La incapacidad de auto-renovación del “socialismo estatal” y las tareas de la izquierda

Por Pedro Campos y Armando Chaguaceda

Obligada la izquierda socialista a poner en primer plano la lucha por la democratización del sistema político, para poder defender libremente sus ideales.

Resumen: Stalin asesinó a Trotsky, Bujarin, Zinoviev, Kamenev y Tomsky, prominentes miembros del Buró Político de la época leninista por discrepar de su línea ultracentralista y antidemocrática. La Perestroika de Gorbachov fue sepultada por un golpe de estado de los tradicionales neo-estalinistas, propiciando la restauración del capitalismo en Rusia. En China el propio Partido Comunista había iniciado años antes la rehabilitación del viejo régimen de explotación.

En Cuba, el capitalismo de estado instaurado en nombre del socialismo trata de reforzarse con apoyo del capital nacional y extranjero. Las modestas y positivas modificaciones del gobierno de Raúl Castro son insuficientes para motorizar una renovación socialista. Las propuestas de la izquierda socialista y democrática son tenidas en cuenta solo limitadamente y la más importante ni rozada por los “lineamientos” aprobados por el VI Congreso del PCC. Por nuestras posiciones, muchos hemos sido represaliados en distintas formas y se trata de vincular nuestros análisis y sugerencias a los del enemigo imperialista para tratar de desprestigiarnos.

Las conclusiones son obvias: En Cuba, el viejo y fracasado modelo de socialismo de estado, tampoco da señales de estar dispuesto a auto-renovarse y más bien como en China, sus tradicionales defensores aspiran a “desarrollar la economía del país a partir de una restauración capitalista controlada por el Partido”. La intolerancia a los cambios, el sectarismo oficial y el control total del partido-gobierno sobre todas las palancas económicas, políticas, sociales y mediáticas hace prácticamente imposible una verdadera discusión para una renovación socialista en nuestro país.

Esa resistencia a los cambios, es lo que hizo, en la URSS y en otros países socialistas, llevar el péndulo político al extremo contrario. Serán ellos y únicamente ellos, los que obstaculizan todas las propuestas de la izquierda democrática y socialista, los responsables de la restauración capitalista en Cuba y su anexión real o virtual a EE.UU.

Como la incapacidad del “socialismo de estado” para auto-renovarse se está demostrando también en Cuba, a la izquierda socialista y democrática cubana no queda más alternativa que poner en primer plano la lucha por la democratización del sistema político, a fin de poder defender libremente sus ideales, como ha hecho el Laboratorio Casa Cuba. Continue reading

Acaso os cortaréis la oreja

Por Ramón García Guerra

Del lado de allá es muy fácil faltar al respeto
y más si está por medio el océano completo.
Si tú eres guapo de verdad saca un boleto
y ven pa´ que te meta en la candela que me meto.

Los Aldeanos

Saber de qué se habla.

Este artículo mío hace de respuesta a uno anterior de Armando Chaguaceda: “Preservar la solidaridad, desterrar los sectarismos”, que acaba de publicar en estas páginas.

Pero antes debo definir una línea de debate.

La opinión de Marlene Azor ante mi artículo: “Suicidio político”, que publiqué acá, motivó un artículo de mi parte: “Defensa de la Utopía”. Paramentis. Emplee en el texto un viejo truco de Raúl Roa para hacer saltar a la liebre. Usé la palabra coño. Estalló el gusto pequeñoburgués de la Astor. Pero en ella lo peor no será su “tono”. [¡Pobrecitos nosotros: “pacientes de su sabiduría”!] También su modo de razonar se aparta de toda lógica. Porque los métodos que emplea la Azor, por ejemplo, conducen a absurdos. Sus análisis se desconectan del objeto. Estableciendo al final premisas que más tarde emplea en silogismos que, al mirar atrás, nos ponen en el lugar del alumno que entra a clases al final del turno y mira atónito un largo pizarrón lleno de trazos a todas. Pero no solo conmigo lo ha hecho. También usó métodos tales con Dmitri, con Isbel, con Rogelio, con Erasmo… Detesto el diálogo de sordos.

Entonces publiqué: “La causa libertaria en Cuba”, que sería el segundo texto de la serie. La idea que justificó ese texto era marcar la diferencia entre el ideal socialista del ¿SPD? y el de los ácratas en la Isla. (Algo que fue advertido por Octavio Alberola solo de un vistazo.) Intentaba con ese artículo, además, ofrecer una visión de campo al mapear el mundo de la política en Cuba. ¿Cuánto vale tener en política esa visión de campo? [Curiosamente, el mapa que ofrecí allí pasó de largo.] Dibujé un programa de acción. Siempre llevo esa idea en mente: Los árboles no deben hacernos perder la perspectiva del bosque. Porque, si no, la maya afectiva nos traga. Desde luego, quien no esté metido de barriga en las luchas sociales en Cuba poco tendría qué decir de aquel mapa de la política.

