¿Cómo es Cuba?

Por Verónica Vega

Mirando el filme “Siete días en la Habana” con siete historias regidas por diferentes directores (encabeza la lista Benicio del Toro y la concluye Juan Carlos Tabío), me entró la seria duda de si Cuba es como yo la veo y experimento.

Y es que las impresiones acumuladas en años de ver cine cubano o sobre Cuba, cada vez menos me dan la isla donde he vivido desde que nací.

Hombres machistas, mujeres fáciles, o putas explícitas, girando en la compulsión de la supervivencia, el chiste, el erotismo, el absurdo. Como si nos hubiese intoxicado la mirada de los turistas, como si nos hubiésemos creído el estereotipo del cubano que vende la publicidad.

¿Somos solamente así? La misma Habana que he recorrido tanto, (en el mapa geográfico y en el mental) está repleta de matices, de intensidades, de personas distintas, muchas complejas y profundas. La miseria que aparece siempre en las películas con visos de ironía puede ser el refugio de mundos insospechados que jamás he visto reflejados en ninguna película. Continue reading

Cuidado con promover la lectura, que vas a prisión

Por Yasmín S. Portales Machado

Alan Story en la Feria del Libro de La Habana

Alan Story en la Feria del Libro de La Habana

Hoy la Feria Internacional del Libro, Cuba 2013, cerró su jornada matutina con la conferencia “Las contradicciones del copyright: algunos elementos esenciales para el Sur global”, impartida por el británico Alan Story. La presentación fue parte del Encuentro de Editores y Traductores Literarios, cita habitual de la Feria.

Al mismo tiempo, es clara la continuidad entre este tema y los intercambios organizados por la Agencia Literaria Latinoamericana en el Salón Profesional del Libro, donde se debatió con calor la opción del libro digital y los retos que implica para la promoción del libro cubano y la práctica de la lectura.

Alan Story, es profesor de Legislación sobre Propiedad Intelectual en la Kent LawSchool. Su tema de investigación central es la propiedad intelectual, en especial los acercamientos críticos a las leyes de patentes y derecho de autor.

Se ocupa también de los conflictos que genera la legislación de Copyright en el Sur globalizado, tema al que dedicó el libro Un Manual alternativo sobre las leyes nacionales y normativas internacionales sobre el derecho de autor en el Sur global: dieciocho preguntas y respuestas.

La conferencia se desarrolló a partir del análisis de varios casos de reclamos por la violación de los derechos de autor. Compartió cinco historias: la de una tiendecita junto a la sede de la Universidad de Nueva Delhi demandada por fotocopiar los libros de texto; la del profesor universitario Horacio Potel, que casi pasa seis años de cárcel por poner on line textos de Nietzsche, Derrida y otros filósofos para que sus estudiantes de Filosofía pudieran estudiar; el de la familia de Bob Marley, que demandó el control sobre las ganancias de su música, pero una corte de Nueva York dictaminó que hasta 2031 todo lo que generen sus creaciones corresponde a Universal Music; el de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual, que se opone a que los libros en formato Braille o de audio tengan descuentos y puedan ser compartidos por diversos países, lo que impide la alfabetización de ciegos y débiles visuales; y la de Richard O´wyer, quien tenía un sitio web de promoción de filmes basado en el Reino Unido, pero fue arrestado en una acción conjunta de la policía británica y norteamericana, porque sus acciones son delitos en Estados Unidos. Continue reading

Let it be

Por The Beatles

Lei it be. Grafitti en heladería Coppelia. La Habana. Foto: Isbel Díaz Torres

Lei it be. Grafitti en heladería Coppelia. La Habana. Foto: Isbel Díaz Torres

When I find myself in times of trouble,
Mother Mary comes to me,
Speaking words of wisdom,
Let it be.

And in the hour of darkness,
She is standing right in front of me,
Speaking words of wisdom,
Let it be.

Let it be, let it be,
Let it be, let it be,
Whisper words of wisdom,
Let it be.

And when the broken-hearted people,
Living in the world agree,
There will be an answer,
Let it be.

