También en Cuba menos del 1% deciden


Por Pedro Campos

Se ha convertido en una consigna movilizadora de las mayorías en EEUU y el mundo capitalista, que menos del 1 % de su población, compuesto por millonarios, es quien verdaderamente tienen el poder económico y político y deciden todo lo importante en esos países.

El VI Congreso del Partido Comunista de Cuba aprobó los Lineamientos para la política económica y social, que a su juicio deberán regir los destinos de Cuba. Dichos Lineamientos no fueron sometidos a votación de todo el Partido, ni desde luego a referendo popular. Los pocos cientos de delegados al Congreso, no llegaron ni al 0.05 % de la población.

Y esto se hace en nombre del artículo 5to de la Constitución, que reconoce el papel dirigente del Partido Comunista en la sociedad cubana; lo cual, en cambio, entra en contradicción flagrante y viola el espíritu de soberanía, democracia y republicanismo de toda la carta Magna y la letra específica de varios de sus artículos, tales como:

el artículo 1ro que establece: “Cuba es un Estado socialista de trabajadores, independiente y soberano, organizado con todos y para el bien de todos, como República unitaria y democrática, para el disfrute de la libertad política, la justicia social, el bienestar individual y colectivo y la solidaridad humana”.

el artículo 3ro que señala. “En la República de Cuba la soberanía reside en el pueblo, del cual dimana todo el poder del Estado. Ese poder es ejercido directamente o por medio de las Asambleas del Poder Popular y demás órganos del Estado que de ellas se derivan, en la forma y según las normas fijadas por la Constitución y las leyes.”

Hoy todo el sistema político-económico-social actual se sustenta en “el papel dirigente del PCC”, el cual funciona de acuerdo con el Centralismo Democrático, donde lo primero determina sobre lo segundo, lo cual trae por consecuencia que sea una pequeña elite dirigente la que determine y decida todo, no solo en el partido, sino en la sociedad.

No por gusto quienes ocupan los cargos principales del gobierno y el consejo de estado, son a la vez, los mismos que ocupan los cargos centrales en el partido.

Es, desde ese centro dirigente, de donde salen todas las leyes, que vienen además en forma de decretos, discutidas y aprobadas luego por la Asamblea Nacional. Ninguna ley es sometida a referendo popular como debería ser en una democracia directa, verdadera.

¿Y el sistema representativo del Poder Popular y su Asamblea Nacional? La Asamblea Nacional está compuesta por menos de mil diputados, menos del 0,01 %. El 50 % de sus candidatos, son designados desde “arriba” y el otro 50 % desde las comisiones electorales controladas por el partido en las provincias y aunque tienen iniciativa legislativa reconocida, en la práctica solo están para aprobar lo arriba dispuesto.

Hoy, es esa Asamblea Nacional, con diputados cuasi designados, la que elige al Consejo de Estado y al Presidente del Consejo de Estado y de Ministros. No es el pueblo directamente quien lo hace.

De manera que puede afirmarse categóricamente, que también en Cuba, menos del 1 % de la población es el que está decidiendo los destinos de más de 11 millones de cubanos, el 99 y tanto % restante.

Es difícil, en las circunstancias actuales, establecer un camino para revertir esa situación. El que sea, tendría que ser pacífico y por medio del diálogo y la negociación. El sectarismo y la obcecación del partido-gobierno le impiden emprender esa ruta, a diferencia de la izquierda democrática y socialista que no está atada a dogmas, prejuicios ni exclusiones, partidaria y proponente de un diálogo nacional sin exclusiones.

Al respecto, recordamos que fue nuestro compañero Félix Guerra, poeta, escritor y periodista, comunista de siempre, quien en marzo del 2009 hizo un llamamiento al Congreso de la Nación y fue nuestro compañero Félix Sautié, periodista, economista, teólogo y comunista de siempre, también, quien escribió en el 2007 un libro con el título “Socialismo y reconciliación en Cuba. Una mirada desde adentro”.

