HOY LUNES 15: Café Teatro IRREVERENTE, entrada LIBRE desde las 6pm

5º Café Teatro irreverente: lunes 15 de abril, 6pm

Intentamos un espacio divertido, refrescante y activista donde comprometernos con la crítica, la tolerancia y la convivencia en diversidad.

Convocatoria PERMANENTE de propuestas escénicas, plásticas, musicales, experimentales, etc. para colaborar con el espacio.

Pepito’s Bar- Barbarán – Avda. 26 y Zoológico – Nuevo Vedado- La entrada es libre.

Se agradece difusión… (es un café teatro donde no hay café… qué se le va a hacer, pero se puede llevar de casa un termito, merienda, maní… y hay quien lleva hasta el croché… )

irreverencia producciones (53-7) 8355027 eva@cubarte.cult.cu

Café Teatro IRREVERENTE: entrada LIBRE lunes 25 de marzo, 6pm

4º Café Teatro irreverente: lunes 25 de marzo, 6pm. – entrada libre.

Intentamos un espacio divertido, refrescante y activista donde comprometernos con la crítica, el respeto y la convivencia en diversidad.

Convocatoria PERMANENTE de propuestas escénicas, plásticas, musicales, experimentales, etc. para colaborar con el espacio.

Pepito’s Bar- Barbarán – Avda. 26 y Zoológico – Nuevo Vedado. La entrada es libre.

(Es un café teatro donde no hay café… qué se le va a hacer, pero se puede llevar de casa un termito, merienda, maní… y hay quien lleva hasta el croché… )

Se agradece difusión…

irreverencia producciones (53-7) 8355027 eva@cubarte.cult.cu

Crítica ácrata a propósito de ‘Cuatro menos’ (I)

Por Ramón García Guerra

I

La obra de teatro “Cuatro menos” de Amado del Pino está siendo un éxito de público que repleta la sala Tito Junco del Centro Cultural Bertolt Brecht cada fin de semana. ¡Público culto y sensible que ha aplaudido de pie hasta estallarles las manos! La crítica cultural de Amelia Duarte en Granma (16/09/11), sin embargo, califica de “menos cuatro” el trabajo de dirección y actoral de esta signifi-cativa puesta en escena.

Duarte nos dice:

“Entonces resulta desafortunado que, en esta puesta de Vi-Tal Teatro, dirigida por Alejandro Palo-mino, fallen algunos resortes interpretativos. El director concibe el escenario en dos niveles parale-los, de atmósferas ordinarias, que simulan la sala de dos modestas casas. Es este un espectáculo lineal donde no se elude la coordinación lógica de la acción, por el contrario, el hilo conductor se encuentra enlazado al fenómeno causa-efecto. Es todo muy concreto y es en el debate, el testimonio, el dolor donde debería sustentarse la vitalidad de la obra. No sucede así”.

Y no se detiene en lo dicho.

Critica la fallida “expresividad dramática” de los actores. (Celebrando la actuación de Néstor Jimé-nez, como la excepción.) Parece hacer tabula rasa del trabajo de actuación que hacen otros artis-tas. Sería el caso de la joven actriz que, justo al pie de la escalerilla del avión y con voz de ángel, canta una canción de amor. La estética que estremece al público, precisamente, surge de este tercer espacio (Homi K. Bhabha) que significa el bolero. Desde la cúspide la actriz se enfrenta a un escenario que a ambos lados es seguido por el público. Entonces le cantará al Ausente:

—“Pensamiento, dile a fragancia”…

Siguiendo el juego escénico (casi perfecto) –en donde el diálogo de los actores es seguido por el diseño de luces–, llegó un momento de clímax.

Entonces supe que estaba ante algo original.

Precisamente, sería en las formas artísticas de “Cuatro menos” en dónde se hallaría lo mejor.

Quizá esto logre explicar mi actitud de perplejidad ante el artículo de Amelia Duarte. Una lectura del texto de Amado del Pino, –sin duda, excelente– dejará la relación arte-sociedad un tanto a oscuras. La labor de dirección y actoral, en tal sentido, otorga un valor dramático a la obra que resulta inédito. Sin esta labor de dirección y actuación la obra es otra cosa.
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Presentarán libro EL CONSUMO CULTURAL Y SUS PRÁCTICAS EN CUBA

El ICIC Juan Marinello se complace en invitarle a la presentación del libro EL CONSUMO CULTURAL Y SUS PRÁCTICAS EN CUBA, de los autores Cecilia Linares, Pedro Emilio Moras, Yisel Rivero y Yosleidy Mendoza que tendrá lugar en su sede el lunes 19 de septiembre de 2011 a las 2:00 pm.
Durante las dos últimas décadas, el Instituto Juan Marinello ha desarrollado estudios sobre procesos de participación social en el ámbito de la cultura, y en particular acerca del consumo cultural de la población cubana. A una primera encuesta nacional (1998) y tres estudios de caso provinciales (La Habana, Villa Clara y Holguín), se ha sumado recientemente la culminación de la segunda Encuesta Nacional sobre Prácticas de Consumo Cultural, realizada conjuntamente con el Centro de Estudios de Población y Desarrollo (CEPDE) de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) entre 2008 y 2009. El libro presenta los resultados de una Encuesta Nacional que reseña los principales comportamientos culturales de la población cubana actual, dando continuidad a la línea de publicaciones de estos autores, acreedores del Premio Nacional de la Crítica 2009, en temas de Participación y Consumo Cultural.
INSTITUTO CUBANO DE INVESTIGACIÓN CULTURAL JUAN MARINELLO: Boyeros #63 e/ Bruzón y Lugareño, Plaza de la Revolución. Teléfonos: 861-9466, 861-9479 ext. 110. Email: comunicacion @ icic.cult.cu

