¿Y después de Chávez, qué?

Por Rogelio M. Díaz Moreno

Ayer estaba yo en una sala de espera de mi hospital donde hay un televisor, casualmente, a la hora que comienza el espacio noticioso de la una pasado meridiano. El noticiero abrió, entonces, con informaciones sobre el tema del momento en Cuba: el tratamiento contra el cáncer que siguió, en nuestro país, el presidente venezolano Hugo Chávez Frías.

Normalmente, los pacientes en ese salón no le suelen prestar mucha atención al aparato audiovisual, y menos al noticiero. Yo me acerqué, entonces, con la intención de poder escuchar al locutor por encima del murmullo subyacente, pero me percaté inmediatamente de que mi movimiento había sido innecesario. El local enmudeció; como por encanto, todas las personas se enfocaron en el televisor con una fijeza poco común.

Terminado el reportaje, una señora cerca de mí rompió el silencio, diciendo algo así como pobre hombre, denotando compasión, tristeza, duelo. Yo seguí mi camino mientras le daba vueltas a un par de pensamientos.

Me vino a la mente, por ejemplo, la descripción de mi padre sobre cómo se manifestaban las familias pobres del campo, en los tiempos de su infancia, ante la muerte de un familiar, cuando este era el que desempeñaba el papel de trabajador-productor-proveedor: una zozobra tremenda, un llanto desesperante, un luto desmesurado en comparación con el que causaba el fallecimiento de otro ser humano como una mujer o un niño aunque estos también fueran llorados. Y la amarga desigualdad, aparentemente reprochable, tenía sin embargo un profundo, innegable sentido: cuando el fallecido era el que sostenía económicamente al resto, pésimos tiempos se abrían por delante.

Para nadie es un secreto que la supervivencia del sistema cubano, hasta hoy, le debe mucho a la ayuda económica, los acuerdos firmados con la Venezuela chavista, y la posibilidad de adquirir en aquella nación combustibles de primera necesidad a cambio de servicios de nuestros profesionales. Por muy poco cariño que le tengan algunos a los regímenes que enarbolan banderas socialistas, nadie puede ignorar que, en medio de la pobreza y la incertidumbre, muchas personas sencillas se alegran y se aferran al escaso trozo de seguridad, de oxígeno, de sostén vital, que todavía emana de los últimos y menguantes subsidios socioeconómicos administrados por nuestro gobierno, posibles aún en no pequeña medida gracias a la ventajosa conexión venezolana. Cuando se considera que el proyecto bolivariano ha descansado en exceso desde mi humilde punto de vista sobre el carisma y la personalidad de Hugo Chávez, se comprende entonces que la desgracia que amenaza con ocurrirle a su persona, proyecte negros nubarrones sobre el ánimo de tanta gente.

En realidad, no es insensato que elucubremos un poco sobre lo que se puede esperar, la influencia que tendrá este giro en los acontecimientos por venir. Yo, particularmente, espero que ahora las reformas económicas que aplica el gobierno cambien un poco de ritmo. No es que vayan a acelerarse mucho, más bien que se sucedan un poco menos lentamente. Sobre todo, aquellas que abren el espacio a los esquemas de economías de mercado. Igualmente, no me extrañaría que se intentara reforzar el control político y mediático sobre la población, aunque el éxito a largo plazo de este último objetivo sea menos seguro que el anterior.

Prácticamente todos los gobiernos cubanos ha sido criticado sobradamente por las dependencias establecidas respecto a poderes extranjeros, ya fuera con los Estados Unidos, la Unión Soviética o, más recientemente, Venezuela. Una vez más, la incertidumbre planea por este campo, ante la posibilidad del fin de la última de estas etapas. Ante el país, se cierne una etapa donde se tendrá que probar la capacidad nacional de caminar autónomamente, por las fuerzas propias de la nación. Los decisores locales, dirigentes y políticos que controlan el poder real, han realizado una labor de resultados escandalosamente pobres, a la hora de convencer al resto de su capacidad para estar a la altura de las circunstancias. Liborio tendrá sobradas razones para desvelarse durante las próximas noches.

Activistas que no se casan ni con la disidencia ni con el régimen en Cuba

Por June Fernández

Ven con algo rojo y besa a alguien. ¡Porque todas las formas de amor importan!. El pasado 28 de junio, cuarenta y seis personas que habían recibido ese mensaje por sms o correo electrónico se reunieron en la terminal de ómnibus de La Habana, cerca de la Plaza de la Revolución, para besarse. Convocaba Proyecto Arcoiris, un colectivo independiente que pretendía movilizar a la ciudadanía a favor de la diversidad sexual y de la expresión libre de afectos y reivindicaciones en la calle. Pese a que el Gobierno de Raúl Castro se haya desmarcado del pasado homófobo del régimen y esté lanzando políticas contra la discriminación, las muestras de afecto entre personas del mismo sexo siguen siendo penalizadas por policías que las califican de exhibicionismo impúdico. Hicimos la besada justamente para la gente que no se decidió a salir del armario de lo autorizado y coordinado, de lo amparado por las instancias superiores que todo lo saben y todo lo definen. Aprendieron que la calle no era suya, sino de una entelequia llamada los revolucionarios que nadie por fin sabe cómo lucen o qué creen, explicó en su blog Yasmín Silvia Portales Machado, fundadora del Proyecto Arcoiris.

Aunque medio centenar de personas pueda parecer poca cosa, organizar una acción reivindicativa ajena al Gobierno y a la disidencia anticastrista es algo inédito en un país en el que la polarización política empaña toda iniciativa social. En el caso de la diversidad sexual, el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), responsable de las políticas de diversidad sexual, que dirige Mariela Castro (hija de Raúl) no reconoce el 28-J (Día Internacional del Orgullo LGBT: lesbiana, gay, bisexual y transexual) porque lo considera una celebración imperialista y capitalista. En cambio, organiza en mayo el mes contra la homofobia, con actividades para sensibilizar a la población a favor de cuestiones como las uniones civiles entre personas del mismo sexo o la cobertura sanitaria para las personas transexuales. Así, en anteriores 28-J sólo el Observatorio de los Derechos LGTB, un colectivo identificado con la disidencia, ha salido a la calle. En definitiva, actividades institucionales en mayo, o un Orgullo anticastrista en junio. Proyecto Arcoiris ha roto con esa lógica y se ha sumado sin complejos a celebrar el aniversario de los disturbios de Stonewall en sintonía con la comunidad LGTB internacional.

Sus organizadores estaban de los nervios (desde el martes tenía un tic nervioso en el ojo derecho, dice Yasmín), pero esta vez no hubo incidentes. Eso sí, recibieron mensajes de personas que temían por su seguridad o de que quienes habían escuchado que la iniciativa era de un grupo opositor, cuenta en su blog otro de los promotores, Luis Rondón Paz. Pese a esos rumores, la policía no apareció ni recibieron presiones. Supongo que tal permisividad estuvo asociada a que el acto de besarse puede verse como algo legítimo, inocente, hermoso, escribió Isbel Díaz Torres, fundador también del colectivo, quien reivindica el carácter político de la acción en un post en el que recuerda cómo fue multado hace años por besarse con su novio en la playa. Después de la lectura del comunicado titulado “La revolución es la lucha contra todas las discriminaciones“, la gente esperó nerviosa la señal, y se besó. Escasearon la pasión y, sobre todo, los besos entre mujeres, pero la foto de Isbel con su novio ha dado la vuelta al mundo entero así que está lograda la visibilidad LGBT en Cuba. Logramos nuestro objetivo, celebra Luis.

