A 60 años de la muerte de Stalin (5/3/1953)

El fallecimiento del presidente Hugo Chávez opacó el interés mediático en torno a otra muerte, ocurrida en igual fecha: la de Iósif (José) Stalin. Sin embargo -según el portal noticioso ruso NewsRu.com– el Partido Comunista de la Federación Rusa en su sitio web incluso estableció un paralelismo favorable entre ambos líderes, homologándolos en su antimperialismo y logros liberadores… También vimos en TeleSur a algunxs venezolanxs que comparaban al comandante bolivariano con el fatídico Generalísimo de la URSS…

La izquierda de hoy está ante el reto de promover institucionalidades exentas de autoritarismos y ancladas en la capacidad auto-gestora de cada ser humano. Publicamos algunas miradas sobre la figura de Stalin y su actual percepción en Rusia. Porque es esencial hoy una retoma crítica de la accidentada historia de los intentos de “socialismo del siglo XX” – para que el horror no se repita.

Stalin y Lenin, 1919

Hoy la mitad de los habitantes de Rusia consideran que el “Padre de los Pueblos” Iósif Stalin es líder indiscutible entre los héroes nacionales, constata Le Monde en su editorial Stalin: fantasma ubicuo, con un suplemento especial dedicado a las víctimas de las represiones estalinianas. Según el periódico francés: “Después de la llegada de Vladimir Putin al Kremlin, Stalin nuevamente se convirtió en héroe de leyenda, vencedor del nazismo y ´constructor de la sociedad más justa del mundo y de una gran potencia industrial´, según establece uno de los principales textos escolares de Rusia. Nada o casi nada se menciona de los asesinatos llevados a cabo por la policía política, de cuya ancestralidad en su propia carrera se enorgullece tanto el actual Presidente”. Continue reading

Defensa de la Utopía

Por Ramón García Guerra

SUMARIO

La crítica que recibió mi artículo La causa libertaria en Cuba, hace que precise mi análisis al respecto de la política de UNIDAD –o frentista– que animan los socialistas democráticos en Cuba ante un enemigo en común. (¿Estatismo o castrismo?) Empezaré por quitar de en medio la hojarasca. Discreparé con la socióloga Marlene Azor Hernández en puntos específicos y trataré de dialogar con un libertario de mil batallas: Octavio Alberola. Después me ocupo de identificar los desafíos de los socialistas en Cuba de frente a la transición.

DIATRIBAS (ACASO) ERRÁTICAS.

Deficiente el artículo dada “la ausencia de posibilidad de que la voluntad popular no sea en la dirección de [la] plataforma” que ofrece el mismo.

1. Epistémicamente, usted sufre de empacho libresco en tal caso –fruto de leídas de última hora–. Indigestión que hace evidente en su crítica a mi artículo. [Cuando tan magras lecturas hayan llegado al giro decolonial –sic. Ramón Grosfoguel y otros– (dado en las academias del NORTE), entonces, podré hablaros de Nicolás Guillén Landrián y Sara Gómez –o acaso de subalternistas y poscoloniales auténticos, como: Martí, Mariátegui o Fanon–.] Desde luego, hallo correcta la observación de Octavio Alberola en este punto. Precisando, usted debió de consultar el gráfico que había insertado en el artículo. Las fuerzas que alientan dicha “plataforma” se deducen de las bases sociales que sostienen la causa libertaria en Cuba. Entonces no será difícil dar cuentas de que –con las viseras– hablo desde adentro y desde abajo con el pueblo cubano.

“Y como estrategia política discursiva no me parece feliz definirse a partir de criticar al hermano ideológico más cercano”.

2.   Empecé así mi artículo: “Este estudio no personaliza el objeto de crítica”. Usted hace tal cosa ahora. [Debería de revisar los artículos de su autoría en relación con las críticas a nuestros “hermanos ideológicos” hechas en estas páginas (Observatorio Crítico).] ¿Acaso me ha medido con su vara? Sugiero mirar todo desde otro ángulo. Precisamente, la fuerza de la izquierda está en debatir sus diferencias en público sin miedo a errar y rectificar. ¡Quién dijo que le hacemos el juego al enemigo al debatir las diferencias en público! Cuando recién se había alfabetizado este pueblo, abrirá el Che Guevara un debate sobre la vigencia de la ley del valor en la transición al socialismo, entre otras cosas, porque hacer la revolución no es tarea de elegidos sino drama de multitudes. Nada en los salones sino en las calles. Porque a todos compete hacer la sociedad. Continue reading