Después se publicó: “Reflexiones de un libertario”. Este análisis se basó en realidades y no en teorías. Todo el tiempo hablo de luchas, escenarios, actores… concretos. ¡Hablo desde la experiencia de luchas reales! Porque no hago lecturas apacibles de textos poéticos. Sucede que supe qué es la política bajo las balas, en África. Precisamente, yendo de la mano de Roque Dalton: mientras leía Taberna y otros lugares. No sé. Quizá otros aprendieron con Sartre. Pero yo no. Ciertamente, hay un tono ríspido en el texto. (Entiéndase que mientras otros hacen una carrera académica con la venia del Señor, los ácratas son condenados al ostracismo más severo.) Pero hay más. En el texto se menciona dos veces a Haroldo Dilla: 1) mientras me refería a la “soledad de los libertarios” en otra época, y 2) cuando hablo de un cambio de contexto en las luchas sociales en Cuba. Porque ayuda a entender mejor la realidad. Continue reading

El enemigo, el contrario y las leyes de la dialéctica

Por Pedro Campos

El contrario no es enemigo”, un escrito del joven filósofo cubano, Boris González, lleno de preocupaciones sobre la situación actual y perspectiva de Cuba, me inspiró este artículo.

De acuerdo con las leyes fundamentales de la dialéctica (1- la conversión de los cambios cuantitativos a cualitativos, 2-la unidad y lucha de contrarios y 3-la negación de la negación), todo fenómeno atraviesa por un proceso de desarrollo en que estas leyes se manifiestan en relación interdependiente.

Los cambios cuantitativos, en su acumulación, generan cambios de calidad que van siendo cada vez más trascendentes y estos cambios se van dando a través de la unidad y lucha de contrarios: de lo viejo por perdurar, de lo nuevo por predominar y de hecho en cada cambio cualitativo, por pequeño que sea, hay una negación del estado anterior de ambos sujetos.

Pero muy importante: esa lucha se da en “unidad” –como categoría filosófica-, que no quiere decir igualdad, identidad ni mucho menos unanimidad, si no participación conjunta desde distintas posiciones. Esa lucha en “unidad”, que encierra intercambio, no puede realizarse desde la separación, desde la ruptura total. La ley se denomina unidad y lucha de contrarios, no por gusto. Continue reading

De frentes, alianzas, tácticas, estrategias, sectarismos, democracia y revolución

Por Pedro Campos

Intento aportar algo al debate sobre las alianzas políticas y los frentes, que –con toda razón- preocupa a algunos compañeros de la izquierda, por la eventual contaminación ideológica que se puedan generar entre diferentes posiciones políticas, en colaboraciones tácticas, transitorias, coyunturales, sobre la base de objetivos concretos comunes.

Y efectivamente, tales contaminaciones pudieran darse, si no hay claridad en la estrategia propia y si se confunden los intereses tácticos con los estratégicos.

Llevará a confusiones tácticas, estrategias y a alianzas equívocas, el no tener claros, bien definidos, los propósitos que se persiguen, no disponer de un programa político-económico y social –científicamente fundamentado- que seguir, ni conceptos filosóficos precisos que guíen la acción; o confundir revolución, con gobierno, estado, partido, líderes o cualquiera de estos conceptos entre ellos; desconocer que los valores humanistas se han ido perfeccionado como resultado de un proceso histórico, al que han aportado todas las clases sociales revolucionarias en su momento.

Confundir táctica con estrategia, impide tener una estrategia clara, triunfadora y puede reducir el alcance de una estrategia dada, al creer que logrado un objetivo táctico, ya se llegado a conseguir todo lo que buscado. Creer que cualquier fin se consigue con cualquier medio y que no existe una correspondencia entre ellos y su carácter, es condenarse a cometer errores. Creer que solo existe la verdad propia, que los demás están equivocados, lleva al sectarismo y al aislamiento. Continue reading

Una acción afirmativa por la democratización

Por partidarios del Socialismo Participativo y Democrático, Pedro Campos, Miguel Arencibia, Hibert García, Ramón García, Félix Guerra, Orlando Ocaña y otros compañeros

Próximamente se celebrarán en Cuba elecciones para delegados municipales del Poder Popular y posteriormente para delegados provinciales y diputados nacionales. Déficits democráticos lastran la ley electoral 72/1992 y todo el sistema político actual. Crece un consenso: debe ser democratizado. El Presidente Raúl Castro dijo que es necesaria “una mayor democracia para el partido y la sociedad”. Palabras a honrar. No esperemos de otros, lo que debemos hacer nosotros. Hagamos algo concreto. Analicemos.