Si queremos que ese 99 y tanto por ciento de la población participe de la decisión sobre sus destinos, si pretendemos que la socialización y democratización de la economía y la política, -el proceso revolucionario-, siga avanzando y se reduzcan las posibilidades de un retorno al régimen de oprobio y al capitalismo más vulgar y hediondo.

No queda más alternativa a la izquierda no dogmática, que promover, por ella misma, y llevar a vías de hecho, ese diálogo con todos y para el bien de todos, toda vez que el gobierno-partido no acepta el reto.

De ser la derecha la que encabece la crítica al modelo burocrático de corte neo-estalinista, la lucha por ese diálogo, por el respeto a los derechos de todos los cubanos, por la democratización del sistema político, por las libertades de expresión y asociación, por el libre acceso a internet, por la libertad de elección de los cubanos y por enfrentar las arbitrariedades del “socialismo de estado”, estarían garantizados la restauración del capitalismo privado, la democracia burguesa y el fin del intento socialista en Cuba.

Para quienes no lo entiendan: para evitar que eso pueda ocurrir, fue que algunos compañeros, participamos en la confección y firmamos el Llamamiento urgente por una Cuba mejor y posible”.

Publicado en Havana Times

Sanciona el Tribunal Provincial Popular de Holguín a varios exdirectivos y exfuncionarios del Ministerio de la Industria Básica

Diario Granma

La

Sala Primera de lo Penal del Tribunal Provincial Popular de Holguín, después de valorar el amplio material probatorio practicado en el juicio oral celebrado en días recientes en esa ciudad, dictó sentencia, sancionando a varios exdirectivos y exfuncionarios del Ministerio de la Industria Básica y de la Empresa CUBANIQUEL por cometer delitos asociados a la corrupción durante el proceso de negociación, contratación y ejecución del Proyecto de expansión de la planta Pedro Soto Alba, ubicada en Moa, para la extracción, refinación y comercialización de níquel y cobalto.

En

atención a la gravedad de estos hechos y sus nocivas consecuencias en una de las actividades estratégicas para la economía del país, a la conducta de los acusados, caracterizada por la pérdida de valores éticos y la simulación, y al grado de participación de cada uno de ellos, el tribunal sancionó como autores del delito de Actos en perjuicio de la actividad económica o de la contratación a ALFREDO RAFAEL ZAYAS LÓPEZ, exviceministro del Ministerio de la Industria Básica (2004-2007) y director ejecutivo de la Empresa de Metales, a 12 años de privación de libertad; a RICARDO GONZÁLEZ SÁNCHEZ, exviceministro del Ministerio de la Industria Básica (2001-2004) (2007-2010), director de la Junta de Directores de la Empresa de Metales y presidente del Comité de Dirección del Proyecto, a 10 años de privación de libertad; a ANTONIO ORIZÓN DE LOS REYES BERMÚDEZ, exviceministro del Ministerio de la Industria Básica (1980-1999), miembro del Comité de Dirección del Proyecto, a 8 años de privación de libertad; y a CRISTÓBAL DE LA CARIDAD SAAVEDRA MONTERO, director de Negocios de CUBANIQUEL y consultor, asesor y experto del Proyecto, a 6 años de privación de libertad.

Igualmente

resultaron sancionados como autores de los delitos de Uso indebido de recursos financieros y materiales y de Incumplimiento del deber de preservar los bienes de entidades económicas GILBERTO ALFONSO PARRA ROJAS, a 8 años de privación de libertad; ERNESTO COLUMBIÉ SILVERIO, a 7 años de privación de libertad; CARLOS GUSTAVO RODÓN FERREIRO, a 7 años de privación de libertad; BISCMARCK ORTIZ JIMÉNEZ, a 6 años de privación de libertad, quienes en ocasión de los hechos cometidos se desempeñaban como directores del Proyecto; así como a ORLANDO GONZÁLEZ PÉREZ, subdirector de Finanzas del Proyecto, a quien se le impusieron 7 años de privación de libertad.

