Homenaje y descolonización

Por Rogelio M. Díaz Moreno

La mentalidad racista se alimenta de un complejo de colonización, que conduce a las personas a asimilarse a los llamados cánones occidentales de prosperidad y lucimiento. Frente a esta tendencia, las voces de la dignidad elevan el orgullo por los valores, la belleza y la riqueza de las culturas no hegemónicas, y no cesan en su empeño de defender el derecho a coexistir en igualdad.

Este sábado 27 de abril tuvo lugar, en la habanera esquina de Morro y Colón, una acción de homenaje a Gregorio Hernández, el Goyo. Integrantes de la Cofradía de la Negritud, de la cátedra Haydeé Santamaría, de la fraternidad Abakuá, amistades y personas del vecindario, se sumaron en un sencillo y emocionante recordatorio a la relevante figura de nuestra cultura, fallecido el año pasado.

El hermano y ambia Goyo llegó a la capital cubana, procedente de Pinar del Río y, con una formación básicamente autodidacta, se tornó en toda una cátedra de la musicología y los ritmos de origen africano, altamente respetado en los círculos artísticos e intelectuales cubanos, especialmente en los predios del Instituto Superior de Arte. Investigador y compositor, le debemos valiosos estudios teóricos, además de un buen número de rumbas, guaguancós y otras piezas que se escuchan con placer hoy día.

Varios hermanos Abakuás destacaron los valores humanos y patrióticos del Goyo. El escritor y sacerdote de Ifá, Tato Quiñones, se congratuló porque, después de tanto tiempo, los leones estén empezando también a escribir sus propias historias de cacería, rompiendo de esta forma con el monopolio de los cazadores. Se ofrecieron, con emotiva espontaneidad, canciones, poemas y bailes que vibraban de corazón, chekendeke.

La sede de la actividad fue un espacio sencillo y hermoso, al amparo de la sombra de un majestuoso jagüey, donde también se recuerda anualmente, desde hace algunos años, a los cinco negros abakuás, caídos el 27 de noviembre de 1871 en el intento de rescatar a los estudiantes de Medicina asesinados por las hordas españolas durante la primera guerra de independencia. Allí se ha aprecian ahora una placa conmemorativa, y símbolos y frases de homenaje y unidad de los abakuás y de la nación cubana en general. En esta esquina se gesta, con actividades de tal género, un verdadero Rincón para la Descolonización.

Gregorio Hernández, el Goyo

Tato Quiñones

Integrantes de la Cofradía de la Negritud, de la cátedra Haydeé Santamaría, de la fraternidad Abakuá, amistades y personas del vecindario, se sumaron.

Morro y Colón, Habana Vieja: Rincón para la Descolonización.

El general escribe con franqueza

Por Rogelio M. Díaz Moreno

Durante la pasada Feria Internacional del Libro de La Habana, adquirí los libros Guajiro y Fronteras, del general cubano Enrique Acevedo. Una vez culminadas las lecturas correspondientes, puedo afirmar que me generaron impresiones muy sugestivas.

Para los que no lo conozcan, Enrique es el menor de los hermanos Acevedo. Durante el alzamiento del movimiento guerrillero en la década de 1950 contra la dictadura de Fulgencio Batista, los hermanos en plena adolescencia Enrique tenía apenas catorce años subieron a la Sierra Maestra para unirse a las fuerzas de Fidel Castro. Al triunfar el movimiento revolucionario en 1959 Enrique, al igual que su hermano, integró las fuerzas armadas del nuevo gobierno y ascendió con el tiempo el escalafón hasta llegar al rango actual.

Ya con esta introducción, se podrá imaginar que esta persona tiene mucho que contar en un libro. También es posible que se despierte una desconfianza razonable. Después de todo, se ha visto ya cierto número de materiales testimoniales de otros compañeros de Acevedo. Por lo general, los relatos son bastante homogéneos, casi asépticos, aptos para insertarse en un texto de historia escolar como los que le gustan al Ministerio de Educación local: rebeldes heroicos, con pocas o ninguna tacha, ejemplos de sacrificio y abnegación; más un enemigo batistiano, imperialista, muy pero muy malo, que no merece siquiera el uso de la palabra.

