Cónsul de la SINA visita Órgano Oficial del PCC y dice: “No change, sorry!”

Tras la actualización de la política migratoria cubana, funcionarios estadounidenses aseguran que sus regulaciones no han cambiado

Timothy Roche, Cónsul General de la SINA (foto: Granma)

Por Sergio Alejandro Gómez y Dalia González Delgado

La SINA informa sobre trámites consulares para viajar a Estados Unidos

La Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA) solicitó recientemente una entrevista a Granma con el interés de abordar los requerimientos y regulaciones para la obtención de visas estadounidenses tras la actualización de la política migratoria cubana. El encuentro se llevó a cabo en la sede principal de nuestro periódico y asistieron el Cónsul General, Timothy Roche, la jefa de la Oficina de Prensa y Cultura, Lynn Roche, y Patricia Bermúdez, funcionaria del Departamento de Información de Visas.

El Cónsul General afirmó que su gobierno "acoge positivamente" los cambios realizados a la Ley Migratoria. Sin embargo, aclaró que "por parte de Estados Unidos, las regulaciones migratorias no han cambiado en ningún aspecto y los requisitos para conseguir una visa temporal o de inmigrante son los mismos".

Así, explicó que para viajar hacia ese país todavía es necesario solicitar un permiso y que este sea aprobado por un funcionario consular en una entrevista. Roche subrayó que resulta imprescindible el estricto cumplimiento de todos los pasos establecidos para la obtención del visado(*).

Actualmente —añadió—, el tiempo de espera para obtener un turno de entrevista en la SINA es de 18 meses. Mientras, el periodo para procesar esos documentos desde que se realiza la entrevista hasta que se emite es variable. Para los solicitantes de visas de no-inmigrante es de 2 a 3 días, aunque en algunos casos se necesita un proceso administrativo mayor que puede tardar hasta 90 días.

Por otra parte, los solicitantes de visa de inmigrante tienen que esperar aproximadamente 30 días, una vez que son entrevistados, para recoger sus documentos de viaje, pero algunos casos particulares demoran hasta 120 días o más.

"En el caso de visas de turistas, nuestra ley es bien exigente y hay que mostrar que (la persona que va a viajar) tiene lazos fuertes en Cuba, que no se va a quedar en Estados Unidos para trabajar", enfatizó el Cónsul.

Sus legislaciones requieren que "los funcionarios consulares asuman que todos los solicitantes de visas temporales son posibles inmigrantes", comentó.

El Cónsul General reconoció que es "bien difícil" para un joven obtener los permisos necesarios para este tipo de viajes.

"Muchos van buscando oportunidades económicas fuera del país", mientras "los jubilados mayores de edad tienen los lazos más fuertes aquí, y generalmente regresan a su país".

Sin embargo, las cifras publicadas por el Gobierno cubano demuestran lo contrario: la mayoría de las personas que viajan regresan al país. Desde el año 2000 hasta el 31 de agosto del 2012, viajaron al exterior por asuntos particulares 941 953 cubanos, de los cuales no retornó apenas el 12,8 %, un total de 120 705 personas.

De acuerdo con las cifras aportadas por los funcionarios estadounidenses, entre octubre del 2011 y el 30 de septiembre del 2012, la SINA otorgó alrededor de 10 mil visas temporales. Roche no descartó que el número de permisos crezca durante el próximo año fiscal como resultado del aumento de solicitudes en el nuevo contexto de la política migratoria cubana.

"En el caso de inmigrantes o definitivos —dijo—, las razones para negar la visa pueden ser varias: por ejemplo, la falta de recursos económicos de su familia en Estados Unidos. Vemos también muchos casos de matrimonios y divorcios con fines migratorios o puede ser también por motivos de salud pública o de seguridad nacional".

Cuando se le deniega el permiso a una persona —precisó—, la decisión es inapelable aunque no tiene carácter permanente. En este sentido, recomendó "esperar que haya transcurrido al menos un año a partir de la fecha de la última denegación para volver a solicitar una visa de no-inmigrante".

