Sabino: El segundo martirio de Guaicaipuro

Por Dr. Esteban Emilio Mosonyi

Fue el día de ayer cuando ocurrió el segundo asesinato alevoso del Protomártir de la Independencia Venezolana, el conocidísimo y emblemático cacique Guaicaipuro. Es verdad que en la presente ocasión se trata de otro pro-hombre indígena, también de origen karibe, cuyo nombre es Sabino Romero, pero su lucha fue por las mismas causas y su muerte ocurrió en circunstancias similares. En otras palabras, ahora en el siglo XXI se presentan para los pueblos indígenas situaciones análogas a las que condujeron a la destrucción y cuasi-exterminio de muchos pueblos hermanos, ya en la conquista ibérica que comenzara en el siglo XVI. No es el momento de extenderme ahora en estos hechos, pero lo que sí quiero destacar es que jamás de los jamases hubiera pensado que ese segundo martirio ocurriría bajo la égida de un Gobierno que se autodefine como revolucionario, precisamente el mismo que a la vuelta del milenio les devolvió los derechos colectivos y la visibilidad social a nuestros pueblos y comunidades originarios.

El resumen de lo ocurrido no es tan difícil de elaborar, pero hay que calar muy hondo para precisar las múltiples razones y antecedentes –inscritos en su contexto específico– que condujeron a este crimen atroz e imperdonable. Todo indica que los autores materiales del magnicidio fueron sicarios a sueldo pagados por personeros de la asociación local perijanera de ganaderos con los cuales las comunidades indígenas yukpa y barí, también algunas wayuu, sostienen un conflicto de largas décadas en defensa de sus tierras, culturas y su existencia misma como pueblos y seres humanos. Allí interviene también la negligencia y ambigüedad de ciertas instituciones y autoridades, civiles y militares, del Estado Venezolano que no han realizado en forma idónea las demarcaciones territoriales, tampoco han querido pagar las bienhechurías exigidas por los ganaderos, y hasta pesa sobre algunos funcionarios de distintos rangos y niveles la acusación de connivencia y complicidad con los terratenientes y sus intereses anti-indígenas. Ello es tan notorio que en el presente momento el Poder Judicial viene persiguiendo con ensañamiento a las personalidades y organizaciones que más han defendido al pueblo yukpa, mientras que los verdaderos victimarios son encubiertos con el velo de la impunidad. Continue reading

Nueva Declaración y firmas al documento “8 de marzo: tod@s contra la violencia”

Por Sandra Álvarez, Marilyn Bobes, Luisa Campuzano, Zaida Capote Cruz, Danae Diéguez, Laidi Fernández de Juan, Lirians Gordillo Piña y Helen Hernández Hormilla

Nueva Declaración

Agradecemos el apoyo recibido al llamamiento tod@s contra la violencia y, aunque reconocemos el derecho de cada persona a defender aquellas causas que considere justas, declaramos que:

Rechazamos la manipulación política de este caso, con su consecuente naturalización de la violencia contra la mujer, así como la repetida agresión a la víctima, al exponerla repetidamente sin consideración alguna.

Nuestro llamamiento fue leído en la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba durante la VI Bienal de Dramaturgia Femenina “La escritura de las diferencias” porque estábamos participando en ella, pero no es una declaración de la bienal, ni de ninguna institución cubana, sino una acción ciudadana coherente con nuestro reclamo de una cultura de paz y sin violencia para nuestro país.

El caso de marras demuestra la urgencia de impulsar la aprobación de una ley sobre la violencia de género en Cuba; la necesidad de capacitar a quienes deben recibir y procesar las denuncias y de crear centros de atención y apoyo a las víctimas.

Seguiremos trabajando por ampliar los espacios de discusión del tema y por contribuir a la eliminación de la violencia contra la mujer y por motivos de género en nuestra sociedad, sin responder a agresiones ni cuestionamientos espurios.

La Habana, 10 de marzo, 2013.

