Balance de 2 años de trabajo del Taller Libertario Alfredo López

Homenaje del OC a Alfredo López. 12 de Mayo de 2012, momentos antes de acción de solidaridad con el Movimiento 15M. En la foto: Eduardo Fernández, Pedro Campos, Mario Castillo, Daisy Varela y Dmitri Prieto. La tarja recuerda el sitio donde “fue secuestrado y más tarde asesinado Alfredo López Arencibia, fundador de la Federación Obrera de La Habana y de la Confederación Nacional Obrera de Cuba”.

El Taller Libertario Alfredo López de La Habana es un espacio y una unión de voluntades para recuperar y desarrollar una perspectiva libertaria y anti autoritaria dentro de la dinámica de la Cuba contemporánea.

Nacido dentro de la Red Observatorio Crítico, los que animamos el Taller tenemos el gusto de haber sido los fundadores, antes, de dicho colectivo, lo cual denota que no hemos nacido con voluntad sectaria, sino con la intención de sostener una perspectiva propiamente anarquista después de haber dado una contribución determinante a la creación de un espacio plural, múltiple y autónomo, que ha logrado permanecer casi una década gracias a esa dinámica libertaria y anti autoritaria que nos ha animado desde el principio.

Un país cuyos habitantes han sido profundamente moldeados en el culto a la modernidad, el cosmopolitismo capitalista y el acceso a los frutos enfermos de ese régimen, primero por el dominio yanqui, muy tempranamente establecido en la isla, y luego con el impulso modernista, tecnocrático y megalómano de la llamada Revolución Cubana, ha producido efectos nefastos en el imaginario social de nuestro país.

Es probable que el campesinado cubano haya sido el primero, fuera de los EE.UU., en habituarse al consumo cotidiano de alimentos industrializados producidos en ese país desde finales del siglo XIX y de los primeros, en el continente americano, en familiarizarse con las relaciones monetario-mercantiles, a pesar de ser uno de los últimos países en abolir la esclavitud.

A contrapelo de los estereotipos construidos sobre “Cuba socialista” por el progresismo mundial, nuestra isla es una sociedad prolongadamente imbuida de los valores y la cultura material del capitalismo industrial, pero eso sí, frustrada en la posibilidad de generalizar y estabilizar el trabajo asalariado urbano, como base de acceso masivo a ese estilo de vida, dado el monstruoso crecimiento en el siglo XX del monocultivo azucarero. Continue reading

Sobre el «Llamamiento urgente por una Cuba mejor y posible» y los posicionamientos de la nueva Izquierda cubana (I)

Por Karel Negrete

Una vez más se abre el debate alrededor de los posicionamientos de la nueva izquierda cubana con respecto a un nuevo documento que desea una “Cuba mejor”. No es la primera vez, que se cuestiona al Observatorio Crítico por no tener una reacción política de apoyo a este tipo de declaración.

El «Llamamiento urgente por una Cuba mejor y posible» tiene la cualidad de atraer la atención de todas las personas, grupos, movimientos, organizaciones, que sueñan con un cambio político en Cuba. Este texto no se pronuncia a favor, ni en contra de un tipo de sistema político definido, y utiliza conceptos generales consensuados como independencia, libertad, derechos humanos y democracia, lo cual le permite el diálogo con diversas ideologías. De una manera muy inteligente nos llama a la no violencia, ni derramamiento de sangre, en un contexto donde las «revoluciones» o rebeliones populares y protestas contra los gobiernos autoritarios han terminado en escenas terribles.

Ahora bien, si este documento parece no tener ninguna objeción, ¿por qué la izquierda alternativa cubana- me refiero a la Red Observatorio Crítico de Cuba- no lo firma en su conjunto, y solo algunos de sus integrantes? ¿Por qué la izquierda alternativa cubana mantiene distancia cuando se habla de «Respeto inmediato a derechos y libertades ciudadanas básicas de conciencia, expresión, información, reunión, movimiento y asociación, derecho a la libre sindicalización, formación de partidos políticos y de organizaciones no gubernamentales y proscripción de toda forma de persecución o discriminación por razones de credo, ideología, raza, género u orientación sexual. Cese inmediato de la amenaza y uso de la violencia policial y parapolicial»?

