Una Casa Verde para Cuba

Por Isbel Díaz Torres

casa-cuba-florecidaHAVANA TIMES — El Laboratorio CASA-CUBA nos ha dotado de un magnífico instrumento para el trabajo colectivo con sus recientes “Propuestas para nuestro porvenir inmediato”.

Aunque debo reconocer que la mayoría de las veces descreo de los documentos y declaraciones públicas de esta índole (me parecen solo letra muerta), no puedo dejar de reconocer que en algunos casos, cuando la propuesta es presentada con un sentido dialógico y cierta diafanidad, es posible que genere una utilidad real.

Ello es lo que he percibido hasta el momento. Con excepción quizás de las desinformadas e inexactas impresiones promovidas por el bloguero Alejandro de la Cruz,  el documento mencionado ha tenido una muy favorable repercusión, incluidas lecturas críticas del texto, y ha permitido hacer converger en un mismo empujón, varios discursos que pululan en el paisaje de ideas de la sociedad cubana actual.

Ello me ha animado, con humildad y admiración hacia los autores y autoras de las “Propuestas”, a reflexionar sobre una idea, estimulada a raíz de la lectura del documento.

En el punto número 12 se nos propone “Asegurar eficazmente el derecho al trabajo y las garantías laborales; así como las libertades económicas necesarias, y subordinar la ejecutoria económica a compromisos sociales y ambientales”.

Con tal propósito no puedo estar más que de acuerdo, por supuesto, pero me hizo darme cuenta que esa “Cuba soñada”, esa “Cuba futura”, carecía de una intencionalidad más marcada hacia el cambio de paradigma de desarrollo, crítica de la lógica consumista y depredadora del medio ambiente. Continue reading

EE.UU. impide mi asistencia a LASA

Por Isbel Díaz Torres

sinaLa Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana acaba de denegarme la VISA para viajar a ese país, donde he sido invitado por la Latin American Studies Association (LASA), con el fin de presentar una ponencia en su venidero Congreso, a finales de mayo.

Se ha frustrado de ese modo la posibilidad de que yo, en mi calidad de bloguero y activista cubano, comparta en ese importante cónclave intelectual la experiencia de siete años de trabajo del Observatorio Crítico (OC), como parte de la emergencia y diversificación de nuevos foros independientes de debate en el panorama cubano actual.

Mi idea era exponer allí los tres escenarios fundamentales de nuestra acción:

1) las plataformas de intervención del OC en el ciberespacio a través del boletín digital COMPENDIO OC, y el sitio web Red Observatorio Crítico en formato de blog colectivo de discusión abierta;

2) el evento anual Foro Social Observatorio Crítico de alcance nacional donde investigadores, críticos, profesores, artistas, promotores culturales, activistas comunitarios, comunicadores, e integrantes de movimientos emergentes, comparten un espacio de diversidad, diálogo y protagonismo solidario;

3) la labor comunitaria sistemática de los colectivos y personas que integran la Red, con intereses en los ámbitos sociopolíticos, ambientales, culturales, educativos y otros, que apuestan por la participación popular autoorganizada, con bases en la solidaridad y la cooperación.

Pero al parecer, tales experiencias han sido consideradas inconvenientes por el gobierno estadounidense, que por otra parte, sí ha extendido VISA recientemente a otros blogueros cubanos, con igual derecho que yo, y con posicionamientos políticos diferentes. Continue reading

Jefe de Aduana cubana ratifica decomiso

Por Isbel Díaz Torres

El Jefe de Aduana Postal y Envío, Raúl Gómez Badía, acaba de declarar SIN LUGAR el recurso de apelación interpuesto recientemente por mí, con el fin de recuperar un paquete de periódicos de anarquistas venezolanos.

Tal como prometí a los lectores de Havana Times, les amplío el resultado de mis gestiones ante las autoridades cubanas.

A través de la Resolución Nº92-2013, esa instancia declaró en su quinto POR CUANTO que “la sanción estuvo correctamente aplicada por la autoridad actuante, al ser detectada literatura en contra del proceso revolucionario en Venezuela y su líder”.

No sé si a ustedes les pasa lo mismo que a mí, pero veo una gran incongruencia en todo esto. Me parece recordar que lo que se señalaba en la orden de decomiso inicial era que los materiales atentaban CONTRA LOS INTERESES GENERALES DE LA NACIÓN.