Durante la última sesión de los talleres de la VI Bienal de Dramaturgia femenina “La escritura de las diferencias”, en la UNEAC, sus organizadoras concedieron un espacio para hacer público el llamamiento “8 de marzo: tod@s contra la violencia ”, leído por Helen Hernández Hormilla, Laidi Fernández de Juan y Zaida Capote Cruz, junto a Lirians Gordillo Piña a nombre de las demás compañeras firmantes. Varias de las personas participantes sumaron sus firmas al documento impreso y desde su envío por correo electrónico hemos recibido nuevas adhesiones que sumamos más abajo. Agradecemos estos apoyos y rogamos la mayor socialización posible del texto.
Firman (por orden de adhesión): Marta Castillo Domínguez, Neyda Izquierdo, Tomás Piard, María Dolores Molinet Córdova, Juana García Abás, José Luis Fariñas, Eduardo Sosa Laurencio, Lourdes Fernández Rius, Saray Remón Monteagut, Kaloian Santos Cabrera, Horacio Verzi, escritor e investigador uruguayo, Dra. Rosa Salup Díaz, Pediatra, David Ravelo Rodiles, Gisela Arandia, Iroel Sánchez, Luis Carlos Marrero, Daylins Rufins, Camilo García López-Trigo, Nadia Sánchez Nodar, asesora de TV, Marianela Santos, Camilo García López-Trigo, Caridad Tamayo Fernández, Olga Marta, Ailyn Martín Pastrana, Luis Rondon Paz, Teresa Herrera, Uruguay, Lily Suárez Rodés, Marta Rojas, Mabel Bertot, Ernesto Gonzalez, Ada Caridad Alfonso Rodríguez, Delcele Mascarenhas Queiroz, Professora Titular da Universidade do Estado da Bahia – UNEB, Salvador – Bahia – Brasil, Rubén Larrondo Muguercia, Médico, Ambrosio Fornet, Elizabeth Diaz, Ines Rodriguez, Dayneris Machado Vento, Fernanda Martinez, Argentina, Carmen del Pilar Serrano Coello, escritora miembro de la UNEAC, Gerardo Fulleda León, Elsa Lever M./ MujeresNet.info (México), Alesandra Riccio, Gustavo Arcos, Silvia Gil, Lupe Alvarez, Doctor José Carlos Hdez Aragoné, Mabel Machado, Nancy Fernández Rodríguez, Roberto Valera, Rebeca Chávez, Zulema Hidalgo, Dalia Acosta, Alicia Valdés, Miriam Rodríguez Betancourt, Marilyn Solaya, Dixie Edith Trinquete, Liset García, Óscar Loyola, Marta Valdés, Nisleidys Flores Carmona, Yarman Jiménez, cubana residente en Costa Rica, Dainerys Mesa Padrón, Jorge Valiente, Sahily Tabares, Marlen Domínguez, Teresa Díaz Canals, Victor Fowler, Carmen Berenguer, Angel Eduardo Rosillo Grau, Magda González Grau, Aurelio Alonso, Sara Más, Leticia Pérez González, Fabián García Luna, Teresa Fernández de Juan, Cira Romero, Alicia González, Nuria Gregori Torada, Eduardo Montes de Oca, Marcia Collazo Escritora y abogada uruguaya, Nelia Casado Castro, Josefina Hernández-Téllez, Pilar Sa, Roberto Fernández Retamar, Adelaida de Juan Seiler, Vicente Battista (Narrador argentino), Marcia Collazo (Narradora uruguaya), Paloma Wigodzky (Argentina), José Naves Nasser, José M Valladares Ponce, Lic. Rosa Cristina Báez Valdés "La polilla cubana”, Lohania Aruca Alonso, Leticia Becerril Salas, Dr. Jesús Dueñas Becerra, Mariela López Galano, Zaida Cruz Domínguez, Daisy Rubiera, Yasmín S. Portales Machado, Aurora Camacho, Zoraida Amable, María Isabel Díaz, Livia Quintana Llanio, Orieta Cordeiro, Rosalía Arnaes, Amaury Pérez Vidal, Cipe Fridman (Argentina), Marta María Ramírez, Pedo Pérez-Ortiz (nyc), Eva Rodríguez, Angel Alonso, Mabel Olalde Azpiri, Marialina Grau, Elena Palacios, directora, guionista y asesora de tv, Pepe Menéndez, Neyda Izquierdo, Esther Suárez Durán, Rodolfo Alpízar Castillo, Yoimel González Hernández, Maité Hernández-Lorenzo, Vivian Martínez Tabares, Fátima Patterson Patterson, Consuelo Duany Patterson, María Teresa García Tintoré, Yamilé Coureaux Bogalló, Daisy Sánchez Lezcano, Maribel López Carcasés, Miriam Núñez Benítez, Evelín Gómez Hernández, Eneyda Villalón Puig, María Rita Mancaniello, Alba Babastro Noris, Susana Nicolalde, Gilda Bona, Jorgelina Cerritos, Ana Gianserra, Sahily Moreda Gallardo, Raquel González Pérez, Hemar Montero Velasco, Aurea Martínez Fresno, Ela Guillamón, Rachel Domínguez, Rosa C. Báez, Waldo Franco, Sandra del Valle, Dannys Montes de Oca, Dra Norma Vasallo, Presidenta de la Cátedra de la Mujer de la Universidad de La Habana, Olga García Yero, Consuelo Elba, Ernesto Pérez Zambrano, Jorge Fornet, Luis Toledo Sande, Vivian Martínez Tabares, crítica, investigadora y editora teatral, Mirta Arbetman-México, Rosa María Ameneiro (ROCHY), Leslie Salgado.
Para adhesiones y/o comentarios, puede escribir a: cubacontralaviolencia. Se enviarán diariamente actualizaciones con los nombres de las personas que se han sumado a este reclamo. Si desea dejar de recibir estas notificaciones comuníquelo a este mismo correo.