Es innegable la necesidad del respeto a los derechos y libertades ciudadanas en Cuba. El Observatorio Crítico se ha pronunciado en varias ocasiones, denunciando su violación o defendiendo estos derechos aun cuando las víctimas de la represión no compartan ideológicamente el mismo proyecto de sociedad para la isla. Estas posiciones las podemos encontrar en artículos escritos por los activistas o en declaraciones consensuadas, todas publicadas en su blog. Pero la nueva izquierda cubana tiene que plantearse una propuesta política más ambiciosa y desmarcarse de proclamas liberales y de generalizaciones conceptuales. Porque hasta hoy, éste ha sido el mismo discurso de la socialdemocracia y la derecha cubana, en defensa de los derechos civiles y políticos.

La izquierda radical es consciente que los partidos políticos en los sistemas democráticos actuales están desacreditados, aun cuando es la única estructura política existente para elegir a nuestros representantes. Cuando la izquierda ha entrado en el juego del sistema democrático liberal, ha sido absorbida por la real política, el pragmatismo económico, y ha tenido que cambiar de agenda política, traicionando sus valores fundacionales. Aceptar el sistema democrático hegemónico justificando que garantiza más libertades que el sistema autoritario, sería renunciar al cambio radical de estos sistemas y la construcción de una nueva sociedad.

Los gobiernos de izquierdas latinoamericanos que han llegado al poder por la vía democrática liberal, podrían hacernos creer de la posibilidad real, que partidos progresistas gobiernen. Pero hay que tener claro que será siempre una élite política quienes van a dirigir el país, quedando solo en el discurso político el llamado poder popular o ciudadano. Si no hay un cambio estructural en el sistema electoral, en las estructuras de representación política y en la concepción de democracia -como ejercicio soberano y permanente de los ciudadanos a elegir, controlar, revocar y actuar en el mandato de la administración del Estado y el autogobierno ciudadano- no estaremos en presencia de una (r)evolución política.

Hoy en Europa es mucho más visible la crisis de los partidos de “izquierdas” dentro del sistema democrático liberal. En España, en Grecia y en Portugal los partidos socialistas, cumpliendo con el mandato “representativo” de gobernar, se encontraron en la disyuntiva de la real política en tiempos de crisis. Estos debían escoger entre el mandato popular de sindicatos, organizaciones y movimientos sociales o los mandamientos del mercado, el FMI, y los intereses de las élites políticas europeas. Estos gobiernos y sus parlamentos en “representación” del pueblo, escogieron el mandato de los mercados y de las élites hegemónicas políticas y económicas. Produciéndose un movimiento de protestas civiles, fundamentalmente en España, donde la demanda principal era la salida de todos los partidos políticos del poder, ya que ninguno representaba los intereses del pueblo. En las recientes elecciones presidenciales y parlamentarias la derecha retorna al poder y la “izquierda” sale debilitada.

Después de la caída del campo socialista Rusia es formalmente una nación democrática, tiene pluripartidismo y elecciones libres, sin embargo todos sabemos que hoy ese país está muy lejos del sueño democrático.

Todos hemos seguidos los acontecimientos de las rebeliones en los países árabes, pero ya dejamos de hablar de ellos. ¿Alguien sabe cómo quedó el status de las mujeres? ¿Quiénes se apropian de las riquezas que se producen con los recursos del país? ¿Qué propuestas políticas tienen los impulsores de la «Revolución árabe»?

