El derecho a equivocarse ¿también es racista?

Por Rogelio M. Díaz Moreno

Roberto Zurbano durante una sesión de la Cofradía de la Negritud - Foto Isbel Díaz Torres

Roberto Zurbano durante una sesión de la Cofradía de la Negritud – Foto Isbel Díaz Torres

Cuando leí el artículo de Roberto Zurbano que tanta algazara ha despertado, recuerdo que no estuve muy de acuerdo con los puntos A, B y C, pero los subsiguientes D, E y F me parecieron muy ciertos. Distintas miradas pueden introducir distintos matices. Un escrito corto es necesariamente más superficial que un hondo tratado. Y, por supuesto, queda pendiente el asunto de la manipulación del título por el órgano estadounidense que lo divulgó en primera instancia. Si el nombre original dice que la Revolución en Cuba, para los negros, no ha terminado, en lugar de iniciado, yo únicamente le añadiría: y para los blancos, tampoco ha terminado.

Pero no quiero polemizar con los aciertos o fallas del material en cuestión, como tampoco me interesa por el momento debatir con los intelectuales indignados que salieron a rebatirle a Zurbano. Estos últimos también manejan ideas certeras, como mismo pueden equivocarse en otros aspectos la afirmación de Rodríguez Rivera, por ejemplo, sobre las elecciones presidenciales que los cubanos tendríamos en el 2018, es una pifia singular. Lo que me motiva a meter mi indiscreta cuchara es la reacción institucional-punitiva, que considero deleznable: ¡Despedido el Zurbano!

¿Qué es esto que estamos contemplando? ¿Acaso esta es la manera de resolver polémicas o discusiones histórico-filosóficas? Yo encuentro muy bien que, quienes no estén de acuerdo con Zurbano, publiquen sus críticas, en tono y volumen tan alto como estimen conveniente, pero otra cosa muy distinta es que se tome una represalia administrativa y profesional contra una persona que da empleo a sus capacidades de pensamiento. Hasta antes del despido, teníamos un debate académico e ideológico, pendiente de algunas aclaraciones. A partir de ese punto, lo que se escucha es un mensaje alto, claro y muy, pero muy racista: ¿qué le pasa al ´negro equivocao´ este?, ¡fuera!.

Este incidente remarca cómo todavía están bien lejanos los aires de renovación y cambios que se necesitan, para oxigenar y liberar las ataduras al pensamiento y la crítica, y su expresión en nuestra sociedad. Los problemas del racismo están ahí; nunca fueron resueltos totalmente y lacerarán por mucho tiempo aún el tejido social de la patria. La creciente diferenciación de clases sociales que trae la transición cubana, hacia un sistema mixto con mercado, no hará sino acrecentar estos problemas, junto con muchos otros. Señalar críticamente estas realidades no será darle armas al enemigo eterno argumento de la falange estalinista atrincherada en sus puestos de autoridad y privilegios, sino que hace todo lo contrario: fortalece las capacidades internas de la nación para trabajar en la solución de los problemas que afectan a todos los cubanos. Continue reading

Sobre cómo percibir la falsedad en la homeopatía

Por Rogelio Manuel Díaz Moreno

Este tema de la homeopatía merece tomarse con gran seriedad, debido a las potenciales consecuencias sobre las vidas de los seres humanos, que tienen cualesquiera acciones relacionadas con su salud. Desde estas páginas hemos denunciado los intentos de imponer al pueblo cubano una práctica probada como falsa desde todos los puntos de vista de la teoría y de la práctica. Algunas personas podrán cuestionarse por qué descarto una técnica que tiene, a decir verdad, un buen número de practicantes. Sirvan estas líneas para todo aquel que conserva dudas al respecto y esté sinceramente interesado en discernir el grano de la paja.

Empecemos por reconocer que la medicina llamada occidental ha sido objeto de muchas críticas; que se le tacha de mercantilista, de cosificar al paciente y de proceder de manera academicista o dogmática. Como alternativas más humanas se erigen variantes de otros saberes, por lo general agrupables bajo el rótulo algo impreciso de Medicina Natural y Tradicional (MNyT). Bajo este rótulo trata de presentarse la Homeopatía, pero en el criterio de este opinador que no tiene nada en contra de otras prácticas de la MNyT este sayo no le sirve para esconder las vergüenzas.