Por suerte, en todos los rediles hay una oveja negra. O mejor dicho, porque puede que haya muchas, pero solo a una de ellas le preocupan menos las apariencias y manifiesta la mayor sinceridad. La publicación de Descamisados, primer libro de Acevedo, sorprendió a críticos y lectores. La narración en primera persona de las trastadas de los hermanos durante la lucha guerrillera, con estilo desenfadado y simpática frescura, se apartó totalmente del canon en boga. Finalmente, con el apoyo del general de ejército Raúl Castro, este primer libro vio la luz y hasta dio pie a una serie televisiva, si bien muy inferior en calidad.

Guajiro viene a ser la continuación natural de Descamisados. Esta segunda pieza recoge las memorias del protagonista, en los primeros años a partir del triunfo de 1959. Los relatos que disponemos sobre aquellos tiempos turbulentos están violentamente sesgados por los intereses de la feroz lucha de clases que todavía se libra. Cada bando endiosa a sus miembros y demoniza a los contrarios. Esta situación torna dramáticamente original el texto de Enrique Acevedo.

Hay que reconocer la rareza de una narración que, desde el punto de vista de los vencedores, recoja con tanta franqueza las debilidades humanas de los revolucionarios. En estas páginas se desmorona el mito de que el espíritu de rebeldía fuera acompañado siempre por una moral intachable, una austeridad generalizada o algún tipo de pureza espiritual. No es que neguemos a rajatabla la existencia de algún revolucionario que reuniera estas cualidades. Por ejemplo, Acevedo menciona al Che Guevara varias veces en un contexto en el que pone de relieve esas características. Muchos otros de sus compañeros y él mismo, en cambio, dejan bastante que desear para la imagen impoluta que años después nos hicieran creer. Numerosas son las anécdotas referidas, tan escandalosas desde el punto de vista puritano, que más parecieran alardes de varón conquistador de castillos y mujeres.

Hay unos cuantos procesos del período posterior a 1959 que se comprenden mejor después de leer lo que le sucedió a este Guajiro. Por ejemplo, la metamorfosis de los melenudos con barba, bajados de la Sierra, en adalides del pelo corto y el buen afeitado. Estos caracteres exteriores, junto con otros de la estética y la moral de la clase supuestamente vencida, fueron asimilados después de la guerra por el estamento vencedor. Los jefes guerrilleros tuvieron que cursar escuelas militares para dirigir el nuevo ejército, regularizado, y absorber en el proceso un montón de estereotipos de apariencias y conductas, lo mismo de oficiales del ejército anterior que de las fuerzas armadas del llamado campo socialista.

La lectura del libro de Acevedo permite entrever otra arista aún más seria. Los mismos cuadros que dirigían la esfera militar y se formaban en las academias correspondientes, asumían también sin distingos la conducción de las esferas civiles situación que se perpetúa hasta el presente. De aquí se puede comprender la implantación en estas últimas de los mismos hábitos de ordeno y mando, tan nocivos para su desenvolvimiento.

El peliagudo tema del enjuiciamiento de los colaboradores y esbirros de la tiranía batistiana no podía ser obviado por quien sirviera en la fortaleza de La Cabaña durante aquellos meses. Acevedo refleja varios pasajes de aquellos acontecimientos dramáticos. Los sentenciados despiertan pocas simpatías en el joven oficial, que tiene frescos en su memoria y al alcance en las páginas de la prensa aún independiente, las imágenes de los asesinatos y las torturas cometidos por aquellos, pero se percata del exceso de exhibicionismo manifiesto en algunos procesos y no se libra de los epítetos condenatorios que le lanzan madres y esposas de los procesados que le tocaba custodiar.

La politiquería de muchos ñángaras quedan más que al desnudo, ante la mirada de este Guajiro, exDescamisado. Se conoce que la dirección del partido comunista en aquella etapa intentó capitalizar con actitud oportunista el éxito de la Revolución, bajo orientaciones dogmáticas y poco entrañables para el cubano de a pie. En la narración de Acevedo se pueden apreciar escenas de este proceso, indigno también de los muchos militantes torturados por su valeroso enfrentamiento a la dictadura. Igualmente se argumenta, con vehemencia, que la dirección suprema de la Revolución efectuó un proceso de depuración en el partido para unificar a todas las fuerzas nacionales. Ciertamente, Descamisados y Guajiro se parecen poco a mis libros de historia escolar.

