Rap de Alamar.

Ambos eventos fueron creados por productoras independientes, ambos desataron un gran entusiasmo popular, ambos llegaron a alcanzar repercusión internacional, ambos fueron tomados en el momento de máximo esplendor por una institución (un término abstracto que elude oportunamente cualquier imputación directa).

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