Para empezar, si se trata de mercantilismo, no se puede desconocer que hay muchos laboratorios que hacen mucha plata vendiendo remedios homeopáticos. Boiron et al, por ejemplo, es una empresa capitalista tan buena o tan mala según quiera verlo cada uno como Pfizer, Merck o Bayer. De igual forma que estas venden antibióticos y otras medicinas validadas por la ciencia moderna, aquel vende agüitas milagrosas con etiquetas que prometen lo que no pueden cumplir. Boiron et al es, dicho sea de paso, el famoso consorcio homeopático relacionado con el escándalo del inmunólogo francés Jacques Benveniste, ampliamente recogido en la revista Nature, cuando el científico galo envió su trabajo relacionado con la homeopatía [1, 2].

¿Y cómo es posible que esto ocurra en sociedades desarrolladas y reguladas? Por ejemplo, en Estados Unidos, esto puede explicarse dado que la agencia gubernamental que regula estas cosas, la FDA, solo exige licencias y demostraciones a los medicamentos que presentan un principio activo, esto es, a los medicamentos occidentales. Un preparado homeopático solo tiene agua a veces, también un poco de alcohol, por lo tanto, no requiere licencia de la FDA y se puede vender libremente. Si los homeópatas sostienen que en esa agua hay propiedades milagrosas y convencen así a sus clientes, eso no le importa a la FDA, que con ello se lava las manos. Los científicos serios, empezando por la Asociación Médica Americana, han estado bien claros por su parte de que todo no es más que una vil estafa [3, 4, 5]. En otro país, Gran Bretaña, las instituciones gubernamentales se han asesorado también sobre el asunto pero la respuesta ha sido más drástica, y han llovido truenos contra la homeopatía [6]. En otros países desarrollados no sé bien cómo está establecido el asunto, sería positivo que otras personas informadas lo expusieran.

Para continuar con lo del academicismo: hay pocas cosas más absurdamente dogmáticas y cerradas que los llamados principios de la Homeopatía. Un alemán de los siglos XVIII y XIX, Samuel Hanehman, se sacó dos afirmaciones de abajo de la manga: que lo semejante cura lo semejante y que mientras más diluído, más fuerza tiene. En esas dos frases se basa todo el tinglado homeopático, en ese par de ideas poco convincentes pero que son proclamadas a grito pelado, sin el más mínimo sentido crítico, lógico, racional, por parte de sus propulsores. Eso es así porque así es; así lo dijo Hanehman, por lo tanto es cierto.

Desde el punto de vista científico, la primera afirmación no se apoya en nada más que la palabra del señor Hanehman, y la segunda viola todos los principios del conocimiento existentes. En realidad, hoy no se requiere ser un graduado de Física Nuclear para estar hoy un poco más al día que Hanehman y, con una educación muy sencilla, cualquier persona en sus cabales comprende que echar agua en cantidades cada vez mayores a un preparado de una sustancia cualquiera, disuelta allí, solo puede conducir a la desaparición de hasta la última traza de la sustancia punto en el cual los homeópatas recomiendan seguir echando agua porque entonces es que el efecto, según ellos, está empezando a ponerse bueno de verdad.

Nótese que no hemos querido decir que, por ejemplo, el cocimiento de mastuerzo no funcione. Lo que definitivamente no funcionará, es un cocimiento hecho con dos hojitas de mastuerzo y un billón de billones de galones de agua. A menos que usted esté muriendo de sed.

Ah, que se puede encontrar personas que se han curado o han visto curarse seres queridos luego de consumir un medicamento homeopático, es cierto. Esto no demuestra, sin embargo, que lo que lo haya curado sea el preparado de marras. La persona puede haber tomado, además, el tratamiento occidental. O puede ser alguien de constitución fuerte, la enfermedad no era muy grave, y se mejoró por sí mismo. En todo caso, es posible que tras consumir el remedio homeopático, la persona se haya sentido mejor psicológicamente, simplemente por la confianza en lo tomado, y este sentimiento subjetivo, denominado efecto placebo, es conocido por ayudar al organismo a curarse.

