La negación de la negación

Por Alejandro Cruz

Vista la Resolución 127-07 (Reglamento de Seguridad Informática), dada en La Habana, a los 24 días del mes de Julio de 2007, quiero referirme a uno de los tantos artículos que la componen y que creo es una de las limitantes más importante que restringen la presencia de productos y servicios de entidades estatales cubanas en internet.

En virtud del ARTÍCULO 72: Se prohíbe la colocación de páginas o sitios Web, desde entidades estatales, en servidores extranjeros que ofrecen estos servicios de forma gratuita.

Hoy obstaculizar esta posibilidad es estar en contra de las lógicas de funcionamiento de la Web 2.0. La Web 2.0 permite a los usuarios interactuar y colaborar entre sí como creadores de contenido generado por usuarios en una comunidad virtual, a diferencia de sitios web estáticos donde los usuarios se limitan a la observación pasiva de los contenidos que se han creado para ellos. Ejemplos de la Web 2.0 son las comunidades web, los servicios web, las aplicaciones Web, los servicios de red social, los servicios de alojamiento de videos, las wikis, blogs, mashups y folcsonomías.

Facebook y Twitter constituyen las dos redes sociales más grandes que existen dentro de la red de redes, sumando entre ambas la cantidad de más de 1,455 millones de usuarios en total. Según las estadísticas, Facebook es considerado el tercer país más grande del mundo, con más de 955 millones de usuarios registrados y ambos trabajan en una plataforma de usuario gratuita. Continue reading

Un nuevo vicepresidente y un mismo modelo

Por Pedro Campos

La última Asamblea Nacional del Poder Popular dio a luz un nuevo vice-Presidente, un cuadro tradicional del Partido, de 52 años. Propios y extraños ven la sustitución de Machado Ventura, por Díaz Canel como una “apertura” a gente más joven; pero el cónclave no aprobó nada que signifique cambios sustanciales en la economía ni en las estructuras y concepciones políticas del modelo estado-céntrico. Hay un nuevo vicepresidente, pero el modelo es el mismo.

Mientras no se acabe de reconocer el fracaso económico, político y social del modelo estatalista asalariado centralizado, de viejo cuño neo-estalinista, no habrá una verdadera renovación socialista.

Los actuales gobernantes, han sido electos por medio de los mismos mecanismos establecidos, según los cuales, los aparatos centrales y provinciales del partido-gobierno designan a los candidatos a la Asamblea Nacional, los mismos encargados de elegir a los que dirigen los aparatos centrales del gobierno. El presidente habla de cambios constitucionales que aprobarán los mismos electos desde arriba designados.

La dirección del partido-gobierno sigue decidiendo todo en Cuba. Los medios de divulgación siguen todos en manos del aparato gubernamental. Internet no deja de ser un deseo. La opinión socialista distinta está circunscrita a espacios limitados con poca o ninguna divulgación. Los espacios de la oposición son objeto de acoso en diverso grado. Que no comparta sus objetivos, no implica que no defienda su derecho a expresarse. Continue reading

Transiciones, socialismo, institucionalidad y justicia

Por Rogelio Manuel Díaz Moreno

Mis elucubraciones no se detienen en mi cabeza, en estos tiempos en los que el término Transición se manifiesta y reproduce intensamente en las arenas de la política nacional. Todavía habrá muchos quebraderos de cabeza que nos darán vueltas en lo que aquilatamos los rayos que nos caen arriba. Los funcionarios que parecen saber lo que hacen, apuntan a que lo fundamental es desatar a las fuerzas productivas, prácticamente a todo costo, mientras otros remarcan la -cada vez más vacía- afirmación de que el movimiento es hacia más socialismo.

Digamos que empiezo por los trabajadores asalariados, esos que queden en las empresas estatales después del fin de la próxima ola de despidos. En estos días, los dirigentes cubanos repiten, nuevamente, las letanías del llamado a nuestras conciencias, aquellas que nos incitan a cuidar cierta “propiedad socialista” que, supuestamente, es de todos y, por lo tanto, también de uno. Cómo puede pertenecer a uno, una empresa, y uno botarse a sí mismo, es algo que escapa a mis cortas entendederas. Y aquellos que mantienen sus puestos, ya se acostumbran a sentir la espada de Damocles del despido como una realidad más de sus vidas -con la mayor autonomía de las direcciones, sumada a la acostumbrada inoperancia de los sindicatos, como facilitador ideal de los recortes. Asimismo, los ya ínfimos niveles de salario van a perder la magra compensación, que con frecuencia se pregona por los oficialistas, de los pocos subsidios que todavía queden en pie. ¿Cómo evitar la obvia enajenación del que malamente vende su fuerza de trabajo al Estado, de igual forma que se hace en el capitalismo a un patrón explotador? No lo creo posible.

Aún más claramente sentirán que viven en el capitalismo, aquellos que trabajen para los flamantes negocios de paladares, los peones de los nuevos hacendados y demás empleados que se contraten con los nuevos empresarios privados, acogidos todos caprichosamente bajo una licencia disparatadamente igualitaria de Trabajador Por Cuenta Propia. Aquí, los empleados carecen naturalmente de algunos de los derechos que resisten en los círculos anteriores, dada la falta de obligación del patrón de otorgar vacaciones, licencias de maternidad, respetar normas anti discriminación y así sucesivamente. El único terreno donde, tal vez, se igualen estas personas, será en el de sentirse ajenos a algún empeño social común, pues: poseen o trabajan para empresas privadas (que pueden quebrar o despedirles)… pagan sus impuestos… reciben algunos servicios sociales a cambio (educación, salud y algunos otros menos connotados); igualito que en España, Argentina, Corea del Sur y los Estados Unidos. Continue reading