Cuestionado sobre si todos estos procedimientos eran los mismos para el resto de las naciones del mundo, Roche explicó que algunos países desarrollados ni siquiera necesitan visa, como los de la Unión Europea, Canadá o Japón. Pero, "en un país muy pobre, en África, o algunos menos desarrollados de América Latina, lamentablemente la tasa de negación es más alta".

Sin embargo, el Cónsul General no tuvo comentarios sobre por qué, a diferencia del resto de los ciudadanos del orbe, los cubanos son admitidos sin necesidad de visado cuando logran llegar por cualquier vía al territorio estadounidense, como resultado de la política de "pies secos-pies mojados" y la Ley de Ajuste Cubano; mientras, otros inmigrantes, muchos de ellos latinoamericanos, son perseguidos y expulsados de ese país.

De la misma manera, cuando se mencionó el Programa Bajo Palabra de Profesionales Cubanos de la Medicina, vigente desde el 2006, el cual promueve la deserción de los colaboradores cubanos en terceros países, en un sofisticado sistema de robo de talento que no solo afecta a Cuba, sino a las naciones donde ellos trabajan, Roche respondió: "No tengo información sobre ese programa, porque no lo manejamos aquí en La Habana".

El Cónsul General insistió en que la intención de Estados Unidos es "promover las visitas legales y la migración legal, ordenada y segura", pero evitó opinar sobre la política migratoria de su gobierno hacia Cuba, la cual ha provocado dolorosas pérdidas de vidas humanas y cuyo único fin es promover la subversión y la desestabilización del país, justificar la propaganda anticubana y tergiversar nuestra realidad.

"No tenemos comentarios sobre esos aspectos", concluyó.

Antes de finalizar la entrevista, los funcionarios de la SINA alertaron a los ciudadanos cubanos y sus familiares en Estados Unidos sobre la existencia en ese país de empresas fraudulentas que ofrecen citas y garantías de visas, ante lo cual recalcaron que la manera para obtener esos permisos es a través de los pasos establecidos por la Sección de Intereses en La Habana.

(*) Por su importancia para los interesados, Granma reproduce a continuación los principales pasos para la solicitud de una visa estadounidense:

Solicitud de visas para turismo o visitas temporales

1. Llenar la solicitud, disponible en la página web http://havana.usint.gov Es importante completar la planilla y enviarla, pues si no se hace correctamente antes del día de la entrevista, no se le puede entrevistar y la persona perderá su turno.

2. El segundo paso es que su contacto en Estados Unidos llame al 1-866-374-1769, al Centro de llamadas, para programar la cita.

3. Asistir a la cita con el pasaporte vigente, una foto de 50×50 mm, 160 CUC, y la hoja de confirmación de la solicitud de la visa. Es recomendable llegar 30 minutos antes de la hora prevista para la entrevista, y no están permitidos los objetos electrónicos ni los acompañantes, excepto cuando se trate de un discapacitado o un menor de edad.

Solicitud de visas para emigrar

Si quiere vivir en Estados Unidos se necesita tener un familiar ciudadano americano o residente permanente en ese país. Ellos tienen que llenar una planilla de petición de visa de inmigrante con el Servicio de Inmigración y Ciudadanía. Los ciudadanos americanos pueden presentar una reclamación de reunificación familiar a favor de su cónyuge, padres, hermanos e hijos (ya sean solteros o casados). Para los residentes permanentes en Estados Unidos existe la posibilidad de hacer la reclamación a favor de su cónyuge y sus hijos solteros.

Fuente: SINA; publicado en Granma.

Cuba con los males del tercer y primer mundo

Por Verónica Vega

HAVANA TIMES — Viendo la ola de negocios cuentapropistas en la Habana, me ha llamado la atención el auge de Salas de videojuegos.

Con llamativos carteles y flayers distribuidos por la ciudad, atraen a los niños que corren a gastar su vista en las fulgurantes pantallas… y el dinero de sus padres.