Ahora bien, una medicina comprobada por la ciencia moderna, se diferencia de otras en que se ha demostrado, en estudios clínicos de elevado rigor, que presenta una acción objetiva, capaz de actuar sobre el paciente aún cuando éste no esté tan confiado o ni siquiera sepa que se le suministró aunque si se presenta el efecto placebo y ayuda, bienvenido sea. Estos estudios descartan a los preparados homeopáticos como posibilidades realistas de curar ningún problema de salud concreto, como lo revelan numerosas publicaciones de las revistas científicas más establecidas y de mayor prestigio [7, 8, 9, 10, 11].

Un último paréntesis es necesario para recordar que muchas personas requerimos de auxilios espirituales en los duros bregares de la vida, especialmente en casos de enfermedad. Nuestra diatriba antihomeopática no pretende atacar las ceremonias mágicas o religiosas de cualquier tipo, que cualquier ser humano perciba como adecuadas para sí, que respetamos profundamente y que no interfieren ni estorban la acción de la medicina que se aplica entretanto. El problema con la homeopatía es que pretende ser una disciplina científica, emplea un vocabulario que puede confundir a un incauto por su énfasis en este sentido y lo puede conducir a dejar camino por vereda al dar de lado al remedio de verdad probado científicamente, a cambio de un pomito de agua etiquetada.

Teniendo en cuenta que la fundamentación teórica de la homeopatía es lo peor que hay, y que los resultados prácticos son tan pobres, la mayoría de los que conocen del asunto guardan (guardamos) una pobre opinión sobre la ética de los que, desde la aventajada posición que les puede dar un conocimiento científico medio y cierta disponibilidad de recursos industriales, manipulan al público y lo inducen a consumir falsos medicamentos [12]. Esta actitud puede provocar consecuencias fatales para la salud y la vida del que descarte la atención médica científicamente validada para irse con estos aprendices de brujo, situación inaceptable para cualquier persona con un mínimo de decencia y enterada del asunto. Esto es válido tanto para los consorcios capitalistas extranjeros, como para nuestros aventureros locales de Labiofam y el Instituto Finlay.

Las fuentes propuestas en este material pueden encontrarse con bastante libertad a través de Internet, en bibliotecas públicas de ciencias o, en el caso cubano, también a través de la red de Infomed. Espero que fundamenten un poco más mis palabras a los ojos de quienes todavía no se sientan convencidos.

[1] E. Davenas et al, Human Basophil degranulation triggered by very dilute antiserum against IgE.
Nature, Volumen 333, número 6178, pag. 816, Nueva York, 30 Junio 1988, ISSN: 0028-0836 EISSN: 1476-4687
[2] Maddox, J., Randi, J., and Stewart, W., High dilusion experiments a delusion. Nature, Volumen 334, número 6180, pág. 287, Nueva York, 28 julio 1988, ISSN: 0028-0836 EISSN: 1476-4687
[3] “Supported by science?: What Canadian naturopaths advertise to the public”. Allergy, Asthma and Clinical immunology. http://www.aacijournal.com/content/7/1/14.
[4] Paul S. Boyer. The Oxford Companion to United States History. ISBN 9780195082098.
[5] James Randi (1995). An encyclopedia of claims, frauds, and hoaxes of the occult and supernatural. St. Martin’s Press. ISBN 9780312109745
[6] Evidence Check 2: Homeopathy, Fourth Report of Session 200910, House of Commons Science and Technology Committee, 20 October 2009, parliament.uk
[7] Jonas WB, Kaptchuk TJ, Linde K, A critical overview of homeopathy.
Annals of Internal Medicine Volumen 138, Número 5, Página 393. Washington, 4 Marzo 2003 Print ISSN: 0003-4819 Online ISSN: 1539-3704
[8] Linde K, Clausius N, Ramirez G, Melchart D, Eitel F, Hedges LV, Jonas WB. Are the clinical effects of homeopathy placebo effects? A meta-analysis of placebo-controlled trials. The Lancet. Volumen 350, Número 9081, página 834. Londres, 20 septiembre 1997. ISSN 0140-6736
[9] Cucherat M, Haugh MC, Gooch M, Boissel JP., Evidence of clinical efficacy of homeopathy. A meta-analysis of clinical trials. HMRAG. Homeopathic Medicines Research Advisory Group. European Journal of Clinical Pharmacology. Volumen 56, Número 1, página 27, Berlin, Abril 2000. ISSN 0031-6970
[10] Shang et al, “Are the clinical effects of homoeopathy placebo effects? Comparative study of placebo-controlled trials of homoeopathy and allopathy”, The Lancet, Volumen 366, Número 9487, página 726. Londres, ISSN 0140-6736, 27 agosto 2005
[11] Ernst, E. (2002), “A systematic review of systematic reviews of homeopathy”, British Journal of Clinical Pharmacology 54 (6): 57782
[12] Homeopathy is where the harm is: five unethical effects of funding unscientific remedies. Editorial. J Medical Ethics 2010;36, 3:130-131.

