En libertad: 9 de junio 2012, 1306 horas

Jóvenes activistas del anticapitalismo cubano: Jimmy Roque (a la izquierda) y Eduardo Fernández (a la derecha), minutos después de su salida de la estación de policía de Zapata y C -donde estuvieron detenidos 12 horas por transitar en El Vedado con pintura aerosol-, junto con Daisy Valera, en casa de Pedro Campos (el compañero de la gorra)…

Madre lesbiana lucha por recuperar la custodia de su hija o Cuando la justicia pierde ante la homofobia

Por Francisco Rodríguez Cruz

Ya hace un año que Anaíris Diepa Monzón perdió la guarda y cuidado de su pequeña hija en un proceso legal donde el padre de la niña y su propia familia aparentemente conspiraron en su contra para obtener una sentencia que reboza prejuicios y homofobia. El crimen que ella cometió: amar a otra mujer.

La joven de 28 años, residente en el municipio montañoso de Cumanayagua, en la provincia de Cienfuegos, está en este preciso momento envuelta en otro pleito judicial donde solicita ampliar el restringido régimen de comunicación que el tribunal municipal les impuso a madre e hija, como parte de aquel veredicto que ratificó la instancia provincial y el Tribunal Supremo Popular.

Según explica Anaíris, solo puede acceder a la niña en visitas alternas los fines de semana “un sábado o un domingo, entre las nueve de la mañana y las doce del día”, y ni siquiera tiene derecho a llevarla al médico o a pasear a la ciudad de Cienfuegos donde ahora reside con su pareja, luego de que su abuela la expulsara de la casa donde nació, cuando dos años atrás la familia supo que ella mantenía una relación lésbica.

Esta madre desesperada me contactó por teléfono a través de Yosbany Rodríguez, activista del grupo Hombres por la Diversidad (HxD) en ese territorio del centro del país. La muchacha está decidida a continuar la batalla legal para recuperar la custodia de Jennifer de la Caridad “ahora con 8 años y en segundo grado”, pero además, mostró total disposición a hacer pública su historia. Continue reading

¿Sigue vivo el 15-M?

Por Paula Vilella (Madrid)

Menos masivo y mediático, ¿sigue vivo el 15-M? ¿Cuáles han sido sus aportes?

Decenas de miles de personas salieron este sábado a las calles de distintas ciudades españolas para protestar contra las medidas de austeridad económica adoptadas por el gobierno y con el aniversario del 15-M como marco de las marchas. Las manifestaciones más importantes ocurrieron en Barcelona y en la capital, Madrid, donde una multitud se congregó en la céntrica Puerta del Sol. Desde el origen del movimiento conocido como de los "indignados" o 15-M, que ahora cumple un año, la situación económica ha empeorado en España y el desempleo ha alcanzado nuevos máximos. El gobierno del conservador Partido Popular ha dicho que no se apartará de su programa de austeridad. "El 15-M es un punto de inflexión con el cual hay que contar para hacer el cambio, pero no es el cambio", indica a BBC Mundo el sociólogo de la Universidad Complutense de Madrid, Marcos Roitman. La periodista Patricia Hornillos cree que, aunque los medios tradicionales no informen de ello, el 15-M sigue en las calles y "hay que salir ahí para comprenderlo". Para ella, se trata de "un cambio de actitud" cuyo mayor logro ha sido "romper la falta de comunicación entre personas cercanas, la apatía y el individualismo mal entendido, y articular distintas luchas de manera solidaria".

“Hasta que el New York Times no publicó la foto de las concentraciones masivas, los grandes medios españoles no le dieron relevancia”

La microciudad que sembró la semilla

"No somos mercancía en mano de políticos y banqueros". Bajo este lema, unas 130.000 personas se manifestaron en toda España para protestar contra un sistema que consideraban que les daba la espalda en pleno contexto de crisis económica. Era un soleado 15 de mayo, y de ahí tomaría el movimiento su nombre. Las apenas treinta personas que decidieron espontáneamente acampar en la céntrica plaza madrileña del Sol al finalizar la manifestación se convirtieron en cientos después de que la policía desalojara a las primeras y así, en el corazón de la capital, surgió una microciudad autogestionada y asamblearia que pronto se extendería a otros lugares del país y del mundo. "Hasta que el New York Times no publicó en portada la foto de las concentraciones masivas, los grandes medios de comunicación españoles no dieron relevancia al movimiento", considera Hornillo, quien ha cubierto el 15-M desde sus inicios.

