8 de marzo: tod@s contra la violencia

Por Sandra Álvarez, Marilyn Bobes, Luisa Campuzano, Zaida Capote Cruz, Danae Diéguez, Laidi Fernández de Juan, Lirians Gordillo Piña y Helen Hernández Hormilla

El escritor Ángel Santiesteban ha sido juzgado y condenado a prisión por agredir violentamente a su exesposa. Y enseguida han comenzado a circular notas de apoyo al escritor y de cuestionamiento a la sentencia del tribunal que lo juzgó. En casi todas se acusa a la víctima de loca, o de magnificar una leve “riña doméstica”[1]. Nadie puede juzgar estos hechos sin conocer la profundidad de los daños causados por Santiesteban a su exesposa y a su hijo, y nadie debería acusar a la víctima de estar inventando un caso para que alguien sea condenado por ocultas razones políticas. La violencia contra la mujer tiene su origen, precisamente, en ese gesto tan usual de imaginarla carente de juicio, de independencia, o de opinión propia, y quienes esgrimen esas tesis están reproduciendo la agresión; como aquellos que culpan a la víctima de una violación de haber provocado a su agresor.

Las instituciones y organizaciones cubanas deben pronunciarse sobre este caso en particular y también acerca de la violencia contra la mujer en nuestra sociedad. Es preciso intensificar, multiplicar y hacer permanentemente visible una campaña pública contra la violencia de todo tipo, especialmente la que se ejerce contra la mujer. Hay que divulgar aquellas leyes que la previenen o penalizan y los debates que han tenido lugar en espacios académicos y con motivo de campañas específicas. Combatir la violencia contra la mujer solo puede lograrse si nos unimos tod@s contra la desigualdad que la inspira y reconocemos el derecho de las mujeres violentadas a defenderse de su agresor y a denunciar la agresión, aunque se trate de un genio artístico o científico, un general victorioso, un deportista de élite o un obrero de vanguardia. Nadie más que ella misma tiene derecho a decidir sobre su vida y sobre su cuerpo, y nadie, absolutamente nadie, tiene derecho a juzgarla loca por querer defender sus derechos.

(Texto leído en la sede de la UNEAC, el 8 de marzo de 2013)
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[1] Veáse a continuación la carta “Lamentaciones y esperanzas por un nuevo escritor encarcelado”, enviada por el escritor Rafael Alcides sobre el caso citado. El texto es una muestra de que la lucha contra la violencia hacia las mujeres en Cuba precisa aún un trabajo arduo, eficaz y sostenido. Continue reading

El futuro en tiempos de lineamientos

Por Rogelio Manuel Díaz Moreno

En los últimos meses, han ocurrido tantos acontecimientos en nuestro país, que podríamos estarle dando vueltas mucho tiempo. Tanto, que para cuando termináramos, ya estaríamos otra vez desactualizados. Interesante reto, orientarse e insistir en el derecho de participación en la nuevas épocas, marcadas por los famosos lineamientos del Partido.

No hace más de un año, para poner un par de ejemplos, era sencillo señalar las opresivas restricciones sobre el derecho de viajar y el daño que infligían a nuestro país, o reclamar espacios para una forma de producción socialista tan ventajosa como lo constituyen las cooperativas en todo tipo de actividades económicas. No se presentaban obstáculos de mucha cuantía en los torpes justificativos de muchos exégetas gubernamentales -los cuales, como era de esperar, experimentaron la mutación correspondiente en cuanto llegaron los decretos con los últimos cambios. El caso es que ya dichas realidades y otras más- cobran cuerpo, para provocar estas curiosas mezclas de sentimientos, de incertidumbres y expectativas.

El alivio de una liberación no excluye las razones para algunos enojos. Por años oímos que las razones para las restricciones de viajes eran el bloqueo norteamericano, el robo de cerebros, la ley de ajuste cubano Que pretender cambiar la política de aquí, sin vencer antes las malvadas maniobras de allá, era hacerles el juego, debilitar la sacrosanta unidad de la patria, etc., etc. Ahora resulta que no se cayó el cielo sobre nuestras cabezas sino que, por el contrario, el cambio desde aquí es el que está replanteando todas las reglas y obligando, a los de allá, a ponerse en una posición defensiva muy novedosa. O sea, otra manifestación patente de cómo hemos sido manipulados, se nos ha mentido, sujetado hasta el último momento en cajoncitos estrechos que, finalmente, no han resistido la presión de la naturaleza y la voluntad humanas de crecer. Otra de esas contradicciones espectaculares es el asunto del famoso cable óptico para Internet, campo en el que primero nos dicen que no tenemos esta conexión por culpa del imperialismo, luego que viene un cable, luego no se menciona más el cable y se vuelve a culpar al imperialismo, años más tarde aparece de nuevo el cable, y uno simplemente confirma lo que sabe, que no puedes creer a quien pretende con tanta desfachatez mantener el monopolio de la información. Continue reading

Mi Círculo Social

Por Rogelio M. Díaz Moreno

A raíz de una actividad por el día de los niños, me interesé por el círculo social que, como trabajador del sector de la Salud, tengo derecho a asistir.