Farmacéuticas cubanas apuestan por el agua milagrosa

Por Rogelio Manuel Díaz Moreno

El agua embotellada suele verse, según la conciencia y nivel adquisitivo del observador, como una necesidad, un lujo, o un negocio agresivo al medio ambiente e innecesario la mayoría de las veces. En última instancia, es un negocio estándar para las compañías que pueblan los anaqueles de los supermercados y hasta para los pequeños estafadores que rellenan los envases vacíos con agua del grifo -con frecuencia igual de buena.

Las empresas europeas Vichy y Evian, por ejemplo, sacan ganancias millonarias con esta actividad, que multiplica cientos de veces el precio de un litro del sencillo líquido. No obstante, acá en Cuba tenemos compañías que dejan chiquitas a estos consorcios. No se trata de Ciego Montero, ni de Los Portales. El centro Labiofam, ubicado en las afueras de La Habana, multiplica el precio del litro de agua por mucho más. Los pingues ingresos tienen la ventaja adicional de no tropezar con tantas suspicacias ecológicas, pues la etiqueta del frasco vendido opera una estafa de gran efectividad. Labiofam comercializa una cantidad cada vez mayor de los mal llamados medicamentos homeopáticos, de amplia aceptación entre el público con problemas de salud y falta de cultura científica.

Cualquiera puede averiguar cómo se preparan estos medicamentos. Las mismísimas personas que recomiendan la homeopatía se lo pueden explicar. Se toma una sustancia X y se diluye en agua hasta el punto que no queda una simple molécula del compuesto original en trillones y trillones de litros. La descripción sencilla de la elaboración de la medicina homeopática revela que, con ella, lo más que se puede resolver son los casos de deshidratación. Por esta razón, la explicación del proceso nunca es simple ni diáfana, sino que viene sazonada por una gran dosis de rutilante palabrería y términos de alguna manera relacionados con las corrientes filosóficas en boga. Por ejemplo, a finales del siglo XVIII-principios del XIX, Samuel Hanehman, descubridor de la Homeopatía, mencionaba propiedades divinos, mensajes de Dios, entre otros argumentos que convencían a las personas. Hoy los homeópatas dan a entender que se trata de propiedades de la mecánica cuántica u otras de la física y la química que le otorgan al agua una impronta o memoria de los poderes curativos de la sustancia original. Tales propiedades no existen, según el nivel de conocimiento de la ciencia actual. Continue reading

Los muertos vivientes de la prensa

Por Javier Montenegro Naranjo

Un amigo se molestó mucho cuando traté de explicarle por qué para mí la peli Juan de los Muertos era buena: los zombis. Los cubanos somos una masa inamovible de muertos vivientes en espera de un ser vivo para devorarlo, lo cual está muy bien representado en la cinta. Estos personajes de la cultura pop tienen un pacto ético muy raro: son incapaces de comerse entre sí. Lo de ellos es la carne fresca, y si es cerebro, mucho mejor.