Andrea Raboso, de 24 años y miembro de la organización Juventud Sin Futuro, recuerda aquellos días con emoción: "El 15-M mostró que la política no es votar cada cuatro años, sino que la sacó a la calle, al debate entre la gente. Solo a diario y organizándote se pueden cambiar las cosas".

De la indignación a la acción

Después de que las tiendas de campaña se plegaran y abandonaran las plazas españoles, el 15- M se descentralizó a las asambleas de barrios, ciudades, universidades y centros de trabajo. La victoria de los partidos conservadores en todas las elecciones posteriores no ahogó la esperanza del movimiento. Desde entonces, la paralización de desahucios, los movimientos vecinales contra los controles de identidad policiales a personas extranjeras, las acciones contra la privatización del agua y los recortes en el Estado de Bienestar en sanidad, educación y asuntos sociales, se han nutrido de la mayor movilización en España.

Aunque la mayor parte de las peticiones generadas en torno al 15-M no se han plasmado en las políticas públicas llevadas a cabo por el gobierno, Roitman recalca que el movimiento "ha puesto sobre la mesa debates que no se querían discutir y ha intervenido en la agenda porque ha obligado a referirse a ello". De las dieciséis propuestas que realizó el movimiento en mayo del año pasado, se ha conseguido la dación en pago para las hipotecas, impulsar un borrador de la ley de acceso a la información pública, la nacionalización de algunas cajas de ahorros así como la reforma de las condiciones de trabajo de la clase política. Sin embargo, muchas de ellas han sido desoídas por la clase política. Es el caso del refuerzo de la educación y la sanidad públicas, la reforma fiscal, el cambio de la ley electoral, la desvinculación entre Iglesia y Estado, la abolición de algunas leyes que consideraban discriminatorias como la de extranjería, la condena de la corrupción a través de las leyes, la recuperación de empresas públicas privatizadas y el cierre de centrales nucleares y la promoción de energías renovables, entre otras.

La clase política se ha mostrado en general bastante cauta a la hora de valorar el movimiento. No ha sido el caso de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que consideraba en su cuenta de twitter que tras el concepto de democracia directa "se puede esconder un golpe de Estado". "Bajo la apariencia de inocentes movilizaciones que se pretenden formas de democracia directa se esconde la deslegitimación de nuestro sistema representativo", señaló en otra ocasión. En esta línea, para el actual ministro de Cultura, José Ignacio Wert, el éxito del 15-M, al que calificó de radical y reaccionario, ha sido "notablemente exagerado". En su libro "Los españoles ante el cambio", publicado antes de ocupar su cargo actual, apunta que el movimiento es "una mezcla de socialismo utópico, radicalismo político y supino desconocimiento de que en la vida social las ambiciones y los recursos tienen que ir de la mano".

Recortes y protestas

Con más de cinco millones de personas desempleadas y más de la mitad de los jóvenes sin trabajo, la capacidad adquisitiva de los españoles desciende por momentos y las redes familiares se han vuelto imprescindibles para sobrellevar la crisis. Actualmente, 1,7 millones de hogares tienen a todos sus miembros en paro. Los viernes en España ya no marcan sólo el inicio del fin de semana sino de nuevas limitaciones en el presupuesto estatal. El presidente, Mariano Rajoy, anunció que hasta el final de la legislatura se producirían todo tipo de recortes para paliar el déficit público del país, tarea encargada desde la Unión Europea, lo que le ha valido la denuncia ante Naciones Unidas de diversas ONG españolas que alertan del recorte de derechos sociales que se están produciendo en el país. Esta situación ha llevado a que prácticamente todas las semanas se organicen concentraciones y manifestaciones, en protesta por unas u otras medidas.

"Sin el 15-M no se puede entender la manera en la que se han organizado todas las protestas y las reclamaciones actuales. Además, la gente ha perdido el miedo a salir a la calle a manifestarse", dice Andrea Raboso.

