Monthly Archives: August 2012
¿Se despide Elaine?
El sitioLa Polémica Digital, bitácora personal de la (¿ex?)bloguera cubana Elaine Díaz, acaba de publicar una entrada con el siguiente contenido:
A La Polémica Digital, por BloggersCuba
Desde marzo de 2008 he mantenido este espacio como un sitio reposado de diálogo, de expresión individual y de intercambio de experiencias. “La polémica” rebasó, en pocos meses, el anonimato y la soledad que acompaña a millones de bitácoras en la red, para convertirse en un lugar de discusión de algunos de los temas más acuciantes en la agenda de la ciudadanía cubana. Lo que un día fue sitio de experimentación para obtener el título de licenciada en periodismo devino rincón ineludible para el aprendizaje.
Hoy, después de casi cinco años, me despido de este espacio.
Desde este momento dedicaré más tiempo a la investigación y la docencia, dos actividades que me apasionan y en las que quiero concentrarme más durante los próximos años.
Agradezco profundamente a todos aquellos que alguna vez dejaron su huella por aquí; a quienes, con sus comentarios enriquecieron el debate, a los que enviaron sus impresiones por correo, a los que fueron testigos callados de cada artículo y a aquellos que tuve la suerte de conocer personalmente.
Queda este espacio en la web, abierto para quienes quieran repasar, una vez más, algunos instantes de los últimos cinco años desde el relato personalísimo, subjetivo y no-periodístico de una joven cubana.
Campo Florido, 21 de agosto de 2012
DESDE OC RESPONDEMOS: ¡GRACIAS A TI, ELAINE!
Contra la criminalización de la protesta: Julian Assange apoya a Pussy Riot
En su comparecencia pública desde el balcón de la embajada ecuatoriana en Londres el pasado domingo 19 de agosto, Julian Assange se refirió a la retención y condena de 3 integrantes del grupo punk ruso Pussy Riot: "Hay unidad en la opresión. Debe haber unidad absoluta y determinación en la respuesta".
Pussy Riot, Plaza Roja de Moscú: 8 chicas en acción directa el 20 de enero de 2012. En pleno invierno ruso, la bandera del feminismo radical ondea por vez primera sobre el sitio donde eran proclamados los edictos del Zar y (se dice) cortadas las cabezas de sus enemigos. Esta intervención homenajeó las protestas de diciembre (2011) contra el autoritarismo y la corrupción en Rusia, así como el acto “Por vuestra libertad y por la nuestra” de agosto de 1968, cuando 8 disidentes soviéticos se manifestaron en la Plaza contra la invasión a Checoslovaquia.
Nadia Tolokónnikova, María Aliókhina y Katia Samutsévich.
Tres muchachas de Pussy Riot, grupo feminista de Punk Rock ruso, fueron condenadas el viernes 17 de agosto por un tribunal municipal moscovita a 2 años de prisión por el delito de “vandalismo” a causa de un performance contra Putin realizado en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú el 21 de febrero de 2012. La jueza consideró que la acción –que duró 41 segundos- estuvo motivada por “odio religioso”. En el juicio, las tres acusadas sostuvieron que los motivos eran exclusivamente políticos; la intervención (“culto-punk” según fue definida por las performers), se realizó bajo la consigna “Madre de Dios, ¡líbranos de Putin!”.
La “pecera” del juzgado municipal donde permanecen lxs acusadxs durante la vista.
Aun cuando no se consiente el uso de los templos con fines de propaganda política, muchos comentaristas afirman que es extremadamente peligroso manipular la fe con fines de represión. En sus palabras finales ante el Tribunal, las 3 Pussy Riot presas mencionaron a Sócrates, Dostoievski, citaron el Evangelio y a los poetas del deshielo soviético. La jueza y los alguaciles tuvieron que llamar al orden debido a los fuertes e insistentes aplausos del público después de las palabras de las chicas. No obstante, enérgicos aplausos y ovaciones las acompañaron también mientras abandonaban el recinto judicial.
Ekaterina (Katia) Samutsévich tras las rejas. “Tengan cuidado con lo que dicen, les podremos considerar herederas de los disidentes soviéticos”, aconsejó el instructor del caso a una de las Pussy Riot durante el interrogatorio previo. “Sí, claro que lo somos, eso que Ud. sugiere ¡es un gran honor para nosotras!”, respondió la activista.
Pussy Riot se autoconsideran antiautoritarias de izquierda y parte de la Tercera Ola del feminismo; critican la dictadura, el chovinismo, el culto a la fuerza; promueven la libertad del pensamiento y de la creación, la inconformidad, la prioridad de la persona por sobre la maquinaria estatal, así como los derechos de las mujeres y la libertad de género (renuncia a la contraposición entre la heterosexualidad y la homosexualidad). Luchan contra el autoritarismo y los roles tradicionales de género en la familia despótica. En particular, han apoyado a quienes protestan contra las falsificaciones de las elecciones rusas de 2011 y promueven la renuncia de Putin, a quien consideran símbolo del patriarcado y el sexismo.
Las integrantes del grupo actúan bajo pseudónimos y enmascaradas con pasamontañas de colores; intercambian frecuentemente las identidades entre sí para “evitar la fijación en personalidades concretas”. Es un grupo abierto: no hay membrecía fija. En estos momentos se sospecha que la policía rusa está localizando a otras participantes en la acción de febrero en el templo.