Izquierda crítica

Proyecto Arcoiris es uno de los pequeños colectivos autónomos que han emergido en la última década bajo el paraguas de la experiencia más destacada de activismo social al margen de las instituciones cubanas: Observatorio Crítico. Esta red aglutina a personas que defienden el anticapitalismo, el socialismo (y algunas el anarquismo) y la soberanía de Cuba, desde la crítica contundente a todas las formas de discriminación, autoritarismo y represión que promueve o consiente el Gobierno.

Lo hacen a través de iniciativas como Proyecto Arcoiris, la Cofradía de la Negritud (que critica el racismo institucional y social que persiste en la sociedad cubana y recupera la memoria histórica de la comunidad negra) o El Guardabosques (proyecto ambientalista liderado por Isbel). El Observatorio Crítico difunde por correo electrónico compendios de artículos, organiza debates sobre temas tan diversos como los transgénicos, el transfeminismo o el reguetón y la cultura popular, y celebra anualmente foros sociales que se han convertido en el espacio de referencia de la izquierda crítica cubana. Están con el proyecto socialista, pero no con el talante estalinista del régimen. Defienden las libertades, pero se desmarcan de la disidencia oficial, partidaria de implantar un sistema capitalista tutelado por Estados Unidos. Frente a quienes se vuelcan en la defensa incondicional de lo que llaman la Revolución, y quienes dirigen sus esfuerzos a derrocar lo que definen como una cruenta dictadura, las personas vinculadas a Observatorio Crítico se centran en denunciar expresiones concretas de desigualdad y en debatir sobre un modelo que permita conciliar los principios revolucionarios con el respeto a las libertades. Dicen que la Revolución será feminista, antirracista y antihomófoba, o no será. La proclama recuerda al movimiento 15-M del que estos activistas cubanos se sienten hermanos.

Su ideología anticapitalista les lleva a oponerse a toda injerencia estadounidense, pero también a cuestionar el modelo económico raulista que promueve la iniciativa privada, la inversión extranjera y también los despidos masivos y a abogar por fórmulas colectivistas como el cooperativismo. También fue significativo su toma de postura ante la visita del Papa a Cuba el pasado marzo. Mientras los castristas se frotaban las manos por la legitimidad que les daría la visita, y los anticastristas lamentaban la escasa atención que les dedicó el jefe de la iglesia católica, Isbel, Yasmín y demás miembros del Observatorio fueron la nota discordante: criticaron que un Estado laico como el cubano derroche dinero público para acoger al líder de una institución que no reconoce los derechos sexuales y reproductivos, ironizaron sobre el empeño del Partido Comunista en agasajar a un líder beligerante contra el marxismo, y censuraron que las religiones afrocubanas (cuya influencia supera a la del catolicismo) no hayan recibido tales reconocimientos gubernamentales. Meses antes fantasearon con indignarse ante la visita del Papa, pero al final se conformaron con expresarse en medios de comunicación y blogs.

El derecho de asociación en Cuba

Para entender la situación en la que se encuentra esta izquierda aútonoma, cabe aclarar primero si en Cuba existe el derecho de asociación. Un Estado que se define como revolucionario ha obstaculizado históricamente que existan movimientos sociales independientes. El discurso aperturista de Raúl Castro quien, al menos de palabra, ha defendido la libertad de expresión y de prensa es uno de los factores que explica la eclosión y supervivencia de iniciativas sociales y culturales autónomas, pero el castrismo sigue defendiendo que son las organizaciones de masas oficiales como la Unión de Mujeres Cubanas o los colectivos ligados al Cenesex quienes tienen la legitimidad para movilizar a la ciudadanía en torno a reivindicaciones sociales.

El bloguero y miembro de Observatorio Crítico Rogelio M. Díaz, lo atribuye al discurso oficial de que el concepto sociedad civil es burgués, subversivo y una estrategia de Estados Unidos para penetrar en el Tercer Mundo, mientras que las organizaciones de masas incorporan en sus estatutos la noción de acatar el liderazgo del Partido. Lo atribuye a tres factores: el clima de agresión por parte de Estados Unidos, el estilo de liderazgo de Fidel y la política del campo socialista. Dado que muchas supuestas asociaciones independientes no son más que grupúsculos promovidos por la CIA y demás fuerzas de los USA, el bloguero subraya que es imprescindible para que la situación se normalice que Estados Unidos cese en su intención de promover un cambio de régimen: Si esto ocurriera milagrosamente mañana, habría que ver entonces qué voluntad tiene el Gobierno cubano de dejar de ejercer sus férreos controles.

Se refiere entre otras cosas a la conjunción de trabas burocráticas y falta de voluntad política que hace prácticamente imposible constituir asociaciones. Si bien la Constitución reconoce en su artículo 54 los derechos de reunión, manifestación y asociación (aunque el artículo 62, advierte que es punible ejercer esas libertades contra la existencia y fines del Estado socialista), para que el Ministerio de Justicia autorice la inscripción de una asociación en el registro correspondiente, esta tiene que recibir el aval de una entidad estatal, que se convierte en su órgano de relación, el que le controla y atiende, explica Dmitri Prieto, fundador del Observatorio Crítico.

El registro tarda años en llegar (cuando llega), así que los colectivos optan por fórmulas como crear cátedras académicas o proyectos adscritos a centros culturales: Mientras no hay confrontación con el sistema actual, las autoridades no ponen impedimentos, pero pueden toparse con incomprensión, falta de recursos y poca visibilidad, señala. Toda iniciativa individual asociativa se demoniza sistemáticamente, más si es de carácter político. Cuestionar de fondo las estructuras políticas y sociales es muy difícil, y además es suicida, lamenta Yasmín.

Observatorio Crítico nació de la Cátedra Haydée Santamaría, creada dentro de la Asociación Hermanos Saiz (AHS, la institución de jóvenes artistas y escritores) para investigar las transformaciones de la sociedad cubana. En 2010, cuando sus propuestas empezaron a resultar incómodas, AHS les comunicó que sus integrantes habían superado la edad para permanecer vinculados a la institución. Entonces ya no hubo la necesidad de ser políticamente correctos en cuanto a la crítica a las instituciones, señala Yasmín, lo que convirtió al Observatorio en uno de los colectivos más contestatarios de la Isla.

Pero haberse convertido en una red sin respaldo institucional tiene sus consecuencias. Los exiguos recursos de Observatorio Crítico, que apenas alcanzan para comprar la merienda para las reuniones, provienen de la solidaridad de colectivos anarquistas y anticapitalistas europeos. No tienen sede: lo mismo celebran debates en un paladar (restaurante de iniciativa privada) regentado por alguien simpatizante o en un parque. Eligieron la segunda opción para un coloquio con una activista del movimiento 15-M en Madrid que contó con la presencia tanto de un agente de la Seguridad del Estado como de un periodista independiente (de la disidencia oficial).

