Algunos policías (contra) revolucionarios y mi cargo de conciencia

Por Francisco Rodríguez Cruz (Paquito el de Cuba)

Justo antes de comenzar el examen de Fundamentos de Periodismo en la tarde de este sábado, Félix Bolaños, uno de mis estudiantes de quinto año de Comunicación Social de los cursos para trabajadores, me pidió referirme un problema personal. Pensé que podría ser alguna de esas justificaciones triviales de los alumnos para no entregar los trabajos evaluativos, pero enseguida me mostró unas fotos y un manuscrito, y me dijo:

—Profe, mire lo que me le hicieron dos policías a mi hijo…

Las imágenes me hicieron hervir la sangre, aunque traté de no turbarlo más de lo que ya parecía. Hablamos de una persona de mayor edad que yo, quien trabaja en el portal Cubaliteraria y es uno de mis mejores estudiantes.

No pude en ese momento profundizar en los detalles sobre lo que le sucedió al joven de 26 años y su novia cuando intentaron abordar un ómnibus de la ruta P-5 durante la madrugada en Avenida 31 y calle 10, municipio Playa, con una botella de ron en la mano, hacia la casa de la muchacha en Centro Habana. Solo atiné a darle a Félix las recomendaciones básicas de cómo actuar en casos de abuso policial, y le pedí además que nos hiciera llegar oficialmente la queja a la redacción del periódico, para exigir también por esa vía una respuesta al caso.

Esa misma noche recibí en mi correo las fotografías del muchacho tras la golpiza, y el relato inicial que su padre circuló por correo electrónico, que enseguida publicó el blog de la Red Protagónica Observatorio Crítico.

Ahora comienzan a aparecer más detalles del violento incidente en esa misma página digital, y no puedo dejar de solidarizarme con este padre que reclama justicia, y su hijo, quien es técnico medio en Contabilidad y Finanzas, licenciado en Fisioterapia y Rehabilitación, y se encuentra actualmente cursando un diplomado en medicina china tradicional. Continue reading

Diversidad sexual en Cuba pide ser contada

Por Dalia Acosta (IPS)

Militante comunista, activista gay y, con igual intensidad, periodista y bloguero, Francisco Rodríguez colocó en el centro de la polémica cibernética sobre Cuba la necesidad de visualizar a la diversidad sexual en el próximo Censo de Población y Viviendas previsto para septiembre de 2012.

Más conocido por el título de su blog, Paquito el de Cuba, Rodríguez instó a la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) a seguir el ejemplo de otros países que han empezado a identificar a las familias homoparentales en la actual Ronda Mundial de Censos 2010, aprobada por la Organización de las Naciones Unidas.

“Las personas gays, lesbianas, bisexuales y transgéneros debemos exigir que nuestras familias cuenten para esta investigación social, la más amplia que realiza cualquier país, con independencia de que la legislación todavía no reconozca ningún tipo de unión legal para las parejas del mismo sexo”, aseguró en un texto publicado el lunes 7.

De lograrse, Cuba se colocaría al lado de países como Brasil, Argentina, Venezuela, Costa Rica, Chile, Estados Unidos, Italia y Australia que, cada uno con su propia fórmula, han encontrado la manera de insertar la dimensión de la diversidad sexual en sus respectivos censos nacionales.

“Hay que darles la oportunidad a quienes lo deseen de decir su verdad, de reconocerse y que les reconozcan como a una familia, incluyendo la posibilidad real de que estas parejas puedan tener bajo su cuidado a los hijos o hijas biológicos de algunos de sus miembros”, dijo Rodríguez a IPS vía correo electrónico.
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La Gioconda es perfecta: el imperfecto es el periódico Granma

Por Francisco Rodríguez Cruz

Ahora me explico mejor su enigmática y universal sonrisa


En medio de los pasillos del Palacio de Convenciones, mientras las comisiones del Parlamento sesionan y nadie sabe cuándo los diputados discutirán un nuevo Código de Familia que establecería la unión civil para las parejas del mismo sexo, me pongo a leer el periódico Granma, y descubro estupefacto otro comentario homofóbico en la prensa de Cuba.

Esta vez es una crónica de entretenimiento del colega Rolando Pérez Betancourt sobre el célebre retrato de La Gioconda, del italiano Leonardo Da Vinci, en la sección Lecturas para un verano.

Nos cuenta el reconocido crítico cinematográfico y escritor cubano que el Comité Nacional para la valorización de bienes histórico-culturales de Italia dio a conocer una investigación donde concluyen que el modelo para Mona Lisa fue un amante de Leonardo, Gian Giacomo Caprotti, llamado también II Salai, junto con los rasgos ya identificados anteriormente de la joven florentina Lisa Gherardini.