Lo personal y lo político

Por Armando Chaguaceda

El fin de semana conocí –de la mano de un amigo residente en la isla- una declaración pública (también en Havana Times) firmada por varias colegas de la UNEAC, alertando sobre la necesidad de combatir la violencia contra la mujer. En el texto se alude, como ejemplo de este detestable mal, al caso del escritor Ángel Santiesteban, acusado y encarcelado bajo cargos de maltratos a su esposa. En dicho documento, las firmantes asumen plenamente -a partir de su amistad y conocimiento de la cónyugue agraviada- la culpabilidad del creador y, además, hacen patente su rechazo a las posturas de solidaridad expresadas para con este.

Pocas horas después de leer el documento, sostuve -vía correo electrónico- un franco y respetuoso intercambio con una de las promotoras, alguien a quien -aprovecho para enfatizarlo- reconozco como una persona honesta, cuya decencia y valía profesional respeto.

En lo personal, estoy 100 % de acuerdo con que se proteste y actúe contra toda forma de violencia, provenga esta de un escritor que maltrate a su mujer, de turbas que maltratan a mujeres en la calle o de países que invaden a otros violando su soberanía con mil y un pretextos espurios. Y así lo he hecho saber en varios artículos y pronunciamientos públicos, suscritos de forma individual o en acciones colectivas concertadas junto a compañeros del Observatorio Crítico.

Lo que sucede es que, en el caso que concretamente se alude, hay demasiadas visiones encontradas de los involucrados -incluyendo gente que se desdice en el proceso acusatorio- a lo que hay que añadir diversas pruebas (gráficas, videos, de expertos) que aluden a malos procedimientos en el proceso, elementos que en todo caso implicarían la necesidad de repetirlo. Como dije en un post anterior: no se trata de asumir a priori la inocencia del escritor o defender sin reservas que estamos ante una causa del fuero común manipulada por motivos políticos. Y si a alguien le parece inédito este reclamo, quiero destacar que de asuntos de similar gravedad -y de su resolución conforme a derecho- existen ejemplos recientes.

En México, la ciudadana francesa Florence Cassez fue detenida durante varios años como presunta secuestradora, y cuando se probó que el proceso tenía fallas y mañas quedó excarcelada, aun cuando también existían amplias sospechas -y también personas agraviadas y supuestas pruebas- de su culpabilidad.

Lo que en el caso que confronta a Santiesteban y su ex pareja se impone es el mandato de que no quede un abusador impune (si el acusado lo fuese) ni que los déficits del proceso se cobren una nueva víctima (en caso que fuese inocente). Sin confiar, ciegamente, en nuestra vocación de solidaridad gremial –con el artista- o de género –con su compañera- que muchas personas loablemente tendrán.

Si en el caso ha habido errores de procedimiento que ameritan otro juicio, esto es algo que debería interesar a todas las partes implicadas. Pues, si mañana se confirman las sospechas de que funcionarios metieron la mano en el proceso ¿no se cruzarán entonces las víctimas y victimarios? Y, en lo relacionado a esta iniciativa ¿no caerán, bajo fuego cruzado, las actitudes de quienes se han solidarizado con una supuesta víctima -su esposa- cuando también hay otra supuesta víctima – el escritor- presumiblemente afectado por una política de estado?

Paso a un segundo tema, de más largo aliento. El documento -que consideré originalmente un texto leído en una actividad y no algo escrito para publicitarse, como posteriormente corroboré en varios sitios oficiales- tiene todas las connotaciones del tipo de documento (manifiesto, declaración, etc.) que hacen los intelectuales públicos. Porque las firmantes no se limitan a expresar su solidaridad puntual con una amiga agredida, sino que adelantan loables conclusiones generales sobre la violencia, la necesidad de rechazarla, etc. Y es justo ahí cuando, al sólo mencionar una parte de nuestra realidad cotidiana y conocida, la iniciativa peca por sesgo.

