Por Marcelo “Liberato” Salinas
Cuando ya pasó un año de que un equipo de utilería recogió las decenas de sillas, los metros de cable y equipos de audio, que le ofreció el Estado cubano a la llamada Comisión Aponte, para el acto de conmemoración oficial por el bicentenario del asesinato de José Antonio Aponte, varios compañeros del Grupo Anamuto y de la Red del Observatorio Crítico, conmemoramos el 201 aniversario del asesinato de Aponte, adalid de la primera conspiración en la historia de Cuba, contra la dominación colonial y por la justicia social.
Para ello nos encontramos en la esquina de Monte y Aponte, una calle que lleva el nombre del insigne militante social, a iniciativa del primer historiador de la ciudad de La Habana Emilio Roig y que nos conduce al interior del histórico barrio proletario de Jesús María.
En esa esquina también recordamos el empeño de un grupo de compañeros, hasta ahora anónimos, agrupados en una Asociación Antifascista Cubana y de Veteranos de la Guerra Civil Española, que en un generoso gesto, escamoteado por los organizadores oficiales del pasado bicentenario, construyeron una tarja de bronce macizo colocada por ellos, hace más de 60 años, en esa misma entrecalle, a la memoria de Aponte, que hoy se encuentra desaparecida.
Justo al frente del lugar donde estuviera esa tarja, en una de las columnas del antiguo Hotel Isla de Cuba, en la misma esquina de Monte y Aponte, compañeros del OC y Anamuto pegamos en la pared una foto de la tarja de bronce, cantamos el himno de Bayamo, hicimos un grafiti sencillo evocando la memoria de Aponte, y colocamos un ramo de flores. Continue reading