María (Masha) Aliókhina
En el juicio, las 3 muchachas (2 de ellas -Nadia y Masha- son madres) aseguraron no guardar odio religioso de ningún tipo, contra ningún grupo confesional. Una de ellas –Masha, quien también es ecologista y defensora del lago Baikal y de los bosques cuya próxima tala está planificada en los actuales “planes de desarrollo”- es voluntaria activa de una organización caritativa con inspiración cristiana-ortodoxa, que ayuda a niñxs con trastornos psíquicos. Realizó con ellos una serie de talleres para propiciar la creatividad y el desarrollo, en el Hospital Psiquiátrico para Niños No.6 de Moscú.
Nadiezhda (Nadia) Tolokónnikova: “¡NO PASARÁN!”
Nadia es artista y estudiante del 5to año de Filosofía en la Universidad Lomonosov , mientras que Katia es ingeniera informática en programación y fotógrafa.
Katia y Masha en la “pecera” del juzgado.
En la vista, las acusadas reconocieron que pudo haber sido “un error ético” realizar un performance en un templo, pero declararon enfáticamente que su inspiración era política, mientras reafirmaban su rechazo al odio y a la violencia: “nuestra risa es una risa entre lágrimas, nuestro sarcasmo es una reacción contra la arbitrariedad y la ausencia de derechos”.
“Risa entre lágrimas”: Masha sonríe mientras es conducida por la policía a la sala del tribunal.
Otras acciones musicales anteriores de Pussy Riot incluyen la “Kropotkin-Vodka” (noviembre 2011, contra la falsificación electoral y la opulencia de las clases ricas) y “Muerte a la cárcel, libertad a la protesta”, 14 de diciembre 2011, cuando, subidas al tejado de la estación policial donde eran retenidos activistas de un reciente mitin contra la falsificación electoral, las Pussy Riot entonaron una canción con el estribillo:
“¡LA ACCIÓN DIRECTA ES EL FUTURO DE LA HUMANIDAD // LGBT, FEMINISTAS, SALVEMOS NUESTRA PATRIA // MUERTE A LA CÁRCEL, LIBERTAD A LA PROTESTA!”
Algunos fenómenos que pueden traer algunos líos
Por Rogelio M. Díaz Moreno
En estos días hemos estado sosteniendo un animado intercambio del que, tengo el gusto de reconocer, he extraído mucho provecho e información. Me refiero, naturalmente, al debate alrededor del documento Llamamiento urgente por una Cuba mejor y posible, sobre los que expresé algunas simples y personales opiniones. A algunos comentaristas atentos le llamaron la atención mis recelos y me sugirieron tener en cuenta escenarios donde los factores de mis preocupaciones desempeñan un papel mucho más positivo, lo que encuentro muy razonable y digno de tener en cuenta.
Aún así, algo me mueve a extenderme un poco más en mis divagaciones, aunque intento no cerrarme a otras posibilidades. En el día de mañana podría enterarme que la mayoría de mis coterráneos piensan diferente, desean otra cosa, y espero ser capaz de apoyar la decisión de la mayoría. Mientras, ejerzo el derecho de expresar las razones de mi posición.
Le ha llamado la atención a algunos compañeros que yo no me incline por sistemas partidistas para administrar las sociedades. Algunos amigos realizan puntualizaciones importantes que aclaran el sentido que quiero usar, sobre partidos tradicionales que tienen como fundamento principal la lucha por el poder; otros amigos piensan que si el poder es una herramienta para poner en acción programas progresistas, el medio para alcanzarlo no demerita el fin, como podría señalarse hoy en varios países latinoamericanos. Es cierto, además, que los partidos políticos tienen una larga data histórica, científica, social; que su desarrollo ha implicado conquistas importantes para dar voz y presencia a las personas honradas y trabajadoras, pero creo que se pueden encontrar formas todavía mejores para administrar los asuntos públicos. No veo nada de malo en aspirar a algo mejor y trabajar por hacerlo posible.
Aquí me acuerdo, indefectiblemente, de un pasaje del libro de Julio Verne, La vuelta al mundo en ochenta días, y me disculpan las feministas porque puede ser un poco patriarcal: Phileas Fogg y su criado van de salida del estado de los EEUU donde estaba establecida una famosa secta religiosa que permitía la poligamia. En el último momento, a la salida de la estación de trenes, cuando el convoy ya está en movimiento y gana velocidad, ven venir un hombre que corre desaforadamente y, cuando parece que ya se le va a escapar, salta al último vagón. Le preguntan al hombre, con curiosidad, si huía de un gran número de esposas. ¡De una sola, señores, y era suficiente!, responde el aliviado fugitivo.
Ok, regresemos a escenarios más serios. En el mejor de los casos, un partido gana el poder en unas elecciones, pues su programa resulta más atractivo que el de sus rivales. Supongamos que participa el 75% del electorado y que, de ellos, el 60% se expresa a favor del ganador. Eso significa que el ganador será representativo de la opinión del 45% del total, menos de la mitad. Y todavía no hemos entrado en la parte donde el dicho partido se supone esté integrado por personas honestas, que tengan las intenciones de cumplir con las promesas y el poder para llevar a cabo su programa, en el marco de posibles obligaciones y coyundas que le pueden tender las situaciones financieras, de los poderes de los mercados, la deuda con otros países u organismos internacionales, etc.
Por otro lado, como sabe la gente sencilla, partido viene de parte. Un partido, sea el que sea, responde a los intereses de una parte de las personas en una sociedad, con ciertas características comunes. Y cuando tome el poder ¿qué tenderá a favorecer, el todo o su parte?
