Cuba con los males del tercer y primer mundo

Por Verónica Vega

HAVANA TIMES — Viendo la ola de negocios cuentapropistas en la Habana, me ha llamado la atención el auge de Salas de videojuegos.

Con llamativos carteles y flayers distribuidos por la ciudad, atraen a los niños que corren a gastar su vista en las fulgurantes pantallas… y el dinero de sus padres.

Algunos buscan empleos lucrativos (por la izquierda), pequeños intercambios o ventas para poder autocostearse el caro entretenimiento.

Y me surgieron preguntas como qué haremos con estos índices de adicción y si en Cuba hay especialistas y recursos para “desintoxicar” a los afectados, remedando a los caros centros de este tipo que ya se ven en países del primer mundo.

Clínicas donde, lentamente, se desapega al paciente de su dependencia por el universo virtual y se le reactiva la conexión consciente con la naturaleza, las posibilidades del cuerpo físico y el mundo real.

Jamás he visto un spot televisivo anunciando una línea de ayuda para estos casos. Deduzco que nos llevará años aceptar que tenemos un problema como este, más años tomarlo en serio y otros tantos conciliar ciencia, política y burocracia en función de ofrecer soluciones concretas.

Como el tema me toca muy de cerca, hace tiempo me inquietan los niveles de violencia que desde ataris, Xbox y computadoras, destilan en un vértigo hipnótico estos emuladores de la existencia. Entrevisté a varias personas y encontré opiniones muy diversas:

– Yo creo que los juegos son juegos, simplemente. Lo que hace que las cosas sean malas o buenas son quienes las usan. (Orlando, programador de software) Continue reading

Transgresoras, profanadoras, vanguardistas

Desde el 2000, al menos, hay mujeres Iyaonifa en Cuba. Un tema que puso en pie de guerra al Templo Ifá Iranlówo, de Los Sitios, y la Sociedad Cultural Yoruba, de La Habana Vieja.
La noticia circuló en su momento de boca en boca en las calles habaneras y en las Casas de Santo. Ya la cosa cambió un poco, pero aún hay quienes refunfuñan, al igual como ocurre si de los derechos de las mujeres o de machismos se habla, porque tanto en la sociedad en su conjunto, o en las parcelas ocupadas por religiones, la mujer siempre ha sido preterida, minimizada y maltratada, en muchos casos; por eso es de enconada la lucha, se hacen congresos, reuniones, conciertos y leyes, el mundo va cambiando, gracias a la vida.
Este trabajo pudiera servir como reverencia para esa parte de la humanidad que le dice no al maltrato y a la violencia contra la mujer.

Por Elsie Carbó

Mujer Cubana - Por Isbel Díaz Torres

Mujer Cubana – Foto Isbel Díaz Torres

Nidia Águila de León es una mujer cubana que fue consagrada como sacerdotisa de Ifá en la religión Yoruba, o sea, Iyaonifa, que es como homologarlas al mismo rango de aquellos hombres que han recibido la investidura de babalawos o sacerdotes, un hecho que ha puesto sobre el tapete la remota polémica sobre si las mujeres pueden o no aspirar a esta condición, sin ser repudiadas y hasta señaladas como profanadoras de los mandamientos de esa religión.

Pero ¿quién puede ser esta mujer que supuestamente ha roto un dogma fundamental de la Regla cubana de Ocha, sin importarle el correspondiente castigo físico y espiritual que advierte el Consejo de Sacerdotes Mayores de Ifá?, ¿Por qué llegó hasta esta consagración y cómo se desenvuelve en su entorno familiar, social y devoto? Eso es, en definitiva, por humano y legítimo, lo más importante dentro del conflicto, sobre todo hoy en día cuando se desarrolla la batalla por la plena independencia y los derechos de la mujer.

Quizás Nidia Águila de León nunca imaginó la repercusión que su audacia suscitaría en muchas juntas de babalawos, y en líderes religiosos que no solo se circunscriben a Cuba, según dan fe ciertos documentos, tal y como le ocurriría en el pasado, a una Flora Tristán y otras tantas mujeres, que a lo largo de estos siglos se han erigido en luchadoras por la igualdad de la mujer, pero eso no importa tanto, lo fundamental es que Nidia está convencida de que con su acto no ofende a nadie, y continuará fiel a aquellas remotas tradiciones que los seguidores de los lukumises trajeron a esta parte del mundo, a pesar de los inconvenientes y reprobaciones que encarará por ser transgresora en una época liderada por hombres.