La izquierda crítica cubana se proclama revolucionaria, sus activistas trabajan estrechamente con las instituciones cubanas o con proyectos amparados por éstas, y se resisten a autodenominarse oposición, porque se identifican más con un proyecto socialista cubano que con el que defiende la disidencia. Esto les sitúa en una posición incierta: no sufren una represión frontal, se puede decir que se tolera su actividad, pero a medida que se consolidan sí que sienten un marcaje cada vez mayor. El último susto ha sido que el exagente de la Seguridad del Estado Percy Francisco Alvarado Godoy ha acusado en un artículo a un grupo de reconocidos intelectuales cubanos de trabajar contra la Revolución desde proyectos dirigidos por Estados Unidos en la conocida como guerra cibernética contra el castrismo. Alvarado Godoy ha pedido disculpas por lo que califica como un desafortunado error, pero los afectados no las han aceptado: Errores similares hundieron en el ostracismo durante años a autores como José Lezama Lima, Virgilio Piñera y otros; trajeron dolor innecesario a muchos y causaron un daño irreparable a la cultura y a la sociedad cubanas, alerta el escritor Daniel Díaz Mantilla, uno de los difamados.

La relación con las instituciones

Rogelio destaca la estrategia del Gobierno de recoger y canalizar inteligentemente las tensiones en varios potenciales conflictos. El caso paradigmático es el del movimiento LGTB. El Cenesex, adscrito al Ministerio de Salud, promueve redes de gays, lesbianas y transexuales que, si bien salen a la calle para plantear sus movilizaciones, actúan tuteladas por la institución. Odaymara Cuesta y Olivia Prendes, las raperas Krudas Cubensi (emigradas a Texas), recuerdan cómo el colectivo de lesbianas Oremi, en el que participaron, fue fagocitado por el Cenesex. Un buen día, Mariela llegó con una actitud autoritaria a decidir que el grupo debía trabajar de una manera vertical. Nos impuso la presencia y liderazgo de unas psicólogas que no eran lesbianas, que nos traían los casos con patologías que atendían en sus consultas. No pudimos hablar de nuestros problemas como lesbianas sanas. Por eso preferimos la autonomía, explica Prendes.

No fue su primer encontronazo con Mariela Castro. En los años noventa trataron de montar un colectivo queer con amigas de Estados Unidos y planearon llevar una bandera arcoiris a la manifestación del 1 de mayo. El objetivo de la marcha es unirnos contra el imperialismo y por el socialismo, así que dijimos: ¿por qué no llevamos nuestra banderita, que nosotras también somos parte de este país? Ay, mija. Nos dieron una mano de golpes. Nos robaron la bandera, después empezaron a ir a la casa de cada activista. Le dijimos a Mariela Castro si nos daba algún papelito o algo para hacer un grupito LGTB. Ella dijo: No, Cuba no está preparada para esto. Coño, Mariela, esta gente nos están contando que por ahí lo que hay es mucho: No, esto es una cultura muy machista. Quizás en diez años.

Y más de diez años después, el Cenesex sigue tratando de monopolizar el activismo LGTB a través de sus organizaciones, si bien algunos de sus integrantes se muestran partidarios de que existan colectivos autónomos. Creo que sí, es necesaria la formación de un movimiento por los derechos sexuales que sea autónomo, pero que incluya a las personas heterosexuales que disienten de las hegemonías y que tenga un funcionamiento horizontal, participativo y ajeno a rencillas, rencores y vanidades personales. Ello no implica una negación de los principios del socialismo cubano, sino su fortalecimiento y la construcción de una sociedad más justa y digna, defiende Alberto Roque, dinamizador de Hombres por la Diversidad y militante del Partido Comunista.

Sus participantes sienten que este espacio adscrito al Cenesex da margen para canalizar críticas a las políticas del Gobierno y para expresarse con libertad. Algunos, como Luis Rondón Paz y Paquito el de Cuba, mantienen también sus propios blogs, en los que arremeten contra cuestiones como la homofobia en el trabajo, en el deporte o en los medios de comunicación. Hace tiempo me la estoy jugando. Me dice un amante que tuve: ¡Tú estás loco pal carajo!, yo le respondí: Oiga, los cambios no caen del cielo, y lo que está mal hay que decirlo usando todos los canales necesarios para que el mensaje llegue a su destino lo menos contaminado posible. Así explicó Luis su apuesta por hacer activismo dentro y fuera de las instituciones en un post a modo de desahogo, harto de quienes le recriminan que participe también en proyectos autónomos como Proyecto Arcoiris.

Luis fue, junto con Yasmín, uno de los promotores del boletín NotiG, que difundía por correo electrónico tanto artículos sobre identidad de género como contenidos más ligeritos. Se les informó de que el boletín no podía circular sin estar inscrito en el Registro Nacional de Publicaciones Seriadas. Aceptaron el requisito de pedir el aval de Cenesex, pero siguen esperando respuesta.

En todo caso, Proyecto Arcoiris se presenta como una iniciativa más ambiciosa que aspira a ofrecer asesoría legal en caso de discriminación por orientación sexual o identidad de género, además de promover el debate y el compromiso ciudadano contra los prejuicios heteronormativos, a través de acciones como la besada. Se encuentran también difundiendo una encuesta entre personas no heterosexuales para recabar sus demandas.

También en el caso del feminismo, el discurso oficial sigue siendo que la existencia de la Federación de Mujeres Cubanas hace que no haga falta un feminismo autónomo. Sin embargo, esta organización de masas sigue reproduciendo la feminidad tradicional y no afronta con valentía problemas como la violencia machista o la persecución policial contra las mujeres que ejercen la prostitución.

Probablemente la iniciativa autónoma más potente a favor de la igualdad de género fuera la Asociación de Mujeres Comunicadoras, Magín, a la que se sumaron más de un centenar de periodistas, artistas, científicas e incluso políticas. No duró mucho: en 1996, tres años después de su fundación, en los que no lograron ser legalizadas, se les informó de que no podían seguir funcionando, bajo el argumento de que se temía que Estados Unidos las utilizase.

Desde hace año y medio, el foro de debate Mirar desde la sospecha se ha consolidado como un espacio de encuentro para las feministas cubanas. Han tratado temas como el ciberfeminismo, género y nación, o literatura y feminismo, contando como ponentes con académicas como Isabel Moya o Norma Vasallo, pero también con activistas autónomas como Negra Cubana, Yasmín Portales o Krudas Cubensi. Lo promueven tres comunicadoras: Helen Hernández Hormilla, Lirians Gordillo Piña y Danae C. Diéguez. Lograron el respaldo legal del Grupo de Reflexión y Solidaridad Monseñor Óscar Arnulfo Romero (OAR), una ONG de inspiración cristiana legalizada, y de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en cuya sede se celebran los debates. Podíamos habernos reunido en nuestras casas, pero nos interesaba penetrar en el espacio institucional y dialogar con esa estructura, que también tiene fortalezas, explica Danae. Sin embargo, varias de las asistentes fantasean con la idea de crear una red de comunicadoras autónoma y transgresora, como lo fue Magín.

Otro proyecto lanzado de forma autónoma pero con cierto respaldo institucional, es Afrocubanas, promovido por la bloguera Sandra Álvarez y la escritora Inés María Martiartu, con el objetivo de visibilizar las contribuciones de las negras cubanas a la cultura e historias nacionales, explica la primera. Su resultado es un libro, un blog y varias reuniones de mujeres negras en casa de la propia Sandra, para debatir sobre feminismo y antirracismo.