Existen personas, artistas, grupos y proyectos socioculturales cubanos dentro de la isla, que han radicalizado políticamente su discurso y acción contra el gobierno en estos últimos años. Lo cual parecería lo más lógico (oponerse al gobierno) si se quiere un cambio político y económico. En un reciente documento de unos de los proyectos del Observatorio Crítico titulado «Balance de 2 años de trabajo del taller libertario Alfredo López de la Habana» sus activistas nos explicitan su enfoque al expresar: “Unos de los retos mayores de colectivos ácratas radicados en países en «procesos de cambios» gubernamentales, es el de conservar la capacidad de autonomía respecto a las maquinarias de la polarización política que mueven los «Estados revolucionarios» y la «oposición»”. El gobierno cubano mantiene un discurso oficial de Estado Socialista, lo cual hace más difícil los posicionamientos: radicalizarse en la oposición política, negociar dentro del sistema o continuar proponiendo alternativas trabajando con la gente.

Hoy en Cuba la izquierda alternativa o la nueva izquierda tiene dos retos fundamentales: uno de orden comunicacional y otro en la acción política. El primer problema que nos encontramos es epistemológico, al hablar de libertades, democracia y socialismo. Cuando hablamos de libertad y de democracia, nos las pensamos como emancipación y empoderamiento ciudadanos. Desenmascarar las propuestas liberales y brindar las alternativas posibles y realizables en el contexto cubano actual, para un cambio político y económico. Crear y proponer alternativas teóricas, programáticas, políticas, económicas y sociales, al sistema hegemónico cultural del “sentido común” capitalista y autoritarismo gubernamental, a partir de las experiencias que las organizaciones y movimientos sociales de izquierdas hayan realizado con éxito a nivel micro y macro social.

Si bien este nuevo documento recoge muchas de las aspiraciones políticas de todos cubanos, algunos activistas del Observatorio Crítico pensamos en la necesidad de seguir insistiendo en las propuestas políticas desde la izquierda, y no en aquellas donde todo el mundo quepa sin repensarnos las condiciones de posibilidad para una “Cuba mejor y posible”.

Ya lo dijimos…

…el OC ratifica su reciente declaración respecto a cualquier censura, exclusión o manipulación en torno al libre uso de los espacios públicos: El espacio público es patrimonio de toda la nación. (¿Por qué no habríamos de hacerlo?…)

12M/15M, solidaridad desde Cuba

Haciendo uso explícito del derecho popular a los espacios públicos, Observatorio Crítico (OC) gestó este 12 de Mayo una acción de solidaridad con los movimientos mundiales contra la dominación autoritaria del capital. La acción constó de tres momentos: en la mañana, un segmento de OC homenajeó a Alfredo López, organizador de los trabajadores cubanos, junto a la tarja memorial situada en el antiguo Centro Obrero, donde este activista sindical libertario fue secuestrado para después resultar asesinado; ese mismo grupo peregrinó por el habanero barrio Jesús María, uno de cuyos vecinos fue este gran revolucionario, hacia el parque Karl Marx en la esquina de Salvador Allende y Belascoaín.

Otro segmento de OC participó en la Marcha contra la Homofobia por la calle 23 del Vedado, involucrándose en debates con los grupos allí reunidos.

A las 2 pm nos congregamos en el parque Karl Marx –ante cuyo relieve pusimos un ramo de flores-, donde desplegamos dos carteles que decían: “¡Abajo los capitalismos!” y “Si piensas como burgués, vivirás como esclavo”. Cantamos la Internacional y también leímos la Declaración aprobada por la red H x D (hombres por la diversidad) en el marco de la Jornada contra la homofobia. El lugar donde está el parque es exactamente el sitio donde en 1812 los colonialistas pusieron –enjaulada- la cabeza de José Antonio Aponte, carpintero rebelde afrocubano que lidereó una gran conspiración antiesclavista e independentista, abarcando todo el país.

El sentido de la acción fue dar desde Cuba apoyo a quienes luchan contra el dominio del capital en el mundo… por cuanto muchos grupos políticos cubanos parecen no entender la amenaza civilizatoria que representa el capitalismo, ha sido propósito de OC generar un debate desde hoy sobre lo que significaría la plena inserción del país en el sistema mundial regido por los flujos financieros. Debate que lamentablemente brilla por su ausencia en la mayoría de nuestros medios, tanto “oficialistas” como “alternativos”. Continue reading

Presentado el CD “Un anarquista cubano: Alfredo López”

Al finalizar el pasado encuentro NI EL REAL MADRID, NI EL BARCELONA EL 15-M !!! convocado por el Taller Libertario Alfredo López, fue presentado el CD Un anarquista cubano: Alfredo López.

