¡Fuego al Bábilon! o ¿qué significa “el nombre temido de Anarquía”?…

“Quienes mandan y quienes obedecen mantienen un tipo de relación que causa miseria a todos los niveles”

El mundo “libre” no es libre; el mundo “comunista” nunca ha sido comunista. Los anarquistas siempre hemos rechazado ambos.

El “comunismo” ha excusado sus rasgos totalitarios con la pretensión de haber creado una sociedad más igualitaria y justa; el mundo “libre” excusa su groseramente injusta distribución de bienestar aduciendo la libertad de empresa para todos y una igual influencia sobre el gobierno. Nada de eso es cierto. Las élites privilegiadas jamás desaparecieron en las sociedades gobernadas por “comunistas”; los que tienen suficiente capital siempre pueden comprar el poder en las “democracias”. No ha sido el mundo “comunista” el único en montarle escuchas a los teléfonos, arrasar los hogares, atacar a los inconformes: la brutal represión a los alter-mundialistas cuando la Cumbre de Copenhague, los asesinatos de activistas en Grecia, Inglaterra y Chile, las palizas a manifestantes en Francia y España, los vuelos secretos con prisioneros de la CIA fuera de toda ley, y Echelon -la formidable red de espionaje total administrada por la comunidad de inteligencia yanqui-, bien lo demuestran. El enfrentamiento entre los dos sistemas durante el siglo XX no sólo amenazó al planeta con el holocausto nuclear, sino también se usó para justificar la limitación de las libertades, el despiadado desperdicio de recursos y la destrucción del entorno natural.

Los anarquistas argumentamos que aún cuando muchos males son causados por las guerras, por la discriminación racial o de género, por las desigualdades económicas, sociales o culturales, ninguno de ellos puede ser totalmente erradicado a no ser que se elimine el monopolio de poder que constituye el Estado. Los gobiernos de por sí perpetúan los privilegios, la opresión, la corrupción, la explotación, las miserias y las guerras.

Nosotros estamos por una sociedad planetaria conformada por comunidades y consejos auto-administrados, basada en la cooperación y el acuerdo libre desde abajo (federalismo), en vez de la coerción y la dominación desde arriba (centralismo). La regimentación de las personas debe ser reemplazada por la regulación de las cosas.

LA “LIBERTAD” SIN SOCIALISMO ES ESPÚREA. EL “SOCIALISMO” SIN LIBERTAD ES DESPÓTICO. EL ANARQUISMO ES EL SOCIALISMO LIBRE.

(De: Laurens Otter. 1917 in memoriam. Anarchist Arguments, Welington, 1997. Versión al castellano: Taller Libertario Alfredo López)

UNA POSDATA CUBANA: “…han prendido más de lo que parece, las ideas vehementes de reforma social, cuyo mismo nombre temido de anarquía… para el cubano de suyo moderado y generoso jamás significará lo que para pueblos más odiadores y violentos… Con este nombre común de anarquía se han cobijado precipitadamente, por la liga de la piedad social, los cubanos de opuestos sistemas de reformación, y de los más varios métodos… Vibra y gime, de dolor por el hombre, mucha alma cubana en el club Enrique Roig.” – José Martí, en 1892. (De: Ariel Hidalgo. Orígenes del movimiento obrero y del pensamiento socialista en Cuba. Arte y Literatura, La Habana, 1976; p. 81)

Enrique Roig San Martín (1843-1889), anarco-sindicalista e iniciador de las luchas proletarias en Cuba, cuyo nombre llevó uno de los clubes –formado por obreros socialistas-libertarios cubanos y boricuas- fundacionales del Partido Revolucionario Cubano.

¡Habrá Revolución! 13 de agosto de 1957: asesinato de los hermanos Luis y Sergio Saíz Montes de Oca

…La revolución por su contenido martiano y socialista es enemiga de toda clase de yugo a los valores éticos del individuo y condena cualquier tipo de régimen político donde no se respete el derecho a pensar con libertad. Por eso no puede aceptar ningún tipo de imperialismo, palabra que desde los más remotos tiempos es sinónimo de opresión de hombres por hombres, y condena tanto al que se cubre bajo las formas de un capitalismo draconiano y explotador, como ocurre en los Estados Unidos de Norteamérica, como a los falsos “paraísos del trabajador”, como la Rusia Soviética, no comunista que es otra cosa muy distinta.

Por eso, su posición internacional tiene que ser netamente antimperialista, ya venga del Tío Sam o del “Padrecito de Moscú”. Además, no encaja en nuestra idiosincrasia de pueblo distinto, producto de otros fermentos, otras culturas y otras razas, los sistemas que sirven en los Estados Unidos o en Rusia. […] No queremos ser ni dominados ni dominadores, sólo amantes de la paz y del progreso, y de la efectiva cordialidad internacional propia de los pueblos civilizados no imperialistas.

Los cuáqueros decían: “Ni Rey sobre mí, ni siervos bajo mí”, y a eso aspiramos llegar con la revolución socialista de Cuba, a vivir sin amos y sin siervos, ya que el adjetivo mayor que pueda adjudicarse a un hombre es el de hombre libre.