En opinión de Raboso, los anuncios de reforma del código penal, que calificaría la resistencia pasiva y pacífica como atentado contra la autoridad, "son un instrumento para desmovilizar a la población y acabar con todo movimiento de contestación". Distintos participantes del movimiento, que se ha destacado por su carácter pacífico, han considerado que la medida obedece a "una estrategia del miedo" mientras que el Sindicato Unificado de Policía se ha manifestado abiertamente en contra de equiparar ambas.

Según un censo provisional elaborado por la Comisión Legal del 15-M, hasta enero de 2012 hubo 75 personas detenidas en movilizaciones, cuatro en desahucios, 33 sanciones administrativas, 114 identificadas en ocupaciones de viviendas vinculadas al movimiento y cinco casos de juicios de faltas. Sin embargo, advierten de que estas cifras pueden representar sólo un 10% del total. Este sábado, día de la manifestación principal, un millar de agentes policiales se desplegaron en los aledaños de la plaza de Sol para evitar que se repitan las acampadas. Sólo en la boda del Príncipe Felipe y Letizia Ortiz se ha dado una concentración de policías de esta magnitud.

Tomado de BBC Mundo: ¿Sigue vivo el 15-M?

Algunos policías (contra) revolucionarios y mi cargo de conciencia

Por Francisco Rodríguez Cruz (Paquito el de Cuba)

Justo antes de comenzar el examen de Fundamentos de Periodismo en la tarde de este sábado, Félix Bolaños, uno de mis estudiantes de quinto año de Comunicación Social de los cursos para trabajadores, me pidió referirme un problema personal. Pensé que podría ser alguna de esas justificaciones triviales de los alumnos para no entregar los trabajos evaluativos, pero enseguida me mostró unas fotos y un manuscrito, y me dijo:

—Profe, mire lo que me le hicieron dos policías a mi hijo…

Las imágenes me hicieron hervir la sangre, aunque traté de no turbarlo más de lo que ya parecía. Hablamos de una persona de mayor edad que yo, quien trabaja en el portal Cubaliteraria y es uno de mis mejores estudiantes.

No pude en ese momento profundizar en los detalles sobre lo que le sucedió al joven de 26 años y su novia cuando intentaron abordar un ómnibus de la ruta P-5 durante la madrugada en Avenida 31 y calle 10, municipio Playa, con una botella de ron en la mano, hacia la casa de la muchacha en Centro Habana. Solo atiné a darle a Félix las recomendaciones básicas de cómo actuar en casos de abuso policial, y le pedí además que nos hiciera llegar oficialmente la queja a la redacción del periódico, para exigir también por esa vía una respuesta al caso.

Esa misma noche recibí en mi correo las fotografías del muchacho tras la golpiza, y el relato inicial que su padre circuló por correo electrónico, que enseguida publicó el blog de la Red Protagónica Observatorio Crítico.

Ahora comienzan a aparecer más detalles del violento incidente en esa misma página digital, y no puedo dejar de solidarizarme con este padre que reclama justicia, y su hijo, quien es técnico medio en Contabilidad y Finanzas, licenciado en Fisioterapia y Rehabilitación, y se encuentra actualmente cursando un diplomado en medicina china tradicional. Continue reading

Periodista cubano denuncia atropello policial contra su hijo

Por Dmitri Prieto Samsónov

Félix Bolaños: Lo que le sucedió a mi hijo no es un caso aislado o fortuito

Félix Bolaños: Lo que le sucedió a mi hijo no es un caso aislado o fortuito

Félix Bolaños, periodista de la editorial Cubaliteraria adscrita al gubernamental Instituto Cubano del Libro, hizo pública hoy 6 de enero una denuncia de lo que calificó como “brutalidad policial” en declaración a Havana Times.

En un mensaje trasmitido vía correo electrónico y Facebook, reproducido íntegramente en el blog de la Red Solidaria Observatorio Crítico (Policía: tú no eres mi amigo), Bolaños relata cómo su hijo fue impedido por dos policías de “montar en una guagua [ómnibus urbano] con su novia y una botella de ron que ingenuamente llevaban en la mano”.