Para democratizar el sistema, son claves tres demandas básicas compartidas por muchos demócratas, pacifistas, socialistas, patriotas, cubanos todos: 1-Elección del Presidente y el Vicepresidente de la República por el voto directo y secreto de todos los ciudadanos. 2-Ratificación por el gobierno de los Pactos de derechos humanos firmados, readecuación de la legislación a ellos y respeto a los derechos y libertades civiles y políticos y los económicos, sociales y culturales de todos los cubanos, en especial las libertades de expresión, circulación-debate de ideas y asociación. 3-Someter a referendo popular las leyes que afecten a todos los ciudadanos.

Cómo impulsarlas: La ley electoral contiene elementos válidos para su democratización: 1-el voto es secreto, 2-nada impide votar en una columna en blanco y 3- los electores pueden participar del conteo de votos en los colegios electorales (apartado d, Artículo 4, Ley 72)

Hasta ahora, los indispuestos con el sistema político-electoral han optado por no ir a las urnas, echar la boleta en blanco o anularla. La suma de estas tres modalidades, según cálculos basados en datos oficiales, fue de 508 553 electores en las elecciones del 2003 y de 735 581 en las del 2008. El voto no-unido, desobediente, fue de 660 990 (2003), y de 705 440 (2008). Sumadas ambas cifras, llegan a 1 169 543 y 1 441 021, respectivamente.

Si estas consideraciones llegaran a un consenso y a todos, esos votos lograran unificarse e identificarse con esas tres demandas simbolizadas en una D, escrita

en la boleta y luego contabilizarse en forma independiente, se podría saber el voto a favor de la democratización.

De los cubanos de fuera, excluidos del sistema, probablemente la mayoría votaría por esas tres demandas democratizadoras. Si sumáramos el voto interno por la democratización, con el de afuera, igualmente identificado y contado, un % considerable de cubanos estaría manifestando su acuerdo con democratizar el sistema político-electoral actual. Y nadie podría desconocerlo.

Para unos, elecciones y voto se prestan a manipulación oficial; pero lo que realmente la posibilitaría es la no asistencia a las urnas, la boleta en blanco o anularla y sobre todo, no participar en el conteo de votos, lo cual es legal. Para otros, participar en las elecciones legitima el proceso electoral. Pero legitimado está por la alta concurrencia a las urnas, no importan razones.

Hay quienes votan para no ser “marcados” y evitar “represalias”. Pero nadie quedará “marcado” ni puede ser represaliado por ir a votar. El voto es secreto. Votar D, en columna en blanco, permitiría saber cuántos están por la democratización, no importa si la comisión electoral anula ese voto.

Desde este análisis, algunos partidarios del SPD, convencidos de que no hay socialismo sin democracia, iremos a las elecciones; pero para votar D, que simboliza esas tres demandas democratizadoras del sistema político-electoral y participar en el conteo de votos en las urnas. Los defensores de la democracia y los derechos humanos tienen la oportunidad concreta de hacerlo.

Votar D no es una campaña. No está dirigido contra nadie. No es ilegal. No es boicotear. No es desobediencia civil. No hay violencia. Es una acción afirmativa por la democratización.

SPD 118 (40/año 4). La Habana, 10-Septiembre/2012

También en Cuba menos del 1% deciden


Por Pedro Campos

Se ha convertido en una consigna movilizadora de las mayorías en EEUU y el mundo capitalista, que menos del 1 % de su población, compuesto por millonarios, es quien verdaderamente tienen el poder económico y político y deciden todo lo importante en esos países.

El VI Congreso del Partido Comunista de Cuba aprobó los Lineamientos para la política económica y social, que a su juicio deberán regir los destinos de Cuba. Dichos Lineamientos no fueron sometidos a votación de todo el Partido, ni desde luego a referendo popular. Los pocos cientos de delegados al Congreso, no llegaron ni al 0.05 % de la población.