De amores y burocracias

Por Amrit

Desde hace unos días, paso y repaso las páginas del libro “Isla y otros poemas.” compilación de textos del poeta y luchador revolucionario Rolando Escardó, quién falleció con sólo 36 años en un accidente automovilístico. Leyendo sus versos, signados por una profunda angustia existencial, no puedo evitar una asociación que parecerá extraña. Recuerdo a una mujer que conocí hace muchos años, a través de mi primer novio. Ella conservaba como un manual sagrado un estropeado ejemplar de este autor, “Rolando Escardó, me decía, poeta y espeleólogo, fue el amor de mi vida”.

Realmente era la abuela de mi novio, pero lo había criado desde la cuna, así que en la práctica era mi suegra. Y sí que cumplió con el canon de la suegra terrible por celosa y posesiva, pero esto no me impidió ver en ella a una mujer excepcional, marcada con una tácita tristeza. Con anécdotas que me hizo y las que escuché de quienes la conocieron en su juventud, pude construir un esbozo mental de aquello que fue “un pasado glorioso.” Era vedette, y aunque nunca tuvo buena voz, según sus propias palabras, tenía una gracia y carisma que la hacían favorita del público y los empresarios. Se decoloraba el cabello imitando a su ideal, Marilyn Monroe, “yo paraba el tráfico”, decía con orgullo, y dibujaba en el aire las voluptuosas curvas que habían desaparecido con la edad, las desazones de la miseria y los suplicios de la esquizofrenia. “Nunca recojas nada del suelo”, me aconsejaba y se lavaba las manos ya ásperas y blancuzcas por el excesivo roce del jabón. Una tía de mi ex pareja me contaba de ella: “Chela no está loca por gusto, a ella la acabó este sistema. Si hubieras visto cómo vivía, siempre hospedada en hoteles, con un lujo increíble. Usaba vestidos largos, pamelas, guantes hasta el codo…”

DE AMORES

Un millonario norteamericano que vio su foto en una revista, viajó a Cuba estrictamente para conocerla. Seducida por este acto novelesco, ella accedió al compromiso. Fijada la boda y cuando sólo faltaba reunirse con él en el Palacio de los Matrimonios, el verdadero príncipe azul, el poeta Rolando Escardó, apareció, como aparecen los héroes de la vida real, sin nada que ofrecerle, como dice él mismo en un poema:

…mi tesoro es una perra
y unas piedras,
y no tengo sino el hueso
pegado a la costilla superior
del alma,
la bicicleta.

Y ella lo aceptó, dejándolo todo.

DE BUROCRACIAS

Nunca percibí amargura en su voz cuando hablaba de esta fuga o de cómo se disolvió esa aventura que se repitió, más de una vez, a lo largo de su vida. Nunca revaluaba esos recuerdos con una perspectiva práctica, con un matiz de pesar. La muerte real de su espíritu ocurrió cuando le truncaron su vocación. Y fue un golpe peor que los reveses del amor, la incertidumbre económica o la violencia de los psicofármacos.

Después del triunfo de la revolución, la naciente sociedad se impuso reestructurar las diferentes empresas, y Chela supo que para ocupar una plaza de “cantante.” debía pasar una prueba ante un jurado que le daría su evaluación.

Conociendo los límites de su voz, jamás reunió el valor suficiente para presentarse. Y sus juegos en escena como la falsa mulata del teatro bufo, los bailes y las risas, los vítores y las flores quedaron en las fotos, en las gavetas, bajo la amenaza del churre y la polilla. Bajo el peligro de la subjetividad y la ingratitud de la historia.

Lo único que tengo de ella es el recuerdo de una de esas imágenes sepia que ella atesoraba, sonriendo a la cámara con el candor de la época, radiante con su cabello platino y un cuerpo escultural.

No sé si todavía vive, porque su nieto se la llevó a Miami hace muchos años y perdí su rastro. Pero hoy, leyendo a su poeta, se me antojó encontrarla en algunos versos, y aunque es una construcción más, me concedo el derecho a imaginar que ella inspiró estos versos:

Estás en mí y aunque no lo adivines,
yo estoy también en ti con mi gesto callado;
a veces el silencio se bebe siendo amargo,
y a veces en un sueño, puedo hablarte… y te hablo,
y muchas veces, siempre… puedo decir que te amo

Tomado de Havana Times