Ante el desacuerdo de los jóvenes, uno de los policías le propinó una bofetada al muchacho, quien a su vez “le ripostó diciéndole que se quitara el uniforme, para entonces, de hombre a hombre, zanjar el agravio”. Tras lo cual los agentes del orden público golpearon repetidamente al hijo de Bolaños.

Al hecho, ocurrido en la madrugada del día 4 según declaraciones a Havana Times del padre del afectado, siguió el arresto tanto de la víctima como de los policías.

Sin embargo, Félix Bolaños duda de que éstos resulten sancionados ya que, como declaró a este medio, “aún no hemos podido contactar a ningún testigo de la golpiza”.

El padre –aún teniendo a mano el certificado médico de las lesiones y formulada la denuncia formal en la Fiscalía- teme que “los policías se tapen unos a otros”, obstruyendo así la investigación.

En su mensaje, el también militante del Partido Comunista de Cuba expresa que “lo que le sucedió a mi hijo no es un caso aislado o fortuito”, pues “con alarmante frecuencia nos enteramos de hechos parecidos”.

“Si no hacemos algo al respecto, dentro un tiempo no lejano volveremos a la etapa del plan de machete de la guardia rural y a la brutalidad de la policía batistiana”, refiriéndose a la dictadura de Fulgencio Batista (1952-1959) que según la historia aceptada le costó la vida a más de 20 mil cubanos.

Según informes de una colaboradora del padre del afectado, el hijo de éste es un joven disciplinado, laborioso y de buena conducta social. En declaración a Havana Times, Bolaños puntualizó que utilizará “todos los medios a su alcance”, tanto estatales como partidistas, para lograr la justicia.

Publicado en Havana Times

Policía: tú no eres mi amigo

Por Félix Bolaños
(periodista de Cubaliteraria, Instituto Cubano del Libro)

Miren cómo demostraron su “eficiencia” dos miembros de la Brigada Especial de la Policia Nacional Revolucionaria, contra mi hijo, por la sencilla razón de oponerse a montar en una guagua con su novia y una botella de ron que ingenuamente llevaban en la mano. Mi hijo guardó la botella en el bolso de la novia, pero ni aún así. Por supuesto que protestaron por algo que consideraron como un atropello, sobre todo porque en este país no hay ninguna ley que prohiba que usted se traslade por la ciudad, incluso que acceda al transporte público, llevando bebidas alcohólicas debidamente protegidas. Ante la protesta verbal, uno de los policias le sonó un galletazo en pleno rostro a mi hijo, que ante el dolor por la ofensa tan cruel, le ripostó diciéndole que se quitara el uniforme, para entonces, de hombre a hombre, zanjar el agravio. Pero la respuesta de los “eficientes agentes del orden público” fue entrarle a golpes.

Tomen la experiencia, pues en los últimos tiempos, con alarmante crecimiento, tenemos que sufrir los ciudadanos cubanos, sobre todo los que jamás hemos tenido que ver nada con la delincuencia, de la brutalidad de muchos de los que visten el uniforme, de la que siempre pensamos estaban para proteger a nuestra familia, la Policia Nacional Revolucionaria. Por tanto, aconsejen a sus hijos, hermanos, amigos, que se alejen del peligro, porque no siempre el policia es nuestro amigo, como nos quieren hacer creer desde la televisión, con el irónico spot “Policia tú eres mi amigo”.

Si no hacemos algo al respecto, dentro un tiempo no lejano volveremos a la etapa del plan de machete de la guardia rural y a la brutalidad de la policía batistiana. En aquellos años la vida de más de 20 mil cubanos tuvieron que ofrendarse para acabar con tamaña inhumanidad.

Lo que le sucedió a mi hijo no es un caso aislado o fortuito. Con alarmante frecuencia nos enteramos de hechos parecidos, al tiempo que continúa en ascenso el nivel de indisciplina social y delincuencia, donde se supone que deba ser más eficiente esa policía.

Disculpen la descarga, pero es mucho el dolor y la impotencia.

felix@cubaliteraria.cu

Poesía tras las rejas

Por Isbel Díaz Torres

Mario Castillo

Mario Castillo durante la marcha del 1º de mayo de 2010.