El

Tribunal, de igual forma, consideró autores del delito de Uso indebido de recursos financieros y materiales a ALFREDO BARALLOBRE RODRÍGUEZ, subdirector de Contabilidad y Finanzas de la Empresa Moa Nickel S.A. a quien le impuso la sanción de 6 años de privación de libertad; a ORLANDO CARMENATY OLMO, subdirector de Producción de la Empresa Moa Nickel S.A., sancionado a 5 años de privación de libertad y a XIOMARA JIMÉNEZ MORRIS, especialista de Seguridad y Salud del Trabajo, quien resultó sancionada a 4 años de privación de libertad subsidiada por igual periodo de Trabajo Correccional sin Internamiento.

El

Tribunal aplicó además a todos los acusados las sanciones accesorias de privación de derechos públicos y prohibición del ejercicio de las profesiones y cargos que desempeñaban al momento de los hechos.

Durante

la investigación y la realización del juicio oral, los acusados contaron con las garantías establecidas en la legislación procesal penal, ejercieron su derecho a la defensa y fueron representados por los abogados de su elección.

Contra la sentencia dictada, tanto los acusados como el Fiscal pueden establecer recurso de casación ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo Popular.

Publicado en Granma

Qué le pidiera yo a la Conferencia del partido

Por Rogelio M. Díaz Moreno

Yasmín S. Portales, Isbel Díaz, Rogelio M. Díaz, Jimmy Roque

De izquierda a derecha: Yasmín S. Portales, Isbel Díaz, Rogelio M. Díaz, Jimmy Roque, durante la última jornada de lucha contra la homofobia

Hay unos cuantos que pensamos, ya que de ideologías se trata, que la pretensión de pasar de ellas solo esconde el cinismo de los que propugnan las supuestas bondades del libre mercado –aunque reclaman a gritos el salvavidas de los estados, cuando lo que han robado del 99% de los demás ciudadanos del mundo no les parece suficiente para satisfacer sus ambiciones. Entonces, no me avergüenza pensar que alguna me puede servir. Claro, que una ideología civilizada debe cumplir ciertas condiciones. Por ejemplo, las delegaciones cubanas a los eventos cumbre de la Organización de Naciones Unidas, en los últimos años, han enarbolado un principio por el que voto con mis dos brazos, esto es, el de todos los derechos humanos para todos.

Entonces, en un momento dado pensé que la Conferencia iba a recoger los temas pendientes del Congreso en este sentido de redefinir el modelo de sociedad que se desea para nuestro pueblo, desde ese punto de vista cívico-social, pero luego de adquirir el folleto respectivo en un estanquillo, estoy un poco menos seguro respecto a mis expectativas.

Tal vez se pueda considerar que estoy entrando en un terreno que corresponde únicamente a los militantes del Partido, pero como lo que este decide afecta en la práctica todos los cubanos, nos asiste el derecho a intervenir.

Se puede considerar que cuando las principales fuerzas de la Revolución de 1959 se agruparon en un refundado partido comunista, estaban definiendo el  modelo de sociedad que debería funcionar a partir de ese momento con los aportes de las fuerzas más progresistas del momento, lo que debió haber alcanzado su forma más definida con la proclamación de la nueva Constitución en 1976, aunque por ser nuestro país como es, las cosas en la práctica nunca fueron del todo como en la teoría. El caso es que, a estas alturas, obviamente hay que remodelar unas cuantas de esas cosas a partir del reconocimiento de que ya no funcionan “ni para nosotros mismos”. Pero de las cosas que más me preocupan, no veo mucho en los lineamientos propuestos para la nueva reunión.

Vamos a empezar por los ejemplos simples. Supongamos que yo reconozca que María y Pepe son trabajadores ejemplares, por lo tanto muy dignos y merecedores de integrar lo que se califique como vanguardia, y sean electos para el Partido y demás. Eso no significa que yo considere que el juicio de ellos es superior al mío para decidir si un humilde servidor necesita la autorización de niveles superiores para salir del país por una visita, por trabajo, para emigrar o por las razones que sean. O que ellos sean los que tienen que conceder a las personas, graciosamente o no, la posibilidad de realizar con bienes que supuestamente son suyos, sus derechos de posesión –para colmo, decisiones que deben tomar solo en Congresos de irregular celebración.