Ahora pido que se recapacite y se perciba que la ecuación se puede invertir. Estamos hasta ahora presuponiendo que el que gobierna, dirige de acuerdo a sus intenciones e iniciativas y al resto le toca seguir lo legislado. Pero no es difícil concebir otra forma de andar las cosas, que es que los que gobiernan no sean sino servidores públicos. Servidores de toda la población del país, no de una parte de esta. Como puede ejemplificarse con una empresa donde accionistas, con igual cantidad de acciones, contratan a un administrador para que trabaje para ellos. Por la difícil labor de administrar criterios discrepantes e intentar hallar el punto medio sobre cómo administrar los asuntos públicos, estos servidores reciben un salario y punto, Y como la experiencia indica que los que tratan de hallar el punto medio no le resultan simpáticos a nadie, pues se cambian con la periodicidad que la práctica recomiende.
De esta forma las posiciones más centrales y visibles dejarían de estar asociados a la idea de poseer un poder y manejarlo, y ningún partido político se desgastaría en hacer campaña para que uno de sus miembros se queme en esas incómodas sillas. La manera de elegir a los servidores públicos seguiría siendo mediante elecciones democráticas y universales, pero sin participación de los partidos ni sus programas, sino de la misma manera con la que los accionistas equitativamente dueños de la empresa eligen a un nuevo administrador. Queda suficiente espacio, por supuesto, para entre la población se debatan opiniones, puntos de vista y teorías de la más variada índole, y diferentes fuerzas políticas traten de ganar adeptos a sus ideas. Esas fuerzas pueden llamarse, incluso, partidos, pero ya no es lo mismo, porque nunca tendrán en sus manos un poder que sólo pertenecería, por fin, al pueblo.
Como ya dije al principio, no pretendo imponer mi criterio a nadie, intento permanecer receptivo a lo que me expongan otros compañeros y respetar civilizadamente las decisiones de la mayoría. Me gusta insistir también en la necesidad de tener claro qué es lo que desea en concreto cada sujeto, con lo que caemos en otros demonios como las llamadas libertad de empresa y la propiedad privada.
A mí me parece correcta la libertad de empresa para los trabajadores que montan sus proyectos, individuales o colectivos, sin sustentar relaciones de explotación como las que surgen de la esclavitud, la servidumbre o el más moderno trabajo asalariado. En las condiciones actuales, yo preferiría evitar las empresas de capital privado. No obstante, el consenso general pudiera ser que, sea objetivamente necesario admitir este tipo de organización siempre que ofrezcan ciertas seguridades laborales, a los clientes y al medio ambiente; en ese caso, estas deberían disfrutar asimismo de suficientes garantías. De hecho, la realidad es que en Cuba hay amplia presencia de grandes corporaciones capitalistas con intereses en el turismo, la minería, la agricultura, etc., por parte de empresarios españoles, canadienses, brasileños, chinos y de otros países. Si va a haber capitalistas, por lo menos que sean nacionales, diría uno.
En todo caso, estoy seguro que la mayoría de las personas acordará lo imperioso de ciertos límites: la libertad de empresa no puede aplicarse igualmente para una fábrica de calzoncillos que para el narcotráfico; el vendedor de durofríos lleva un tratamiento diferente que el que pretende especular en la bolsa al precio de crear una burbujas inmobiliarias como las que han estallado recientemente, y así por el estilo. Habría que clarificar detalles con las empresas capitalistas que exploten recursos energéticos, hídricos y minerales que pertenecen en general a la nación. Habría que ver si la mayoría de la población cubana está de acuerdo y me parece que al día de hoy, no lo está con permitir la libre empresa en servicios como la educación y la salud, o dejarla como un servicio público sufragado a través de impuestos racionales. Por eso insisto en que se manejen todos los conceptos involucrados en este tema con mucha claridad y concreción.
La propiedad privada no escapa de esta necesidad. Yo veo bien que el campesino sea dueño de una finca de suficiente extensión como para ganarse la vida decorosamente con su familia. Si un colectivo de campesinos y campesinas desea libremente unir sus terrenos para aprovechar mejor las técnicas agropecuarias modernas, pues qué felicidad, que lo hagan y tengan todas las garantías y seguridades con su propiedad. Algo parecido puede pensarse para colectivos de trabajadores de empresas industriales y de servicios. Si se admite la necesidad de empresas capitalistas, su propiedad debe contar asimismo con la protección de la ley.
Sin embargo, esto no quiere decir que cada quien pueda hacer lo que le de la gana con su propiedad. Hace rato que la Humanidad ha puesto en juego fuerzas capaces de alterar el medio ambiente, modificar ecosistemas, y todo eso se tiene que balancear. Así que la propiedad privada debe tener regulaciones. Y puedo apoyarme hasta en el ejemplo del país más famoso en la defensa de la propiedad privada, los EEUU. Fíjense que, incluso en una nación como esa, quienes tienen la propiedad de sus casas no pueden hacer cualquier modificación si ello contraviene ciertas regulaciones establecidas que se aceptan como algo normal. Los dueños de animales no pueden ejercer tratos crueles sobre estos, porque existen y se aplican leyes para protegerlos y, en ello, se diría que ciertos cocheros cubanos maltratadores de sus bestias tienen más propiedad privada que los norteamericanos.
Resumiendo, entonces: no nos ensañemos en discusiones sobre temas donde todavía la mayoría de la población no se ha pronunciado, o alrededor de conceptos que no hemos rellenado del todo. Mantengamos, eso sí, el intercambio sano y mutuamente enriquecedor en lo que cultivamos nuestra huerta.
