“Burósofos” y talanqueras

Por Armando Chaguaceda

“Muchas veces mis alumnos me preguntan si la hermenéutica telúrica incaica trastrueca la peripatética anotrética de la filosofía aristotélica, por la inocuidad fáctica de los diálogos socráticos no dogmáticos. Yo siempre les respondo que no”
Les Luthiers “El regreso del indio”, 1999
Miguel Limia. Foto: Diario Trabajadores

Miguel Limia. Foto: Diario Trabajadores

Una tarde lluviosa no es el mejor momento para leer ciertos textos, pues ponen nuestro humor del mismo color del cielo nublado. Eso me sucedió cuando leí, atraído por el sugerente título “Acercar el futuro desde el pensamiento”, una crónica aparecida hace unos días en el periódico cubano Trabajadores.

El entrevistado, Miguel Limia, es un rostro bien conocido dentro de la academia cubana por su desempeño como funcionario y miembro de tribunales de postgrado. Es autor de algunos textos sobre cultura política y pensamiento cubano que —con independencia de los juicios que sobre ellos pueda tenerse— formarán parte de cualquier futuro estudio panorámico de las ciencias sociales de la etapa revolucionaria. Y forma parte de un grupo de académicos que realiza grandes esfuerzos por reciclar enfoques heredados del Comunismo Científico —aggiornandolos con aportes del estructural funcionalismo y un léxico tecnocrático-gerencial— para construir algo bautizado una “Nueva Ciencia Política desde el Sur”.

En el artículo, al abordar el estado de las Ciencias Sociales isleñas, Limia regala al lector un conjunto de frases cuya forma y contenido me hizo recordar las ya clásicas presentaciones del grupo argentino Les Luthiers y las viñetas de Peter Capusotto. Haciendo gala de socrática sabiduría, el entrevistado expresó “Las Ciencias Sociales cubanas estamos defendiendo una epistemología de nuevo orden, cuya manera de producir el conocimiento se basa en el análisis de las contradicciones dialécticas de la cotidianidad”. Ante tan profunda sentencia, uno se queda pensando si acaso toda ciencia social que se respete puede hacer otra cosa que no sea atender a la evolución y contradicciones de la realidad en la cual está inmersa.

¿Dónde estarían, los fundamentos epistemológicos y teóricos de semejante innovación criolla, anunciada por el filósofo? Sin explicar los enfoques y procedimientos alternativos que abrirían las nuevas sendas de conocimiento y conociendo —por un medio autorizado— la prolija formación y desempeño del entrevistado uno solo puede intuir que la frase constituye una síntesis magistral de dos poderosas tradiciones de la filosofía occidental y latinoamericana: el gatopardismo y el cantinfleo.

Al leer aquel texto me percaté que estas alusiones de Limia eran un digno ejemplo de eso que alguna vez he llamado “pensamiento burosófico”, una suerte de sabiduría de buró donde la lógica del puesto determina la sustancia del discurso. Se trata de una forma de “filosofar” donde las ideas se presentan con el mayor grado de pompa y abstracción que ojos humanos hayan visto; donde la frase inflada sustituye al contenido ausente. Algo bien distinto al magisterio de mi vieja profesora de Economía Política, que “aterrizaba” la verdadera ciencia marxista y superaba los dogmas y la precariedad material de su existencia para llevarnos fotocopias de textos keynesianos y neoclásicos, que discutíamos con la única limitación de los escasos 90 minutos de su clase. Continue reading

Algunos policías (contra) revolucionarios y mi cargo de conciencia

Por Francisco Rodríguez Cruz (Paquito el de Cuba)

Justo antes de comenzar el examen de Fundamentos de Periodismo en la tarde de este sábado, Félix Bolaños, uno de mis estudiantes de quinto año de Comunicación Social de los cursos para trabajadores, me pidió referirme un problema personal. Pensé que podría ser alguna de esas justificaciones triviales de los alumnos para no entregar los trabajos evaluativos, pero enseguida me mostró unas fotos y un manuscrito, y me dijo:

—Profe, mire lo que me le hicieron dos policías a mi hijo…

Las imágenes me hicieron hervir la sangre, aunque traté de no turbarlo más de lo que ya parecía. Hablamos de una persona de mayor edad que yo, quien trabaja en el portal Cubaliteraria y es uno de mis mejores estudiantes.