Amén, de que hasta donde conozco, ni Pepe ni María creen que deban arrogarse tales prerrogativas. Tampoco me parece que sea el dirigente del Partido en una región el facultado para decidir si ciertas actividades económicas por cuenta propia se pueden realizar o no; para colmo, este dirigente no es ni siquiera elegido, ni responde, ante María y ante Pepe. Para interpretar la aplicabilidad de las leyes, considero, deberían trabajar los comités de especialistas en la legislación, inevitablemente sujetos al escrutinio y mandato del único Soberano universalmente admisible, o sea, la ciudadanía. Para cambiar las leyes, ok, eso es más complicado, pero tampoco procede una fuerza, que integra a menos del 10% de la población, determinar ejecutivamente el destino de la nación. Continue reading

Armando Chaguaceda: “Cuba debería fortalecer los medios alternativos, en lugar de consagrar el monopolio estatal o el de grandes cadenas privadas”

Por Diana Cordero y Aníbal Garzón Entrevista

1) A partir de lo aprobado por el VI Congreso del PCC en el pasado mes de Abril en Kaosenlared se publicado opiniones que podemos clasificar más o menos en dos grupos: aquellas que lo interpretan como un avance en dirección a lo que se denomina el socialismo del siglo XXI y otras que ponen en duda esas resoluciones porque entienden que no afectan cuestiones centrales en la estructura burocrática del estado. ¿Cuál es tu valoración?

Armando Chaguaceda durante el I Observatorio Crítico, en San José de las Lajas, abril del 2006.

Tu pregunta me recuerda aquella vieja leyenda indochina donde varios invidentes se encuentran con un elefante, que era un animal desconocido para ellos, y comienzan a palparlo para conocer sus formas. Para quien tocaba la cola el elefante era una serpiente, para otro era como un barril rugoso pues estaba palpando la pata y así sucesivamente…creo que todas las visiones parciales no permiten captar la esencia del cambio en curso que, a mi juicio, podría codificarse como una mutación de un modelo clásico de socialismo de estado -vigente por medio siglo en Cuba- a otro más cercano a las experiencias asiáticas. Modelo este último donde el mercado amplía su presencia sin que ello signifique una disminución drástica de la capacidad del estado (y de la burocracia en tanto estamento o grupo que lo controla) para imponer su agenda en áreas clave de la esfera económica (como la gran industria, el transporte y las comunicaciones) así como en otras vinculadas a la información, organización y orden públicos en las cuales su presencia –no así su eficacia- es cuasi monopólica.

Pero insisto en algo: con frecuencia caemos en visiones polares que ignoran, al defender la idea de equidad, los graves problemas del modelo anterior que hacían insostenible las modalidades de ciertas políticas sociales; o se asume -con entusiasmo infantil- los nuevos aires de cambio sin comprender que asistimos a una reformulación de la hegemonía estatal sin las correspondientes ampliaciones de derechos y participación populares. Yo creo que el gobierno de Raúl Castro sí quiere mejorar las condiciones de vida de la gente, quiere que se consuma más y mejor y que se eliminen restricciones absurdas, lo que no significa que vaya a ampliar el repertorio de libertades y derechos activos y, sobre todo, que  convierta en realidad la consigna de Poder Popular. Creo que la idea que subyace en estas reformas es que un país más próspero, con gente satisfecha, es más gobernable.