Sin intención de hablar de las razones que puedan tener las partes en pugna en sus alegatos y demandas, me inclino a pensar que eso de excluir a las mujeres fue a posteriori si vamos a lo que hay de proverbios y apostrofes en poemas como el Odú de Ifá, Otura-Iroso donde vemos que dice …Él fue avisado que las puertas de la casa de Orúnmila están abiertas para sus hijos e hijas y ninguno está impedido de cruzar el umbral…). Continue reading

Una preocupación permanente

Recientemente, mientras toda Cuba se moviliza para ayudar a las víctimas del huracán Sandy, hemos recibido informaciones que -de resultar ciertas- aluden a muy preocupantes casos de brutalidad policial y detenciones que pueden ser calificadas de arbitrarias.

En el marco en que nos desenvolvemos, existe un cuerpo de conquistas y garantías que son el fruto de luchas y labores de muchas personas trabajadoras, obrer e intelectuales. Aspiramos a alcanzar, por la vía del mejoramiento y profundización de las libertades y oportunidades para la iniciativa y la solidaridad, un futuro más pleno y satisfactorio para todas las personas. Muchas de estas conquistas han sido plasmadas en códigos legales de distintos tipos. La violación de estos requisitos, aún cuando se realice entre o contra sujetos que son nuestros antagonistas en ideas y proyectos políticos, es también una amenaza a nuestra propia libertad y nuestras propias posibilidades de trabajar por las convicciones que sostenemos.

Como hemos argumentado en diversos foros, para alcanzar la liberación social no pueden esgrimirse medios totalitarios, que lo que hacen es alejarnos a tod del horizonte anhelado. No podemos obrar realmente en ejercicio de nuestros derechos y libertades, si las otras opciones posibles, son penalizadas y reprimidas con instrumentos policiales y para-policiales. Todo cuerpo de leyes justo tiene que incluir obligatoriamente los mecanismos para que las personas insatisfechas promuevan sus modificaciones, dentro de las preferencias individuales de cada cual, siempre que no incluyan criterios de odio o discriminación. Por esas razones se deben observar y criticar, permanentemente, las desviaciones de estos principios por las fuerzas detentoras de poder, y denunciar sus abusos contra cualquier otra persona.

En todo caso, debe tratarse a tod con el mismo rasero con que a un@ le gustaría ser tratad@. Si se ejecutan detenciones arbitrarias, o si los derechos de l detenid no son debidamente respetados por fuerzas que rehúsen el cumplimiento de la legalidad -mediante la debida identificación, el aseguramiento de la comunicación con allegad, la protección de su integridad física y sicológica, la comunicación de las razones de la detención y el pronto juicio con las debidas garantías para la persona acusada-, entonces estas acciones son merecedoras del repudio de todas las gentes honestas. Si en las condiciones extremas de la guerra civil cubana contra el dictador Batista, el Ejército Rebelde hizo ostentación del respeto a los prisioneros del ejército enemigo, no nos cabe en la cabeza que, en tiempos de paz y consolidados en el poder, aquellos que invocan la Revolución Cubana como fuente de su legitimidad y mandato puedan asumir otra actitud que no sea la más total consecuencia con los principios humanitarios.

Cualquier brutalidad policial es absolutamente inaceptable por principio, y debe ser condenada, con independencia de las actitudes de sus víctimas. Igualmente, son inaceptables las detenciones arbitrarias y la criminalización de la protesta. L autor materiales e intelectuales de tales actos no sólo traicionan la memoria de mártires, héroes y heroínas de la nación cubana. Objetivamente, también son cómplices de la propaganda reaccionaria y colaboracionistas en activo del bloqueo imperialista contra Cuba, el cual acaba de ser condenado casi unánimemente en la ONU.

Periódicamente se extienden denuncias a partir de la detención, por parte de las autoridades, de integrantes de grupos opuestos a su predominio. Estas denuncias incluyen acusaciones acerca de presuntas violaciones de los principios anteriormente expuestos. El gobierno, por su parte, acusa a estas personas de mantener vínculos negativos con la Oficina de Intereses de los EEUU (lo que se generaliza, pues tales relaciones solo se verifican en algunas personas y grupos).

La brutalidad policial y las detenciones arbitrarias en nuestro medio no deben ser tomadas a la ligera. Con demasiada frecuencia se aprecia que grupos considerados marginales, como afrodescendientes, rastafaris, abakuás, rocker, trabajador sexuales, personas LGBT, vendedor del sector informal menos favorecido, migrantes de provincias orientales, y otras, sufren por la aplicación de burdos y atávicos prejuicios por parte de las fuerzas policiales. A diferencia de los casos políticos, estas situaciones no despiertan sino una mínima repercusión, solamente en el estrecho marco de dolientes directamente afectadados y sin ecos en la esfera mediática. La situación de desventaja de estas personas, inocentes de todo pecado que no sea el de vivir con el color de su piel, o ejercer en condiciones difíciles el derecho de manifestar sentimientos y personalidades propias, constituye un poderoso motivo de movilización y emociones para toda la gente honesta capaz de ofrecer su solidaridad con el inocente.