La llamada clase obrera no es una realidad en sí misma, como pensaban los marxistas y los leninistas. Si los trabajadores aceptan como único horizonte de sus vidas la mejora de la explotación salarial a cambio de no cuestionar el sentido, ni el destino de lo que hacen para que otros lo administren, si aceptan como normal su actual incapacidad de organizarse como productores soberanos de sus vidas y en fin que cada cual se las arregle como pueda, la clase obrera ha dejado de existir.

Este material compilatorio, elaborado por el Taller Libertario Alfredo López, no es solo un homenaje a esta insoslayable y trivializada figura de las luchas sociales y proletarias en la Cuba de principios del siglo XX, sino también una contribución a la recuperación de la memoria histórica de lxs trabajadorxs para las luchas de mañana.

Anexamos como parte de la compilación otros materiales afines producidos por el Taller, así como de la Red Protagónica Observatorio Crítico, a la que pertenece orgánica y activamente el mismo.

Para obtener el CD comuníquese con nosotrxs a través del correo: observatoriocritico@gmail.com

Memoria sindical, racismo y mecánica celeste

Por: Yasmín S. Portales Machado

Estas semanas de junio han sido muy movidas en La Habana, llenas de palabras nuevas, como “afrodescendiente”, y de visitantes entrañables, como Danny Glover. Las cámaras de la TV viajaron a la sede del Centro Juan Marinello, y siguieron los debates que allí se desarrollaron, el aporte de Cuba a la reflexión sobre la diáspora africana que propone la ONU con su “Año Internacional de la Afrodescendencia”. Sin embargo, vale apuntar que no todo lo hecho fue transmitido a millones de espectadores a través del lente -a veces indiscreto- de Cubavisión y Cubavisión Internacional, por eso quiero compartir mi experiencia con este asunto. Sucedió así: el martes 14 de junio me bajé de la ruta 8 frente al viejo Convento de San Francisco y caminé a la sede del Instituto Cubano de Antropología (ICAN).

Petroglifo de un Cemí taíno, símbolo del ICAN

Como seguidora de las propuestas del Observatorio Crítico -una red de intelectuales cubanos anticapitalistas bajo la sombrilla de CLACSO-, sabía que esa mañana estaba programada la tercera acción del ICAN en 2011 para promover el debate sobre el legado africano en la cultura cubana. Me perdí en enero la lectura crítica de la Letra del Año, y en mayo el III Coloquio Internacional sobre Investigaciones de las Religiones Afroamericanas, esta vez no dejaría pasar la oportunidad. Mientras subía desde la Plaza de San Francisco, esperaba llegar a tiempo para esta, la tercera y casi desconocida acción, que coincidía en tiempo con el amplio programa del Ministerio de Cultura. El anuncio publicado en la web y que circulara por correo electrónico anunciaba las intervenciones de la Dra. Angelina Rojas, el hermano Tato Quiñones —de la Cofradía de la Negritud—, y los investigadores del centro Mario Castillo y Dmitri Prieto —estos dos también coordinadores— en el panel “Afrodescendencia y movimientos obreros en Cuba”. Con el objetivo de analizar los cruces entre el desarrollo del movimiento sindical y el papel de varios líderes afrodescendientes de Cuba durante los siglos XIX y XX.

Según declaró Mario Castillo al iniciar reunión, poco se ha analizado en Cuba el movimiento de afrodescendientes –con sus expresiones culturales, políticas y asociativas específicas– en relación dinámica con el movimiento obrero. Abundan los especialistas de uno u otro campo, pero no los acercamientos que pongan en el punto de mira el intercambio de influencias, los impactos de la lucha antirracista en el desarrollo del sindicalismo cubano o el aporte de las experiencias asociacionistas de los afrocubanos en la lucha por los derechos laborales y las iniciativas culturales de los sindicatos cubanos. Para señalar el lastre que genera esa separación metodológica se decidió tomar de ejemplo las vidas de tres insignes afrodescendientes cubanos: Aracelio Iglesias, Alfredo López y Pablo Lafargue.