¿Será que la Aduana cubana vela por los intereses generales de la nación venezolana, en vez de por los nuestros? ¿O será que vivo en Venezuela, y he estado engañado toda mi vida?

Al menos algo ha quedado claro: en pleno siglo XXI la ideología monolítica instaurada en nuestra patria todavía decide cuál literatura debemos leer los cubanos, y cual no. Continue reading

La aduana cubana oculta los intereses de la nación

Por Isbel Díaz Torres

aduana-general-de-la-republica-sede-Plaza-2Al dirigirme hace algunas semanas a las oficinas de la Aduana General de la República, a fin de reclamar un paquete de periódicos enviados desde Venezuela, me enteré que allí sabían cuáles eran “los intereses de la nación”, pero no quisieron decírmelos.

Esa instancia confiscó el pasado 10 de diciembre un envío de ejemplares del periódico El Libertario, enviados al Taller Libertario Alfredo López, proyecto que conforma la Red Observatorio Crítico, pues su contenido “atenta contra los intereses generales de la nación”. Al menos así dice en el Relato de los Hechos que tuvieron a bien entregarnos.

Era tan curiosa esa razón, que no pude contenerme de preguntarle a Yakeline Sánchez Santiesteban, la hermosa muchacha que me atendió, si allí sabían cuáles eran tales intereses invocados.

Ella aseguró que por supuesto que lo sabía, pero que no me lo diría, pues yo ya debía conocerlos. Además, ella estaba allí solo para recibir las reclamaciones.

Con su flamante uniforme de Aduana, la joven Asesora Jurídica con charretera de tres galones me indicó que debía presentar la reclamación por escrito, lo cual me pareció justo. Tomé un papel y escribí mis datos y qué cosa reclamaba, mientras ella se retiraba, dejándome con otra joven de un solo galón. Continue reading

El mundo estaría mejor sin Vaticano

Por Isbel Díaz Torres

Después del anuncio de dimisión del actual Papa Ratzinger, el analista mexicano Pedro Echeverría se preguntaba, con muy buen tino en mi criterio: “¿Y si no eligieran otro Papa y desapareciera el Vaticano, cuánto dinero y problemas se ahorrarían?”.

El Vaticano se erige como una de las pocas monarquías sobrevivientes en pleno siglo XXI, y el artículo de Echeverría regresa sobre algunas de las más básicas críticas que históricamente se le han hecho al centro del catolicismo a nivel global.

Los problemas políticos internos son los primeros que se señalan, y estos aluden sobre todo a los publicitados escándalos de pederastia, de las mafias y de los bancos, que sistemáticamente involucran a la Iglesia en todos los niveles.

El artículo pone como ejemplo a los sacerdotes pederastas que en 2010 pusieron en entredicho a las iglesias de Irlanda, EE.UU., Alemania, Austria, Bélgica, México, y hasta al mismísimo Benedicto XVI, que llegó a ser acusado de haber “encubierto” a sacerdotes durante su etapa al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Otro ejemplo de descrédito que se aporta es la quiebra del famoso Banco Ambrosiano (cuyo principal accionista era el Vaticano) en la década del 80 del pasado siglo, en una historia que conecta mafia, finanzas, masonería y religión con operaciones ilícitas que salpicaron a la Santa Sede, la cual pagó 241 millones de dólares a los acreedores de la entidad para silenciar el escándalo. Continue reading

Respuesta a Arturo López-Levy

Por Isbel Díaz Torres

Arturo, me parece evidente que Ud. no comprendió mi artículo, que está más relacionado con la poesía que con todo su interesante y valioso análisis, que comparto en buena medida. Digo esto porque desde que leí una de sus primeras líneas en Muertos que gozan de buena salud: “La experiencia que describe me es familiar y he tenido grandes amigos que no lo han sido más” veo que estamos hablando de experiencias distintas. Yo hablo de amigos que han seguido siendo amigos, y que nos hemos seguido amando, y entre los que no hay absolutamente ningún resquemor.