Como has mencionado el tan llevado y traído término “socialismo del siglo XXI” me veo obligado a hacer una precisión: si algo caracteriza dicho término es su capacidad de ser una suerte de “carrito de supermercado” –significante vacío le diría Ernesto Laclau- donde cada quien echa lo que considera de su interés promover, todo ello en medio de las luchas, polémicas y estrategias políticas en curso en la izquierda regional. Lo usamos los que defendemos una salida no autoritaria al neoliberalismo vigente por casi tres décadas y como respuesta a su carga de desigualdad social y erosión de las soberanías nacionales y populares. A menudo denominamos ese nuevo socialismo – lo digo a riesgo de encender otros debates, quizás poco fructíferos- un socialismo democrático, participativo, libertario, etc. Continue reading

Reencuentro de educadores populares

Redacción IPS Cuba

Red nacional de Educación Popular frente a los desafíos de la realidad cubana actual.

La Habana, 11 oct.- La red de educadores y educadoras populares, que anima en Cuba el no gubernamental Centro Memorial Dr. Martín Luther King Jr. (CMMLK), comienza a realizar sus encuentros territoriales anuales, concebidos como espacios de intercambio de experiencias y de proyecciones del trabajo futuro.

Los intercambios tienen entre sus objetivos la reflexión sobre los desafíos que los cambios iniciados en la isla, como resultado del pasado VI Congreso del Partido Comunista, brindan a la educación popular; compartir el trabajo realizado por la red durante el año y contribuir al fortalecimiento y organización de la misma.

Fuentes del CMMLK revelaron a la Redacción de IPS Cuba que los encuentros de octubre se realizarán en La Habana y en las ciudades orientales de Holguín y Bayamo, con presencia de las redes de Guantánamo, Santiago de Cuba y Ciego de Ávila. Para noviembre, se prevé un encuentro de la región occidental en la nueva provincia de Mayabeque.
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Artículos en Granma contra el burocratismo y por el cooperativismo

[ctegory Política,
Economía]

Por Pedro Campos

Conscientes de que las ideas del cooperativismo y la autogestión no pertenecen a nadie en particular, vemos con satisfacción que las mismas empiezan a ser publicadas en Granma

El periódico Granma, órgano oficial del PCC, luego del discurso del Presidente Raúl Castro el 1ro de agosto en la Asamblea Nacional del Poder Popular, ha venido publicando una serie de artículos incisivos contra el burocratismo, a favor de la participación de los trabajadores en las decisiones y hasta en las utilidades y apoyando el cooperativismo.

Felicitamos estos primeros artículos en la prensa del partido y esperamos que sea el preludio de una más amplia difusión de estas ideas en todos los medios del país, con vistas a tomar otras decisiones que desbrocen el camino de la socialización y democratización del poder económico y político en la conferencia del partido, dispuesta para enero próximo.

Siempre hemos creído que los cambios necesarios deben realizarse sin traumas, logrados en el diálogo y que existen reservas revolucionarias en el seno del partido/gobierno, capaces de dar ese golpe de timón que vienen demandando muchos trabajadores, buena parte del pueblo y toda la izquierda democrática, a pesar de la oposición de un tradicional sector neoestalinista que no está dispuesto a realizar transformaciones. De ahí nuestro tradicional apoyo crítico, que algunos no entienden en la izquierda internacional.

La participación de los trabajadores en la propiedad, las decisiones y en las utilidades, constituye el núcleo duro de las relaciones de producción que primarán en la sociedad post-capitalista. Han estado presentes en el socialismo, desde los primeros utópicos, pasando por Marx, Lenin, Bakunin y muchos otros más recientes, cuya lista sería muy larga, para enunciar aquí.

Antes del triunfo de la revolución de 1959, en nuestro país existía un movimiento cooperativo de alguna significación en el transporte público; en la medicina, con las clínicas mutuales y gremiales y algunas organizaciones del movimiento obrero manejaba sus cajas de retiro y ahorro, clubes sociales, casas de descanso y otras formas de cooperación. El Hotel Habana Hilton, hoy Habana Libre, fue construido con los dineros del sindicato de los gastronómicos de La Habana, el que contrató con la cadena internacional Hilton la administración y la gestión internacional de venta. Otros sindicatos y asociaciones mutualistas y regionales construyeron emblemáticos edificios, teatros, escuelas, centros de salud y socio culturales en La Habana. En otras esferas también existían formas diversas de cooperación entre los trabajadores.