Si algo he aprendido con mis amigas feministas es que lo personal es político. [i]Y si es una postura (y decisión) personal de las firmantes hayan puesto como ejemplo el caso de Ángel, también lo es que –como señalan varias voces críticas- en esta declaración sus promotoras hayan omitido pronunciarse sobre la violencia institucional, sistemática y colectiva que se ejerce sobre aquellas mujeres opositoras que, semana tras semana, marchan por calles habaneras reclamando pacíficamente por sus derechos y los de otros.[ii] O sobre los conocidos y reiterados casos de manoseo y maltrato a las jóvenes que se prostituyen en Malecón, cometidos por agentes y oficiales de policía corruptos. Pues al abordar el asunto de fondo (la manifestación de rechazo a toda violencia) invocar un ejemplo concreto sin aludir también a otros atropellos a la integridad física y moral de mujeres introduce cuando menos, un sesgo desbalanceado. Sobre todo cuando las pruebas de golpizas y maltratos a estas últimas son públicas y notorias. Se puede estar o no de acuerdo con las posturas personales de estas féminas, pero no creo que nadie decente pueda avalar que a una mujer le caigan encima turbas violentas o le violenten su dignidad sin posibilidades de recibir, frente a agentes del orden, el reconocimiento y la defensa adecuados. Sobre el asunto hay demasiados testimonios orales, escritos y gráficos como para que las firmantes no sepan nada.

Por demás, el anuncio de las firmantes sobre el impulso a una legislación de género y el seguimiento que darán a los problemas de las féminas cubanas no es sino una iniciativa loable que todos debemos acompañar.

En lo adelante, si una iniciativa como esta quiere llegar a buen puerto deberá dar seguimiento, asesoría y acompañamiento a todas las víctimas femeninas de violencia, personal o institucional: sean estas esposas de escritores, disidentes de sexo femenino o mujeres de los sectores populares que ven sus derechos lesionados por sus pares masculinos. Para que no suceda como ciertas modas promotoras de “cultura de paz” -impulsadas por varias ONGs cubanas- donde se reconocen la violencia hogareña y comunitaria mientras se ignoran las múltiples formas de violencia (no únicamente física) de los funcionarios contra la ciudadanía.

Al final, parece que en este caso estamos frente a un terreno minado, con diversos tipos y grados de prácticas de dominación que se superponen. Y hay que hablar alto y claro de todas, sin privilegiar alguna o ignorar otra.

Cuando se conoce un poco de la historia del feminismo, se sabe que en las luchas concretas (por el cuerpo y los derechos) se han cruzado y solidarizado todas las perspectivas, amén de sus ideologías. Y si el régimen político y las prácticas sociales vigentes en nuestro país (y los que vendrán bajo una previsible restauración capitalista) son cada vez más machistas, autoritarios y mercantilizadores de la vida humana. Creo que las feministas tienen ante sí un gran trabajo por delante en la Cuba del presente y, aun mas, en el futuro. Porque las grandes conquistas sociales –de igualdad legal, ascenso social, emancipación personal- alcanzadas dentro del proceso revolucionario parecen estar cada vez más asediadas por las crecientes desigualdades asociadas al mercado y por el avance de pensamientos y actitudes conservadoras como las que hablan de educación religiosa y restricciones al aborto, que ya comienzan a asomar su oreja peluda. Cualquier feminista sabe que no se puede diferenciar lo simbólico de lo concreto, la emancipación de género de la liberación política, la lucha por la equidad y la democracia entre los géneros de la lucha por una democracia política para tod@s. Y que la relación de lo personal y lo político es uno de los fundamentos del discurso y lucha feministas, que no admite sesgos. O se asume de una vez y sin distingos o se hipotecan las luchas por venir.

[i] Al respecto tengo mucho que agradecer a lo aprendido con mis amigas del movimiento de mujeres nicaragüense, cuya experiencia abordé en un texto reciente: “El movimiento de mujeres y las luchas sociales por la democratización en la Nicaragua postrevolucionaria (1990-2010)”, pp. 39-62, revista Encuentro, Universidad Centroamericana, no 89, Managua, 2011.

[ii] Las cuales – por los problemas de transporte, comunicación y de “luchar” con la vida cotidiana que afectan a nuestros conciudadanos- sabemos que no son, en lo fundamental, obra de la espontaneidad de la gente. Porque qué ciudadano común –o, más aun, que masa de estos- puede dedicar tiempo y energías a moverse de tal a mascual punto de la ciudad para un acto de repudio si no es mediante una expresa decisión y con recursos del estado?

Publicado en Havana Times

Hugo Chávez, el Perón del siglo XXI

Por Veronica Smink (BBC Mundo, Argentina)

¿Perdurará el chavismo en Venezuela como lo hace el peronismo en Argentina?