Existe una analogía clara. El zombi cubano transforma a todos los vivos en muertos vivientes, o sea, a aquellos que piensan diferente, los que van contracorriente; no se los come, solo lo convierte para marchar a su lado en una vida de indiferencia. ¿Qué es un vivo? Aquel que exprese su desacuerdo con ciertas cosas. Ojo, eso no quiere decir que la Isla esté llena de estos cuerpos sin almas, porque el cubano sabe fingir. En Shaun of the dead se probó una teoría muy interesante: si caminas como ellos, mirando al vacío y emitiendo sonidos guturales, no serás atacado. Y así llevamos un tiempo ya, como si nada ocurriese, por temor a una ola de zombis reales.

Quizás el apetito desenfrenado por la masa gris sea una metáfora. Pensar es indicio de estar vivo, y eso no puede ocurrir en tierra de zombis.

¿Cómo penetró este virus en Cuba? Existen muchas hipótesis sin probar, una de ellas tiene que ver con una profesión (algunos la llaman oficio) que debe evitar a toda costa la podredumbre cerebral: el periodismo. Esta es una grieta por donde el virus se pudo colar. Hasta las altas esferas lo han reconocido: los periodistas inocularon las enfermedades “ionosena” y “tukayao”, posible origen de nuestro mal.

Les pongo algunos ejemplos hipotéticos: si se comete fraude electoral, la prensa no dice ni pío. Si el salario a duras penas alcanza para vivir, el periodismo económico no entra en esta conflictiva matemática de bodega. Si una enfermedad X afecta al país, se publica un reportaje contándonos el alza turística. El punto es el siguiente: no es que el país no pueda estar un poco jodido, pero si el periodismo silente o de marionetas se encarga de encubrirlo TODO, el resultado es fatal. Continue reading

“Y así pasan los días…”

Por Fernando Ravsberg

…las semanas, los meses y los años sin que Cuba alcance la prometida informatización de la sociedad. Atrás queda el debate sobre internet social o particular, la mayoría de los internautas ya aceptan cualquier opción con tal de que haya acceso.

Yo continúo intentando que algún directivo del Ministerio de las Comunicaciones me responda sobre la situación de internet en Cuba. Es verdad que sus acólitos siempre me advierten que no me acerque pero mi optimismo me llevó otra vez a insistir.

Logré interceptar a uno de los viceministros en la inauguración de la XV Feria de Informática. Me decidí porque es un hombre bastante joven y un colega cubano me aseguró que “este le sabe al tema”, aclarando así que no se trata de un simple burócrata.

He de reconocer que tiene formas más corteses y amables que otros directivos que he conocido en el pasado pero al final la respuesta sigue siendo en esencia la misma: no voy a hacer declaraciones, este no es el lugar, en otra ocasión, etc, etc, etc.

Fue una verdadera lástima que se negase a hablar porque quería preguntarle sobre un tema que preocupa a la gran mayoría de los internautas cubanos: las dificultades para conectarse a la red y la lentitud extrema para navegar, mayor incluso que años atrás. Continue reading

Jefe de Aduana cubana ratifica decomiso

Por Isbel Díaz Torres

El Jefe de Aduana Postal y Envío, Raúl Gómez Badía, acaba de declarar SIN LUGAR el recurso de apelación interpuesto recientemente por mí, con el fin de recuperar un paquete de periódicos de anarquistas venezolanos.

Tal como prometí a los lectores de Havana Times, les amplío el resultado de mis gestiones ante las autoridades cubanas.

A través de la Resolución Nº92-2013, esa instancia declaró en su quinto POR CUANTO que “la sanción estuvo correctamente aplicada por la autoridad actuante, al ser detectada literatura en contra del proceso revolucionario en Venezuela y su líder”.

No sé si a ustedes les pasa lo mismo que a mí, pero veo una gran incongruencia en todo esto. Me parece recordar que lo que se señalaba en la orden de decomiso inicial era que los materiales atentaban CONTRA LOS INTERESES GENERALES DE LA NACIÓN.

¿Será que la Aduana cubana vela por los intereses generales de la nación venezolana, en vez de por los nuestros? ¿O será que vivo en Venezuela, y he estado engañado toda mi vida?