Internet, la llave para la autonomía

En Cuba la mayoría de la población sigue sin acceso a internet, y quienes lo tienen sufren una conexión muy precaria. Eso sí, en La Habana la información circula mediante las socorridas memorias USB. El Gobierno sostenía que el bloqueo por parte de Estados Unidos impedía habilitar la banda ancha, con lo que justificaba definir sectores con acceso prioritario a internet vía satélite (instituciones públicas, universidades, hoteles…). En 2007 Hugo Chávez anunció que se instalaría un cable de fibra óptica desde Venezuela a Cuba, pero el proceso ha sido lento, misterioso y no han faltado los rumores de corrupción. A día de hoy, el Gobierno declara que el cable se encuentra absolutamente operativo, pero los internautas no han notado mejora alguna en la conexión. Incluso blogs considerados oficialistas, como La Joven Cuba, han criticado la falta de transparencia y las resistencias a universalizar el acceso a internet. La mayoría de ciberactivistas publica en sus blogs y en las redes sociales desde sus puestos de trabajo, con el consiguiente riesgo de vigilancia y despido.

En todo caso, internet ha sido uno de los elementos que ha permitido a personas de izquierda crítica hacerse visibles, sobre todo fuera de la isla, e ilusionarse al menos con esta nueva forma de compartir información y difundir sus denuncias. En junio, por ejemplo, la policía detuvo durante doce horas en La Habana a dos miembros de Observatorio Crítico que portaban sprays de pintura en las mochilas. A esas horas ya el OC había hecho pública la denuncia en Facebook, Twitter, y el blog del colectivo en WordPress. Afortunadamente, las nuevas tecnologías logran acelerar un poco el proceso de justicia, aunque no alcanzan a transformar el absurdo, escribió Isbel en Havana Times.

Havana Times es el diario digital de referencia de la izquierda crítica: entre sus articulistas habituales destacan varios militantes de Observatorio Crítico. Su director, Circles Robinson, lo define como una fuente independiente sobre la compleja realidad cubana, que lucha por un pluralismo informativo y de criterios en un país donde esa voluntad ha sido vista con ojos de sospecha. Navegando en aguas muy polarizados, pretendemos contribuir a elevar el debate para encontrar soluciones incluyentes a las problemáticas del país, añade. HT publica en castellano e inglés artículos de opinión sobre el multipartidismo, las relaciones con la iglesia católica o las reformas económicas; noticias que informan sobre cuestiones que los medios oficiales silencian (los derrumbamientos de edificios o el misterioso cable de fibra óptica) y entrevistas para dar a conocer a nuevos talentos de la cultura cubana.

Durante el último mes, Havana Times ha sido acusada en dos artículos publicados en Cubadebate y Rebelión, respectivamente, de ser un medio alentado por Estados Unidos y de apoyar a contrarrevolucionarios como la bloguera Yoani Sánchez o Estado de Sats, por haberles entrevistado. Que Circles naciera en Estados Unidos (como podía haber nacido en cualquier otra parte, dice él, que ha vivido en diferentes países y ha trabajado durante siete años para el Gobierno cubano) facilita las cosas a quienes le acusan de estar ligado a la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba.

Otro espacio interesante para quienes quieran salirse de la llamada ciberguerra entre blogs anticastristas y oficialistas es la comunidad Bloggers Cuba. Nació con la vocación de romper con la dicotomía entre la experiencia de vida en la Isla y su escaso reflejo en los medios nacionales y extranjeros. La mayor parte de sus integrantes defienden abiertamente el socialismo, pero la incorporación de blogueras feministas, antirracistas y a favor de la diversidad sexual, como Yasmín o Sandra Álvarez, autora de “Negra cubana tenía que ser”, ha reforzado el contenido crítico y comprometido de este agregador de bitácoras.

Sandra, Yasmín, Isbel, Luis, Dmitri, Rogelio… Los nombres se repiten cuando se trata de hablar de izquierda crítica, de activismo feminista y LGTB, de blogs y medios independientes, o de proyectos culturales ligados a las instituciones. Son un puñadito de personas, pero van ganando adeptas en su empeño por construir una Cuba socialista y soberana, fiel a los principios revolucionarios que guiaron la lucha contra la dictadura de Batista, y libre de represión y autoritarismo. En plena eclosión del cuentapropismo a raíz de que Raúl Castro ampliase el catálogo de profesiones que se pueden ejercer de forma autónoma, bromean con solicitar a la Organización Nacional de Administración Tributaria una licencia para activistas por cuenta propia. Mientras el Gobierno sigue obstaculizando la consolidación de movimientos sociales independientes, la gente de la órbita del Observatorio Crítico pide a los colectivos de izquierda de otros países que abandonen la complacencia hacia el régimen castrista y les apoyen como el movimiento que puede sacar a Cuba de la pugna entre dos modelos en crisis, el comunismo estalinista y el capitalismo imperialista.

June Fernández es periodista. Dirige la revista digital Pikara Magazine y colabora con Diagonal y eldiario.es, entre otros medios. Su blog: . En Twitter: @marikazetari

Tomado de Frontera D, 23 de julio 2012, URL: http://www.fronterad.com/?q=node/5856

__________ Información de ESET Smart Security, versión de la base de firmas de virus 7308 (20120718) __________

ESET Smart Security ha comprobado este mensaje.

http://www.eset.com

Cuba prepara nuevos campos de golf socialistas

Por Isbel Díaz Torres

HAVANA TIMES, 14 oct. — Ya es conocida la noticia que Cuba permitirá que extranjeros adquieran propiedades a perpetuidad en modernísimos campos de golf enclavados aquí. El objetivo final parece ser edificar enormes complejos residencial-hotelero-golfista para los turistas y la futura burguesía cubana.

EN SUS MARCAS… LISTO… FUERA…

“Nos dijeron que esta incursión es la máxima prioridad en inversión,” ha declarado Graham Cooke, arquitecto canadiense de campos de golf, diseñador de un proyecto para Playa Guardalavaca, en la costa norte-oriental de la isla. El proyecto, cuyo monto asciende a más de $455 millones de dólares, es promovido por un consorcio de indígenas canadienses, y debió firmarse a principios de agosto de este año.

Según el ministro de Turismo de Cuba, Manuel Marrero, el gobierno negoció con varias compañías extranjeras la constitución de las primeras empresas mixtas que construirán estos campos de golf en Cuba y los “desarrollos inmobiliarios” turísticos correspondientes.

La empresa Standing Feather International (SFI) firmó un memorando de acuerdo con el gobierno cubano a finales de abril, y el pasado 6 de julio acordó crear junto con la compañía estatal cubana Grupo Palmares, la empresa “Cuba-Kanata Golf SA.” Ellos serán los primeros en construir, labor que debió comenzar en septiembre, aunque la cuestión no ha trascendido en los noticiarios ni prensa escrita de la isla.