Jueves 23 de agosto: Tributo a Quintín Bandera
Observatorio Crítico invita al tradicional acto de homenaje en conmemoración del aniversario del vil asesinato (1906) del General Quintín Bandera, héroe popular auténtico en nuestras contiendas libertarias y en la resistencia antirracista.
Quintín Bandera Betancourt fue combatiente de las tres guerras por la independencia nacional que libró el Pueblo Cubano en el siglo XIX, y fiel compañero de lucha de las comunidades más humildes, en especial de activistas sindicalistas, anarquistas y socialistas que -ya empezado el XX- promovieron las acciones del proletariado militante en la recién estrenada república neocolonial.
Nos vemos este jueves a las 10 am junto a la entrada principal del Cementerio Colón. De ahí peregrinaremos a la tumba del General Quintín.
Sanciona el Tribunal Provincial Popular de Holguín a varios exdirectivos y exfuncionarios del Ministerio de la Industria Básica
Diario Granma
La
Sala Primera de lo Penal del Tribunal Provincial Popular de Holguín, después de valorar el amplio material probatorio practicado en el juicio oral celebrado en días recientes en esa ciudad, dictó sentencia, sancionando a varios exdirectivos y exfuncionarios del Ministerio de la Industria Básica y de la Empresa CUBANIQUEL por cometer delitos asociados a la corrupción durante el proceso de negociación, contratación y ejecución del Proyecto de expansión de la planta Pedro Soto Alba, ubicada en Moa, para la extracción, refinación y comercialización de níquel y cobalto.
En
atención a la gravedad de estos hechos y sus nocivas consecuencias en una de las actividades estratégicas para la economía del país, a la conducta de los acusados, caracterizada por la pérdida de valores éticos y la simulación, y al grado de participación de cada uno de ellos, el tribunal sancionó como autores del delito de Actos en perjuicio de la actividad económica o de la contratación a ALFREDO RAFAEL ZAYAS LÓPEZ, exviceministro del Ministerio de la Industria Básica (2004-2007) y director ejecutivo de la Empresa de Metales, a 12 años de privación de libertad; a RICARDO GONZÁLEZ SÁNCHEZ, exviceministro del Ministerio de la Industria Básica (2001-2004) (2007-2010), director de la Junta de Directores de la Empresa de Metales y presidente del Comité de Dirección del Proyecto, a 10 años de privación de libertad; a ANTONIO ORIZÓN DE LOS REYES BERMÚDEZ, exviceministro del Ministerio de la Industria Básica (1980-1999), miembro del Comité de Dirección del Proyecto, a 8 años de privación de libertad; y a CRISTÓBAL DE LA CARIDAD SAAVEDRA MONTERO, director de Negocios de CUBANIQUEL y consultor, asesor y experto del Proyecto, a 6 años de privación de libertad.
Igualmente
resultaron sancionados como autores de los delitos de Uso indebido de recursos financieros y materiales y de Incumplimiento del deber de preservar los bienes de entidades económicas GILBERTO ALFONSO PARRA ROJAS, a 8 años de privación de libertad; ERNESTO COLUMBIÉ SILVERIO, a 7 años de privación de libertad; CARLOS GUSTAVO RODÓN FERREIRO, a 7 años de privación de libertad; BISCMARCK ORTIZ JIMÉNEZ, a 6 años de privación de libertad, quienes en ocasión de los hechos cometidos se desempeñaban como directores del Proyecto; así como a ORLANDO GONZÁLEZ PÉREZ, subdirector de Finanzas del Proyecto, a quien se le impusieron 7 años de privación de libertad.
El
Tribunal, de igual forma, consideró autores del delito de Uso indebido de recursos financieros y materiales a ALFREDO BARALLOBRE RODRÍGUEZ, subdirector de Contabilidad y Finanzas de la Empresa Moa Nickel S.A. a quien le impuso la sanción de 6 años de privación de libertad; a ORLANDO CARMENATY OLMO, subdirector de Producción de la Empresa Moa Nickel S.A., sancionado a 5 años de privación de libertad y a XIOMARA JIMÉNEZ MORRIS, especialista de Seguridad y Salud del Trabajo, quien resultó sancionada a 4 años de privación de libertad subsidiada por igual periodo de Trabajo Correccional sin Internamiento.
El
Tribunal aplicó además a todos los acusados las sanciones accesorias de privación de derechos públicos y prohibición del ejercicio de las profesiones y cargos que desempeñaban al momento de los hechos.
Durante
la investigación y la realización del juicio oral, los acusados contaron con las garantías establecidas en la legislación procesal penal, ejercieron su derecho a la defensa y fueron representados por los abogados de su elección.
Contra la sentencia dictada, tanto los acusados como el Fiscal pueden establecer recurso de casación ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo Popular.
Publicado en Granma
Regresando a un viejo fantasma
Por Rogelio M. Díaz Moreno
En un compendio reciente del OC ha salido un material que me ha producido mucha inquietud. El camarada Gonzo Pedrada le entra a pedradas en su trabajo a las alternativas de la energía nuclear y los alimentos transgénicos. Sobre el primer tema, abre con una metáfora sonora: El fantasma de Juraguá navega las Aguas del Golfo de México pertenecientes a Cuba. Me gustaría aportar alguna información para discrepar, respetuosamente, de varios de los argumentos del autor.
Al final de este material intentaré adicionar unas líneas para apuntar a un camino por el cual se considere que es posible negociar un avance en el proceso de poner al servicio de la humanidad, valiosos recursos de la naturaleza.