Lo más triste fue ver cómo se llevaban a Mario Castillo esposado. Pero a la vez, fue lo más hermoso: ver su rostro firme, sin odio para los hombres que no sabían comprenderlo.

Ayer unas 17 personas leímos poesía en un bar de una esquina de la Habana Vieja. Uno de esos bares pobres que no están en las “Rutas y Andares” que diseña la oficina del historiador de la ciudad. La lectura, promovida por el Observatorio Crítico en saludo al Festival Poesía sin Fin, fue hermosa.

Mario, mi hermano, improvisó unos bellos versos con voz de reguetón y espíritu libertario. Daisy leyó “El burócrata” de Roque Dalton. Marfrey trajo sus propios poemas, que impactaron a todos.

Todo eso, con el cuidado de estar correctamente sentados, cuatro personas por mesa, como nos pidió en varias ocasiones el suspicaz pero amable administrador del local. Todo eso, cumpliendo el deber de consumir (beber ron) para que nos dejaran leer poesía allí.

Cerca de las 6pm salimos del bar, pues algunos queríamos terminar la jornada viendo el anochecer en el malecón.

Nos despedíamos en la acera cuando un hermoso y joven policía vino a pedirnos la documentación. Sin ánimos de enfrentamiento, entregamos nuestros carnés de identidad, pero Mario había perdido el suyo. Ahí comenzó la segunda parte de nuestra jornada. Continue reading

Otra mirada rebelde a la insurrección de la subclase inglesa

Por Takis Fotopoulos

"…los pueblos de España y Grecia están directa o indirectamente contra la globalización neoliberal en sí misma, y por tanto cualquier intento de engañarlos reemplazando los pseudo-socialistas, Papandreou y Zapatero, por otros miembros del personal político del sistema está condenado al fracaso, dada la larga experiencia de “democracia” representativa que estos pueblos han tenido."

Introducción: el significado del término “subclase”

El levantamiento espontáneo de la “subclase” británica fue, por supuesto, fácilmente aplastado por la enorme fuerza que el Estado acumuló contra ésta, ilustrando una vez más una de las principales lecciones de la historia: que los levantamientos espontáneos nunca pueden derrocar un sistema socio-económico (aunque sí su personal político) si no están respaldados por un movimiento político organizado con su propio proyecto antisistémico, su propia visión de la sociedad futura y una estrategia de transición para pasar de aquí a allí.

Sin embargo, es importante evaluar la importancia de esta insurrección –que no es la primera (véase, por ejemplo, las insurrecciones similares en Francia[1] y Grecia[2] hace un par de años) ni será, por supuesto, la última, como reconoce incluso una revista sistémica como Spiegel[3]- y, en el proceso, tratar de interpretar sus causas y efectos. De hecho, todas estas insurrecciones por parte de lo que podemos denominar la “subclase” representan, en mi opinión, la tardía reacción de las principales víctimas de la globalización neoliberal y particularmente de aquellas que aún no han sido integradas en esta, a pesar de los buenos esfuerzos de la izquierda reformista, o lo que yo denomino la “izquierda” degenerada[4].

Pero, primero, es necesario aclarar el significado de “subclase”, ya que aquí, obviamente, no es un término utilizado en el sentido peyorativo habitual de “pobres” o “Lumpen” (proletariado) –el significado que vemos tan a menudo en los diferentes análisis de los medios de comunicación sistémicos. En cambio, deberíamos entender por “subclase” las víctimas por excelencia de la globalización neoliberal, es decir, los desempleados y los marginados, aquellos que viven cerca del nivel de subsistencia y particularmente los jóvenes sin futuro: en una palabra, los sans culottes de hoy, que no pertenecen a ninguna de las clases sociales establecidas ya que no han sido integrados (aún) en el sistema social de la economía de mercado internacionalizada y su complemento político, la “democracia” representativa –a diferencia de la clase trabajadora, por ejemplo, que ha sido integrada en éste en diversos grados.