Al menos algo ha quedado claro: en pleno siglo XXI la ideología monolítica instaurada en nuestra patria todavía decide cuál literatura debemos leer los cubanos, y cual no. Continue reading

La negación de la negación

Por Alejandro Cruz

Vista la Resolución 127-07 (Reglamento de Seguridad Informática), dada en La Habana, a los 24 días del mes de Julio de 2007, quiero referirme a uno de los tantos artículos que la componen y que creo es una de las limitantes más importante que restringen la presencia de productos y servicios de entidades estatales cubanas en internet.

En virtud del ARTÍCULO 72: Se prohíbe la colocación de páginas o sitios Web, desde entidades estatales, en servidores extranjeros que ofrecen estos servicios de forma gratuita.

Hoy obstaculizar esta posibilidad es estar en contra de las lógicas de funcionamiento de la Web 2.0. La Web 2.0 permite a los usuarios interactuar y colaborar entre sí como creadores de contenido generado por usuarios en una comunidad virtual, a diferencia de sitios web estáticos donde los usuarios se limitan a la observación pasiva de los contenidos que se han creado para ellos. Ejemplos de la Web 2.0 son las comunidades web, los servicios web, las aplicaciones Web, los servicios de red social, los servicios de alojamiento de videos, las wikis, blogs, mashups y folcsonomías.

Facebook y Twitter constituyen las dos redes sociales más grandes que existen dentro de la red de redes, sumando entre ambas la cantidad de más de 1,455 millones de usuarios en total. Según las estadísticas, Facebook es considerado el tercer país más grande del mundo, con más de 955 millones de usuarios registrados y ambos trabajan en una plataforma de usuario gratuita. Continue reading

Transiciones, socialismo, institucionalidad y justicia

Por Rogelio Manuel Díaz Moreno

Mis elucubraciones no se detienen en mi cabeza, en estos tiempos en los que el término Transición se manifiesta y reproduce intensamente en las arenas de la política nacional. Todavía habrá muchos quebraderos de cabeza que nos darán vueltas en lo que aquilatamos los rayos que nos caen arriba. Los funcionarios que parecen saber lo que hacen, apuntan a que lo fundamental es desatar a las fuerzas productivas, prácticamente a todo costo, mientras otros remarcan la -cada vez más vacía- afirmación de que el movimiento es hacia más socialismo.

Digamos que empiezo por los trabajadores asalariados, esos que queden en las empresas estatales después del fin de la próxima ola de despidos. En estos días, los dirigentes cubanos repiten, nuevamente, las letanías del llamado a nuestras conciencias, aquellas que nos incitan a cuidar cierta “propiedad socialista” que, supuestamente, es de todos y, por lo tanto, también de uno. Cómo puede pertenecer a uno, una empresa, y uno botarse a sí mismo, es algo que escapa a mis cortas entendederas. Y aquellos que mantienen sus puestos, ya se acostumbran a sentir la espada de Damocles del despido como una realidad más de sus vidas -con la mayor autonomía de las direcciones, sumada a la acostumbrada inoperancia de los sindicatos, como facilitador ideal de los recortes. Asimismo, los ya ínfimos niveles de salario van a perder la magra compensación, que con frecuencia se pregona por los oficialistas, de los pocos subsidios que todavía queden en pie. ¿Cómo evitar la obvia enajenación del que malamente vende su fuerza de trabajo al Estado, de igual forma que se hace en el capitalismo a un patrón explotador? No lo creo posible.

Aún más claramente sentirán que viven en el capitalismo, aquellos que trabajen para los flamantes negocios de paladares, los peones de los nuevos hacendados y demás empleados que se contraten con los nuevos empresarios privados, acogidos todos caprichosamente bajo una licencia disparatadamente igualitaria de Trabajador Por Cuenta Propia. Aquí, los empleados carecen naturalmente de algunos de los derechos que resisten en los círculos anteriores, dada la falta de obligación del patrón de otorgar vacaciones, licencias de maternidad, respetar normas anti discriminación y así sucesivamente. El único terreno donde, tal vez, se igualen estas personas, será en el de sentirse ajenos a algún empeño social común, pues: poseen o trabajan para empresas privadas (que pueden quebrar o despedirles)… pagan sus impuestos… reciben algunos servicios sociales a cambio (educación, salud y algunos otros menos connotados); igualito que en España, Argentina, Corea del Sur y los Estados Unidos. Continue reading