“¿Cómo puede levantar 168 kilos un hombre? Creo que ha sido el gran Kim Jong Il quien me ha dado su ayuda”, testimonió el norcoreano Om Yun Chol tras lograr récord mundial en halterofilia. El atleta levantó tres veces su peso (56 kg) en envión.
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Camila Vallejo en Europa: “Está roto el diálogo con el gobierno”
Por: Magali Lagrange, París (Martes, 18 de octubre de 2011)
Camila Vallejo es la segunda mujer en dirigir la federación de estudiantes más importante de Chile.
Después de cerca de seis meses de protestas, el movimiento estudiantil chileno, que demanda una educación pública gratuita, sigue marcando la agenda política de ese país. Este martes se inicia un nuevo paro de 48 horas.
Estudiantes, profesores, ambientalistas y la Central Unitaria de Trabajadores, uno de los principales sindicatos chilenos, secundan la protesta, que tendrá su acto principal en las manifestaciones convocadas para el miércoles por la tarde. En vísperas de estas jornadas de movilización, BBC Mundo habló en París con Camila Vallejo, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile y una de las caras visibles del movimiento estudiantil chileno. Vallejo, de 22 años y estudiante de Geografía, se encuentra en Europa junto a otros tres representantes estudiantiles chilenos desde el viernes para exponer sus demandas e intentar "internacionalizar" el movimiento.
Viajaron a Europa para reunirse con instituciones internacionales e intelectuales. De los consejos que les han dado los intelectuales, ¿cuál es el que más le ha gustado?
El filósofo Edgar Morin nos dio confianza. Nos dijo que la educación superior no puede estar legada al mercado, sino que tiene que garantizarse una educación pública porque los países la necesitan para su desarrollo. Y Stéphane Hessel (el autor del libro "¡Indignaos!") nos empujó a fortalecer las comunicaciones y la instalación de nuestras ideas a nivel mundial, a difundir nuestras propuestas por todos los medios.
Hablando de Stéphane Hessel ¿cree que el movimiento estudiantil chileno entronca de alguna manera con los movimientos sociales como los indignados y Occupy Wall Street?
El movimiento estudiantil chileno no parte de los indignados. No es un movimiento espontáneo, sino un proceso largo basado en un análisis profundo de lo que sucede en Chile, de la injusticia. Entendemos la lucha de los indignados, pero en Chile pasamos la etapa del descontento. Ahora, hay que mirar para adelante y construir una alternativa para el país.
Teniendo en cuenta que ya existen protestas estudiantiles en otros países ¿cómo cree que se puede internacionalizar el movimiento?
Los diferentes movimientos – en Chile, Colombia, Brasil, Francia, España – no surgen por copia, sino que tienen particularidades. Pero se visualizan como un todo. Es la lucha de quienes han despertado para construir un modelo de sociedad distinto a nivel nacional e internacional. Existe una coherencia, que es una resistencia a un modelo privatizador o un avance hacia la conquista de este derecho. En Francia, nos reunimos con la UNEF (Unión Nacional de los Estudiantes de Francia). Nos dieron cuenta de la concientización que están haciendo para resistir la privatización encubierta que está generando el gobierno. Estamos en distintos procesos, pero tenemos los mismos objetivos, y existen lazos de solidaridad internacional entre la juventud.
Las protestas estudiantiles de los últimos meses fueron seguidas por miles de personas.
¿Qué modelo educativo contempla para Chile?
Ningún estudiante ha querido copiar nada. Chile piensa en un modelo propio, que permita la integración de todos y que sea gratuito. Queremos una educación que pueda transformar la sociedad y de la que salgan profesionales capaces de construir la democracia.
¿Cómo ve el futuro del movimiento estudiantil?
El movimiento estudiantil se debate en una coyuntura determinante, después de cinco meses de movilización. Hay que pensar en cómo avanzar de forma táctica para que siga. Hoy en día, está roto el diálogo con el gobierno. Va a trabajar las reformas de las de becas estudiantiles y nos está excluyendo de esta discusión, que quiere pasar al Parlamento. Así que, por más que no confiemos en el Parlamento, vamos a tener que hacer un trabajo hacia ellos. Queremos que no legisle la ley de presupuesto de la nación mientras no hayan proyectos de ley que sean de mutuo acuerdo con los estudiantes en materia educacional.