Quiso ser Simón Bolívar, pero muchos creen que el fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, tenía más en común con otro histórico líder latinoamericano, el argentino Juan Domingo Perón.

El propio Chávez se autodefinió como un "peronista de verdad". "Me identifico en este hombre y este pensamiento que pidió que nuestros países dejen de ser factorías del imperialismo", afirmó en 2008, durante una de sus numerosas visitas a Buenos Aires.

No fue sólo la confrontación ideológica con Estados Unidos lo que compartieron las dos figuras. Tanto Chávez como Perón (1895-1974) fueron militares que llegaron a la presidencia de sus respectivos países sobre la base de un enorme apoyo popular. Se los describió muchas veces como poseedores de un carisma único –según algunos, mesiánico- que podía movilizar a enormes masas: la "marea roja" en un caso y los "descamisados" en el otro. Ambos centraron sus políticas en atender las necesidades de una clase social que hasta entonces había sido relegada: los más pobres. Y fueron acusados por sus detractores de crear, con sus planes sociales, una cultura asistencialista. Pero también ambos causaron una profunda división en sus sociedades, un amor y un odio que separó a familias, amigos y vecinos.

"En los primeros años de gobierno de Chávez, cuando se acentuaba la polarización entre venezolanos en contra o a favor de su figura, muchos lo comparaban con lo que pasó con el peronismo en Argentina", recuerda mi colega Vladimir Hernández, corresponsal de BBC Mundo en Buenos Aires.

A pesar de que han pasado casi 40 años desde la muerte de Perón, en 1974, su figura aún divide a los argentinos y suscita pasión y rechazo por igual.

Reviviendo a Perón

Pero más allá de las divisiones, no cabe duda de que dejó una profunda huella en los argentinos.

La muerte de Chávez tiene muchos ecos con la de Perón.

La enorme movilización social que generó la muerte de Chávez reavivó para muchos el recuerdo del fundador del peronismo. "Fue una de las imágenes más poderosas e impresionantes que conservo de mi infancia. Tenía sólo cuatro años, era muy pequeño, pero recuerdo perfectamente mirar en la televisión blanco y negro el cortejo fúnebre de Perón, seguido por una interminable marea de gente. Es una de esas imágenes imborrables en mi memoria", me contó el editor de BBC Mundo, Max Seitz.

Perón fue el único presidente de Argentina que gobernó tres veces. El líder bolivariano estaba por asumir su tercer mandato. Ambos fallecieron poco tiempo después de haber sido elegidos por última vez.

Los dos tuvieron gestiones longevas: Chávez gobernó durante 14 años (de 1999 a 2013) y Perón durante diez (1946-1955 y 1973-1974). Y ambos protagonizaron golpes de Estado antes de llegar al poder y fueron luego depuestos por golpes en su contra. El venezolano estuvo alejado del cargo solamente unos días, en 2002; Perón tardó 18 años en volver a la presidencia.

También los dos sufrieron encarcelaciones antes de llegar al poder. Chávez pasó dos años en prisión tras participar en el golpe de Estado fallido de 1992. Mientras que el encarcelamiento de Perón en la Isla Martín García, en 1945, y la movilización que llevó a su liberación, el 17 de octubre, fueron la piedra basal del peronismo. Los dos reformaron las Constituciones de sus respectivos países (Perón en 1949, Chávez, 50 años después), ampliando derechos laborales y sociales, modificando leyes electorales y sentando las bases jurídicas para expropiar empresas. Incluso tienen en común haber tenido lazos con cuestionados regímenes extremistas: en el caso de Perón con los nazis y Chávez con los líderes de Irán y Corea del Norte, entre otros.

Legado

Las coincidencias son innegables, como resaltó el periodista Andrés Oppenheimer en El Nuevo Herald. "Contrariamente a la suposición generalizada en los medios de prensa internacionales de que Chávez fue el heredero político del otrora líder guerrillero de Cuba, Fidel Castro, es muy posible que el difunto presidente venezolano pase a la historia como un fenómeno político más cercano al del hombre fuerte argentino Juan D. Perón", admitió Oppenheimer, habitualmente crítico del chavismo.

Pero lo que muchos se preguntan es si el legado de Chávez tendrá en Venezuela el mismo efecto que tuvo el peronismo, que sigue siendo la principal fuerza política en Argentina, casi siete décadas después de su surgimiento. Veintidós de los 30 años que transcurrieron desde el regreso de la democracia en Argentina estuvieron liderados por gobiernos peronistas. Y los únicos dos presidentes que no fueron de ese partido (Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa, de la opositora Unión Cívica Radical) terminaron en crisis y no pudieron completar sus mandatos.