Pedrada le ha llamado pesadilla al proyecto, cancelado por imperativos económicos (se cerró la tubería que traía rublos), de usar la energía nuclear para producir electricidad en una planta en la localidad cienfueguera de Juraguá. Las explicaciones para el mal dormir son, a nuestro entender, unilaterales y superficiales, y vamos a dar nuestro criterio disidente.
Dice El bonche y el relajo tropicales cubanos hubieran decidido, con sólo el pulsar de un botoncito rojo, un desastre regional mayor, competidor, este sí, con el otro ucraniano. Esto es, por una parte, una falta de respeto con el personal profesional cubano formado rigurosamente, tanto en los países del desaparecido CAME, como en la facultad habanera donde un servidor estudió Física Nuclear. Por otra parte, denota un desconocimiento de los principios de funcionamiento y control de este tipo de instalaciones donde, huelga decir, no existe el tal botoncito rojo.
Cito La electronuclear de Cienfuegos, habiéndose invertido en ella casi mil millones de dólares, sólo sería suficiente para proveer el 25 % de la energía requerida por el país. No poseo información sobre los planes económicos nacionales que se manejaban en la época. Me consta que el proyecto de Juraguá implicaba 4 reactores de 440 megawatt, para un total de 1760 megawatts. La inversión perdida se distribuyó en llevar la construcción del edificio del primer reactor hasta cerca del 90%, el edificio del segundo que no llegó a la mitad, y obras de infraestructura necesarias para el funcionamiento del conjunto completo. La capacidad instalada hoy ronda los 4000 megawatts, pero una parte no genera sino que permanece en reserva, con lo que Juraguá bien que supondría más de la mitad de lo que funciona al día de hoy. Eso no es necesariamente bueno porque una avería la podría detener y ¡zas!, a correr a buscar alternativas pero, de cualquier modo, sugiere un manejo de los números poco cuidadoso.
Cito las dos plantas, las cuales no llegarían a satisfacer la demanda energética nacional y pondrían en peligro nuclear a toda la región del Caribe y tal vez más allá de él. Sin embargo, estas consideraciones no fueron tenidas en cuenta
Primero: Tal vez no llegarían las dos plantas a satisfacer la demanda energética nacional, si esta hubiera seguido creciendo, pero sí una buena parte. En su lugar, hoy tenemos plantas basadas en combustibles fósiles, que tampoco la satisfacen, a un elevado precio económico y con emisión de grandes cantidades de gases contaminantes de efecto invernadero.
Segundo, lo del peligro, que obviamente es lo más preocupante. Sobre esto se pregunta el autor ¿quién hubiera puesto su mano en el fuego por el futuro de Juraguá, y de Cuba, con el trasfondo de Chernobil y de otros desastres, acaecidos en países capitalistas como EE.UU., Japón, Argentina, Brasil, España y otros, en las décadas del ´70 y ´80- azotando, marcando, despellejando la memoria de cualquier ser viviente implicado en ellos o no?
Para responder a estas interrogantes, que son justas, hay que desarrollar un poco las ideas, para lo que hay que tener paciencia, y por ello es justo rogar al lector que también la tenga, si el tema de veras le interesa.
De los países que menciona, solamente EEUU, más la Unión Soviética, tuvieron accidentes de gran magnitud con centrales electronucleares en la época que menciona. Y Japón tuvo el año pasado uno en Fukushima. Pero muchas personas opinan que es exagerado comparar el accidente de la Isla de las Tres Millas (el estadounidense) y el de Fukushima, con el de Chernobil, puesto que en los dos primeros no ocurrieron víctimas achacables al accidente nuclear propiamente dicho. En los demás países, no han ocurrido accidentes comparables a los anteriores, al menos no en centrales electronucleares.
La salvedad es importante. En varios países, sí han ocurrido accidentes donde se involucra la energía nuclear, pero no en electronucleares. Producir electricidad no es la única manera de usar esta fuerza. El accidente de Brasil, por ejemplo, puede referirse a los sucesos de la localidad de Goiania. Allí se regó el material radiactivo botado por un hospital que se mudó con una irresponsabilidad sencillamente criminal. ¿Y para qué usan radiactividad en los hospitales? Muchas personas no lo conocen, así que es justo explicar que una de las maneras más efectivas de curar muchos tipos de cáncer es con radiaciones, y para ello se utilizan isótopos radioactivos de elementos como el yodo, el iridio, el paladio, el oro, etcétera. También se utilizan para estudiar y realizar el diagnóstico de complicadas enfermedades. En Cuba estas prácticas se realizan desde hace mucho tiempo, y muchas personas le deben hoy su vida a estas técnicas nucleares. Espero que Pedrada no insista en privar a los pacientes de recibir esta oportunidad; tal vez no confíe en que las fuentes radiactivas y los desechos inevitables son manejados sin el bonche y el relajo tropicales cubanos, o tenga miedo de que apretemos el botón rojo equivocado y volemos al hospital con nosotros y los enfermos dentro.
En otras ramas económicas, económicas e industriales también se usa la energía nuclear; incluso sirve para efectuar estudios sobre el medio ambiente y la ecología, como los que condujo el entonces Instituto Superior de Ciencias y Tecnologías Nucleares sobre el rio Almendares y la bahía de La Habana. Pero descuiden, que se tomaron las medidas para que no nos contamináramos con sustancias radiactivas, aunque no se pueda decir lo mismo de los demás contaminantes humanos vertidos en esas cuencas.