¿No piensa que su protagonismo va en detrimento del movimiento estudiantil en su conjunto?
La personificación del movimiento se debe a los políticos y los medios de comunicación. Es una estrategia que se utiliza muy frecuentemente con los que se levantan con reivindaciones sociales. En Chile se aplica mucho, y creo que en otros países del mundo también. En Cuba se habla de castrismo, en Venezuela de chavismo. Todo se personifica con los supuestos líderes, y no se ve que es un proceso compartido por mayoría. En el fondo se les trata de destruir para de paso derribar al movimiento. Así hemos estado como más vulnerables. Me han acusado de estar manipulada por el partido comunista, de cobrar por las entrevistas que doy. Me han dicho que estoy lucrando con todo esto.
Está a punto de titularse. ¿Piensa seguir con el movimiento a pesar de ello?
En tema estudiantil, voy a seguir participando, dependiendo de las próximas elecciones de la FECh. Vamos a estar construyendo, con todos mis compañeros que no son cara visible. Y queremos proyectar políticamente este movimiento, porque por primera vez, una demanda sectorial pasó a ser un movimiento social que incluye a muchos sectores.
¿Piensa en una carrera política?
Yo soy militante, estoy dispuesta a ponerme a disposición de las necesidades de construcción que tenga tanto este movimiento, como otro. En el ámbito de las próximas elecciones, creo que no es algo particular mío, sino que los jóvenes tienen que inscribirse en los registros electorales como candidatos a concejal. Que vayan a disputar los municipios a la derecha, o a quienes no están de acuerdo con responder a nuestros planteamientos que son justos. Ahora los jóvenes se están interesando en la política, y tienen que asumir esta responsabildad. Tenemos que hacernos cargo y llevar un proyecto construido participativamente. Y por eso tenemos que tener vocación de poder, pero en el buen sentido de la palabra.
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Para derrotar a las fuerzas retardatarias
Por Félix Sautié Mederos (fsautie@yahoo.com)
La dialéctica de la sociedad se expresa dentro de un ámbito de acción en el que las fuerzas encontradas positivas o retardatarias pujan constantemente unas contra las otras, ello podría representarse con un grafico de flechas que se contraponen tratando de ganar terreno sobre su oponente; pero para muchos ese enfrentamiento pasa desapercibido, sobre todo por causa del secretismo y de la falta de transparencia informativa que impera en la sociedad cubana contemporánea.
Los que diseñaron en nombre de la seguridad nacional ese modelo controlado de la información, ahora tendrán que enfrentarse a sus efectos perversos controvertidos contra sus propios orígenes, que encubren a la acción de una burocracia activa aupada por un funcionamiento oficial que durante muchos años ha considerado anatema y enemigo a quien osara criticarla o simplemente se atreviera a describir sus formas operativas. Entre tanto, el pueblo lo ha sufrido y aún lo sufre en todo este tiempo. Sus gestiones ante los burócratas se convierten en verdaderas contingencias desbordadas de un maltrato despreciativo que ha ido horadando persistentemente la credibilidad popular en el proceso socio político cubano, muy a pesar de las consignas reiteradas hasta el cansancio y de los análisis de los especialistas que oficialmente son publicados, que repiten con insistencia el mismo contenido de siempre apartándose de la realidad que nos embarga a todos sin excepción.