¿Mantendrá su unidad el chavismo?

No obstante, lo que caracterizó a los distintos mandatarios peronistas que gobernaron Argentina, desde Carlos Menem (1989-1999) hasta la actual jefa de Estado Cristina Fernández, es lo diverso de sus políticas, en algunos casos neoliberales, muy alejadas de las de Perón.

Para Oppenheimer, esa heterogeneidad podría verse también en Venezuela, lo que garantizaría la continuidad del chavismo por décadas. "De ahora en adelante, de forma muy parecida a lo que ocurrió en Argentina tras la muerte de Perón, la mayoría de los candidatos presidenciales se declararán ‘chavistas’, aun cuando desprecien al difunto ex oficial golpista que fue electo presidente", vaticinó.

Por su parte, el ex diputado peronista, Lorenzo Pepe, secretario general del Instituto Nacional Juan Domingo Perón, cree que el legado de Chávez perdurará si América Latina logra mantener la unidad por la que tanto luchó el presidente venezolano. "Fue un sueño que nació con Perón, pero que recién Chávez pudo concretar", le dijo a BBC Mundo. Según Pepe, Chávez "tomó mucho de la doctrina peronista, es especial su política gubernamental volcada hacia los más desposeídos". Sin embargo, sostuvo que la gran diferencia entre ambos líderes fue la incapacidad del mandatario bolivariano de diversificar la economía venezolana, que sigue dependiente del petróleo. "Gran parte del motivo por el que perdura el legado de Perón tiene que ver con el proceso de industrialización que inició y que aún hoy deja sus huellas", completó.

Publicado en BBC Mundo

Desde Venezuela: Respuesta de una hija a un amigo Palestino que le dice que para ellos Chávez era un héroe.

Por La hija
Querido Flaco,

Yo no comulgo con ningún gobierno, yo no comulgo con el poder. Somos muy débiles, los seres humanos. En mi país hay una “guerra” de ricos y pobres. Toda la vida ha sido así. Las diferencias sociales han sido abismales. La opulencia del venezolano con dinero de toda la vida es tanta, que es vulgar. Camionetas, casas enormes, aviones, yates, fiestas. En mi país siempre ha sido más importante lo que tienes que lo que eres. En mi país se le dice “mono” al que no tiene, al pobre, a la mayoría. Y es terriblemente doloroso. La prepotencia del rico, el maltrato, el desprecio y sobre todo la indiferencia hacia el pobre ha creado una brecha irreconciliable y con razón. Esto es así desde la colonia, esto ha sido así desde siempre y necesariamente tiene que cambiar.

Comparto 100% las ideas del proceso. Confío plenamente en las personas que se involucran, en los colectivos que trabajan en los “cerros” con las comunidades más necesitadas. Admiro y respeto a los que están trabajando entregados por un cambio y por dignificar a mi país.

Pero mi querido amigo, los ricos de ahora son rojos y están en el poder. Son los terratenientes, los de las casas, yates, aviones y fiestas. Son los que hacen negocios con las multinacionales y se mantienen y van chupando gracias al discurso chavista. Estos hombres que ahora tienen el poder, en el fondo no son diferentes a los otros. Solo que han cambiado el discurso y engañan al pueblo haciéndoles creer que ellos están allí, mientras se demarcan con poder y dinero, igual que antes, igual que siempre. Además, no se aceptan críticas, porque cualquiera que critique, que no piense igual es enemigo.

La autocrítica es lo más sano que puede tener un proceso, es lo que hace que se rectifique y se retorne a la esencia del ideal. Sin la autocrítica este movimiento, según yo, se ha convertido en un movimiento de fanáticos.

Y tú sabes muy bien sobre la maldad y la bondad. Tú conoces muy bien el ego del héroe buenísimo. Tú conoces muy bien al oportunista.

El movimiento social sí que existe. Está vivo. Es profundo y está en los “cerros”, en los pueblos. Es mucho más que posiciones, discursos y promesas, son acciones.

Por otro lado, me niego a que me ubiquen. Me niego a que me definan buena o mala, chavista o escuálida porque me guste o no un líder.

No creo en esto. Creo que los seres humanos somos tan complejos, creo que es imposible definir nada en estos tiempos. Hay demasiados matices. Este tiempo, para mí, es el tiempo del trabajo colectivo. No creo en líderes, no creo en “ismos”.