Recientemente, el general Acevedo publicó también Fronteras. Este otro texto autobiográfico recoge su actividad en Angola, durante el involucramiento cubano en el conflicto armado en aquella nación. En Angola, el protagonista dirigió dos unidades militares en las regiones fronterizas del país africano, en distintas ocasiones.

La primera ocasión, los hombres bajo el mando de Acevedo estaban dislocados en la zona norte. En esta oportunidad, la actividad combativa fue relativamente menor, lo que no quiere decir que no se vivieran grandes tensiones. El ejército de Mobutu Sese Seko, desde el país entonces llamado Zaire y hoy, República del Congo, cernía una amenaza periódica sobre Angola, particularmente sobre la provincia de Cabinda. El enconado conflicto fronterizo de Katanga también reclamaba la atención de los mandos militares, sin obviar los movimientos UNITA y FNLA, enemigos del gubernamental MPLA.

La narración de Acevedo tiene el mayor interés en esta primera etapa, en la solución de problemas logísticos, así como en la familiarización de los cubanos con las costumbres, cultura y vida de los pueblos angolanos. Estos pasajes especie de recorrido de descubrimiento llevan el mayor protagonismo en la parte inicial, sin desdeñar anécdotas personales, reveladoras de personajes ajenos a los prototipos intachables en nuestra acostumbrada propaganda.

La segunda etapa de su misión angolana, Enrique Acevedo la inicia con un muy mal agüero del entonces general de división, Arnaldo Ochoa. Se recordará que Ochoa fue luego procesado y ajusticiado por un tenebroso asunto de narcotráfico. En aquel momento, el pesimismo de Ochoa resulta una desagradable sorpresa para Acevedo, quien deberá encabezar sus fuerzas la complicada frontera del sur. Para aquel momento, las fuerzas conjuntas de la UNITA y el ejército sudafricano estaban desarrollando maniobras que amenazaban seriamente con derrotar a las agrupaciones cubanas y del MPLA.

La actividad militar ocupa, por lo tanto, mayor protagonismo en esta etapa de Fronteras. Ya no se hace tanto énfasis, como en las obras anteriores, en las posibles barrabasadas y libretazos de los protagonistas. El joven teniente ha madurado y ahora es todo un general: está casado, tiene mayores responsabilidades, algunas canas, tareas de gran importancia y una imagen que defender. Aún así, no se soslayan del todo las facetas humanas y díscolas de los personajes, algunas aventurillas corridas, las bromas gastadas y muchos elementos que no caben en la versión oficial. Resulta significativo el comentario sobre la visita del entonces dirigente juvenil, Roberto Robaina, respecto a quien Acevedo refiere haber percibido una desconfianza de ribetes proféticos.

Con la victoria de las tropas cubano angolanas, la misión concluye; regresan a sus hogares los del Caribe y termina también el recorrido por estas Fronteras. Los aportes históricos y literarios del general Enrique Acevedo, en mi modesta opinión, todavía están lejos de finalizar o, por lo menos, de ser comprendidos del todo.

Vigencia del capitalismo

Por Félix Guerra

La vigencia del capitalismo hasta hoy día, su casi eterna contemporaneidad en agonía, se debe o puede deberse, básicamente, a algunos acontecimientos y realidades del mundo en que hemos vivido durante el pasado siglo XX. Pasemos lista.

EN PRIMER LUGAR

Su gran capacidad de reinventarse. De rehacerse a partir de una y otras crisis. De su habilidad de asimilación, estimulada siempre por recompensas diversas y ganancias mercantiles. Discurso, oratoria, publicidad y propaganda, arte, además de ideología, se reprograman así casi de forma cíclica y constante para prometer y facilitar nuevas expectativas sociales. Su arsenal ha estado dotado de variadas exitosas manera de alargar el estirón.