Debe partirse de los años ´50 del pasado siglo, cuando existían en este país clubes que tenían instalaciones para el baño en el litoral del barrio habanero de Miramar y otras actividades recreativas. A los cubanos nos enseñan en las escuelas que estos eran centros privados y símbolos de la exclusión de la mayoría menos favorecida de la sociedad. Y que gracias a la Revolución, que los nacionalizó desde los primeros tiempos, hoy todo el pueblo los puede disfrutar.

Algunas personas mayores te matizan un poco esta imagen. No solo existían los clubes de ricachones exclusivos donde para ingresar, además del dinero, había que lucir de raza blanca. También se podía encontrar clubes propiedad de determinados sindicatos, y los trabajadores del ramo respectivo podían ser socios. El caso es que todos fueron nacionalizados por el gobierno establecido después de 1959. Ahora estos círculos trabajan asignados a los distintos sindicatos que se agrupan bajo la sombrilla de la central oficialista del trabajo.

El círculo social obrero (CSO) Otto Parellada viene a ser el correspondiente a los trabajadores de la salud. Es este club el que nos toca y al que podemos ir. No al que está a su izquierda, que creo está asignado a una rama de la industria; menos aún al de su derecha, dedicado a los miembros de las fuerzas armadas y sus trabajadores civiles.

Zambullirse en el mar es una de las mejores y más sencillas opciones recreativas en Cuba. A nosotros, las playas de Santa María nos quedan a 3 horas en autobús, y los pedazos libres de litoral cercanos a nuestra casa son de un diente de perro incomodísimo. El CSO Parellada nos queda bien cerca. Su pedazo de litoral, sin llegar a ser playa, es mucho más cómodo que el diente de perro, pues el fondo rocoso es mucho menos áspero y lo tachonan algunos parchecitos arenosos. Al agua se llega por franjas escalonadas de hormigón, con algunos sectores derruidos por la fuerza del oleaje, a lo largo de muchos años. Dos espigones se internan una treintena de metros en el mar, brindan cierto amortiguamiento a la marejada y ofrecen otros accesos al agua. A algunos metros de esta se extienden unas áreas de arena con sombrillitas y existen los esperados puntos de ofertas gastronómicas básicas. Además de la playa, hay unas canchas de pelota vasca, una de voleibol de playa y se pueden alquilar otros juegos de mesa. Para los sábados por la noche, es posible reservar una mesa en un gran salón, que cuenta con un consumo de platos ligeros y un poco de bebida y se puede bailar un rato.

La pasamos bien el primer día, así que me embullé. Pasé el pedacito de burocracia requerido para asociarme a mi club, y empezamos a ir de vez en cuando. Habremos ido siete u ocho veces en este verano en total. Ahora, veamos qué malagradecido soy, que voy a empezar a quejarme.

Ahora que acabó oficialmente la temporada vacacional, ya no puedo acceder más al CSO. Hasta el mes de julio del próximo año, los trabajadores que somos los socios y dueños de este club, ya no podemos presentarnos a la puerta, mostrar el carnet y entrar libremente. Esa posibilidad solo se nos abre en los meses de julio y agosto. El resto del año, solo se reserva para actividades organizadas y asignadas centralmente por mecanismos relacionados con la administración burocrática de los asuntos de este país. Si soy tan insensato que quiero ir a la playa en esos meses de abril, mayo y junio en los que hace tanto frío en Cuba y cae nieve, tendré que dispararme tres horas de autobús hasta Santa María o el diente de perro de la calle 70.

Pues sí, como vemos, mi propiedad solo es mía durante julio y agosto y no todos los días. Cómo puedo ser tan cruel, que aspire a que los empleados de mi club trabajen todos los días de esos dos meses, para mí, sin descanso. Si se nos antoja en familia, si Rogelito me lo exige, darnos un baño de mar un lunes durante esos meses: al diente de perro de 70 o las tres horas de autobús.

Entonces, de martes a domingo en julio y agosto, el CSO nacionalizado para mí, está a mi servicio en cierto horario no muy extenso. Abren a las 9 am, cierran a las 4pm, ni un minuto más. En mi carácter de dueño, me corresponden para el baño de mar en el CSO las horas del día de mayor fuerza de la irradiación solar que en nuestro clima. Como se sabe, tal intensidad sobrepasa un poquito lo recomendable para la buena salud. A los que nos apetece el baño cuando el sol es un poco menos violento ya saben lo que nos toca.