También se conoce que el director ejecutivo del londinense Esencia Group, quien ha contribuido a patrocinar torneos internacionales de golf en Varadero, planea hacerse de un club campestre de $300 millones en la más famosa de las playas cubanas.
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Ocho respuestas libertarias para el señor compañero (o viceversa) Enrique Ubieta

Por Marcelo Liberato Salinas

1. Explorando desconciertos

Una de las cosas más desconcertantes y terribles que nos ha enseñado el siglo XX es que los gobiernos revolucionarios, socialistas, antiimperialistas, han reproducido en capacidad y en procederes represivos a los gobiernos mas clásicamente burgueses frente a la contestación anticapitalista universal. Más allá de los mentalmente limitados Libros negros del comunismo, que manejan el asunto de la comparación de los niveles represivos entre ambos sistemas opresores del siglo XX, a nivel de simple matemática y cálculo, la represión de los capitalismos estatales socialistas, ha tenido efectos más devastadores a nivel moral, porque han condenado los impulsos telúricos a la justicia y la igualdad de donde han surgido, a ser simples delirios incomunicables, que solo se pueden articular en lo adelante por medio de la política de los príncipes revolucionarios o por medio del retorno a formas más o menos encubiertas de capitalismo tradicional.

Trotsky en su, por demás, enjundioso libro La revolución traicionada creyó que el fin de la tiranía burocrática en la URSS comenzaría cuando la clase obrera, salida inmune mentalmente de la noche de horror, sangre y difamación, retomaría la lucha por tomar el control de su Estado proletario soberano; pero perdió de vista que la fuente más importante de existencia de ese Estado proletario, si alguna vez ha existido algo similar, es la propia vida y energía de los proletarios y que la muerte social, mental y hasta gramatical de los trabajadores es la única condición de existencia del Estado proletario soberano.

Es que, además de todas las expropiaciones en nombre de la Nación y el Estado, y por supuesto del socialismo, nos han dejado sin lenguaje. La gramática de la Transdominación -útil concepto desarrollado por uno de nuestros compañeros- es opaca y agotadora, desmoviliza y aliena. La de la dominación guarda el siniestro encanto de ser clara y transparente, y ante ella sólo queda el clásico ¡Libertad o Muerte! Si nosotros los libertarios que vivimos en Cuba saliéramos a la calle hoy con un cartel gigante que dijera ¡ABAJO EL CAPITALISMO!, que es una de las cosas que más tenemos ganas de hacer, la gente, a lo sumo, se compadecería de nuestra festinada inocencia; la Seguridad del Estado, por su parte, nos abordaría para preguntarnos quien nos autorizó a oponernos públicamente al capitalismo y finalmente Enrique Ubieta nos acusaría de agente encubiertos de la derecha reaccionaria. En fin, que estaríamos solos en el país de las multitudes socialistas

2. Un doctor muy ocupado con una imaginación tergiversadora enorme

Esa es la realidad concreta de la oscuridad transdominadora que estamos viviendo, la misma que puede explicar la dificultad que hemos tenido para decidir cómo definir a Enrique Ubieta. Él ha captado con sensibilidad atenta las resonancias implícitas que contiene el hecho de que lo hayamos definido como Doctor, lo que enérgicamente no ha aceptado. Pero no hay en su texto nada más parecido a un tono doctoral que cuando decide dictaminarnos, con el pulgar levantado, cuándo digerimos bien o no citas de autores, y si son pobres o no para responder la pregunta del examen, como todo un profesor de la más rancia academia. Lo que no atendió fue la urgencia de que nos respondiera la pregunta final de ese texto respecto a ¿en qué lugar de la barricada estará él al final de la aplicación de la política económica de los lineamientos del Partido Comunista Cubano?

Ahora el Sr. Co. Ubieta dice no tener tiempo para atender los textos que se le dedican, pero le recordamos que fue él quien primero tuvo tiempo para enfilar su batería de dardos venenosos y tergiversadores, de ciego interesado, sobre nosotros. Por nuestra parte nunca hemos dedicado ni un minuto a hablar ni bien, ni mal de él ni de su trabajo. Incluso, hemos seguido con interés lo que hace y por eso decidimos no lanzar invectivas al viento sobre su carácter de asalariado de la seguridad cultural y ubicar su obra en su contexto. Su libro fue comprado y leído por muchos en 1994 como una tabla salvavidas ante la evaporación histórica del Marxismo-Leninismo cubano fundado por Blas Roca para explicar la historia de Cuba. Por algo de eso fue premiado, y por eso mismo usted debió considerarlo propicio para enviar a concurso en esa coyuntura de inicios de los 90. Usted fue un adelantado niño prodigio en esas lides ¡qué le va a hacer ahora! No tiene de qué avergonzarse, gracias a esos resultados investigativos, para nada desechables, está donde está hoy y nadie podría pasar por alto su valioso trabajo en el periódico La calle del medio.

Pero lo que no podemos permitir es que delante de nuestras narices usted despliegue sin contestación su creativa capacidad de establecer asociaciones difamatorias que, como un mal espiritista, va tejiendo sobre la mesa hasta dejar al auditorio semi-(por suerte no lo logra del todo) hipnotizado ¿Qué vínculos nos puede impugnar con liberales, socialdemócratas, católicos, que no sea el de haber ido a los espacios que escasamente existen a participar en el debate de ideas que se está abriendo? A los libertarios no nos son suficientes los blogs y sitios electrónicos, que usted desde su casa y su privilegiada conexión a Internet prefiere. Nosotros vamos al debate de ideas donde se dé y sea útil. Le repito ¿por qué no asistió al evento de Estado de SATS a defender su capitalismo estatal que tantos dividendos le reporta? Tal vez porque estaba concentrado en sus investigaciones o haciendo su trabajo que más dividendos le reporta: mirar desde fuera para ver como tejía su telaraña de suposiciones conspirológicas. Eso lleva tiempo y es mejor desde fuera para ser objetivo, ¿no?

Decir que esta polémica es un pretexto bien manejado, es como decir que se auto felicita de haber logrado destapar públicamente este molesto nido de marcianos llamado anarquistas del Observatorio Crítico pues el pretexto fue bien manejado por usted que fue, repito, quien inició este, por demás, necesario debate. Quienes le escriben no tuvimos vínculos específicos con el Ted Hanken que usted ha tratado echar a andar en sus extraviadas teorías conspirativas, pero si usted quiere afinar el tiro le podemos dar información de primera mano a usted y a todos los interesados: averigüe qué es el periódico El Libertario de Caracas, quien fue Nerio Casoni, quién es Daniel Pinos, quién es Karel Negrete, quién es Octavio Alberola, quien es Frank Fernández, quién es Samantha Levens, quién es Gustavo Rodríguez, qué es la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) de España y de Francia, qué es la Confederación General del Trabajo (CGT) de España, qué es la Federación Anarquista Ibérica (FAI), qué es el sindicato Solidaridad Obrera de España, qué es Movimiento Libertario Cubano, qué es la Industrial Workers of de World (IWW) qué es la revista Letra A de Italia, qué es la Fundación de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo, qué es la Revista Internacional de Estudios Libertarios Germinal, qué es la revista La Libertad de Costa Rica, qué es la video-revista Sinapsis de Chile, qué es la Editorial La Malatesta, y en fin qué es la declaración No están Solos (traducida en cinco idiomas) y quién es el mismo Marcelo Salinas, para que tenga un mapa preciso de los vínculos de nuestras ideas con lo mejor de la historia proletaria y popular cubana y los nexos internacionales de los desvalidos libertarios, y no el ditirámbico muñeco que su imaginación envenenada arma constantemente como un disco rayado y que siempre se detiene en reaccionarios surcos. Esas relaciones de solidaridad y apoyo, los anarquistas que trabajan en el Observatorio Critico las han puesto al servicio de todos, no sólo de los anarquistas. Y en gran medida gracias a eso el Observatorio ha logrado ser lo poco que es hoy. Por eso le digo infórmese y conozca antes de sus irresponsables asociaciones.