Su destreza y arte, con recursos de comunicación amplios, para utilizar tormentas de ideas al gran nivel social, que desataron en su momento desarrollos y consecuentes auges cíclicos de consumos, industria, agricultura, tecnología, ciencia, estética y finalmente de producción (no previstos en amplitud por teóricos de la economía ni clásicos del marxismo).

Su capacidad de refundarse económicamente, de acuerdo y con arreglo a las bases productivas en movimiento, tanto en aspectos sociales, culturales, científicas y tecnológicas, como en imaginerías y esperanzas. Continue reading

Sobre cómo percibir la falsedad en la homeopatía

Por Rogelio Manuel Díaz Moreno

Este tema de la homeopatía merece tomarse con gran seriedad, debido a las potenciales consecuencias sobre las vidas de los seres humanos, que tienen cualesquiera acciones relacionadas con su salud. Desde estas páginas hemos denunciado los intentos de imponer al pueblo cubano una práctica probada como falsa desde todos los puntos de vista de la teoría y de la práctica. Algunas personas podrán cuestionarse por qué descarto una técnica que tiene, a decir verdad, un buen número de practicantes. Sirvan estas líneas para todo aquel que conserva dudas al respecto y esté sinceramente interesado en discernir el grano de la paja.

Empecemos por reconocer que la medicina llamada occidental ha sido objeto de muchas críticas; que se le tacha de mercantilista, de cosificar al paciente y de proceder de manera academicista o dogmática. Como alternativas más humanas se erigen variantes de otros saberes, por lo general agrupables bajo el rótulo algo impreciso de Medicina Natural y Tradicional (MNyT). Bajo este rótulo trata de presentarse la Homeopatía, pero en el criterio de este opinador que no tiene nada en contra de otras prácticas de la MNyT este sayo no le sirve para esconder las vergüenzas.

Para empezar, si se trata de mercantilismo, no se puede desconocer que hay muchos laboratorios que hacen mucha plata vendiendo remedios homeopáticos. Boiron et al, por ejemplo, es una empresa capitalista tan buena o tan mala según quiera verlo cada uno como Pfizer, Merck o Bayer. De igual forma que estas venden antibióticos y otras medicinas validadas por la ciencia moderna, aquel vende agüitas milagrosas con etiquetas que prometen lo que no pueden cumplir. Boiron et al es, dicho sea de paso, el famoso consorcio homeopático relacionado con el escándalo del inmunólogo francés Jacques Benveniste, ampliamente recogido en la revista Nature, cuando el científico galo envió su trabajo relacionado con la homeopatía [1, 2].

¿Y cómo es posible que esto ocurra en sociedades desarrolladas y reguladas? Por ejemplo, en Estados Unidos, esto puede explicarse dado que la agencia gubernamental que regula estas cosas, la FDA, solo exige licencias y demostraciones a los medicamentos que presentan un principio activo, esto es, a los medicamentos occidentales. Un preparado homeopático solo tiene agua a veces, también un poco de alcohol, por lo tanto, no requiere licencia de la FDA y se puede vender libremente. Si los homeópatas sostienen que en esa agua hay propiedades milagrosas y convencen así a sus clientes, eso no le importa a la FDA, que con ello se lava las manos. Los científicos serios, empezando por la Asociación Médica Americana, han estado bien claros por su parte de que todo no es más que una vil estafa [3, 4, 5]. En otro país, Gran Bretaña, las instituciones gubernamentales se han asesorado también sobre el asunto pero la respuesta ha sido más drástica, y han llovido truenos contra la homeopatía [6]. En otros países desarrollados no sé bien cómo está establecido el asunto, sería positivo que otras personas informadas lo expusieran.

Para continuar con lo del academicismo: hay pocas cosas más absurdamente dogmáticas y cerradas que los llamados principios de la Homeopatía. Un alemán de los siglos XVIII y XIX, Samuel Hanehman, se sacó dos afirmaciones de abajo de la manga: que lo semejante cura lo semejante y que mientras más diluído, más fuerza tiene. En esas dos frases se basa todo el tinglado homeopático, en ese par de ideas poco convincentes pero que son proclamadas a grito pelado, sin el más mínimo sentido crítico, lógico, racional, por parte de sus propulsores. Eso es así porque así es; así lo dijo Hanehman, por lo tanto es cierto.