En La Historia me absolverá, se planteaban como leyes a introducir por la revolución, la repartición del 30 por ciento de las utilidades de las empresas entre los trabajadores y el desarrollo de cooperativas agropecuarias como parte de la reforma agraria. En algunas de las primeras medidas tomadas en los inicios del proceso revolucionario para desarrollar la agricultura, las ideas del cooperativismo estaban presentes. También se crearon cooperativas pesqueras, para la producción de henequén y de consumo entre otras.

Sin embargo, la ausencia de una clara conciencia sobre el significado de las formas cooperativas para el socialismo y el paulatino predominio de las concepciones neoestalinistas del socialismo como el monopolio estatal de la economía y el mercado, llevaron a la supresión de las experiencias de tipo cooperativo previamente existentes y al excesivo tutelaje del estado sobre las que se fueron creadas por éste.

No obstante muchos revolucionarios, algunos de origen anarquista, y trabajadores de las cooperativas, siguieron defendiendo esta forma socialista de producción y asociación, pero siempre en un medio que la subestimaba y la consideraba solo para la agricultura, la cual debía ser muy bien controlada, para evitar se fuera de las manos estatales.

La propaganda neo estalinista contra la Yugoslavia autogestionaria, también jugo un importante papel en el rechazo a esas formas socialistas de producción.

En el Instituto de Filosofía de la Academia de Ciencias, un pequeño grupo de científicos sociales venía defendiendo desde mediados de los años 80 el cooperativismo y la autogestión como ejes de la construcción económica socialista. Algunos de aquellos compañeros sufrieron represiones en diversa forma y no faltaron los aplastados políticamente. Desde entonces, aunque desde fuera del Instituto, colaborábamos ya con algunos de ellos en estos temas. De una u otra forma el asunto siguió vivo entre muchos académicos, profesionales y trabajadores, aunque siempre en un medio hostil.

Cuando el IV Congreso del PCC, muchos militantes en las bases plantearon la necesidad imprescindible del cooperativismo y la participación de los trabajadores en las decisiones y las utilidades, para el socialismo. Luego de la caída de la URSS y el campo socialista, varios compañeros, por diferentes vías, siguieron investigando sobre estos temas y, dentro de sus posibilidades, hicieron llegar a la dirección del partido sus trabajos, sin ningún tipo de aceptación.

Las cooperativas de producción agropecuarias (CPA), las de créditos y servicios (CCS) desarrolladas en los años 60-80 y las Unidades Básicas de Producción Cooperativas (UBPC) surgidas en el llamado Período Especial, siempre han estado bajo control y tutela estatal. Sus planes de siembra, sus ventas a Acopio, sus entradas y salarios y hasta sus dirigentes, en muchos casos, eran determinados centralmente.

El fracaso paulatino del estatalismo, generó movimientos insospechados en el propio seno de la economía estatal y en la informal. En muchos centros de producción y de servicios, con los propios recursos estatales y con otros de su propiedad, los trabajadores empezaron a organizar sistemas de producción y comercialización ilegales, en muchos de los cuales han estado presentes algunos de los principios del cooperativismo, como la propiedad o usufructo colectivo, la gestión común y la repartición de las utilidades.

Para el gobierno/partido se trataba de robos o desvíos de recursos del estado. Solo un enfoque científico y objetivo salido de la práctica misma, podría interpretar estos movimientos económicos, como nuevos tipos de relaciones de producción que auto-organizaban los trabajadores, para romper las asfixiantes relaciones estatales asalariadas impuestas burocráticamente.

Las fuerzas productivas creadas por el propio proceso revolucionario, sobre todo el gran potencial científico humano, generado por la revolución cultural y educacional, no cabían, no caben en el esquema burocrático estatal asalariado del neo estalinismo.