Un par de lindos detalles más para aquilatar bien el privilegio que tengo al ser dueño de este CSO. Cuando dije presentarme a la entrada, no me refería a la puerta principal. A los trabajadores comunes del sistema de salud nos toca el portón lateral de servicios. Y una vez dentro, lo que primero se encuentra uno, es otra evidencia de que el club tiene una segunda categoría de dueños, pero más elevada que la mía. Allí existen también un par de piscinas aisladas con una cerca muy seria y una puerta donde severos guardias permiten entrar a los dueños de primera y nos mantienen alejados a los dueños de segunda. Los trabajadores del CSO son corteses y lo tratan a uno amablemente, pero cumplen ciertos reglamentos estrictos. El acceso a la piscina es por mecanismos de reservación que se escapan de las posibilidades del trabajador simple. El secretario sindical del centro donde uno trabaja podría pugilatearle a uno tal vez esos accesos, pero tendría que atravesar varios calvarios burocráticos que parecen establecidos para convencernos, a los dueños de segunda, de que nos alejemos de ahí.

Imagen: Piscina con cercas

En otra situación, tales evidencias de tu estado de inferioridad bastarían posiblemente para convencerte de que no eres bienvenido y te vayas. Pero ya hemos contemplado que las alternativas no son buenas. Aún excluido de la parte VIP de mi club, aún en horarios restringidos durante los días y meses del año en que se dignan dejarnos entrar por la puerta de los criados, no nos dejamos amilanar y disfrutamos del amplio, azul y libre mar.

Imagen: Baño en el mar

Rusia: Lo que dicen las encuestas

Por Juan Gelman

Feministas ucranianas del grupo FEMEN hacen activismo crítico contra el gobierno autoritario ruso frente al templo de Cristo Salvador en Moscú (la pancarta dice: ¡Dios, saca al zar!).

Feministas ucranianas del grupo FEMEN hacen activismo crítico contra el gobierno autoritario ruso frente al templo de Cristo Salvador en Moscú (la pancarta dice: ¡Dios, saca al zar!).

El estrépito de las persistentes manifestaciones por el presunto y aún probable fraude de las elecciones legislativas que tuvieron lugar en Rusia el 4 de diciembre ha marginado a la casi desaparición de un hecho pasmoso: el Partido Comunista de la Federación Rusa (PCFR) prácticamente duplicó sus votos, pasando del 11,1 por ciento obtenido en el 2007 al 19,2, ganó bancas y se convirtió en la primera minoría de la Duma. Y no con ayuda oficial.

Banderas rojas del PCFR, otras organizaciones izquierdistas y de la URSS marcan el paisaje de la plaza Bolótnaya (Moscú) durante el mitin anti-fraude electoral del 10 de diciembre (2011).

Banderas rojas del PCFR, otras organizaciones izquierdistas y de la URSS marcan el paisaje de la plaza Bolótnaya (Moscú) durante el mitin anti-fraude electoral del 10 de diciembre (2011).

Guennady Zyuganov, candidato presidencial del PCFR para los comicios de marzo próximo, señaló que “este país nunca presenció elecciones tan sucias” y denunció que la policía sacó a golpes a varios fiscales de la mesa de su partido que terminaron en un hospital. Se jactó del triunfo de una formación política que sigue agitando banderas rojas y preside sus reuniones con un busto de Lenin. Aunque esto no significa que estén volviendo los tiempos del gulag, la explicación de este fenómeno convoca preguntas varias. Algunos analistas consideran que el PCFR sacó provecho del voto de castigo propinado al gobierno Putin. Continue reading

Un libro equivocado

Por Guillermo Rodríguez Rivera

[Nota de OC: hemos conservado la ortografía, puntuación y  redacción originales, solo se eliminaron las notas al pie – cuyo contenido proveemos entre paréntesis, para facilitar la lectura en formato blog…]

Rolando Rodríguez le pidió prestado a Ilya Ehremburg el título de su novela sobre la noble figura de François Noel Babeuf, — llamado Graco, como el romano tribuno de la plebe –, revolucionario que enfrentó en Francia a la llamada reacción termidoriana, defendiendo los postulados de 1789. Fue más allá, al promover un radical programa socialista y querer derrocar el gobierno del Directorio, lo que hizo que la derecha francesa lo guillotinara en 1797.

El libro de Rodríguez es un acercamiento a la protesta armada del Partido Independiente de Color, de la que estarán cumpliéndose cien años el entrante 2012. De la protesta armada, y de la masacre desatada contra negros y mulatos por los políticos blancos, liberales y conservadores, bajo el gobierno del general José Miguel Gómez.

Pero la repetición de aquel titulo – que obviamente pretende acercar los dos movimientos – es un primer error de este libro que, como trataré de hacer ver , no se reduce al título. Continue reading