Así pues, la subclase es muy peligrosa para las élites, no porque pueda derrocar el sistema sino porque les fuerza a contraatacar inevitablemente para aplastar sus frecuentes insurrecciones, revelando así la verdadera naturaleza de lo que se hace pasar por “democracia” hoy en día –un sistema político basado en última instancia en la violencia física para reproducir la violencia económica sobre la que está fundado. Además, la reacción de las élites podría llevar a otros grupos sociales que actualmente sólo están parcialmente integrados en el sistema (personas con ingresos bajos, trabajadores temporales o a tiempo parcial, etc.) a participar en las insurrecciones del futuro y/o –aún peor para las élites- a organizarse “desde abajo” con el objetivo de trascender los sindicatos y partidos controlados por el sistema y crear un movimiento antisistémico.
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La ocupación de Wall Street: entrevista con Marina Sitrin

En solidaridad con la liberación de la mayoría de lxs indignadxs detenidxs en Wall Street, compartimos este material de lavaca (Argentina) que contiene una valiosa entrevista de nuestra compañera Dra. Marina Sitrin, activista social norteamericana, profesora universitaria, amiga de Cuba y partícipe directa en los hechos.

Desde el 17 de setiembre hasta hoy un grupo cada vez más nutrido sostiene la ocupación simbólica de Wall Street. Las asambleas diarias llegan a reunir más de 2 mil personas y por lo menos 200 duermen desde hace 15 días allí para sostener el acampe. El movimiento se ha expandido a Chicago y San Francisco y es probable que en los próximos días sume más ciudades dispuestas a expresar así su indignación.

La consigna que los reúne es simple: “Somos el 99%”. Una forma de señalar cómo el 1% se ha privilegiado con la crisis. Marina Sitrin, abogada, profesora universitaria y, sobre todo, activista, es una entrañable amiga de los movimientos sociales argentinos. Ha pasado varios años en el país, escrito un libro sobre las asambleas y sus formas de organización horizontales, que ha tenido versiones en castellano, inglés y griego. Marina está ahora mismo formando parte de este movimiento que sostiene la ocupación simbólica de Wall Street. En diálogo con lavaca, cuenta cómo se generó y qué resonancias de la experiencia argentina hay hoy en juego allí.

El origen

Nos cuenta Marina: “Desde julio de este año, en el parque Tompkins, en el East Village, se venían reuniendo unas 100 personas en una asamblea semanal donde se debatían los alcances de la crisis y las posibles alternativas para superarla. Allí se comenzó a hablar de la ocupación de Wall Street, al comienzo de una manera muy potencial”. Así nació el lema que la impulsó y que se transformó en la consigna que se gritó el día que se concretó: “Un día, una semana… vamos a ocupar Wall Street”.

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En varios recitales que se llevaron a cabo en las semanas previas, ese grito se hizo presente tanto desde el escenario como desde el público.

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Luego, comenzó a agitarse desde Internet, por grupos como Anonymus. Finalmente, fue el 17 de setiembre cuando se hizo realidad. “Se decidió ocupar una plaza sobre la calle Brodway, porque está en una zona gris de criminalización con respecto a la normativa oficial: es una plaza de propiedad privada con acceso público. Eso nos permitió eludir la orden de desalojo, ya que en la ciudad de Nueva York está prohibido dormir en plazas públicas y esa norma vigente hubiese autorizado de por sí la represión. Al estar allí, la policía sólo puede actuar si los dueños del predio lo solicitan, cosa que por ahora no han hecho supongo que porque no quieren verse involucrados en una represión salvaje”. El problema es que allí no se puede instalar ningún tipo de equipo que requiera electricidad. “No tenemos sonido ni posibilidad de proyectar nada, por ejemplo. Pero las restricciones han permitido que surjan soluciones muy creativas. Por ejemplo, en las asambleas utilizamos lo que llamamos “el micrófono del pueblo”. Esto es: alguien habla y todo el grupo repite lo qu esa persona dice palabra por palabra, amplificando su voz. En los hechos, el grupo funciona como un nivel de aprobación en sí mismo, porque pone más énfasis en aquellas palabras que lo representan y mucho menos entusiasmo en las arengas del aparato político.” Aquí Marina resalta la primera lección de la experiencia argentina: “Estamos muy atentos a que no nos copen los partidos políticos, como sucedió en Argentina y ahora en Grecia. No queremos que la ocupación se convierta en un auditorio para que la izquierda grite sus consignas, sino en un espacio de creación y diálogo, de pensamiento y acción colectiva y horizontal.”