3. Un nacionalista ciego

Ahora usted dice no defender el nacionalismo burgués, pero no encontramos en ningún ensayo suyo nada que se salga del empeño de darle contenido y sustancia a esa Evolución Histórica de la Nación Cubana, fabricada, como toda teleología nacionalista, para dejar afuera o subalternizar las huellas populares sobre las que se levanta la nación libresca y escriturada, de la que usted ha fungido como uno de sus historiadores. Quisiéramos estar equivocados. Por otro lado es bueno que usted recuerde que Martí no es un nacionalista para que lo sepan los ideólogos del PCC que lo leen, porque así le exigen al Ministerio de Educación que se lo enseñen a los adolescentes en la escuela y con eso, entre otras cosas, borran el origen y el lugar de esa frase en la estrategia de Martí, que fue en un debate con los tabaqueros anarquistas, sus más fervorosos aliados después, que a mediados de 1890 platearon en su leído periódico El productor la necesidad de una postura crítica frente a los que se oponían a las huelgas obreras por cuestiones nacionalistas:

la patria la componen sus hijos y no existe una patria libre si esta mantiene a sus ciudadanos oprimidos dentro de sus fronteras. Poco importa si los que nos esclavizan son extranjeros o cubanos: la realidad es la misma

Ubieta, en una parte de su texto dice que nosotros como Rafael Rojas:

Diferenciamos la etapa marxista de la nacionalista, para canjear el antisocialismo por el anticastrismo en el discurso contrarrevolucionario más manejable, porque se asocia a una persona y no a una doctrina revolucionaria

La etapa marxista y la nacionalista del proceso político del Estado cubano está documentada en las Constituciones de 1976 y de 1992, si quiere puede leerlas y fue el castrismo quien llevó a cabo esa exitosa transacción ideológica que no produjo ningún contratiempos en el sistema político cubano. Rafael Rojas saca sus conclusiones políticas de esto, nosotros las nuestras. Lo único que nos une es la percepción común del hecho, a partir de ver lo que usted no quieres ver, pero le repito, lea sus constituciones y verá. El anticastrismo ha sido el nombre que ha recibido el dispositivo de polarización y neutralización de todas las formas de contestación que han existido en Cuba desde hace más de 50 años. Diversas tendencias políticas han asumido ese rótulo con ufana satisfacción, porque eso es lo que han sido: antis. Nosotros no lo necesitamos, porque nos interesan los procesos colectivos de aprendizaje de la autonomía y de la libertad, y no cambiar figuras malas (proyanquis) por buenas (antimperialistas), y viceversa

Son precisamente los castristas y los anticastristas los que necesitan la soberanía nacional (estatal). Los que son como usted, porque en el castrismo han encontrado la expresión concentrada del estable orden jerárquico que a usted lo inspira y sublima. Sus enemigos, los anticastristas (QUE POR CIERTO, MUCHOS PRONTO SERAN ENEMIGOS NUESTROS TAMBIEN), porque en el anticastrismo tienen la vía mas expedita para hacer el recambio de poder que necesitan para ellos. Los dos, usted y ellos, olvidan que Cuba está poblada de personas que piensan y deciden y desde ahí estamos tratando de hablar nosotros. El culto a la soberanía nacional ha sido un potente somnífero que ha permitido en todos lados el despliegue sin obstáculos de la dominación estatal y su eternización. Un partidario de la socialización (socialista, de ahí viene el término, Ubieta), adepto al culto de la soberanía nacional es un contrasentido tan gigantesco que se ha hecho algo normal, pero los fracasos de todos los socialismos de soberanía nacional nos recuerdan que la tierra todavía no está en el cielo y que el efecto de la droga no está garantizado contra la historia.

Insistir en la incompatibilidad de la soberanía nacional con el socialismo no es una simple estrategia blanda para destruir el socialismo desde adentro, como piensa la mente de Ubieta regimentada por el salario que recibe, sino un recordatorio de que la organización del tipo Estado nacional es la forma histórica institucional por excelencia de destruir toda organización y gestión popular, proletaria y local, de la cual debe nacer la sociedad comunista pura y dura que Ubieta dice desear. La soberanía nacional no es un atajo táctico para esperar la revolución mundial que estaba esperando Trotsky y defender mejor el socialismo frente a la indiscutible voracidad imperialista, sino que, bajo esa argumentación laudable, se ha larvado históricamente la vía más expedita para lograr parasitar el socialismo y construir un nuevo régimen de opresión sobre el prestigio de la lucha por la emancipación.

4. Un fascismo a la medida y los demonios inesperados de la soberanía nacional

Es en tal sentido que su versión del fascismo es muy discutible. El fascismo europeo triunfó en los corazones de las multitudes, en pueblitos de campo y en los barrios urbanos de muchas localidades de Europa central, no por el dinero del capital financiero, esa vergonzosa versión corrida por el stalinismo en voz del comunista búlgaro Gueorgi Dimitrov, que sólo describe el pomposo ascenso final del fascismo al poder en Roma, Berlin, Viena, Madrid, Budapest. Esa versión pasa por alto que los fascistas, antes que los bancos le pagaran, capitalizaron para sí el nacionalismo que los partidos socialistas europeos ya habían cultivado exitosamente desde fines del siglo XIX, y que los hizo auspiciar en 1914 la matanza colosal de trabajadores en la llamada I Guerra Mundial, en el empeño por demostrar su fidelidad ante todo a la soberanía nacional de sus Estados. El capital financiero reconoció en Hitler su hombre, después que las multitudes asalariadas, desempleadas, envilecidas por la barbarie bélica y descreídas de poder cambiar por sí mismas sus vidas, lo reconocieron como el Gran Hombre que le podía dar sentido nacional a sus vidas. Otro búlgaro, pero de origen hispano judío, Ellias Canetti, autor del interesante texto Masa y poder, un hombre sin militancia izquierdista explícita, describió con más honestidad el fenómeno que vio crecer ante sus ojos en la Viena donde se radicó en los años 20:

En esa época, para la gente corriente no había esperanzas de resolver con fuerzas propia la miseria y el desempleo. Muchos, no pudiendo soportar ese vacío, se dejaron contagiar de la peste alemana () pensando que absorbidos por una fuerza mayor la vida les sería más fácil ()

Fue la crítica al culto a la soberanía nacional de los maduros partidos socialistas europeos lo que hizo relevante mas allá de los medios socialistas rusos, incluso en los medios anarquistas, al poco conocido Vladimir Ulianovitch Lenine en 1916 y 1917, quien planteó en esa coyuntura que la única salida a todo ese lodazal de socialismo gubernamental era la revolución socialista de proletarios, soldados y campesinos. Todo el poder a los soviets significaba y significa ningún poder a los representantes permanentes y profesionales de las organizaciones populares y proletarias. Todo el poder a las organizaciones locales de creadores y productores de base y a la construcción de abajo hacia arriba, de lo pequeño a lo grande de la nueva sociedad. Cuando los bolcheviques sintieron que ellos tampoco podían controlar como pensaban esa presión instituyente desde abajo que venía de los soviets, echaron mano entonces nuevamente a la soberanía nacional, a las jerarquías militares y burocráticas y a la policía política para entronizarse por encima de la marea revolucionaria, creando el monstruo bicéfalo de la URSS.