Donde quiera que exista un ser oprimido, una dignidad de hombre ultrajada; donde quiera que prevalezca la ley de la fuerza sobre la razón; donde quiera que las bayonetas sojuzguen a los hombres; donde se hallen tiranos y dictadores; donde la libertad “ese derecho que tienen los hombres a hablar y pensar sin hipocresía” esté ausente o restringido, en fin donde quiera que la opresión y la injusticia se ceben en las carnes de los débiles, donde manos férreas y llenas de sangre vejen a los hombres… ahí… donde sea, no importa si en la recóndita Rusia o en la cercana América, sin importar clima ni país… ahí donde existan hombres de dignidad y decoro, hombres que prefieren morir a vivir sumidos en oprobios… donde quiera que sea así, ahí…

¡Habrá Revolución!

De: “Cuerpos que yacen dormidos. Obras de los Hermanos Saíz” Editora Abril, La Habana, 1997 (pp. 165-166; 184)

José Martí: el héroe disidente

 

Por Dmitri Prieto Samsónov

El 19 de mayo se conmemoró otro aniversario de la caída de José Martí en Dos Ríos (Cuba, 1895). El apóstol cubano acababa de arribar a la isla después del largo destierro, y –a pesar de que nunca antes había participado en acciones de guerra, aunque fue un gran estudioso de la historia militar- se involucró en el primer combate que tuvo cerca, resultando muerto por balas españolas en meros minutos.

Horas antes, los líderes militares de la guerra anticolonial le habían otorgado a Martí los grados de Mayor General.

La TV cubana transmitió un interesante documental sobre la muerte de Martí. Es un asunto que siempre fue algo misterioso, además de trágico y fatídico para la historia nacional. Resulta poco comprensible cómo un hombre de inteligencia excepcional, gran pensamiento estratégico, compromiso absoluto con la causa cubana y dotado de tremenda capacidad para lo que hoy llamamos relaciones públicas, se decidiera a arriesgar su vida de manera tan extraña.

Sabemos que muchos intelectuales y ciudadanos comunes aún hoy lamentan esa rara muerte, casi acusando en sus adentros a Martí de irresponsable. ´Debería haberse quedado ese día en el campamento´ -piensan- ´y quizás después incluso salir nuevamente del país, para continuar haciendo política a favor de Cuba´. Pero Martí, evidentemente, tenía otros criterios sobre lo que significa ser un político responsable. Continue reading

Fuerza por la unión, no unión por la fuerza: José Martí, consenso y autogestión en el Partido Revolucionario Cubano.

Por: Mario G. Castillo Santana

En el imaginario cubano de hoy existe una frase estandarizada sobre el mérito clave de José Martí en la lucha por la independencia de Cuba: nuestro Apóstol y Héroe Nacional “unió a los cubanos para llevar a cabo la Guerra Necesaria”. El instrumento privilegiado de esa unión sería el Partido Revolucionario Cubano (PRC). Sin embargo, la manera en que se gestó el consenso base que le dio nacimiento al Partido martiano es –hay que reconocerlo- aún objeto de polémicas e incluso de desconocimientos y malentendidos historiográficos.

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“Ni siervos futuros, ni aldeanos deslumbrados”

Así se llama la selección de escritos de José Martí sobre la cuestión indígena en América, presentada el pasado 29 de enero de 2011 en el Sábado del Libro, en la Plaza de Armas de La Habana Vieja. Compilado y prologado por Míriam Herrera Jerez -historiadora y fundadora de la Cátedra Haydée Santamaría-, el libro es un panorama de la casi totalidad de la obra del Apóstol cubano, vinculada con los pueblos originarios del continente.

Por ello, es una contribución pionera a re-pensar críticamente nuestra memoria en relación con las luchas actuales y con las perspectivas martianas, siempre desde sus contextos histórico-vivenciales. La presentación fue realizada por Pedro Pablo Rodríguez, investigador del Centro de Estudios Martianos, frente a un amplio público motivado por el tema.

José Lezama Lima en sus 100: Cuba tan ancha que se confunde con el mundo

Entrevista al escritor Félix Guerra, por Dmitri Prieto Samsónov.

English version: http://www.havanatimes.org/?p=35065

José Lezama Lima, en su casa en la habanera calle Trocadero.

Este 19 de diciembre cumplió 100 años José Lezama Lima (1910-1976), cubano controvertido, autor de libros famosos, padrino intelectual de generaciones de creadores, muchos todavía en activo. Lezama fundó la revista “Orígenes” (1944-1956) -una de las mejores en Hispanoamérica de su tiempo, donde publicaron los más grandes escritores de la lengua-, entre otros muchos proyectos culturales. Célebre en vida por su “hermetismo”, Lezama engendró un “sistema poético”, efervescente mirada a las culturas del planeta desde la poesía, donde Cuba se manifestaría en la “era imaginaria de la posibilidad infinita” inaugurada por José Martí. En 1959 saludó efusivamente la Revolución. Lo vieron –cuentan- con una escopeta de perdigones en la azotea de su casa cuando lo de Bahía de Cochinos. Pero rápidamente por su hipotético elitismo comenzaron a atacarle tanto políticos oportunistas como algunos intelectuales notables. Conocido como poeta y crítico, en 1966 publicó “Paradiso”, novela instantáneamente tornada en escándalo debido a su explícitamente erótico capítulo VIII. Obra otrora prohibida, aún hoy se considera de difícil comprensión. Sabedor de continentes, Lezama sólo visitó tres de nuestros países vecinos. Nunca viajó después de 1950 (no sabemos qué decisión pesó más: la política estatal o la personal del propio escritor). Murió en medio del llamado “periodo gris”. En vez de esquelas necrológicas, sólo publicaron una mínima nota: la censura ideológica imperaba sobre Cuba. Hoy Lezama es considerado uno de los mayores autores del idioma español. Continue reading