Ud. habla de “la muerte de la amistad” y dice que yo pre-establezco una generalización. En mi criterio, el tono del texto, lo profundamente íntimo del mismo, sería suficiente para comprender que no se trata de un análisis sociológico ni antropológico (imagino que esos términos estén bien usados aquí, pues soy un simple biólogo), sino de ese recurso poético donde lo personal se convierte en verdad universal. Yo no hablo de la muerte de la amistad, sino de la muerte del amigo. Parece sutil la diferencia, pues veo que no lo ha captado y el equívoco ha desencadenado un texto tan extenso de parte suya.

Es un texto muy corto el mío, que no pretende abarcar el dilema de la migración humana, sino plasmar el dolor por mi gran amigo recién fallecido, muy joven, de un infarto, en Miami. Continue reading

Muertos que gozan de buena salud

Por Arturo López-Levy

A propósito de los artículos “Cuando un amigo se va” de Isbel Díaz Torres[i] y “Gracias, papa, por no emigrar” de Rouslyn Navia[ii].

El articulo “Cuando un amigo se va” de Isbel Díaz Torres plantea la pregunta emocional del destino de la amistad después de la emigración de una de las partes. Sirve de caja de resonancia para discutir la complejidad de los vínculos entre diferentes partes de la nación cubana. Como descripción de una experiencia personal de Isbel (lo llamaré así porque hemos intercambiado un par de correos en el pasado, pero si prefiere un tratamiento más formal, con gusto me disculpo por la confianza), no tengo nada en contra de lo que describe. La experiencia que describe me es familiar y he tenido grandes amigos que no lo han sido más, al emigrar desde Santa Clara a la Habana, terminar mi servicio militar en Guantánamo, ir de Cuba a Israel y de Israel a EE.UU.

Por otra parte, su generalización pre-establece como inevitable un resultado que es apenas posible: la muerte de la amistad como resultado de la distancia geográfica, social, económica, y política. La distancia puede afectar una amistad de forma positiva o negativa. El disminuir la frecuencia de contacto puede debilitar la comunidad vital pero también puede ampliar el contexto donde los actores viven, su círculo de relación y experiencias. En términos de redes sociales, Mark Granobetter demostró desde 1973 la paradójica fuerza de los vínculos débiles[iii]. El capital social de Cuba como comunidad crece cuando cubanos emigrados en múltiples sociedades pueden servir de conectores entre sus conocidos en la isla y personas de sus lugares de residencia, ayudando a ampliar los espacios de movilidad, difusión e influencia, y creación de comunidades de interés.

En mi propia observación participante en el movimiento de cubanos que regresan a Cuba, he tenido experiencias similares a las que Isbel presenta. He perdido algunos amigos, porque sencillamente nuestras afinidades ya no existen. Sucede tanto en Cuba como en la diáspora. Algunos han optado por “darnos por muertos” a todos los que no entramos en su estrecho tamiz ideológico. En ambas orillas, hay quien cambia, incluso varias veces, el software de la actitud política pero mantiene el hardware de la soberbia militante e intransigente. Otros prefieren evitar la complejidad y la tensión de la conversación con los de la “otra orilla”, para usar la expresión de la canción de Frank Delgado. Más allá de la ideología, la distancia geográfica influye en la distancia social entre los actores. No se ven las mismas novelas, ni la misma pelota, ni se van a los mismos estadios o conciertos. Todavía las distancias entre las vidas económicas (nótese que no digo el bienestar) son bastante grandes. Continue reading

Cuando un amigo se va

Por Isbel Díaz Torres

Jorge Diego e Isbel Díaz Torres, poco antes de que el primero saliera de Cuba

Jorge Diego e Isbel Díaz Torres, poco antes de que el primero saliera de Cuba

En Cuba, cuando un amigo se va, es como si hubiera muerto. Aquello que una vez se construyó en una parada de guagua, en un aula de clases, cae de golpe en el pasado, y nada más crece a partir del momento de su salida.

No importa ya que las nuevas tecnologías nos permitan saber de sus paseos en trineo en alguna montaña canadiense, o de sus álgidas jornadas laborales llevando tres empleos a la vez al sur de España. Lo único cierto es que muere.

Quienes logran regresar a la isla, al cabo de los años, verifican el deceso más fácilmente aún. Se descubre en esos raudos instantes (casi nunca hay tiempo para más) cómo las anclas se fueron zafando una a una.

Los de adentro parecemos ante los ojos del recién llegado pobres monos enjaulados, atados por permisos, pasaportes, visas, inaccesibles para nuestros bolsillos, y perdiéndonos la juerga universal del consumo.