El manejo de la energía nuclear, como puede verse, es algo conocido en Cuba. Lamentablemente no se ha hecho un trabajo correcto de divulgación y consenso con la población no especializada, deficiencia que lleva a incomprensiones como las expuestas, pero podemos responder, en principio, que toda una comunidad de profesionales con formación y experiencia en el trabajo en las ramas nucleares, sí hubiera puesto su mano en el fuego por Juraguá y, de hecho, estaba comprometida con el proyecto.
A mí la burocracia estatista no me cae nada bien, y no la voy a defender. Sin embargo, a la luz de lo que ya he expuesto, me parece que las razones de los adeptos a la energía nuclear eran algo más que las consideraciones seudo vanguardistas provenientes de estatistas y cuadros funcionariales, desoyentes de toda evidencia y lógica científicas. Y voy a reforzar mi criterio:
El modelo de electronuclear de Juraguá, del tipo moderado por agua ligera y circuito de conducción del calor independiente o secundario, VVER-440, era sustancialmente diferente y más seguro que el de Chernobil, moderado por grafito y circuito de conducción del calor directo, primario, modelo RBMK. Los reactores VVER habían sido exportado ampliamente por la Unión Soviética y se han explotado asimismo sin grandes sobresaltos. Los diseños de estos sistemas cuentan, como último recurso, con sistemas de seguridad pasivos, que descansan en mecanismos que usan la capacidad de derretirse de un material cuando se calienta más de la cuenta, la fuerza de gravedad y ese tipo de características de la naturaleza difíciles de estropear hasta por el más descuidado de los cubanos. Estos sistemas apagan al reactor por sí mismos, cuando las cosas parezcan salirse de las manos y los sistemas de control normales anteriores no hayan funcionado eficazmente. Pero vamos a suponer que el león se come al cazador de cualquier forma, que pase lo que es físicamente imposible, se queme lo que no es combustible, llueva para arriba, la rana críe pelos, se den un terremoto y un tsunami como el de Japón y el reactor explote: todo el reguero de vapores y elementos radiactivos quedaría encerrado en el edificio que albergaría al reactor, un recinto de hormigón con paredes de varios metros como el que no existía en Chernobil, que estaba en una planta industrial común y corriente.
Es totalmente injusto, dicho sea de paso, echarle la culpa a la energía nuclear de la contaminación por polvo de aluminio sufrida por los constructores, que estarían aplicando entonces técnicas poco seguras de trabajo, como las que emplearían, para levantar en cualquier otro lugar, cualquier otra edificación. Por cierto, que las personas con experiencia en el uso de la energía nuclear en cualquiera de sus ramas, podrían señalar además cómo los riesgos particulares del uso controlado de la radiación son menores como lo demuestran la teoría y la práctica que los que se dan por sentado en la mayoría de las otras esferas de la economía.
En fin, que para echarle a la energía nuclear se requiere de un trabajo más cuidadoso y fundamentado en el conocimiento científico técnico establecido que el evidenciado por el autor de mi desvelo. Y se puede continuar con otras consideraciones, por ejemplo sobre las alternativas a la electricidad generada con fuentes distintas a la nuclear.
En un material anterior hice una somera relación de los accidentes relacionados con otras fuentes de energía, básicamente aquellas que emplean combustibles fósiles. Cualquier comparación mínima, demostraría abrumadoramente que la energía nuclear es comparativamente más segura para el hombre y el medio ambiente que el petróleo y el carbón. El empleo de estos últimos causa accidentes tan cotidianamente que ya no son noticia y pocos los notan más allá de sus víctimas y familiares, a menos que se monten en decenas o centenares los muertos y heridos en cada incidente cosa que también pasa con no poca frecuencia. Y todavía falta mencionar el daño fundamental que provocan, el peligro que ya nos afecta como civilización. El cambio climático, demostradamente provocado por nuestra civilización según los informes del Panel Internacional montado al respecto, que ha provocado la degradación irrecuperable y pérdida de regiones por desertificación, inundación del mar, etc., en una magnitud mil veces mayor que todos los desastres nucleares que hayan ocurrido jamás, juntos.
Claro, que Pedrada también critica a los combustibles fósiles. Yo lamento que ponga ambas alternativas como si fueran igual de malas sin que, a mi juicio, aporte suficientes argumentos. Coincido, en principio, que puede y debe trabajarse más en la extensión de fuentes ecológicas de energía. Digo ecológicas, y no renovables, que una cosa no es necesariamente sinónima de la otra.
Renovable puede ser la electricidad basada en paneles solares, que parece gustarle a Pedrada. Lo que tal vez este autor no conozca es que el complicado proceso industrial, requerido para obtener y procesar el silicio hasta obtener el panel y la electricidad, es más contaminador para el medio ambiente que la mismísima energía nuclear, según estimaciones de muchos especialistas.
Renovable puede ser la electricidad basada en grandes hidroeléctricas con sus grandes presas, que son otra pesadilla para el medio ambiente.
Renovable puede ser el combustible obtenido de cultivos como el maíz y otros, nada ecológicos si se considera que en esas tierras no se puede entonces sembrar alimentos para las personas.
Renovable puede ser hasta la electricidad en ciertas electronucleares, donde a partir del combustible de uranio se obtiene, además, el elemento llamado plutonio que también sirve para reactores nucleares. Pero esa variante no gusta mucho, aún entre los que usan esta energía, porque de este plutonio es relativamente fácil obtener armas nucleares.
En fin, que hay que distinguir que no cualquier energía renovable es la panacea.
Nos quedan como fuentes aceptables unas pocas, como las eólicas, las mareomotrices y las hidroeléctricas de pequeñas corrientes de agua. Estas últimas son inestables y en las estaciones de seca pueden dejar desabastecidas aquellas necesidades que de ellas dependan. En las otras se puede adelantar mucho, pero no satisfarán ni de lejos las necesidades actuales de la humanidad.