For though they may be parted,
There is still a chance that they will see,
There will be an answer,
Let it be.

Let it be, let it be,
Let it be, let it be,
There will be an answer,
Let it be.

Let it be, let it be,
Let it be, let it be,
Whisper words of wisdom,
Let it be.

And when the night is cloudy,
There is still a light that shines on me,
Shine until tomorrow,
Let it be.

I wake up to sound of music,
Mother Mary comes to me,
Speaking words of wisdom,
Let it be.

Let it be, let it be,
Let it be, let it be,
There will be an answer,
Let it be.

Let it be, let it be,
Let it be, let it be,
Whisper words of wisdom,
Let it be.

John Lennon

Por Simon Frith[1]

“I read the news today, oh boy…”

lennon“La muerte de un héroe”, se leía en grandes letras negritas en la página inicial del Daily Mirror, y si no hubiera sabido de antemano hubiera esperado una historia sobre algún policía o un soldado en Irlanda del Norte. La reacción de los medios ante la muerte de John Lennon fue arrolladora y lo que comenzó como una serie de aflicciones privadas fue convertido en un acontecimiento nacional por los disckjockeys y editores; sin embargo, era muy difícil de entrever el significado de tanto luto. Los medios específicamente parecían menos raudos que lo normal, encontrándose a sí mismos confundidos en sus esfuerzos por responder a los reclamos de un genuino shock popular. Lo que se vino no fue una nostalgia sobre Los Beatles, sino una particular tristeza por la pérdida de las características beatle de Lennon –las cuales nunca encajaron fácilmente en la ideología de Fleet Street[2].

“La idea no es –como el mismo Lennon dijo una vez al Red Mole– reconfortar a la gente, hacerla sentir mejor, sino hacer que se sienta peor”.

El Mirror, con sus instintos populistas intensificados por el thatcherismo, entendió la situación correctamente. En realidad, John Lennon era lo más cercano que tuve a un héroe pero aunque sabía lo que ello quería decir según los puntos de vista de un fan (comprar los discos de Los Beatles en el mismo momento en que los sacaban a la venta, sonar con mi personal visión de una amistad con Lennon –“ya nunca podre conocerlo”, me dijo un amigo cuando supo de la noticia), nunca me detuve a pensar en que tenía que ver el heroísmo con el placer de oír su música. “¿Qué significa eso?”, me pregunto por teléfono otro viejo amigo al saber que compartíamos el mismo sentido de perdida. Colgó sin haber obtenido una respuesta y yo contemple los homenajes transmitidos por televisión, tratando de encontrar algún sentido a una tristeza que era real pero que, de acuerdo a las máximas culturales que siempre he perseguido, se asemejaba más a una vergonzosa autocomplacencia. ¿Por qué debía sentirme así por una estrella del pop?

La respuesta me empezó a llegar a través de los obituarios. John Lennon fue un héroe porque lucho contra los tradicionales sentidos del estrellato, porque se resistió a las frecuentes manipulaciones, y lucho continuamente en las editoriales de periódicos, en las entrevistas radiales, los suplementos especiales con fotos a todo color –todos lo consideraban como un amigo, su símbolo cultural. Tal y como Brian McAllister destaco en sus trabajos en el Guardian, “uno solo tiene que echar una mirada a las personas que decían que conocían a Lennon para comprender por qué se fue a vivir a Estados Unidos”. Como el mismo Lennon afirmo en 1971, “había que humillarse completamente para ser lo que fueron Los Beatles, y eso es lo que me molesta. No sabía, no pude ver más adelante. Sucedió poco a poco, gradualmente, hasta que esta locura total te rodea y estás haciendo exactamente lo que no quieres con gente que no soportas –la misma gente que odiabas cuando tenías 10 años de edad.” Continue reading

Lunes enVenegasdo re mi

Por Luis Rondón Paz

Este lunes pasado, estaba medianamente embullado de ir al Teatro Nacional a ver el concierto de Julieta Venegas, contaba con un pase vip -digo contaba- porque luego me enteré que me había quedado quemado con la gestión de la entrada, pero bueno, tenía el día planificado, trabajo en oficina, trabajo en la radio, universidad y después para el Teatro.