No pude en ese momento profundizar en los detalles sobre lo que le sucedió al joven de 26 años y su novia cuando intentaron abordar un ómnibus de la ruta P-5 durante la madrugada en Avenida 31 y calle 10, municipio Playa, con una botella de ron en la mano, hacia la casa de la muchacha en Centro Habana. Solo atiné a darle a Félix las recomendaciones básicas de cómo actuar en casos de abuso policial, y le pedí además que nos hiciera llegar oficialmente la queja a la redacción del periódico, para exigir también por esa vía una respuesta al caso.

Esa misma noche recibí en mi correo las fotografías del muchacho tras la golpiza, y el relato inicial que su padre circuló por correo electrónico, que enseguida publicó el blog de la Red Protagónica Observatorio Crítico.

Ahora comienzan a aparecer más detalles del violento incidente en esa misma página digital, y no puedo dejar de solidarizarme con este padre que reclama justicia, y su hijo, quien es técnico medio en Contabilidad y Finanzas, licenciado en Fisioterapia y Rehabilitación, y se encuentra actualmente cursando un diplomado en medicina china tradicional. Continue reading

Para que Nestlé quiebre en Cuba

Por Alfredo Fernández

nestleDías atrás me asombré cuando una amiga española me preguntó “¿cómo era posible que un gobierno como el cubano que desde hace más de cinco décadas pregona a voz en cuello por todo el mundo su postura en defensa de las causas justas, haya permitido la entrada al país de una transnacional como Nestlé?.”

Resulta que hoy la multinacional de productos lácteos lidera sin contratiempos, la venta de los helados en la red de tiendas por divisas del país.

Ante tal pregunta, me fui a Internet y una breve búsqueda en google, me arrojó al extenso prontuario de información sobre el proceder del  líder heladero en Cuba.

Boquiabierto quedé al conocer que la para mí tan “encumbrada empresa” ha amasado su fortuna a fuerza, ya sea de enormes despidos laborales, la tala de inmensas extensiones de bosques en todo el mundo y “la asfixia” de los pequeños productores de leche y agricultores en continentes como América y Asia.

Yo ignoraba hasta  ese momento semejante situación, pues mi pésima relación con Internet, más una prensa nacional que sólo aborda temas “previamente autorizados” impidieron que desconociera hasta hoy la verdad sobre Nestlé. Continue reading

Walterio Carbonell, un hito en la historiografía nacional

Por Madeleine Sautié Rodríguez

¿Quién podría dudar que cuando se le invoca vuelve a estar entre la gente el que ha dado su adiós definitivo? ¿Quién negaría que el único modo de no partir totalmente está en el valor de lo sembrado? Por estas razones fue posible el mágico encuentro que tuvo en el Instituto Cubano de Antropología (ICAN) la figura de Walterio Carbonell (1920-2008) con un grupo de intelectuales que asistieron al celebrarse medio siglo de su obra Cómo surgió la cultura nacional.

Una de las principales actividades que a propósito del Año de los Afrodescendientes ha estado celebrando la institución fue justamente este coloquio, ubicado dentro de la sesiones tituladas Descolonizando la Historia de Cuba y dedicado a quien nos legara una de las más puntuales joyas de la historiografía nacional al concebir una obra a la que sus diez lustros no le disminuyen su raigal valor como arma mordaz contra el racismo. Su vigencia no solo permanece incólume, sino que sigue siendo un texto imprescindible para asumir de manera orgánica y desprejuiciada el papel de África en la cultura nacional.

Convertido en letra de imprenta por Ediciones Yaka, costeado con los propios ahorros de su autor y dictado a su secretaria en apenas dos noches, el libro tiene el temblor del hombre, la espontaneidad de lo que ya no puede acallarse y el fragor de la vindicación concebida en un contexto en el que ha triunfado la Revolución Cubana y, con ella, una estrategia radical para desterrar de la Isla los atavismos racistas que comenzaron con la llegada de los esclavos y echaron raíces en el período neocolonial.