Y esto se hace en nombre del artículo 5to de la Constitución, que reconoce el papel dirigente del Partido Comunista en la sociedad cubana; lo cual, en cambio, entra en contradicción flagrante y viola el espíritu de soberanía, democracia y republicanismo de toda la carta Magna y la letra específica de varios de sus artículos, tales como:

el artículo 1ro que establece: “Cuba es un Estado socialista de trabajadores, independiente y soberano, organizado con todos y para el bien de todos, como República unitaria y democrática, para el disfrute de la libertad política, la justicia social, el bienestar individual y colectivo y la solidaridad humana”.

el artículo 3ro que señala. “En la República de Cuba la soberanía reside en el pueblo, del cual dimana todo el poder del Estado. Ese poder es ejercido directamente o por medio de las Asambleas del Poder Popular y demás órganos del Estado que de ellas se derivan, en la forma y según las normas fijadas por la Constitución y las leyes.”

Hoy todo el sistema político-económico-social actual se sustenta en “el papel dirigente del PCC”, el cual funciona de acuerdo con el Centralismo Democrático, donde lo primero determina sobre lo segundo, lo cual trae por consecuencia que sea una pequeña elite dirigente la que determine y decida todo, no solo en el partido, sino en la sociedad.

No por gusto quienes ocupan los cargos principales del gobierno y el consejo de estado, son a la vez, los mismos que ocupan los cargos centrales en el partido.

Es, desde ese centro dirigente, de donde salen todas las leyes, que vienen además en forma de decretos, discutidas y aprobadas luego por la Asamblea Nacional. Ninguna ley es sometida a referendo popular como debería ser en una democracia directa, verdadera.

¿Y el sistema representativo del Poder Popular y su Asamblea Nacional? La Asamblea Nacional está compuesta por menos de mil diputados, menos del 0,01 %. El 50 % de sus candidatos, son designados desde “arriba” y el otro 50 % desde las comisiones electorales controladas por el partido en las provincias y aunque tienen iniciativa legislativa reconocida, en la práctica solo están para aprobar lo arriba dispuesto.

Hoy, es esa Asamblea Nacional, con diputados cuasi designados, la que elige al Consejo de Estado y al Presidente del Consejo de Estado y de Ministros. No es el pueblo directamente quien lo hace.

De manera que puede afirmarse categóricamente, que también en Cuba, menos del 1 % de la población es el que está decidiendo los destinos de más de 11 millones de cubanos, el 99 y tanto % restante.

Es difícil, en las circunstancias actuales, establecer un camino para revertir esa situación. El que sea, tendría que ser pacífico y por medio del diálogo y la negociación. El sectarismo y la obcecación del partido-gobierno le impiden emprender esa ruta, a diferencia de la izquierda democrática y socialista que no está atada a dogmas, prejuicios ni exclusiones, partidaria y proponente de un diálogo nacional sin exclusiones.

Al respecto, recordamos que fue nuestro compañero Félix Guerra, poeta, escritor y periodista, comunista de siempre, quien en marzo del 2009 hizo un llamamiento al Congreso de la Nación y fue nuestro compañero Félix Sautié, periodista, economista, teólogo y comunista de siempre, también, quien escribió en el 2007 un libro con el título “Socialismo y reconciliación en Cuba. Una mirada desde adentro”.

Si queremos que ese 99 y tanto por ciento de la población participe de la decisión sobre sus destinos, si pretendemos que la socialización y democratización de la economía y la política, -el proceso revolucionario-, siga avanzando y se reduzcan las posibilidades de un retorno al régimen de oprobio y al capitalismo más vulgar y hediondo.

No queda más alternativa a la izquierda no dogmática, que promover, por ella misma, y llevar a vías de hecho, ese diálogo con todos y para el bien de todos, toda vez que el gobierno-partido no acepta el reto.

De ser la derecha la que encabece la crítica al modelo burocrático de corte neo-estalinista, la lucha por ese diálogo, por el respeto a los derechos de todos los cubanos, por la democratización del sistema político, por las libertades de expresión y asociación, por el libre acceso a internet, por la libertad de elección de los cubanos y por enfrentar las arbitrariedades del “socialismo de estado”, estarían garantizados la restauración del capitalismo privado, la democracia burguesa y el fin del intento socialista en Cuba.

Para quienes no lo entiendan: para evitar que eso pueda ocurrir, fue que algunos compañeros, participamos en la confección y firmamos el Llamamiento urgente por una Cuba mejor y posible”.

Publicado en Havana Times

Resultados del Concurso Casa Cuba 2012

Por Espacio Laical – Suplemento digital, Agosto, 2012. Nº202

Compartimos con nuestros lectores los resultados del Concurso Casa Cuba 2012. Por razones de trabajo de la revista hemos decidido adelantar la publicación de los resultados. Los premios de la presente edición serán entregados el lunes 10 de septiembre, a las 4:00 de la tarde, en el Centro Cultural Padre Félix Varela durante un evento que auspiciará la revista.