Lo que nos lleva a otra fuente muy importante, posiblemente la más trascendente, que es el cambio de mentalidad. Usar la energía más ahorrativamente, renunciar al consumo extremo e irracional, son pasos fundamentales, pero que requieren de una profunda y verdadera revolución en la manera en que funcionan las cosas. Incluso con esta variante, hoy no se puede ignorar que existen grandes cantidades de personas en condiciones de pobreza intolerable, que requieren de aumentar su consumo en cierta medida para lograr un nivel de justicia mínimo.
Todos bueno, todos los de este lado estamos de acuerdo en que se deben transformar muchas de las condiciones de la humanidad para hacerla más ecológica, que es hacerla más sustentable, ética, racional. Pero eso no se va a lograr en tres o cuatro días e, incluso en ese futuro soñado, las personas seguirán padeciendo enfermedades que se curan con radiaciones, o presentando otras necesidades que se resolverán con energía nuclear. En lo que trabajamos y llegamos a ese estado de cosas ideal, hay que seguir empleando una cantidad de energía eléctrica que mantenga funcionando los hospitales, los frigoríficos que almacenan alimentos, las industrias y el resto de las bases de la civilización cuya desaparición súbita acarrearía la muerte por insatisfacción de necesidades básicas de una gran parte de la humanidad. Para cumplir esta etapa de transición, mi convicción profunda y meditada es que la energía nuclear es preferible a los combustibles fósiles. Incluso el uso de estos últimos resulta inevitable en el presente, por mucho que nos pese. Atacarlos a todos ellos con excesiva superficialidad puede resultar contraproducente, pues puede provocar el alejamiento de un auditorio importante que pasa mucho trabajo para sobrevivir cotidianamente. Por último, el petróleo es una materia prima de enorme valor más allá de su burda combustión, pues de él se obtiene un sinnúmero de productos, plásticos, gomas, textiles, como materiales de construcción, etc., así que su disponibilidad no es obligatoriamente la maldición que Pedrada presupone.
Al principio apunté que trataría de señalar un camino por el que se pudiera trabajar en un consenso que apuntara a modos seguros y ecológicos de vida con las necesidades imperativas del presente. Ya me he alargado demasiado pero quiero cumplir con ese punto para culminar.
Ya que la mayoría de la civilización estará en contra de regresar a la Edad Media, hay que asumir el precio a pagar por tener una esperanza de vida prolongada; facilidades de comunicaciones y transporte; dieta sana, balanceada y suficiente; atenciones médicas sofisticadas para contrarrestar enfermedades graves; manifestaciones artísticas y culturales que hagan nuestras vidas más plenas y hasta dedicar recursos a investigar si de veras existen pequeños seres verdes en el espacio que sean más sabios que nosotros. Este precio pasa por manipular esas vigorosas fuerzas de la naturaleza con las que se puede establecer una relación constructiva. La sociedad civil, necesariamente, ha de ejercer el control sobre cada gran proyecto o emprendimiento donde se involucren energías poderosas como las nucleares, la industria química, entre otras muchas capaces lo mismo de entregar vida que muerte, felicidad que desdicha, abundancia o desastres.
En todas estas esferas, por igual y equitativamente ¡no tiene sentido apuntar los cañones contra las electronucleares y dejar que una sintetizadora de quimbombó nanotecnológico nos explote o envenene! debe estar manifiesto y explícito cada principio y peligro, cada riesgo y medida de control. El conocimiento tiene que pertenecer tanto a la parte de allá como a la de acá. Aquellas personas al frente del asunto, tecnólogos o administradores, se deben en última instancia a la sociedad, que tiene el derecho inalienable a cuestionar cada detalle, a satisfacer toda inquietud. Entonces, con esta información en la mano, después de evaluarla con un criterio objetivo imparcial tal que le permita evaluar los pro y los contra, y sin basarse en simples temores a cosas que resultan nuevas o desconocidas, se podrá tomar una decisión colectiva, sabia.
Las personas y la nación son lo más importante…
Por Félix Sautié Mederos
Las personas y la nación son lo más importante…
En los últimos días en La Habana, he estado inmerso y rodeado por una verdadera explosión de sentimientos existenciales; incluso ocasionalmente contradictorios unos contra otros, que se han manifestado más allá de cualquier manipulación extemporánea porque hay esencias y conceptos básicos de la vida que por mucho que se intentara manipularlos, sus noblezas no sería posible alterarlas o sustituirlas en lo más íntimo de los seres humanos. Todo ello coincidió en el tiempo con una lluvia de estrellas fugaces anunciada por lo meteorólogos, pero considero que el impacto planetario de los sentimientos provocados por la Olimpiada Londres 2012 ha sido mayor que el de estas luces en el firmamento.
En consecuencia, no podría pasar por alto las incidencias de estos últimos juegos olímpicos, porque conmocionaron intensamente mis sentimientos de cubano por encima de cualquier otra consideración de discrepancia o posicionamiento social, económico o político, sin que para ello tuviera que ser un fanático de los deportes o un especialista en esas prácticas tan beneficiosas a la vida. Tampoco podría negar el evidente declive que se ha estado produciendo en los resultados de Cuba, con un discreto repunte en Londres 2012, como consecuencia de la actual crisis económica, política y social que estamos atravesando.