Desde el punto de vista científico, la primera afirmación no se apoya en nada más que la palabra del señor Hanehman, y la segunda viola todos los principios del conocimiento existentes. En realidad, hoy no se requiere ser un graduado de Física Nuclear para estar hoy un poco más al día que Hanehman y, con una educación muy sencilla, cualquier persona en sus cabales comprende que echar agua en cantidades cada vez mayores a un preparado de una sustancia cualquiera, disuelta allí, solo puede conducir a la desaparición de hasta la última traza de la sustancia punto en el cual los homeópatas recomiendan seguir echando agua porque entonces es que el efecto, según ellos, está empezando a ponerse bueno de verdad.

Nótese que no hemos querido decir que, por ejemplo, el cocimiento de mastuerzo no funcione. Lo que definitivamente no funcionará, es un cocimiento hecho con dos hojitas de mastuerzo y un billón de billones de galones de agua. A menos que usted esté muriendo de sed.

Ah, que se puede encontrar personas que se han curado o han visto curarse seres queridos luego de consumir un medicamento homeopático, es cierto. Esto no demuestra, sin embargo, que lo que lo haya curado sea el preparado de marras. La persona puede haber tomado, además, el tratamiento occidental. O puede ser alguien de constitución fuerte, la enfermedad no era muy grave, y se mejoró por sí mismo. En todo caso, es posible que tras consumir el remedio homeopático, la persona se haya sentido mejor psicológicamente, simplemente por la confianza en lo tomado, y este sentimiento subjetivo, denominado efecto placebo, es conocido por ayudar al organismo a curarse.

Ahora bien, una medicina comprobada por la ciencia moderna, se diferencia de otras en que se ha demostrado, en estudios clínicos de elevado rigor, que presenta una acción objetiva, capaz de actuar sobre el paciente aún cuando éste no esté tan confiado o ni siquiera sepa que se le suministró aunque si se presenta el efecto placebo y ayuda, bienvenido sea. Estos estudios descartan a los preparados homeopáticos como posibilidades realistas de curar ningún problema de salud concreto, como lo revelan numerosas publicaciones de las revistas científicas más establecidas y de mayor prestigio [7, 8, 9, 10, 11].

Un último paréntesis es necesario para recordar que muchas personas requerimos de auxilios espirituales en los duros bregares de la vida, especialmente en casos de enfermedad. Nuestra diatriba antihomeopática no pretende atacar las ceremonias mágicas o religiosas de cualquier tipo, que cualquier ser humano perciba como adecuadas para sí, que respetamos profundamente y que no interfieren ni estorban la acción de la medicina que se aplica entretanto. El problema con la homeopatía es que pretende ser una disciplina científica, emplea un vocabulario que puede confundir a un incauto por su énfasis en este sentido y lo puede conducir a dejar camino por vereda al dar de lado al remedio de verdad probado científicamente, a cambio de un pomito de agua etiquetada.

Teniendo en cuenta que la fundamentación teórica de la homeopatía es lo peor que hay, y que los resultados prácticos son tan pobres, la mayoría de los que conocen del asunto guardan (guardamos) una pobre opinión sobre la ética de los que, desde la aventajada posición que les puede dar un conocimiento científico medio y cierta disponibilidad de recursos industriales, manipulan al público y lo inducen a consumir falsos medicamentos [12]. Esta actitud puede provocar consecuencias fatales para la salud y la vida del que descarte la atención médica científicamente validada para irse con estos aprendices de brujo, situación inaceptable para cualquier persona con un mínimo de decencia y enterada del asunto. Esto es válido tanto para los consorcios capitalistas extranjeros, como para nuestros aventureros locales de Labiofam y el Instituto Finlay.

Las fuentes propuestas en este material pueden encontrarse con bastante libertad a través de Internet, en bibliotecas públicas de ciencias o, en el caso cubano, también a través de la red de Infomed. Espero que fundamenten un poco más mis palabras a los ojos de quienes todavía no se sientan convencidos.