Estas contradicciones han llegado a un punto que ya no pueden ocultarse y sus efectos negativos que anteriormente solo el pueblo sentía en carne propia, ahora actúan en contra de los intentos por hacer cambios y reformas a favor del propio sistema que durante muchos años los privilegió. El indicador más explícito de estas situaciones se encuentra en los discursos del Presidente Raúl Castro, quien incluso ha llegado a plantear que no podemos continuar bordeando el precipicio porque nos hundiremos y muy en especial durante su intervención ante la Asamblea Nacional del Poder Popular el pasado 1 de agosto 2011, en la que expuso textualmente que: “Más de una vez he expresado que nuestro peor enemigo no es el imperialismo ni mucho menos sus asalariados del suelo patrio, sino nuestros propios errores (…) el mayor obstáculo que enfrentamos en el cumplimiento de los acuerdos del Sexto Congreso del Partido es la barrera sicológica formada por la inercia, el inmovilismo, la simulación o doble moral, la indiferencia e insensibilidad (…) Seremos pacientes y a la vez perseverantes ante las resistencias al cambio, sean estas conscientes o inconscientes. Advierto que toda resistencia burocrática al estricto cumplimiento de los acuerdos del Congreso, respaldados masivamente por el pueblo será inútil (…) ante las violaciones de la Constitución y de la legalidad establecida no queda otra alternativa que recurrir a la Fiscalía y los Tribunales, como ya empezamos a hacer, para exigir responsabilidad a los infractores, sean quienes sean (…)”
En el corto espacio con que cuento no me es posible hacer citas más amplias pero lo que he expuesto en el párrafo anterior lo considero suficiente al respecto de la exposición de este asunto. Además hace algunos días leí un artículo de un colega de la prensa extranjera, Fernando Ravsberg a quien aprecio muy especialmente, titulado “LA BUROCRACIA PONE EN PELIGRO A TODA CUBA” en el que plantea un párrafo que considero muy importante citar textualmente porque es expresivo de la situación que estoy exponiendo “(…) Los políticos cubanos parecen subestimar la fuerza y la decisión de los burócratas, primero creyeron que no osarían enfrentar a los ‘históricos’ y ahora piensan que pueden quebrar su resistencia solo con acciones legales (…)”
Las fuerzas retardatarias de la sociedad son complejas, están presentes y activas en Cuba hoy, muy a pesar de los aires de cambios que ha estado propugnando desde los mismos inicios de su mandato el Presidente Raúl Castro. Plantean una realidad incontrastable que requiere con urgencia una verdadera apertura de la libertad de expresión, del debate y del diálogo sin cortapisas dejando a un lado el proteccionismo oficial de que han disfrutado desde hace mucho tiempo e inclusive aún disfrutan hoy, dispensado desde determinados ámbitos oficiales, muy especialmente en medio de las contingencias que se libran a favor de los cambios y reformas que son imprescindibles y urgentes.
El problema es muy profundo y aflora en todas las instancias de la sociedad en su conjunto, porque muchas personas consciente o inconscientemente han quedado detenidas en el tiempo, e incluso hay quienes han envejecido en medio de estos procesos caracterizados por su muy poca transparencia e información abierta y se han convertido en una capa poblacional de base que a pesar de sufrir todos los efectos de la burocracia, las inconsecuencias, los empecinamientos y los autoritarismos, ahora no entienden nada y manifiestan determinadas insensibilidades con lo que realmente se está proyectando y tratando de implementar, coadyuvando a favor de las fuerzas retardatarias y del continuismo a crítico. Yo lo he podido palpar directamente y sé de muchos que actualmente se preocupan porque los que se fueron del país puedan regresar, ya que ellos les hicieron actos de repudio orientados y no entienden que se plantee la necesidad de una reforma migratoria que según se ha anunciado por el Presidente Raúl Castro, se encuentra en estudio; y, que en mi opinión, es urgente e imprescindible para la verdadera unidad de la Nación Cubana.
Las fuerzas retardatarias de la sociedad no sólo están conformadas por los burócratas activos de las cúspides políticas y económicas, sino que cuentan con el continuismo, la desinformación, el simplismo, las insensibilidades e incluso los miedos manifiestos de quienes han quedado detenidos en el tiempo dentro del sistema de organizaciones de la base y conforman una masa compleja que instintivamente se resiste a los cambios. Eso hay que tenerlo en cuenta, porque los cambios de mentalidad que se están planteando, son urgentes; pero sin cambios efectivos de personas y de estructuras que son obsoletas de arriba abajo, no podrán derrotarse a las fuerzas retardatarias de la sociedad. En mi opinión es imprescindible cambios radicales en el sistema, que abran los horizontes y las perspectivas de la sociedad porque sin el apoyo masivo de la población, que debe hacerse efectivo mediante la libertad de expresión, la libertad de asociación y su real posibilidad de participación, el punto de inflexión no podrá superarse. Así lo pienso y así lo afirmo.
