Por Dmitri Prieto Samsónov, Isbel Díaz Torres, Marios Castillo Santana, y Tato Quiñones
Pocos días después del V encuentro Observatorio Crítico de Cuba, realizado en formato de Foro Social, y también pocos días antes del 6to. Congreso del Partido Comunista cubano, el periódico francés Le Monde publicó un reportaje de Paulo A. Paranagua sobre nuestro trabajo e ideas, bajo el título de En Cuba, jóvenes activistas proponen una alternativa al socialismo de Estado.
El autor no estuvo en el Foro; visitó La Habana durante la más reciente Feria Internacional del Libro. Conversó cordialmente y a veces de modo polémico con varios activistas de la Red Protagónica Observatorio Crítico. Es comprensible que el texto de Le Monde esté condicionado por perspectivas y públicos mayoritariamente externos a nuestra realidad cotidiana.
Quizás debamos enfatizar que la perspectiva habitual de Observatorio Crítico no se centra en alusiones a protagonismos personales de líderes históricos o de nosotros mismos. A diferencia de esquemas analíticos tradicionales usados por muchos intérpretes de la realidad cubana amistosos u hostiles, vernáculos o foráneos, de izquierda o de derecha- nos proyectamos desde la crítica revolucionaria de nuestra cotidianidad vital.
Crear, solidarizar, revolucionar fue el lema de nuestro reciente Foro. Nuestra creatividad y voluntad de proponer nacen de la cotidianidad popular. Más que cuestionamientos a personalidades o instituciones, aglutinamos esfuerzos solidarios. La multifacética revolución que queremos la hacemos nosotros mismos, a partir de nuestras experiencias: revolución por el protagonismo de los trabajadores, por la igualdad cultural, racial y de género y el empoderamiento de sectores maginados, por la ecología, por la economía solidaria, por la responsabilidad tecnológica, por el diálogo cordial en el seno del pueblo, por rescatar la memoria histórica popular, por la creación y la espiritualidad, por una educación menos competitiva y con más sentido, por vivir con sentido de propósito nuestras vidas cotidianas y por solidarizar tal estilo de vida. Una revolución contra la violencia, la burocracia, la privatización y la censura, revolución contra la apatía y el consumismo.
Afortunadamente, el ciberespacio provee fascinantes oportunidades de comunicación. Quienes tienen acceso a internet pueden conocer sobre el trabajo e ideas de nuestro Observatorio, y nos queda sólo comprometernos con la veracidad de lo que ahí aparece.
Reconocemos el derecho a las escrituras y lecturas diversas. Agradeceremos siempre la solidaridad, el apoyo y la divulgación de nuestros esfuerzos. Rechazaremos cualquier manipulación de nuestras acciones, ideas o propósitos a partir de interpretaciones unilaterales.