[1] E. Davenas et al, Human Basophil degranulation triggered by very dilute antiserum against IgE.
Nature, Volumen 333, número 6178, pag. 816, Nueva York, 30 Junio 1988, ISSN: 0028-0836 EISSN: 1476-4687
[2] Maddox, J., Randi, J., and Stewart, W., High dilusion experiments a delusion. Nature, Volumen 334, número 6180, pág. 287, Nueva York, 28 julio 1988, ISSN: 0028-0836 EISSN: 1476-4687
[3] “Supported by science?: What Canadian naturopaths advertise to the public”. Allergy, Asthma and Clinical immunology. http://www.aacijournal.com/content/7/1/14.
[4] Paul S. Boyer. The Oxford Companion to United States History. ISBN 9780195082098.
[5] James Randi (1995). An encyclopedia of claims, frauds, and hoaxes of the occult and supernatural. St. Martin’s Press. ISBN 9780312109745
[6] Evidence Check 2: Homeopathy, Fourth Report of Session 200910, House of Commons Science and Technology Committee, 20 October 2009, parliament.uk
[7] Jonas WB, Kaptchuk TJ, Linde K, A critical overview of homeopathy.
Annals of Internal Medicine Volumen 138, Número 5, Página 393. Washington, 4 Marzo 2003 Print ISSN: 0003-4819 Online ISSN: 1539-3704
[8] Linde K, Clausius N, Ramirez G, Melchart D, Eitel F, Hedges LV, Jonas WB. Are the clinical effects of homeopathy placebo effects? A meta-analysis of placebo-controlled trials. The Lancet. Volumen 350, Número 9081, página 834. Londres, 20 septiembre 1997. ISSN 0140-6736
[9] Cucherat M, Haugh MC, Gooch M, Boissel JP., Evidence of clinical efficacy of homeopathy. A meta-analysis of clinical trials. HMRAG. Homeopathic Medicines Research Advisory Group. European Journal of Clinical Pharmacology. Volumen 56, Número 1, página 27, Berlin, Abril 2000. ISSN 0031-6970
[10] Shang et al, “Are the clinical effects of homoeopathy placebo effects? Comparative study of placebo-controlled trials of homoeopathy and allopathy”, The Lancet, Volumen 366, Número 9487, página 726. Londres, ISSN 0140-6736, 27 agosto 2005
[11] Ernst, E. (2002), “A systematic review of systematic reviews of homeopathy”, British Journal of Clinical Pharmacology 54 (6): 57782
[12] Homeopathy is where the harm is: five unethical effects of funding unscientific remedies. Editorial. J Medical Ethics 2010;36, 3:130-131.

Farmacéuticas cubanas apuestan por el agua milagrosa

Por Rogelio Manuel Díaz Moreno

El agua embotellada suele verse, según la conciencia y nivel adquisitivo del observador, como una necesidad, un lujo, o un negocio agresivo al medio ambiente e innecesario la mayoría de las veces. En última instancia, es un negocio estándar para las compañías que pueblan los anaqueles de los supermercados y hasta para los pequeños estafadores que rellenan los envases vacíos con agua del grifo -con frecuencia igual de buena.

Las empresas europeas Vichy y Evian, por ejemplo, sacan ganancias millonarias con esta actividad, que multiplica cientos de veces el precio de un litro del sencillo líquido. No obstante, acá en Cuba tenemos compañías que dejan chiquitas a estos consorcios. No se trata de Ciego Montero, ni de Los Portales. El centro Labiofam, ubicado en las afueras de La Habana, multiplica el precio del litro de agua por mucho más. Los pingues ingresos tienen la ventaja adicional de no tropezar con tantas suspicacias ecológicas, pues la etiqueta del frasco vendido opera una estafa de gran efectividad. Labiofam comercializa una cantidad cada vez mayor de los mal llamados medicamentos homeopáticos, de amplia aceptación entre el público con problemas de salud y falta de cultura científica.