La primera intervención correspondió a la Dra. Angelina Rojas, quien trazó un panorama general de las lógicas en la violencia política de las décadas tercera y cuarta del siglo XX, cuando el enfrentamiento a las dictaduras de Cuba se complicó por la división interna del movimiento popular, promovida desde los medios de prensa de la derecha. Uno de esos casos fue el asesinato de Aracelio Iglesias, atribuido a los líderes del Partido Comunista. En medio de tal ambiente, la retórica racista tenía mucho peso, ya que un número importante de líderes sindicales eran negros o mestizos, personas de la más humilde extracción social e insobornable ética.

Para enfrentar ese asunto de modo específico, explicó Rojas, se intentó negar el aporte de las personas afrodescendientes a la gesta emancipadora. Un ejemplo de esos gestos fue la negativa de los funcionarios del Ayuntamiento de Santa Clara a colgar un retrato de Antonio Maceo en la galería de los próceres, por el color de su piel, medida que derogaron sindicalistas, comunistas y organizaciones de personas negras en acción conjunta. Otro recurso de la reacción fue organizar el Ku Klux Klan cubano. Este grupo de supremacía fue tolerado por las autoridades hasta que la violencia cobró la vida de un hombre mestizo de Santa Clara —alegaron sus asesinos que había cruzado el límite del Parque Vidal que separaba el sector blanco del sector negro. Para la compañera Angelina, además, es imperativo estudiar esos intercambios entre lucha antirracista y movimiento obrero de modo que recuperemos en la conciencia colectiva aquello que nos une como nación multiétnica.

Al intervenir en el panel, Tato Quiñones optó por compartir con la audiencia parte de la leyenda de Aracelio Iglesias, líder del sindicato marítimo-portuario en la capital de Cuba, en los años veinte y treinta del siglo pasado. Quiñones explicó —a modo de prólogo— que estos recuerdos se han transmitido de forma oral y así los aprendió él, descendiente de obreros del puerto, pero la decadencia de la Bahía de La Habana como espacio económico, ante el auge de El Mariel, ponen en peligro la memoria.

Aracelio Iglesias (La Palma, Pinar del Río, 22 de junio de 1901) vino desde los doce años a vivir a Regla y trabajar en el puerto de La Habana. Ascendió en la dirección del sindicato marítimo-portuario por su honestidad y hombría a toda prueba, lo que le permitía enfrentarse a gobernantes, dueños de muelles y obreros por igual. Contexto complejo, porque en esos años los miembros de la Sociedad Abakuá controlaban el trabajo en los muelles de La Habana y repartían los escasos puestos entre sus hermanos de sociedad. Iglesias no era miembro de la hermandad, pero con el uso sistemático y coherente del debate político —la Asamblea de Trabajadores tenía la última palabra— y la lucha contra las divisiones internas, logró romper este monopolio en beneficio de la clase obrera sin distinciones de raza, credo religioso o político. Fue así como con su dirigencia se implementó la “Lista rotativa”, para garantizar el acceso regular de todo estibador inscrito en la misma a los turnos de trabajo de los muelles. A quienes trataban de violar el sistema, amparados en la guapería, Aracelio personalmente los lanzaba al mar. También en esos años creció el nivel organizativo y de gestión del sindicato marítimo-portuario, hasta mantener un consultorio médico, una escuela y un sistema de seguros de vida que —en caso de muerte por accidente de trabajo— entregaba a la familia del obrero 1000 pesos (década de 1940) y corría con los gastos funerarios. El ejemplo de este hombre, explicó Tato en sus conclusiones, es importante porque demuestra que los dirigentes sindicales no se construyen en escuelas, sino desde la base. Aracelio devino comunista tras enfrentarse a la discriminación y liderar hombres en sus luchas laborales. Conocía el puerto y sus trabajadores le conocían a él, por eso podía lanzar a un Abakuá al mar sin miedo, si la causa era justa.