Ante todo, quiero expresar al respecto de estos asuntos tan importantes, que para mí, la Nación se encuentra por encima de los intereses temporales de la política, del comercio o de la economía en general que, en cambio, algunos intentan sobreponer a cualquier otra manifestación principalmente a la espiritualidad y a los sentimientos de las personas, como si fueran lo único importante; aunque no niego el peso especifico que en sí mismos poseen estos aspectos de la vida material por denominarlos de alguna forma más comprensible. Incluso también existen quienes identifican al concepto de Nación con un sistema o colectivo reduciéndolo a un grupo pequeño de individualidades mesiánicas. ¡No! La Nación es más que todo eso, la Nación tiene que ver con las esencias básicas de nuestra identidad de seres humanos desarrollados a partir de una comunidad que comparte determinados intereses que nos conciernen a todos sin excepción: idiosincrasia, cultura y territorio incluyendo la dispersión de la diáspora que nos aqueja.
También es posible identificar a los que han tratado de ver exclusivamente desde el punto de vista intelectual a los juegos olímpicos y las demás pujas deportivas internacionales; rebuscan únicamente en los problemas que subsisten, en sus antecedentes, causas y consecuencias, junto con las manipulaciones y desviaciones, que si bien han existido y es muy importante tenerlas muy en cuenta, no por ello deberíamos negarlo todo de conjunto o como decimos popularmente en Cuba “botar el sofá”, sin antes tomar en consideración a los sentimientos y al libre albedrío del pueblo en general en su opción por las manifestaciones sociales que les produzcan esperanzas, salud corporal y espiritual, disfrute o recreación.
Por otra parte, considero que los símbolos de la Nación, aunque se expresan con un soporte material identificable, lo más importante no es su materia o el diseño que lo especifican en lo meramente plástico o musical, sino su sentido espiritual y significado para las personas. Así lo pensé mientras observaba con provocada emoción que me hacía escapar exclamaciones de júbilo o penas, la actuación de los atletas cubanos con sus banderas y logotipos. Sentí alegrías o dolor junto a ellos que contra viento y marea daban todo de sí, muchas veces en medio de grandes desigualdades de condiciones, posibilidades de entrenamiento o incluso de participación en topes internacionales, motivados además por sus aspiraciones innegables de realización personal en un medio con muy pocas posibilidades para una juventud que se abre al porvenir. En mi criterio, coincidieron con las esencias básicas de la identidad nacional y de los intereses generales de la población. Los vi reír o llorar, busqué sus gestos, sufrí con sus lesiones; y en general me sentí muy orgulloso de ser cubano y a la vez triste por nuestras carencias, limitaciones y dificultades.
Son actitudes que van más allá de las intenciones políticas, económicas o comerciales con que algunos a lo largo de la historia han visto y utilizado a los juegos olímpicos, tratando de beneficiarse y de manipularlos convirtiéndolos en espacios propicios para la propaganda de sus ideas y pretendidas superioridades; incluyendo a las pujas políticas por determinadas hegemonías supranacionales. Sobre esto se ha escrito recurrentemente por parte de especialistas e historiadores y no lo desestimo, pero por encima de esas cuestiones veo a las personas, sus sentimientos, a la Nación y a las identidades que nos son propias.
Mucho lo disfrutamos en La Habana y en Cuba en general, porque nuestros atletas han surgido del pueblo, son nuestros hijos y la población en estas circunstancias no hace excepciones. Eran cubanos sin excluir a los que jugaron con los colores de otros países como consecuencia de la diáspora que nos ha dispersado en el mundo y que no deben ser condenados por la voluntad de los empecinamientos y de las absurdas prohibiciones que tanto daño nos hacen. Siempre después de la noche viene el día con su claridad especialmente luminosa sobre nuestro Archipiélago caribeño y llegará un momento en que nuestros atletas nos representarán en los juegos internacionales y además podrán competir con plena libertad en las más diversas latitudes tal y como pueden hacerlo los de otras naciones.
Cuando los cubanos estemos en libertad de salir, entrar y/o regresar a nuestro territorio nacional, sin necesidad de pedir permisos especiales; o sin que se nos considere traidores por asentarnos a vivir en donde mejor creamos, la participación de nuestros atletas en los Juegos Olímpicos y en las competencias entre naciones alcanzarán mayor calidad, fogueo, espontaneidad, estímulo y experiencias que hoy nos faltan. Así lo pienso y así lo afirmo con mis respetos hacia los que no estén de acuerdo o piensen diferente.
fsautie
Publicado en Por Esto! , el lunes 20 de agosto del 2012.
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=186555
Firmas por el derecho de asilo de Julián Assange
La libertad de información ha tenido a uno de sus mayores defensores en Julián Assange, hoy perseguido por mostrar al mundo los reales y bajos fondos de las relaciones internacionales. Develar la verdadera cara de los juegos de poder le ha valido a Assange la imputación de cargos absurdos, a la vez que desata la dinámica de una sorprendente violación al derecho y los códigos de comportamiento internacional con la amenaza de Gran Bretaña de intervenir en territorio ecuatoriano (Embajada, autos oficiales, etc) para impedir que se consume el derecho de asilo de Assange.
Assange es un defensor de la democracia y defenderemos su derecho a permanecer libre, así como el de la República soberana de Ecuador a otorgarle el asilo.
Por la libertad de información, expresión y pensamiento
Pablo González Casanova, Marta Harnecker, Mike Assange, Ana Esther Ceceña
Si desea adherirse a la presente declaración, envíe un correo con su nombre a: anacecena@gmail.com
La otra ceguera
El post La otra ceguera es de autoría de Yusimí Rodríguez