Cualquiera puede averiguar cómo se preparan estos medicamentos. Las mismísimas personas que recomiendan la homeopatía se lo pueden explicar. Se toma una sustancia X y se diluye en agua hasta el punto que no queda una simple molécula del compuesto original en trillones y trillones de litros. La descripción sencilla de la elaboración de la medicina homeopática revela que, con ella, lo más que se puede resolver son los casos de deshidratación. Por esta razón, la explicación del proceso nunca es simple ni diáfana, sino que viene sazonada por una gran dosis de rutilante palabrería y términos de alguna manera relacionados con las corrientes filosóficas en boga. Por ejemplo, a finales del siglo XVIII-principios del XIX, Samuel Hanehman, descubridor de la Homeopatía, mencionaba propiedades divinos, mensajes de Dios, entre otros argumentos que convencían a las personas. Hoy los homeópatas dan a entender que se trata de propiedades de la mecánica cuántica u otras de la física y la química que le otorgan al agua una impronta o memoria de los poderes curativos de la sustancia original. Tales propiedades no existen, según el nivel de conocimiento de la ciencia actual. Continue reading

Cuba: “La verdad no se ensaya”

Por Milena Recio

Palabras en la presentación, el 1 de marzo pasado, del último libro de Julio Cesar Guanche, La verdad no se ensaya. Cuba: el socialismo y la democracia, Editorial Caminos, La Habana, 2012.

Como es de rigor, y en este caso aún más, tengo que comenzar explicando que estar aquí, ayudando a presentar este libro, es un regalo que me ha hecho Julio César Guanche. Y lo asumo como un regalo personal.

Es su último libro cubano antes de comenzar una nueva etapa en su vida que lo enfocará hacia el trámite de convertirse en Doctor. Y es, si me lo permiten, así lo veo, el cierre de un ciclo de este analista prolijo. No solo por las circunstancias de su propia biografía, sino porque el objeto de su análisis, el orden social cubano, experimenta una poderosa transformación de la que estará dándonos cuenta en próximas entregas.

Creo con convicción que debemos ayudar, todos cuanto tengamos noticia de la obra de Guanche, para que particularmente sus ensayos jurídico-políticos e históricos, sean cimiento de la nueva Cuba en la que al parecer estamos enfrascados en la hora actual. Es muy joven este amigo nuestro y ya acumula suficiente autoridad en este campo.

 Este libro en particular, por ser tan variopinto, por ser resumen de ensayos premiados aquí y allá, y por estar prologado por el maestro Juan Valdés Paz con un texto programático, debería ser referente ineludible para la intelligentsia cubana encomendada de segregar hacia la ciudadanía algunas de sus ideas clave sobre nuestro pasado inmediato y visiones urgentes sobre el futuro deseable.

El presidente cubano Raúl Castro hace menos de una semana ha anunciado que al finalizar la recién estrenada legislatura, el país tendrá nueva Carta Magna, o al menos una reformada. Continue reading

La negación de la negación

Por Alejandro Cruz

Vista la Resolución 127-07 (Reglamento de Seguridad Informática), dada en La Habana, a los 24 días del mes de Julio de 2007, quiero referirme a uno de los tantos artículos que la componen y que creo es una de las limitantes más importante que restringen la presencia de productos y servicios de entidades estatales cubanas en internet.

En virtud del ARTÍCULO 72: Se prohíbe la colocación de páginas o sitios Web, desde entidades estatales, en servidores extranjeros que ofrecen estos servicios de forma gratuita.

Hoy obstaculizar esta posibilidad es estar en contra de las lógicas de funcionamiento de la Web 2.0. La Web 2.0 permite a los usuarios interactuar y colaborar entre sí como creadores de contenido generado por usuarios en una comunidad virtual, a diferencia de sitios web estáticos donde los usuarios se limitan a la observación pasiva de los contenidos que se han creado para ellos. Ejemplos de la Web 2.0 son las comunidades web, los servicios web, las aplicaciones Web, los servicios de red social, los servicios de alojamiento de videos, las wikis, blogs, mashups y folcsonomías.

Facebook y Twitter constituyen las dos redes sociales más grandes que existen dentro de la red de redes, sumando entre ambas la cantidad de más de 1,455 millones de usuarios en total. Según las estadísticas, Facebook es considerado el tercer país más grande del mundo, con más de 955 millones de usuarios registrados y ambos trabajan en una plataforma de usuario gratuita. Continue reading