Tan condenables hechos no solo no aportan en nada a la causa anticapitalista o a la justicia social, sino que las perjudican y, si no dejan de ocurrir, demostrarían una gravísima falta de compromiso de las autoridades cubanas con los principios de justicia y libertad para tod que se precian de enarbolar. La actitud consecuente de las personas partidarias de la plena emancipación humana implicará entonces la condena a tales situaciones, la solidaridad con las personas afectadas y la demanda de que la justicia sea aplicada a l responsables de tales violaciones, que amenazan los fines por los que luchamos: los de una sociedad libre de toda forma de dominación, exclusión y explotación.

Dmitri Prieto Samsónov
Rogelio Díaz Moreno
Ovidio DAngelo Hernández
Isbel Díaz Torres
Jimmy Roque Martínez
Armando Chaguaceda Noriega
Karel Negrete Vázquez
Yasmín S. Portales Machado
Luis Rondón Paz
Mario Castillo Santana
Julio Tang Zambrana
Ramón García Guerra

Una meta, dos abismos y un camino

Por Ariel Hidalgo

El Mundo y la época actuales en que nos encontramos los cubanos

El derrumbe del campo socialista de Europa se interpretó en casi todas partes, pero sobre todo en Occidente, como el triunfo del capitalismo sobre el socialismo. Nada más lejos de la realidad, no sólo porque lo que se derrumbaba nada o muy poco tenía que ver con socialismo, sino porque lo que estaba sucediendo era el principio del fin de casi todas las estructuras sociales e instituciones tradicionales del mundo. Tanto los complejos estado-bélico-industriales controlados por grandes bancos internacionales como el modelo de Estado centralizado regido por dictaduras de partido que absorben a toda la sociedad civil, son las dos caras del sistema monopolista de Estado a que condujo el largo proceso de centralización de capitales de la sociedad industrial, marcado por el gigantismo de las grandes fábricas que determinó las estructuras piramidales monopólicas. Esta sociedad industrial, a su vez, es el último período de una civilización humana despiadada y cruel nacida hace más de ocho mil años con un paradigma civilizatorio patriarcal de violencia, muerte, desigualdad y despojo. Estos “civilizados” organizaron estructuras represivas que devinieron en los actuales Estados y organizaron sociedades basadas en la desigualdad de clases y la explotación de unos seres humanos por otros.

La sociedad industrial, basada en el trabajo asalariado, se encuentra hoy en proceso de descomposición por nuevas tecnologías que atentan contra las estructuras de sus dos modelos. Esa tendencia tecnológica hacia el gigantismo en que se fundamentaba el proceso de centralización ha cambiado radicalmente en un giro de 180 grados hacia el pequeñismo y la descentralización cuando en los años 70 del siglo XX se descubrieran los circuitos integrados que permitieron las computadoras personales y una nueva tecnología de la información para hacer posible que cualquier persona pudiera establecer, sólo con un procesador, su propia empresa y que la capacitación de los trabajadores convirtiera al capital humano en el factor más importante del proceso productivo. Las nuevas tecnologías son ya incompatibles con las viejas estructuras que empezaron a derrumbarse en 1989. Por mucho que se teorice en la indagación de las causas de la caída del llamado “socialismo real” de Europa del Este, en el trasfondo siempre estará la raíz madre de todas las causas: una nueva tecnología. Tras el derrumbe del ala más débil de la sociedad industrial comenzó a resquebrajarse la otra ala con una sucesión de crisis regionales que desembocaron en la gran recesión del 2008. La sociedad industrial está en proceso de descomposición y está comenzando otra nueva: la informática. Y aunque los grandes poderes que han regido la industrial siguen pie, están destinados irremediablemente a derrumbarse, y con ellos, toda la civilización patriarcal.

¿Por qué termina también la milenaria civilización patriarcal? Marx había llamado fuerzas productivas al conjunto de factores necesarios para la producción de bienes materiales y había dado a su desarrollo una importancia vital en su doctrina social, pero no se percató de que esos factores poseían dos efectos paralelos antagónicos y que con el desarrollo de fuerzas productivas se desarrollaban también otras fuerzas: las destructivas. Esas fuerzas destructivas habían jugado un papel fundamental en la desaparición de una civilización precedente matriarcal sin clases sociales, basada en un paradigma de paz y amor (1), y había generado la actual civilización patriarcal basada en un paradigma de violencia y despojo. Actualmente esas fuerzas están poniendo en peligro no sólo a esta civilización sino incluso a la vida misma del género humano, porque el peligro no sólo se manifiesta en la tecnología expresamente creada con el fin de provocar muerte y destrucción, sino en aquellas destinadas a la producción de bienes que tienen como efecto paralelo la destrucción del medio ambiente. Continue reading