En el mismo abismo reaccionario de los partidos socialistas europeos y los bolcheviques rusos, pero de manera más precipitada aún, cayeron los anarcosindicalistas españoles, fuerza obrera lúcida y poderosa si la hubo en el siglo XX. En 1937 un influyente sector dentro de ellos comenzó a pensar en su gobierno republicano, provocando una aceleradísima confrontación con las admirables formas de gestión obrera, campesina y popular que aterrorizaron a terratenientes, burgueses y estalinistas. Aquello dio lugar a las matanzas de colectividades enteras de productores y consumidores libres en Andalucía y en particular Aragón, dirigidas por el tristemente célebre general comunista Enrique Lister, o a la extraña muerte de Buenaventura Durruti, el gran anarquista social ibérico, y a la disolución de los colectivos que él lideraba, todo lo cual dio al traste con una de las revoluciones anticapitalistas más radicales que se hayan producido hasta hoy.

Si usted está de acuerdo con aquel cartel Socialismo es soberanía nacional que le echaron en cara a los trabajadores los autores de los Lineamientos el pasado 1ro de mayo, usted está de acuerdo en dar continuidad en Cuba a la misma alienación que condujo a las multitudes alemanas a encontrar su Gran Hombre; usted es partidario de la prolongación en nuestro país del oportunismo maquiavélico bolchevique, que se agarró de los extendidos sentimientos anti estatales y anti autoritarios de las masas rusas al final de la primera guerra mundial, como los que hoy reaparecen en Cuba, para desde ahí replantar el frondoso árbol de la autocracia y la dominación; usted está abriendo el camino para la reedición de la misma fuerza bruta que aplicó el general comunista Líster sobre las colectividades de productores libres aragoneses (con la neutralidad de los anarquistas gubernamentales) y de cualquier intento de socializar la propiedad estatal en Cuba. En fin usted está promoviendo la aplicación sin contratiempos de la política soberana del Estado cubano de apertura al capitalismo mundial, de forma tal que los productores agrícolas cubanos reciban tierras en usufructo temporal y los extranjeros, en propiedad por 99 años ¡vaya paradojas las de esta soberanía nacional donde los mismísimos defensores son los que están diseñando fronteras porosas a las empresas transnacionales y la apertura suave en Cuba, acusándonos a nosotros los anarquistas cubanos de ser sus promotores intelectuales!

Frente a estafas de semejante calado es que enjuiciamos la utilidad y el valor iluminador para la realidad que se vive hoy de obras tan disimiles y comunes entre sí como Rebelión en la granja de George Orwell, La fuente húngara de Cornelio Castoriadis o el concepto de transdominación desarrollado por uno de nuestros compañeros desde nuestra isla, para el mundo.

5. El internacionalismo de Estado y sus efectos

Dentro de los hechos lamentables del socialismo estatal implementado en Cuba está el pasaje histórico del inmenso caudal de solidaridad que ha derrochado el pueblo cubano en estos 50 años y cómo toda esa hermosa energía y sangre derramada en Africa al llevarse a cabo hizo cumpliendo órdenes superiores derivadas de acuerdos entre gobernantes, todo ese empeño colectivo no se revirtió en una profundización de la revolución mundial hacia adentro, ni hacia afuera. Angola se convirtió en un país dominado por el MPLA, que soberana y organizadamente ha abierto el país al saqueo de su naturaleza por todas las potencias mundiales. Namibia hasta hoy sigue condenada a la nada.

Para nosotros, el fin de la solidaridad militar con los pueblos de África nos condujo a las puertas de un periodo de Rectificación de errores y tendencias negativas en que el invicto comandante estratega de Kuito Kuanabale, tuvo que vestirse de jardinero para intentar podar el delirante florecimiento de una tecno burocracia que, sembrada bajo sus auspicios años antes, culminó el proceso de ingestión y paralización de la sociedad cubana y, por otro lado, pero vinculado a lo anterior, hacerle frente a una seria acusación internacional de tráfico de drogas a uno de sus muchachos generales, que con su fusilamiento se cerró un oscuro y enterrado laberinto que Ubieta seguramente ni mencionar quisiera.

Hoy el nuevo internacionalismo cubano, no con soldados sino con médicos y personal técnico, adolece de los mismos vicios de lo anterior: es por órdenes superiores. Localidades enteras se han quedado sin cobertura médica, sin poder tener ninguna capacidad de gestión sobre esa solidaridad de pueblo a pueblo, sencillamente se ha remodelado el sistema primario de salud cubano sin nuestra anuencia en función de pagar el petróleo que recibimos de Venezuela. Y el imaginario sociopolitico de los trabajadores y profesionales involucrado en esas misiones, manejados como fichas del ajedrez amigable de los Estados revolucionarios, más regresivoni por encargo. Esas misiones son la posibilidad de acceder a ingresos y a los bienes de consumo con que el capitalismo mundial ha domesticado a las masas asalariadas y que aquí son usados con idénticas funciones, sólo que en el marco sublime del internacionalismo proletario

Yo le preguntaría al Sr. Co. Ubieta ¿qué proyectos de hermanamientos existen entre colectivos laborales, comunidades o barrios entre venezolanos y cubanos? Todo parece indicar que el ALBA une a los pueblos, pero a unos pueblos más que a otros: a Miramar y a Miraflores. En fin, que como la leyenda del rey Midas todo lo que un poder superior toca, hasta los más sublimes e indiscutibles empeños de la solidaridad entre pueblos, lo convierte en oro-pel.

6. El asunto Ichikawa, Chávez y Zapatero el capital en cueros

Una cuestión nos parece remarcable en el texto del Sr. Co. Ubieta y es cuando nos dice:

[Liberato] se enreda en definiciones que no son propias del pensamiento anarquista. Por ejemplo, dice que Ichikawa, es un intelectual orgánico de la centro derecha cubana. ¿De qué centro habla?, ¿es que un anarquista postmoderno acepta esas clasificaciones que dividen y subdividen los programas de la derecha, como si fuesen opciones diferentes?

Si no fuera porque históricamente la maquinaria ideológica oficial cubana ha manejado el exilio cubano como una piedra monolítica inamovible, no hubiéramos introducido esta terminología que efectivamente nos desdice, como bien señala Ubieta. El asunto es que una de las formas más duraderas de secuestrar las capacidades del pueblo cubano de intervenir en los procesos sociales del país ha sido silenciando las tendencias de pensamiento existentes dentro del país y entre los millones de cubanos que viven fuera. No tenemos ningún motivo particular para sobarle el lomo a Emilio Ichikawa Morín, ni a nadie de su tendencia de pensamiento, pero si para incitar a conocer las corrientes de ideas que están bullendo entre los cubanos de afuera y adentro, no para caer en el paralizante carnaval de la diversidad, sino para fundamentar con más conocimientos, no con dogmas, el porqué de la utilidad y pertenencia de una perspectiva libertaria hoy para Cuba y el mundo.