Chávez se hizo gracias a los medios de comunicación, ha sido un personaje mediático. Él ha dicho exactamente lo que muchos queríamos escuchar. Y más allá de la crítica estúpida y superficial, Venezuela es un país que va por un camino incierto, en donde la corrupción, los abusos de poder, el narcotráfico, la delincuencia, la violencia, la impunidad, los negocios con las trasnacionales (quizás las gringas son más bajo perfil, pero destacan significativamente las Chinas y Rusas) siguen siendo protagonistas en su gobierno.

La gran fuerza de Chávez, lo que lo ha hecho grande ha sido el haberse enfrentado con los “poderosos”, con los neoliberales, con los sionistas, como dices tú, con la hipocresía de Europa, pero para mí, esto ha sido más otro show, otro hacernos creer, otro espectáculo más de esta sociedad superficial y mediática. Yo lo veo así, es una guerra de poder. Aquí no importan ni las personas, ni nada. Importan los recursos y los gobiernos y los líderes mediáticos que nos siguen manipulando, para que sigamos creyendo. Mientras los verdaderos amos del mundo siguen llenando su arcas.

El trabajo difícil realmente es ser coherente. Que nuestras palabras sean consecuentes con nuestras acciones. Es mi opinión.

Te quiero y te extraño,

La hija

Tomado de blog El Libertario

Hugo Chávez en 4 preguntas

Por Rafael Uzcátegui

El periodista Eduardo Sklarz, como parte de los insumos para un texto sobre Venezuela, me hace estas preguntas por email. El artículo que publicó se encuentra en

http://infosurhoy.com/cocoon/saii/xhtml/ en_GB/features/saii/features/main/2013/03/06/feature-04

 

1) Qué hechos considera fundamentales en la trayectoria política de Chávez?

R) Su irrupción militar en el golpe de Estado de febrero de 1992 y el haber asumido la responsabilidad en los hechos ante las cámaras de televisión; El haber realizado una correcta lectura del momento político en 1998, abandonado la estrategia insurreccional para participar en la contienda electoral en un momento viable para un outsider de la política; la propuesta de reformar la Constitución mediante un proceso constituyente en 1999; su actuación durante el golpe de Estado de 2002; el anuncio de las políticas sociales, misiones, en 2004; el desarrollo de la política internacional entre 2005 y 2008; su segunda reelección presidencial.

2) Cuáles factores explican su impresionante construcción de poder?

R) Además de su carisma, el haber reactualizado con habilidad las principales matrices sociopolíticas de la cultura venezolana del siglo XIX

3) Cómo caracterizaría al chavismo?

R) Un movimiento nacional-populista de izquierda sintonizado con la globalización económica

4) Qué legado Chávez le deja a Venezuela?

R) 4 cosas: El mito de redención de los pobres a través del reparto de la renta petrolera; Una religiosidad popular con características políticas en torno a su persona; La devastación de la autonomía de los movimientos sociales venezolanos; el vacío de significado del discurso de izquierda.

Tomado de blog El Libertario

El caso de Angel Santiesteban: Las dudas y el trasfondo

Por Armando Chaguaceda

Hace días, sostuve con algunos amigos un cruce de mensajes en torno a la difícil situación del escritor cubano Ángel Santiesteban. Reconocido escritor –laureado y publicado hasta que su creciente beligerancia antigubernamental le confinara al ostracismo- Santiesteban vive los últimos momentos de un largo proceso judicial, pendiendo sobre su cabeza una condena de cinco años de cárcel por el supuesto delito de violencia conyugal.[1] Agotadas las instancias –el Tribunal Supremo apoyó la medida del fiscal- al autor solo le resta esperar el fatídico aviso. En ese debate, si bien existía consenso en repudiar cualquier manipulación política del caso, algunos amigos argumentaron reservas ante la posibilidad de “parir” una declaración solidaria.

La razón de tal cautela, en personas que otras veces han firmado – con todo el riesgo y decoro que tal postura implica- documentos de denuncia contra actos represivos cometidos por funcionarios cubanos, era la sospecha de que la acusación tuviera algún basamento real y que el escritor hubiera ejercido violencia sobre su esposa. Y en Cuba, como todos saben, nos enseñan desde chiquitos que “a las niñas no se les da”.

Así, un colega remata para calzar su duda: “el tipo dice que es falso. Y porque él lo dice ¿lo tengo que creer? La mujer dice que es cierto. ¿Por qué no le voy a creer a ella? Ah, que los testigos se echan para atrás y para alante. O sea que no puedo poner la mano en el fuego por nadie. Por favor si alguien sabe la manera de conocer bien los hechos, con algún nivel de certeza, lo comparta cuanto antes”. Otro amigo me advierte del fiasco del caso Bejerano, cuando algunos creadores cubanos apostaron a la inocencia del pintor acusado de actos lascivos contra un menor, cargos que, a la postre, reconoció en una aparente negociación con la justicia de la Florida. Y son precisamente estas alertas, nacidas de las dudas legítimas de gente decente, las que se confrontan con las mías, me conducen al final del callejón sin salida de las culpas y confianzas, para examinar el trasfondo legal del proceso.