Sumando apoyo

Aquel primer día se hizo una asamblea para decidir qué hacer: si quedarse o volver al día siguiente. “Mientras lo estábamos charlando, comenzaban a llegar más y más personas con bolsas de dormir, hasta que fueron más de 200 y nos demostraron, en los hechos, que había voluntad de quedarse allí. Al principio eran todos muy jóvenes, chicos recién salidos del secundario. Los más afectados por la crisis, sin duda, porque ninguno de ellos tenían en su horizonte la posibilidad de continuar con sus estudios o conseguir un empleo. Pero con el correr de los días la composición fue variando y sumando diferentes edades, clases y sectores sociales.” También fueron sumando apoyos: dos veces los visitó Michael Moore (les dijo “Todos tenemos que ocupar nuestro propio Wall Street”), una Susan Sarandon y otra Collin Powell. Sin embargo, la ocupación no fue noticia en los medios hasta que circuló por Internet la filmación de la brutal represión policial dirigida especialmente hacia las mujeres. “Cuando las imágenes de chicas muy jóvenes detenidas y maltratas por la policía comenzaron a circular por toda la red social, los canales de tevé comercial acusaron la presión y las primeras noticias sobre la ocu pación aparecieron en los noticieros”, cuenta Marina.

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=lqHzraTdZi0

Ayer recibieron un apoyo que consideran clave: el del sindicato de transporte. “Tiene 38 mil miembros que en su asamblea anual y por unanimidad votaron el apoyo a la ocupación de Wall Street. Muchos miembros de sindicatos están aquí apoyando, no sus dirigentes, pero ese apoyo desde abajo se transmite como presión a las cúpulas. Por eso creo que en los próximos días otros sindicatos terminaran haciendo pública su adhesión”.

Un mes, un año

La ocupación tiene ahora 17 comisiones que organiza su vida y una rutina diaria. Todos los días, cuando suena el primer timbre de la Bolsa de Valores de Wall Street una multitud se moviliza hacia las puertas del mayor centro del capital especulativo del planeta y grita su indignación. En esas movilizaciones ya fueron detenidas 100 personas. “Ochenta el sábado pasado. Fueron retenidas por 24 horas y liberadas con cargos leves. Lo peor fueron las condiciones de detención: muchas mujeres fueron retenidas en los camiones policiales durante más de 10 horas, sin agua, sin aire y sin saber qué les esperaba. Pero cuando las soltaron, regresaron a la plaza a sumarse a la asamblea. Ninguno de los detenidos dejó de venir al acampe. ”

Marina se sorprende porque la mayoría de los participantes no tiene experiencia política “pero sin embargo tiene muy claro cómo quiere organizarse.” Asambleas, horizontalidad: “Nunca se debatió cómo era mejor organizarse: simplemente se hizo así, como si esa fuera la forma natural de estar juntos para hacer este tipo de cosas. En eso creo que la experiencia argentina fue fundamental. Sin embargo, acá pocos saben lo que pasó en Argentina, o en Chiapas, ni siquiera en Seattle hace 10 años. De eso estuvimos hablando ayer en la plaza, cuando organizamos una charla sobre movimientos sociales. Fue para mí muy intenso ver cómo jóvenes de Estados Unidos escuchaban los relatos que yo había registrado de asambleístas argentinos en diciembre de 2001″.

Marina define así el panorama cotidiano de esta ocupación: “Esto comenzó con un grito utópico: un día, una semana…vamos a ocupar Wall Street. Ahora estamos diciendo: un mes, un año… Pero todos los días tenemos la sensación de que estamos construyendo lo que haremos mañana, por lo tanto no podemos hacer pronósticos, sino estar acá, construyendo juntos cómo continuar.”

Más info en: www.nycga.net

Tomado de: http://lavaca.org/notas/la-ocupacion-de-wall-street-en-clave-argentina/