Los que llegan de fuera, por su parte, se nos aparecen con la mirada distraída, con la cabeza llena de pensamientos extranjeros, haciendo cálculos de presupuestos a ver si es posible dar regalitos a todos, o hacer una fiesta que nunca es como las de antes.

Como les digo. Se mueren. Y nosotros también morimos ante su mirada que ya no nos entiende.

Todos los mejores amigos de mi vida se han ido. Al parecer no he tenido buena suerte, a pesar de que ahora tengo también amigos maravillosos. Pero no son aquellos del pre o la universidad, a quienes les contabas tu primer amor, tu miedo a ser descubierto, tus ingenuos planes para el futuro luminoso que nos esperaba.

Ayer supe que uno de ellos murió de un infarto, sin haber pasado los treinta añitos de vida aún. A pesar de que conoció el amor y logró ver un poco el mundo (algo que la mayoría de las personas no consiguen), he pensado en su soledad, en su búsqueda desesperada, en su desamparo.

Pero vuelvo acá y comprendo: había muerto antes, junto con los demás. Lo más triste es que, a pesar de la muerte, uno sigue amándolos, y esperando algo que no se sabe bien qué cosa es.

Publicado en Havana Times

El pueblo gay cubano es responsable de sí mismo

Por Isbel Díaz Torres

multi-ocCulmina la actual legislatura del parlamento cubano, y la temática referida a la ampliación de derechos de las personas con sexualidades diferentes a la heterosexual, vuelve a quedar fuera del programa legislativo de la isla.

Aunque me indigne, ello en realidad no me sorprende demasiado, si contamos con que la falta de autonomía del parlamento cubano, supeditado a las decisiones del PCC, imposibilita que iniciativas de este tipo sean abiertamente debatidas, y se lleguen a decisiones consensuadas.

El déficit democrático que ha sufrido la nación durante décadas no puede parir otra cosa que arbitrariedades de este tipo, por lo que imagino que sea muy difícil transformar la desprotección que vivimos las personas y familias LGBT, si no se transforma antes el mecanismo general de funcionamiento de las estructuras políticas y de gobierno.

Por supuesto, no es posible esperar a que tales modificaciones tengan lugar primero para después exigir el respeto a nuestros derechos. Ellas no ocurrirán “por obra del espíritu santo”, sino por la labor de socialización y la presión que pueda ejercer la sociedad civil de la que somos parte activa.

Las violaciones cometidas durante el reciente Censo de Población y Viviendas hacia las familias LGBT cubanas anunciaron inequívocamente la poca disposición gubernamental a incluir las transformaciones que requiere nuestra sociedad, a despecho de los valiosos artículos debatidos durante el pasado Congreso del PCC. Continue reading

Huevos sucios para cubanos pobres

Por Isbel Díaz Torres

Los cubanos pobres sabemos que los productos de mala calidad son para nosotros. Es el caso de los huevos de gallina, una de las principales fuentes de proteína de las clases bajas en este país, pues buena parte de las veces llegan muy sucios y son muy pequeños.

Y no es que las gallinas cubanas sean especialmente desaseadas. Los huevos siempre salen por el mismo lugar por donde las aves desechan sus heces, eso se sabe. Pero al parecer, un proceso selectivo envía los más diminutos y sucios para el consumo en pesos (MN) de la población general, y los más grandes y limpios para el mercado en divisa (CUC).

Hace poco una humilde señora mexicana que visitaba la isla por primera vez para conocer “la Cuba revolucionaria de Fidel”, pero con poco presupuesto para un turismo “revolucionario” adecuado, me decía extrañada que los huevos de las gallinas cubanas eran muy pequeños.

Había comprado lo que llamamos un “cartón de huevos”, todos muy sucios, en un establecimiento en MN en Centro Habana, y para colmos, cuando llegamos a donde se estaba alquilando descubrimos que algunos estaban llenos de gusanos, debido a la falta de refrigeración.

Le expliqué entonces que nuestras gallinas no eran peor que las del resto del mundo, solo que para apreciar sus bondades debía ir a los surtidos mercados en CUC, donde las clases altas de este país hacen sus compras. Allí vería los blancos y grandes huevos que deseaba. Continue reading