Publicado el lunes 26 de septiembre del 2011 en Crónicas cubanas de Por Esto!: http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=22&idTitulo=117534
El 15M: la hora del despertar
por Luis Hernández Navarro
Un nuevo ciclo de luchas sociales contra la globalización neoliberal se ha abierto en Europa. Islandia, Grecia y España son su epicentro. El rechazo a las políticas de ajuste y estabilización, al trabajo precario, a las políticas de exclusión social y el reconocimiento de nuevas formas de ciudadanía y de democracia participativa están en el corazón de las movilizaciones. Las masivas protestas en estos tres países resisten a un modelo laboral basado en la combinación de trabajo informal, trabajo ilegal y migración. Un modelo que aspira parecerse a China y que opera con una mecánica sencilla: reducir los costos de producción sobre la base de la expansión de la economía informal y la desregulación laboral, utilizando para ello la mano de obra inmigrante. Las movilizaciones en estas naciones son expresión del grado de ruptura de la universalidad de la ciudadanía promovidas por la desestructuración de los mercados de trabajo y la expoliación de derechos. Son, también, un indicador del profundo deterioro que viven las metrópolis en sus políticas, tanto en el control de los flujos migratorios como en la integración de los migrantes. Continue reading
Las revoluciones contra las vanguardias
Por Raúl Zibechi
Las potentes movilizaciones que atraviesan el mundo están desbordando tanto democracias como dictaduras, regímenes nacidos de elecciones y de golpes de Estado, gobiernos del primer y del tercer mundo.
No sólo eso. Desbordan los muros de contención de los partidos socialdemócratas y de izquierda, en sus más diversas variantes. Desbordan también los saberes acumulados por las prácticas emancipatorias en más de un siglo, por lo menos desde la Comuna de París.
Naturalmente, esto produce desconcierto y desconfianza entre las viejas guardias revolucionarias, que reclaman organización más sólida, un programa con objetivos alcanzables y caminos para conseguirlos. En suma, una estrategia y una táctica que pavimenten la unidad de movimientos que estarían condenados al fracaso si persisten en su dispersión e improvisación actuales. Lo dicen a menudo personas que participan en los movimientos y quienes se felicitan de su existencia, pero que no aceptan que puedan marchar por sí mismos sin mediar intervenciones que establezcan cierta orientación y dirección.
Los movimientos en curso cuestionan de raíz la idea de vanguardia, de que es necesaria una organización de especialistas en pensar, planificar y dirigir al movimiento. Esta idea nació, como nos enseña Georges Haupt en La Comuna como símbolo y como ejemplo (Siglo XXI, 1986), con el fracaso de la Comuna. Continue reading
¡Abajo la política! ¡Viva la política!
Por Ailynn Torres
I. El 15-M en España – y ya en otras ciudades de Europa y América Latina– desmantela aquel discurso sobre la apatía y el apoliticismo de los jóvenes que se ha utilizado para reproducir la dominación.
La escasa participación política de los jóvenes se ha reseñado como síntoma de sociedades en crisis que avanzan hacia el desentendimiento de la vida política. Los jóvenes, considerados siempre como futuro y no como presente, no asegurarían, en consecuencia, el buen ejercicio de la política.
En las investigaciones sociológicas sobre juventudes, la integración y participación sociopolítica de los jóvenes es tomada como indicador de los niveles de integración social. Sin embargo, en la mayoría de los modelos de institucionalidad existente es habitual su exclusión en la toma de decisiones. La apatía, pasividad, retraimiento político y escepticismo es entonces, en buena parte, la justificación montada para legitimar la exclusión e impedir que se conviertan en actores políticos estratégicos. Es la misma maniobra mil veces usada contra los indígenas de América Latina, los negros de África o los pobres de todo el mundo, presentados como perezosos e incapaces para legitimar los reales condicionamientos económicos, sociales y culturales –todos siempre también políticos– que constituyen la base de la exclusión y el empobrecimiento. Continue reading