Respecto a las diferencias entre Chavez y Zapatero, debe haberlas, el español trabaja para sostener el gigante con pies de barro que es el conglomerado empresarial español, con sus ínfulas de neo-imperiales que invadió a America Latina y a Cuba en los 90 y que ahora se muestra en su dependencia orgánica respecto a los malabares del euro. El comandante Chávez, está concentrado en empeños mayores: le prometió a su pueblo que rompería las cadenas de la monoproducción petrolera y ahora ¡descubre que tiene las reservas mundiales más grandes de petróleo!, el mismo combustible con el que se estarán moviendo en estos momentos muchos portaviones y demás máquinas de muerte yanqui para re-colonizar el Medio Oriente.

Con esos dineros está haciendo la misma revolución bolivariana que han hecho todos los anteriores gobiernos petroleros en Venezuela: remachar, siempre con más o menos generosidad financiera bolivariana, la dependencia estructural, mental y moral de la sociedad venezolana respecto a su Estado mágico (concepto desarrollado por el antropólogo venezolano Fernando Coronil) y a su petróleo, como la mercancía que da vida y sentido a ese Estado. Y para garantizar la manufacturación sostenida de esa doble dependencia, ahí está la actual Ley Orgánica de Educación Bolivariana, específicamente el literal e del Artículo 15 para comprobar lo que decimos, el cual prevé como un propósito central del sistema educativo bolivariano desarrollar en las nuevas generaciones la conciencia de Venezuela como país energético e hidrocarburífero.

No nos engañamos, podemos recargar la batería de la computadora con que escribimos ahora este texto gracias al suministro estable de petróleo venezolano, gracias a él podemos con nuestro ventilador soportar los calores nocturnos de este verano recalentado, pero no podemos imaginarnos qué revolución anticapitalista, liberadora y soberana puede salir de todo esto que crece ante nuestras narices, ni tampoco logramos anestesiar nuestra mente con los conceptos de pasta base que maneja el señor Ubieta, frente a las espeluznantes contradicciones que nos envuelven como sueños con serpientes, donde los designios de Nuestra América se convierten en el rótulo que permite pasar con nuevo rostro al viejo y reaccionario esquema rentista petrolero que pareciera contraponerse a los planes imperiales en el área. Pero más allá de los efectos simbólicos, realidades más burdas se entretejen.

7. Una propuesta de visión libertaria del neoliberalismo, para reconocerlo donde dicen que no está.

Hay una cuestión de fondo latente en todo el emplazamiento que el Sr. Co. Ubieta ha llevado a cabo desde el principio sobre nosotros y a través del cual fuerzas más amplias están ensayando los argumentos para combatirnos que, a la vez, puede explicar importantes aspectos de estos gobiernos progresistas. Como se ha venido observando, una cuestión clave para Ubieta ha sido demostrar las relaciones entre anarquistas y neoliberales a partir de la supuesta idea de que ambos compartimos el común empeño por destruir o debilitar los Estados, planteo este que, por una parte, denota una comprensión escuetamente acertada de nuestros propósitos como anarquistas y, a la vez, una visión miserablemente interesada del neoliberalismo.

Ya hemos expuesto lo que, más allá de hacer desaparecer Estados, sustituidos por la asociación y la planificación nacida de la libre asociación de productores y consumidores, nos hemos propuesto y nos proponemos hoy los libertarios en Cuba y en todos lados. Lo que nos han escondido todos estos años y pretenden seguirlo haciendo intelectuales como Ubieta es que a los neoliberales nunca les ha interesado debilitar a los Estados, sino concentrar y multiplicar hasta el infinito sus fuerzas, en función de la directa gestión, defensa y legitimación de los intereses del capitalismo global transnacional en los territorios nacionales . Esta verdad sencilla y transparente ha sido fundamental esconderla porque les ha permitido a los gobiernos progresistas del área maquillar y glorificar la verdadera función que les ha estado correspondiendo en la actual fase de implementación de las políticas neoliberales.

Si la primera etapa de ejecución de las políticas estatales y bancarias neoliberales, estuvo marcada por el reordenamiento jurídico, institucional, laboral, ideológico y de modernización represiva de los gobiernos, en función de abrirlos mucho más profundamente al capital global y regional, etapa concluida con grandes movilizaciones reivindicativas y de resistencia, reconducidas con éxito hacia los torneos electorales, excepción parcial en Perú, o Chile y Bolivia donde la contestación social renace con más o menos renovados bríos; en la segunda fase de implementación del neoliberalismo en que nos encontramos, se trata de echar a andar en co-gestión ( empresas mixtas nacionales y foráneas) el entramado productivo y de acumulación de capital nacional y foráneo, en un contexto de mayor perfeccionamiento e interconexión del dominio bicéfalo entre el Capital global y los Estados sobre la sociedad y borrar todas las huellas de contestación crítica que puedan erosionar y desnaturalizar esta alianza.

En Cuba esas dos etapas históricas del neoliberalismo se han entrecruzado, a pesar de los esfuerzos estatales desarrollados en los 90, y ahora hay que prácticamente llevarlas a cabo al mismo tiempo. Eso, a nuestro entender, puede explicar el por qué de la necesidad de la elite militar-tecnocrática cubana de implementar con toda celeridad sus Lineamientos y también la urgencia en Ubieta de encontrar un chivo expiatorio ante quien blandir lo que quedará de su amada soberanía nacional, porque en las condiciones actuales de neoliberalismo tardío o de mega-ensamblamiento productivo-represivo global entre los Estados y los capitales transnacionales, la única forma de garantizar la soberanía nacional (o lo que realmente es: el dominio parasitario de los Estados sobre la vida de las personas y los colectivos para que vivan como los agentes del capital quieren) será poniéndose en función de intereses cada vez más abstractos para las personas y los pueblos, más alienantes, más tóxicos, pero a la vez más adictivos.

Por otro lado, el caso Libia muestra que tampoco la subordinación desembozada a los designios del capital global de los anteriores gobiernos antimperialistas, garantiza la imposibilidad de intervenciones militares directas. Todas las perspectivas de futuro penden sobre la incertidumbre de un sistema galopantemente autodestructivo, con todos dentro. En este escenario una cuestión nada colateral en la cual los gobiernos progresistas pueden demostrar su condición de tal, es si demuestran voluntad de propiciar las capacidades, los saberes y las formas organizativas populares que, como en Irak y ahora en Libia emergen y son invocados luego que se evaporan estos gobiernos.

En fin, que a estas alturas del asunto, acusarnos de cínicos a nosotros por intentar enunciar el destino y las modalidades que adquirirá la dominación estado-capital en Cuba y Nuestra América en los próximos años, es como mandar a azotar a aquel niño que, en la plaza pública, en sesión solemne, donde el rey estrenaba un supuesto traje de oro, dijo que el rey estaba desnudo. El cinismo, señor compañero Ubieta, es el recurso por excelencia que le quedará a personas como usted para mantener la compostura, ante las tremendas contradicciones que se avecinan para un Estado como el cubano, que ha revolucionado hasta niveles insospechados sus condiciones de reproducción para seguir conservando la dominación de su casta mandante sobre los trabajadores y la sociedad, luego de la derrota histórica del orden burgués neocolonial.

Nosotros seguimos aquí, en lo de siempre, sencillo y colosal: creando autonomía social y capacidad de organización obrera y popular, con la misma certeza de aquellos trabajadores chilenos del cordón industrial santiaguino en 1972:

¡PUEBLO ORGANIZADO, PATRIA SIN ESTADO!