Algunos buscan empleos lucrativos (por la izquierda), pequeños intercambios o ventas para poder autocostearse el caro entretenimiento.

Y me surgieron preguntas como qué haremos con estos índices de adicción y si en Cuba hay especialistas y recursos para “desintoxicar” a los afectados, remedando a los caros centros de este tipo que ya se ven en países del primer mundo.

Clínicas donde, lentamente, se desapega al paciente de su dependencia por el universo virtual y se le reactiva la conexión consciente con la naturaleza, las posibilidades del cuerpo físico y el mundo real.

Jamás he visto un spot televisivo anunciando una línea de ayuda para estos casos. Deduzco que nos llevará años aceptar que tenemos un problema como este, más años tomarlo en serio y otros tantos conciliar ciencia, política y burocracia en función de ofrecer soluciones concretas.

Como el tema me toca muy de cerca, hace tiempo me inquietan los niveles de violencia que desde ataris, Xbox y computadoras, destilan en un vértigo hipnótico estos emuladores de la existencia. Entrevisté a varias personas y encontré opiniones muy diversas:

– Yo creo que los juegos son juegos, simplemente. Lo que hace que las cosas sean malas o buenas son quienes las usan. (Orlando, programador de software) Continue reading

Respuesta a Arturo López-Levy

Por Isbel Díaz Torres

Arturo, me parece evidente que Ud. no comprendió mi artículo, que está más relacionado con la poesía que con todo su interesante y valioso análisis, que comparto en buena medida. Digo esto porque desde que leí una de sus primeras líneas en Muertos que gozan de buena salud: “La experiencia que describe me es familiar y he tenido grandes amigos que no lo han sido más” veo que estamos hablando de experiencias distintas. Yo hablo de amigos que han seguido siendo amigos, y que nos hemos seguido amando, y entre los que no hay absolutamente ningún resquemor.

Ud. habla de “la muerte de la amistad” y dice que yo pre-establezco una generalización. En mi criterio, el tono del texto, lo profundamente íntimo del mismo, sería suficiente para comprender que no se trata de un análisis sociológico ni antropológico (imagino que esos términos estén bien usados aquí, pues soy un simple biólogo), sino de ese recurso poético donde lo personal se convierte en verdad universal. Yo no hablo de la muerte de la amistad, sino de la muerte del amigo. Parece sutil la diferencia, pues veo que no lo ha captado y el equívoco ha desencadenado un texto tan extenso de parte suya.

Es un texto muy corto el mío, que no pretende abarcar el dilema de la migración humana, sino plasmar el dolor por mi gran amigo recién fallecido, muy joven, de un infarto, en Miami. Continue reading

Cuando un amigo se va

Por Isbel Díaz Torres

Jorge Diego e Isbel Díaz Torres, poco antes de que el primero saliera de Cuba

Jorge Diego e Isbel Díaz Torres, poco antes de que el primero saliera de Cuba

En Cuba, cuando un amigo se va, es como si hubiera muerto. Aquello que una vez se construyó en una parada de guagua, en un aula de clases, cae de golpe en el pasado, y nada más crece a partir del momento de su salida.

No importa ya que las nuevas tecnologías nos permitan saber de sus paseos en trineo en alguna montaña canadiense, o de sus álgidas jornadas laborales llevando tres empleos a la vez al sur de España. Lo único cierto es que muere.

Quienes logran regresar a la isla, al cabo de los años, verifican el deceso más fácilmente aún. Se descubre en esos raudos instantes (casi nunca hay tiempo para más) cómo las anclas se fueron zafando una a una.

Los de adentro parecemos ante los ojos del recién llegado pobres monos enjaulados, atados por permisos, pasaportes, visas, inaccesibles para nuestros bolsillos, y perdiéndonos la juerga universal del consumo.

Los que llegan de fuera, por su parte, se nos aparecen con la mirada distraída, con la cabeza llena de pensamientos extranjeros, haciendo cálculos de presupuestos a ver si es posible dar regalitos a todos, o hacer una fiesta que nunca es como las de antes.