Con un cúmulo de contradicciones, pruebas endebles y testimonios dudosos cualquier juez serio e imparcial archivaría o, en el peor de los casos, convocaría una revisión exhaustiva del caso para repetir la investigación y juicio en mejores condiciones. Y si Santiesteban fuese realmente culpable, que purgue su condena; en caso contrario que quede inmediatamente libre de cargos y limpia su imagen pública.

El problema es que en Cuba, en ausencia de un Estado de Derecho -y de las instituciones y garantías que le dan cuerpo-, cualquier acto ilegal, real o fabricado, puede adquirir dimensiones y connotaciones insospechadas, en detrimento del emplazado, si este tiene deudas pendientes con “el sistema”. En idéntico contexto, una violación de la ley cometida por un funcionario puede quedar en la impunidad o recibir una disminuida condena, como atestiguan los casos de abuso y corrupción policiales -denunciados en estas mismas páginas- o los atentados contra la integridad física de personas vulnerables, como fue el caso de los muertos en Mazorra, víctimas de la irresponsabilidad administrativa y la insensibilidad humana. Así, creo que el problema no radica sólo- ni siquiera fundamentalmente- en la persistente insolidaridad que corroe a la intelectualidad y esfera pública cubanas; actitud que genera parálisis cívica y consagra el monopolio –legal o espurio- de la violencia estatal.

En un caso como el de Ángel, los errores son tantos y tan graves que simplemente ameritan un nuevo proceso o la clausura definitiva del presente.

[1] Para ver la visión del acusado –y pruebas esgrimidas para calzar su inocencia- acceder a http://loshijosquenadiequiso.blogspot.com/

Publicado en Havana Times

8 de marzo: tod@s contra la violencia

Por Sandra Álvarez, Marilyn Bobes, Luisa Campuzano, Zaida Capote Cruz, Danae Diéguez, Laidi Fernández de Juan, Lirians Gordillo Piña y Helen Hernández Hormilla

El escritor Ángel Santiesteban ha sido juzgado y condenado a prisión por agredir violentamente a su exesposa. Y enseguida han comenzado a circular notas de apoyo al escritor y de cuestionamiento a la sentencia del tribunal que lo juzgó. En casi todas se acusa a la víctima de loca, o de magnificar una leve “riña doméstica”[1]. Nadie puede juzgar estos hechos sin conocer la profundidad de los daños causados por Santiesteban a su exesposa y a su hijo, y nadie debería acusar a la víctima de estar inventando un caso para que alguien sea condenado por ocultas razones políticas. La violencia contra la mujer tiene su origen, precisamente, en ese gesto tan usual de imaginarla carente de juicio, de independencia, o de opinión propia, y quienes esgrimen esas tesis están reproduciendo la agresión; como aquellos que culpan a la víctima de una violación de haber provocado a su agresor.

Las instituciones y organizaciones cubanas deben pronunciarse sobre este caso en particular y también acerca de la violencia contra la mujer en nuestra sociedad. Es preciso intensificar, multiplicar y hacer permanentemente visible una campaña pública contra la violencia de todo tipo, especialmente la que se ejerce contra la mujer. Hay que divulgar aquellas leyes que la previenen o penalizan y los debates que han tenido lugar en espacios académicos y con motivo de campañas específicas. Combatir la violencia contra la mujer solo puede lograrse si nos unimos tod@s contra la desigualdad que la inspira y reconocemos el derecho de las mujeres violentadas a defenderse de su agresor y a denunciar la agresión, aunque se trate de un genio artístico o científico, un general victorioso, un deportista de élite o un obrero de vanguardia. Nadie más que ella misma tiene derecho a decidir sobre su vida y sobre su cuerpo, y nadie, absolutamente nadie, tiene derecho a juzgarla loca por querer defender sus derechos.

(Texto leído en la sede de la UNEAC, el 8 de marzo de 2013)
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[1] Veáse a continuación la carta “Lamentaciones y esperanzas por un nuevo escritor encarcelado”, enviada por el escritor Rafael Alcides sobre el caso citado. El texto es una muestra de que la lucha contra la violencia hacia las mujeres en Cuba precisa aún un trabajo arduo, eficaz y sostenido. Continue reading