Termino la rutina del día, salgo de las clases de Filosofía que estaban muy interesantes, -bueno que remedio, tengo que crear en mi subconsciente esta idea para poder aprobar, si no, me voy del aire, -literalmente como Matías Perez- :).

Terminan las clases y a por mi P16 o P2 o lo que pase para el Teatro Nacional. Hago unos minutos, espero pacientemente , pasan dos ómnibus, pero yo realmente no tenía ganas de que me arrugaran mi camisa y pisotearan mis zapatos -ya me quedé descalzo en el vedado hace poco por aventurero-
Esperé unos 15 minutos, vi unas cuantas caras conocidas, desconocidas y hasta etc, abordé el siguiente P, me bajé en la plaza y a
socializar.

Al llegar estaba eso lleno de gente, -como siempre aglomeración por gusto-, ya que a las 9 PM es que abriría para entrar el público, hice mi observación científica tanteé el terreno, recibí mi póster de Julieta Venegas y me dediqué a buscar caras conocidas, que siempre aparecieron, hablé con una amiga que además de actriz vende caramelos y dulces, ella me dice -mijo hay que luchar que el arte está difícil- , al instante que decía ella yo me eché a reír porque es una realidad que el arte es mal pagado en Cuba, sobre todo la radio por lo difícil que es de hacer, sin contar que para entrar hay que hacer banco más que la lista de espera interprovincial por allá por los años 90. Pero bueno, amenizaba la charla y me enteraba de las entradas que desde el pasado martes estaban a la venta, cosa que nunca me enteré, -nada, yo de ingenio como siempre- pensándome que era libre la entrada, que iluso el niño -me decía a mi mismo-.

Por otro lado la colega con quien charlaba me decía -Luisi, están vendiendo las entradas entre 10 y 15 CUC- Resultaba escandaloso para mi pagar una suma tan alta por mucho que me gustara Julieta Venegas, el trovador Filiú y la Cantante Rochi, ¡no es para tanto! Ella me contaba cómo logró comprarse un juego de muebles con el dinero que hizo con la venta de entradas para los Premios Lucas, -¡Ño!-, hay gente con dinero en la Habana, le decía, aunque internamente una vez mas en mi imaginario se cocinaba la tesis que decía:

Bueno, 11 millones de cubanos, 300 personas pueden pagar 15 CUC para un teatro, realmente no es significativo, teniendo en cuenta que la mayoría son personas de un nivel adquisitivo moderadamente alto.

Bien, logré adquirir una entrada en CUP(sin mucho apuro agarré primera fila de la Sala Avellaneda, al menos en pantalla la veo, en vivo, pero en pantalla). Me despedí de la amiga con quien charlaba e hice otra “observación científica” -sonó como una investigación indicada por el profesor de Metodología de la Investigación-, en fin, buscar mas gente conocida ya que no es muy agradable ir a un lugar solo, -aunque mejor solo, que mal acompañado.

A los veinte minutos entablo charla con un viejo amigo, el personaje parecía un ventilador en la entrada mirando para todos lados buscando, luego me explicó que esperaba a su “amigo”(varones no heterosexuales conservadores suelen decir así a su novio/a).

El me reprimía de la siguiente forma:

-¿Pero Luisito tu estás loco?, Qué es eso de que estás hablando de democracia y derechos humanos?, disidencia y todas esas cosas, hasta tuve que quitarte de mi lista de amigos…-

No le culpo por expresar su inquietud ante mi posicionamiento político, me estima y bueno, para mi es una persona especial, está claro que tenemos pensamientos distintos, comentaba fuera de ese tema y dentro, que ya estaba muy viejo y no puede correr el riesgo de que lo expulsen de su trabajo por tener un amigo en las redes sociales tan “conflictivo”, si en su muro sale de casualidad un texto de los que yo escribo o reproduzco de otra persona, automáticamente mi socio sale por el techo.