Luego de explicar los interesantes y reveladores detalles que ofreció Silvano Vincetti, presidente del mencionado Comité Nacional, Pérez Betancourt concluye su crónica con una paráfrasis de una broma de muy mal gusto, de una comedia fílmica clásica:

“Así que el Il Salai y la Lisa Gherardini compartiendo un misterio de medio milenio, me digo mientras escribo, y me levanto y voy a la sala para tirarle una nueva mirada al cuadro, y al regresar ante el teclado dispuesto a rubricar el cierre de estas líneas, no se me ocurre nada mejor que recurrir a la clásica frase que Billy Wilder pusiera en labios de Joe E. Brown (Bocaza) al descubrir este, en el final de la comedia Algunos prefieren quemarse, que la identidad sexual del personaje de Jack Lemmon no era la que él pensaba: ̀Nadie es perfecto… Gioconda´.”

¿Piensa de veras Rolando que La Gioconda es a partir de ahora imperfecta porque pudiera haber inmortalizado un amor homosexual de Da Vinci? ¿Supone el crítico que pierde valor una obra artística al reflejar un sentimiento no heterosexual? ¿Ni el autor ni los editores del diario se percataron de que este tipo de chiste al parecer intranscendente es francamente discriminatorio y ofensivo para las personas que tienen una orientación sexual o identidad de género diferente a la que nos impone la cultura heterosexista, machista y patriarcal? ¿Hasta cuándo, periódico Granma?

Publicado en el blog de Paquito el de Cuba

¿Prejuicios sobre sexualidad en el siglo XXI?

Por Francisco Rodríguez Cruz
El ingeniero Luis Orlando Abascal Barbán, de Bayamo, Granma, fue sancionado a separación definitiva de su puesto de trabajo, con cuatro años sin poder rehabilitarse, por tener en la computadora portátil que tenía asignada como medio básico la serie de documentales titulada La guía sexual del siglo XXI
Los prejuicios de no pocas personas al abordar y conocer sobre la sexualidad humana son conocidos, pero tal vez sea menos frecuente que estos lleven a conflictos laborales como los que nos relata el ingeniero Luis Orlando Abascal Barbán, desde Bayamo, Granma.

Este trabajador de la empresa eléctrica provincial se desempeñaba como especialista B en máquinas eléctricas y equipos primarios de centrales y subestaciones eléctricas hasta febrero de este año, cuando fue sancionado a separación definitiva de su puesto de trabajo, con cuatro años sin poder rehabilitarse, por tener en la computadora portátil que tenía asignada como medio básico la serie de documentales titulada La guía sexual del siglo XXI.

El material fue detectado en el equipo por una supervisión de una especialista en informática de dicha empresa y acto seguido una comisión disciplinaria determinó aplicar la citada medida, alegando que el material encontrado si bien no se trataba de pornografía, su contenido es contrario al interés social y a las buenas costumbres, principios y valores éticos que caracterizan a la sociedad cubana.

Por ser Luis Orlando un trabajador con buena trayectoria laboral y que nunca antes había sido sancionado, ello tuvo gran repercusión en su colectivo. Plantea que sabía de la auditoría informática, pero no borró la serie pues no creí que el material fuera a ser visto de esa absurda manera. Además tenía autorización para llevar la laptop diariamente a su casa, por lo cual no podían imputarle afectaciones al horario laboral.

Abascal reclamó ante el órgano de justicia laboral de base, porque incluso el reglamento de seguridad informática de la empresa autorizaba a tener en las PCs videos (musicales, películas, seriales, novelas, documentales) hasta 4 Gb.

En su defensa, el trabajador acudió a la opinión de la presidenta de la comisión provincial de educación sexual, la Máster en Sexualidad Zeida Santiesteban, quien evaluó el programa y emitió su juicio por escrito especificando su alto valor científico, técnico, didáctico y educativo y que resulta de interés general y de obligada
consulta no solo para los especialistas del área de la sexualidad sino para la población en general

Citó incluso una referencia hecha a esta serie en la sección Sexo sentido, del diario Juventud Rebelde, en su edición del 19 de marzo.

Luego de múltiples irregularidades en la actuación del órgano según refiere Luis Orlando, entre ellas dilaciones e imposibilidad de presentar sus pruebas, la reclamación fue dada sin lugar por el órgano y también por el tribunal municipal, que no tuvieron en cuenta la opinión de los especialistas ni el alegato de un abogado.

Envuelto en este conflicto que al afectado le parece un cuento de Senel Paz escritor y guionista cubano conocido por la película Fresa y chocolate, este ingeniero no entiende por qué le aplicaron la sanción más extrema sin considerar su historial y conducta como trabajador; su condición de padre de familia, con dos niñas de 5 años y de 10 meses y la esposa de licencia de maternidad; y los criterios de los expertos sobre el carácter educativo de la serie. ¿Acaso es tan grave procurar información científica sobre la sexualidad, en la Cuba del siglo XXI?

Publicado en el periódico Trabajadores.