Luego del discurso de Fidel en la Universidad de la Habana, en noviembre del 2005, algunos decidimos salir a la palestra internacional a defender el cooperativismo y la autogestión, ya que nacionalmente no se nos brindaba ninguna oportunidad de publicar esas ideas, dada la natural resistencia de la burocracia a esas formas de producción genéricamente socialistas.

La lucha ha sido difícil. Nada se nos publica, aunque todo lo enviamos al Comité Central, a Granma, Juventud Rebelde y Trabajadores; se nos impide desfilar los 1ros de Mayos con un cartel que expresa, simplemente, autogestión socialistas, no se nos invita a evento económico alguno, se trató de impedir nuestra participación en algunos espacios donde pudiéramos expresar algún criterio y el mundo académico e intelectual oficial ha sido orientado a ignorarnos.

En esta batalla han tratado de desprestigiarnos, hemos sido acusados de pro-capitalistas, de agentes del imperialismo y de cuanta basura se le ha ocurrido a los neoestalinistas que han estado controlando los medios y tratando de evitar que estas ideas cobren fuerza en el seno de la revolución. Hemos tenido paciencia para soportar injurias. Nuestra activa y comprometida participación en el proceso revolucionario, ha impedido -hasta hoy- otras acciones contra nosotros.

Pero nada nos amilanó. Como pudimos, hicimos circular distintos escritos sobre cooperativismo y autogestión, por todas las vías posibles. Nada impidió que en muchos centros de producción y servicios los propios trabajadores y comunistas de base, hayan estado proponiendo aumentar su participación en la dirección, la gestión y las utilidades y que muchos profesionales revolucionarios de la Ciencias Sociales hayan ido asumiendo posiciones iguales o similares a las nuestras.

Los defensores del modelo neo estalinista, con sus ataques a nuestras posiciones, su intransigencia, su empecinamiento y obstinación, contribuyen a fortalecer los enfoques restauradores del capitalismo. Junto a la denominada mafia de Miami, son los mejores propugnadores de la destrucción de la nación cubana y su eventual anexión real o virtual.

Hay que decir con toda claridad, que el compañero Raúl Castro ha permitido este iniciado proceso de concientización con sus llamados a los debates, a permitir las diferencias y las contradicciones. Sabemos que ha heredado la presidencia de un país casi en ruinas, que su tarea es ardua y que enfrenta una formidable y sutil oposición burocrática. Pero si desea, como le creo, no caer en el abismo que bordeamos, además de escuchar a los trabajadores, tendrá que darles participación en todas las decisiones y, especialmente, en la dirección, la gestión y en parte de las utilidades en cada centro de producción o servicios. Si no se apoya para ello en el pueblo trabajador, más allá de sus estructuras afines, la crisis podría desbordarse.

Ya lo habíamos escrito: las políticas económicas neoestalinistas fueron derrotadas por la práctica. Ideológicamente el neo estalinismos ha sido derrotado por las diversas ideas de la nueva izquierda cubana de pensamiento socialista participativo y democrático, las que no tienen siquiera cómo responder, que no sea con diatribas. Hoy la tarea es derrotar políticamente al neo estalinismo: neutralizar lo que de él queda en el gobierno/partido: tarea de todos los cubanos que aman esta tierra.

Conscientes de que estas ideas no pertenecen a nadie en particular, vemos con satisfacción que, al fin, las mismas empiezan a ser publicadas en Cuba por el propio periódico del PCC.

Felicitamos a Granma y esperamos que estas ideas se conviertan en el centro, no las únicas, de los planes del partido gobierno para consolidar la economía del proyecto socialista cubano.

Como sabemos que el cooperativismo y la autogestión no pueden ir, sino a contrapelo del monopolio estatal y de manos de la democratización de la vida económica y política del país, esperamos que en la medida en que estas ideas de promuevan y divulguen, se vayan abriendo, también, otros horizontes democráticos para el pueblo cubano, pues sin democratización, como sin socialización, no hay socialismo posible.

Socialismo por la vida. La Habana, 5 de septiembre de 2011