ACTA DEL JURADO

A los 17 días del mes de agosto de 2012 se reúne el jurado de este Concurso, integrado por el licenciado presbítero Ariel Suárez Jáuregui, vicerrector del Seminario San Carlos y San Ambrosio, el máster Dmitri Prieto Samsonov, investigador y activista, y el licenciado Roberto Veiga González, editor de la revista Espacio Laical. Tras leer y debatir los trabajos presentados, acuerdan por unanimidad:

  • Reconocer

    los valores del texto “Cuba: los acechos al porvenir y la dicha durable”, de Armando Chaguaceda, por brindar un acercamiento analítico a la situación de nuestro país y establecer propuestas de solución.

  • Reconocer

    los valores del texto “Acerca de la cubanía y del supuesto apoliticismo en la conciencia estimativa de Dulce María Loynaz antes y después de 1959”, de Raúl Mesa, por expresar un uso creativo y novedoso de la metáfora Casa Cuba, como instrumento de análisis de la vida y obra de la destacada escritora cubana.

  • Otorgar la Primera Mención a “Casa Cuba: por una República en la que quepamos todos”, de Félix Sautié, por el valor testimonial de su trabajo y por brindar un análisis global de nuestros desafíos.
  • Conceder

    el Premio a “Diálogo, reconciliación y democratización: caminos paralelos”, de Pedro Campos, texto que brinda, con un estilo claro y directo, una mirada integradora de los procesos vividos por la nación cubana en las últimas décadas y de sus perspectivas.

Para que así conste, firmamos la presente,

Pbro. Ariel Suárez Jáuregui

MSc. Dmitri Prieto Samsónov

Lic. Roberto Veiga González

La revista Espacio Laical puede ser vista en www.espaciolaical.net

Los nuevos decretos y el viejo pecado original

Por Pedro Campos

Pedro Campos

Pedro Campos durante el IV Foro Social Observatorio Crítico 2010

“Para evitar improvisaciones, en tan complejo desafío, antes de escribir una ley o adoptar una política sobre determinado asunto, es imprescindible investigar todas sus aristas con el más sólido rigor científico, ofreciendo no solo un mero diagnóstico del problema, sino también propuestas y pronósticos bien fundamentados. Tampoco puede olvidarse que en el centro de las transformaciones en marcha debe primar siempre el bienestar del hombre.”

En este último mes de noviembre han sido emitidos nuevos decretos presidenciales, que no leyes, destinados a  brindar un nuevo impulso a la implementación del programa de la “actualización” que intentan el presidente Raúl Castro y su equipo.

Se esperan otros para el entrante mes de diciembre, como el relativo  a cambios en las leyes migratorias y nuevas modificaciones a los ya aprobados, como el permiso de construcción de inmuebles en las tierras distribuidas de acuerdo con el decreto 259.

Las recientes disposiciones permiten la venta de automóviles y viviendas; venir a residir en la capital, a muchos no habaneros si tienen acá parientes cercanos; vender directamente al turismo a los productores agrícolas; y abrir líneas de créditos a cuentapropistas y a particulares en general.

Un decreto de gran significación, el 294, elimina el Ministerio de la Industria Azucarera y crea el Grupo Empresarial Azucarero, cesando a buena parte de su improductivo aparato burocrático; pero todo concebido a partir de la superestructura y  de los intereses mercantiles de la alta burocracia y sin consultar a los trabajadores del sector, los cuales son movidos o echados a un lado, como fichas de dominó.

Estas regulaciones vienen a modificar, sin eliminar totalmente, algunas de las más obsoletas y absurdas reglamentaciones impuestas anteriormente, buscan reparar algunas injusticias, estimular una mejor la circulación monetaria, sustituir importaciones de productos agrícolas para el turismo, aumentar la productividad y disminuir el gasto general del estado en salarios.

Vieja mentalidad se mantiene vigente

Pero en su conjunto, los decretos no abandonan el viejo pecado original del modelo: su carácter estado-céntrico, con sus principales implicaciones: fortalecer el papel regulador y controlador económico del aparato burocrático central del estado,  continuar con la centralización de las decisiones y con el estatismo asalariado, mientras se mantienen  prohibiciones y discriminaciones, multitud de trámites burocráticos y lo más importante: sigue ausente la participación de los trabajadores y el pueblo en la toma de decisiones, que hacen poco procedentes y estimulantes algunas de estas disposiciones. Continue reading