En parte es razonable su comportamiento, típico de paranoias y constante invocaciones de resentimientos producto de creencias irracionales que terminan destruyendo el sistema nervioso de las personas.

Aunque señalo también esta realidad; fácilmente te “tumban del caballo” por una “palabra” mal interpretada por el oportunista que sabe a cual buró depositar la bala para otorgar el “tiro de gracia”, eso, no se puede dejar pasar por alto. Eso me hace recordar rasgos similares de algunos capitalistas:

-O te callas y obedeces o ya sabes que hay todo una lista esperando por ocupar tu puesto por un salario más bajo del que te estoy pagando, a ver, estoy siendo un poco cínico aquí culpando solo al capitalista, también las miserias humanas son parte de este estilo de vida, -¿pero acaso el carácter fetichista del sistema no esconde todos estos males?

En fin, después de la descarga de palabras coincidimos en que la doble moral está incrustada en lo mas profundo del imaginario de los cubanos, -bueno no es tan así- hay personas que no les queda otra que agarrar las sobras de la croqueta, razón por la que a cada rato estoy introduciendo el dedo en la llaga. Para recordar que lo que está mal está mal y se debe llamar por su nombre.

En el dialogo el me decía; -Cada edad es para su momento, yo ya tengo más de 50, estoy en cuenta regresiva, ya mi época de luchar se terminó, al momento que decía esas palabras llegaba su “amigo” y bueno, el siguió con su vida y yo la mía, digo, camino al teatro, ellos entraron por el frente y yo por detrás.

Por lo pronto la cola para entrar era abismal -!que cantidad de personas!- , lo cómico de todo esto es que la puerta estaba cerrada, yo como siempre lejos del tumulto, no es lo mío. Pienso que el momento de estar pegado así es bailando con alguien, durmiendo o haciendo el amor :-).

Se demoró medianamente unas dos horas que abrieran las puertas, y yo pacientemente me tomé mi estate tranquilo en la esquina, -total- yo tengo mi asiento asegurado en primera fila.

Fue muy divertido el concierto, por un lado hubo un que otro problema con el audio(eso pasa siempre en los conciertos en vivo), Santiago Feliú se puso a afinar la guitarra en pleno concierto -!que cómico!, realmente me simpatizó mucho el gesto que hizo hacia el público, por otro lado mientras se preparaba escenario para que Julieta hiciera su gran entrada, algunos se entretenía haciendo chistes e imitaciones de animales. Hubo uno que dijo en voz baja:

-Vendo pan con moringa a cinco pesos-, para que fue aquello, mira que contenerme era imposible al punto que tuve dejar salir la riza que como una epidemia contagió el teatro completo, aunque la mayoría de la gente no conocía realmente por qué tanta celebración humorística.

Finalmente la anfitriona hizo su entrada, cantó nos dejó con lágrimas de alegría recuerdos de momentos inolvidables, y mas con ganas de seguir adelante con nuestras vidas, hubo un momento que estaba yo encantado con el penúltimo tema que tocaba la artista mientras una pareja detrás de mi hablaba de chismes de pasillo, -como si el teatro fuera para hablar de temas tan fuera de…- ,mejor no lo escribo. Terminó el concierto, salí con un frío tremendo, ahí dentro creo que se podían hacer cubitos de hielo, pero bueno, mejor frío que calor. Salí a buscar mi ómnibus destino a Santiago de Las Vegas y a dormir para continuar la rutina diaria.

Queda decir que me hacía tremenda ilusión conocer personalmente a la cantante mexicana Julieta Venegas, -vamos, me hace tremenda ilusión aún-, pero no se dieron las circunstancias adecuadas para que se hiciera realidad, lo que queda para mi y llena de satisfacción y alegría mi alma, es el haber presenciado un concierto en vivo, de una cantante que escribe temas tan cargados de espiritualidad y delicadeza como “limón y sal”, canción que me sirvió de herramienta para reconquistar un viejo amor y “me voy”, tema que señala el autoestima y para tomar la decisión de terminar una relación.

Realmente deseo mucha salud y éxito para Julieta Venegas y su banda, son magníficos músicos.