Como les digo. Se mueren. Y nosotros también morimos ante su mirada que ya no nos entiende.

Todos los mejores amigos de mi vida se han ido. Al parecer no he tenido buena suerte, a pesar de que ahora tengo también amigos maravillosos. Pero no son aquellos del pre o la universidad, a quienes les contabas tu primer amor, tu miedo a ser descubierto, tus ingenuos planes para el futuro luminoso que nos esperaba.

Ayer supe que uno de ellos murió de un infarto, sin haber pasado los treinta añitos de vida aún. A pesar de que conoció el amor y logró ver un poco el mundo (algo que la mayoría de las personas no consiguen), he pensado en su soledad, en su búsqueda desesperada, en su desamparo.

Pero vuelvo acá y comprendo: había muerto antes, junto con los demás. Lo más triste es que, a pesar de la muerte, uno sigue amándolos, y esperando algo que no se sabe bien qué cosa es.

Publicado en Havana Times

Las parejas en Cuba “deben ser…”

Por Isbel Díaz Torres

HAVANA TIMES — ¡Horror! ¡Han adulterado, con un bolígrafo homofóbico, las orientaciones a los enumeradores del Censo 2012! Uno de los párrafos que define quiénes serán considerados cónyuges para la investigación ha sido burdamente tachado.

La información fue denunciada por el periodista Maykel González Vivero, en su blog personal El Nictálope, el pasado miércoles 5 de septiembre, y llegó a mi buzón gracias a ese gran hermano y periodista que es Francisco Rodríguez Cruz (Paquito el de Cuba).

Corrí a buscar la publicación, y en efecto, era como decía Maykel.

La oración en cuestión se encuentra en la página 47 del manual “Instrucciones para el uso del enumerador”. Con tinta azul la frase “En este caso se admiten parejas del mismo sexo, siempre que sean convivientes del mismo hogar censal” fue tachada; y pegadita a ella alguien escribió a mano: “LAS PAREJAS DEBEN SER DE SEXO DIFERENTE”.

Por supuesto, esto no se trata de una iniciativa personal de un individuo homofóbico. Maykel nos cuenta que el mismísimo director del censo en Sagua la Grande (al centro de la isla), Ovidio Bermúdez Acosta, le mostró la información oficial.

La Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) envió un texto titulado “Precisiones metodológicas y fe de erratas”, en cuya penúltima página se ordena tachar la oración y sustituirla por la frase discriminatoria manuscrita.

Así ha sucedido, hasta donde sé, en Villa Clara, en Matanzas, y en La Habana; a partir de lo cual parece bastante obvio que se trata de una directiva nacional.

Jimmy e Isbel con Isabela

De tal modo, un documento elaborado por los especialistas de la ONEI es posteriormente modificado. ¿A quién habrá molestado la inclusión de las parejas homoafectivas? ¿Quién habrá decidido ocultar una realidad de esta isla a quienes buscan conocerla?

¿Cómo será posible establecer políticas hacia la restauración de derechos ilegítimamente quitados, si cuando se da la ocasión, un entusiasta “censor” decide cómo deben ser las parejas en este país?

Por una parte, este proceder viola directamente los recientes Lineamientos del Partido Comunista, pero para alguien como yo, que no milito en esas filas, lo más importante es que se violan los derechos de gran cantidad de gente que vive en este país.

Nos invisibilizan. Nos borran del mapa. Pretenden que estamos solos, que no somos capaces de conformar familias. No contamos como dúos de amor. No somos como “deben ser” las parejas.

Lo cierto es que no podrán invisibilizarnos. Ya estamos desarrollando estrategias para que nos cuenten, aunque no les guste.

Activistas de la isla haremos llegar esta información a las personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales que conocemos; y les pediremos que se declaren en unión consensual en los casos que corresponda.

Si el numerador ignorara o modificara nuestras respuestas (como al parecer está previsto), podemos negarnos a finalizar de responder el cuestionario. Nadie va a venir a decirnos cómo “deben ser” las parejas cubanas.

Publicado en Havana Times