El 17 de octubre de 1948, Aracelio Iglesias fue asesinado por la espalda en la sede del sindicato marítimo-portuario, mientras esperaba para una reunión ordinaria.

La tercera exposición fue de Mario Castillo, para referirse al ejemplo de Alfredo López, líder del sindicato tipográfico en las primeras dos décadas del siglo XX. López experimentó la miseria desde pequeño, pues sobrevivió a la Reconcentración de Weyler (impuesta por el gobierno español durante la guerra anticolonial de 1895-98) en el pueblo de Sagüa la Grande, junto a su madre y hermanos —el padre había marchado al exilio, perseguido por su apoyo a la causa independentista—, también la discriminación racial, pues era mestizo y sus padres no estaban legalmente casados. Al integrarse al sindicato tipográfico en La Habana, la organización se encontraba en crisis, a pesar de que se trataba de una asociación de integrantes de amplia cultura —en esa época había que leer página a página para componer las páginas de metal—, pues los recursos organizativos del siglo XIX colonial no funcionaban en la república. Alfredo López sería pronto respetado por su carácter serio y formal y porque introdujo soluciones que permitieron la integración de las nuevas dinámicas laborales y la defensa de los derechos del gremio. ¿Cómo se le ocurrió? El joven era discípulo del hoy poco recordado Margarito Iglesias, de quien aprendió los métodos de las “sociedades de color” y de las organizaciones anarcosindicalistas. Esos mecanismos organizativos y de acción política los puso en ejecución de modo crítico para promover la lucha obrera.

Margarito Iglesias no era el único afrodescendiente que impactaba la esfera pública cubana en los años 1890-1910, recordó atinadamente Mario Castillo. Sin dudas las polémicas entre Martín Morua Delgado, Juan Gualberto Gómez, Marcelo Salinas y Rafael Serra —por citar algunos— sobre cómo, cuándo y dónde intervenir para la lucha contra la discriminación racial, influyeron en Alfredo López y otros líderes afrodescendientes de la primera mitad del siglo XX.

Una de las acciones de impacto más duradero que lideró Alfredo López fue la creación de la Universidad Popular “José Martí”, en colaboración con el líder estudiantil Julio Antonio Mella. Este proyecto docente no era solo reflejaba la lógica de construir la cultura propia de los proletarios –base del anarcosindicalismo–, sino que el proyecto demostraba la pertinencia de crear alianzas, en este caso entre anarquistas y comunistas, entre obreros y estudiantes, en la construcción de espacios que beneficiaran a las clases desposeídas. Además de defender a su sector, este joven fue uno de los fundadores de la Confederación Obrera de La Habana, lo cual daba fuerzas al pujante movimiento sindical de la capital. El secuestro y asesinato de Alfredo López en 1927, sus restos se recuperaron en una fosa común tras la caída de Machado en 1933, es la prueba más elocuente de su poderosa influencia entre la clase trabajadora de ciudad. Por desgracia, poca o ninguna bibliografía hay disponible sobre este joven, pero siempre se puede consultar la biografía de Olga Cabrera Alfredo López, editada por Ciencias Sociales en 1985.

El último de los ponentes fue Dmitri Prieto, conocido de los lectores cubanos por su libro Transdominación en Haití (Ciencias Sociales, 2010). Su intervención se refirió a un cubano que apenas hizo política aquí, pero cuya historia de vida es muy significativa: Pablo Lafargue, escritor, líder sindical y político marxista nacido en Santiago de Cuba en 1842, mestizo descendiente de franceses que vinieron a Cuba huyendo de la Revolución Haitiana. Aunque mucha gente conoce a Pablo sobre todo por su filiación familiar –se casó con una de las hijas de Carlos Marx, Laura–, lo cierto es que era un intelectual y líder sindical importante a fines de la sexta década del siglo XIX en Francia, y discípulo de Proudhon, uno de los teóricos del anarquismo. Con esa condición es enviado a Londres, como representante galo en la Primera Internacional, allí conoce a su futuro suegro. El intercambio de ideas con Marx –y la pasión por su hija– le deciden a permanecer en Gran Bretaña, poco a poco asume el marxismo como ideología y llegará a ser hombre de confianza del autor de El Capital.

Lafargue hizo una asimilación apasionada y profunda del marxismo, lo que le permitió producir un texto tan singular como El derecho a la pereza, primer análisis crítico que se enfrenta a la tradición industrialista del marxismo “clásico”, que en esa época era el único. En ese ensayo, él desmitifica el valor del trabajo y señala su carácter empobrecedor si sus mismas categorías no son transformadas, si el trabajo no se convierte en una opción, tan legítima como la pereza.

El otro rasgo que Dmitri señaló como valioso para Cuba, es el desarrollo de la relación de Lafargue con la familia Marx. Citando fragmentos del libro Textos escogidos (Ciencias Sociales, 2007), Prieto demostró cómo el intercambio epistolar refleja los prejuicios de las personas involucradas: el suegro usa a menudo términos racistas para calificar el carácter del joven prometido, pero esa actitud cambia en la medida que los lazos se estrechan. El ejercicio de descolonización en las relaciones entre el sabio alemán y el afrodescendiente caribeño, deviene ejemplo de cómo enfrentar las reservas que la diferencia de culturas puede generar.

En el debate que siguió a las cuatro intervenciones, integrantes del público llamaron la atención sobre la diferencia entre los líderes sindicales de principios del siglo XX y los dirigentes sindicales contemporáneos. Nuestro tiempo se llena con discursos y acciones lastradas por el formalismo, lo cual aleja a los colectivos laborales y desprestigia los espacios de debate obrero, de suma importancia en una sociedad socialista. Resumo aquí la intervención de Tato Quiñones, pues me parece que recogió la mayor parte de las inquietudes expuestas: Estos hombres transformados en leyenda (Aracelio Iglesias, Alfredo López, Jesús Menéndez) demuestran que el carácter de la lucha gremial no admite directivos formados en probeta —como ya señaló el Presidente Raúl Castro en el reciente VI Congreso del PCC—, sino que exige líderes salidos de la base, que conozcan las necesidades del colectivo, sus características humanas y que sean conocidos y respetados por sus electores. En los últimos veinte años, por desgracia, la crisis económica golpeó de modo especial a la clase obrera, la cual ha sido diezmada –Cuba produce mucho menos y se concentra en el sector de los servicios– y corrompida por la pérdida de valores, de modo que la conciencia de clase desapareció. El movimiento sindical se ha burocratizado y es como una guagua con la caja de velocidad trabada en reversa.

Al final no nos pusimos de acuerdo en cómo destrabar la caja de velocidades sindical, pero quedó abierta la participación a la cuarta acción del ICAN por el “Año Internacional de la Afrodescendencia”: El miércoles 20 de julio a las 10 a.m.: se estrenará el documental Osha Niwe, sobre el desaparecido Lázaro Ross, gran Akpwon de la música de origen africano en Cuba. ¿Volvemos a discutir de mecánica con fondo de tambores?

Publicado el 17 de julio de 2011 en CubaLiteraria: http://www.cubaliteraria.cu/articulo.php?idarticulo=13244&idseccion=25

Instituto Cubano de Antropología: Jornada “Afrodescendencia y movimientos obreros”

Como parte de la conmemoración del Año Internacional de los Afrodescendientes, el Instituto Cubano de Antropología (ICAN) le invita a participar de la Jornada de Debate “Afrodescendencia y movimientos obreros: Pablo Lafargue, Alfredo López, Jesús Menéndez, Aracelio Iglesias”. Coordinador: MSc. Dmitri Prieto Samsonov.

Día: Martes 14 de junio; lugar: Sala Fernando Ortiz, 3er piso, en la sede del ICAN (Amargura 203 entre Habana y Aguiar, La Habana Vieja); hora: 10:00 a.m.