“Cuando lo lees —explica Tato Quiñones, escritor y destacado activista antirracista, refiriéndose al texto— te das cuenta de que el libro te salta en las manos, hay una voluntad de que ninguna idea se quede fuera, uno jadea con esa lectura que constituye un clásico de la historiografía revolucionaria como también lo es Azúcar y abolición, el primer ensayo marxista cubano de Raúl Cepero Bonilla a quien Walterio le sigue los pasos con esta obra.”

Pero no solo el incuestionable valor de este ensayo fue objeto de análisis de los ponentes —entre los que estaban, además, los investigadores Mario Castillo y Dimitri Prieto, el historiógrafo Tomás Fernández Robaina y el crítico Roberto Zurbano. La anécdota y las memorias expresas trajeron de vuelta a Walterio Carbonell para protagonizar al polemista, al marxista, al revolucionario que izó la bandera del 26 de Julio en la Torre Eiffel, al jaranero inolvidable, al profundo estudioso del negro dentro de la cultura y la sociedad cubanas, al insobornable amigo de Fidel a quien dedicó, en primera instancia, estas encendidas páginas.

Publicado en Periódico Granma.

Artículos en Granma contra el burocratismo y por el cooperativismo

[ctegory Política,
Economía]

Por Pedro Campos

Conscientes de que las ideas del cooperativismo y la autogestión no pertenecen a nadie en particular, vemos con satisfacción que las mismas empiezan a ser publicadas en Granma

El periódico Granma, órgano oficial del PCC, luego del discurso del Presidente Raúl Castro el 1ro de agosto en la Asamblea Nacional del Poder Popular, ha venido publicando una serie de artículos incisivos contra el burocratismo, a favor de la participación de los trabajadores en las decisiones y hasta en las utilidades y apoyando el cooperativismo.

Felicitamos estos primeros artículos en la prensa del partido y esperamos que sea el preludio de una más amplia difusión de estas ideas en todos los medios del país, con vistas a tomar otras decisiones que desbrocen el camino de la socialización y democratización del poder económico y político en la conferencia del partido, dispuesta para enero próximo.

Siempre hemos creído que los cambios necesarios deben realizarse sin traumas, logrados en el diálogo y que existen reservas revolucionarias en el seno del partido/gobierno, capaces de dar ese golpe de timón que vienen demandando muchos trabajadores, buena parte del pueblo y toda la izquierda democrática, a pesar de la oposición de un tradicional sector neoestalinista que no está dispuesto a realizar transformaciones. De ahí nuestro tradicional apoyo crítico, que algunos no entienden en la izquierda internacional.

La participación de los trabajadores en la propiedad, las decisiones y en las utilidades, constituye el núcleo duro de las relaciones de producción que primarán en la sociedad post-capitalista. Han estado presentes en el socialismo, desde los primeros utópicos, pasando por Marx, Lenin, Bakunin y muchos otros más recientes, cuya lista sería muy larga, para enunciar aquí.

Antes del triunfo de la revolución de 1959, en nuestro país existía un movimiento cooperativo de alguna significación en el transporte público; en la medicina, con las clínicas mutuales y gremiales y algunas organizaciones del movimiento obrero manejaba sus cajas de retiro y ahorro, clubes sociales, casas de descanso y otras formas de cooperación. El Hotel Habana Hilton, hoy Habana Libre, fue construido con los dineros del sindicato de los gastronómicos de La Habana, el que contrató con la cadena internacional Hilton la administración y la gestión internacional de venta. Otros sindicatos y asociaciones mutualistas y regionales construyeron emblemáticos edificios, teatros, escuelas, centros de salud y socio culturales en La Habana. En otras esferas también existían formas diversas de cooperación entre los trabajadores.

En La Historia me absolverá, se planteaban como leyes a introducir por la revolución, la repartición del 30 por ciento de las utilidades de las empresas entre los trabajadores y el desarrollo de cooperativas agropecuarias como parte de la reforma agraria. En algunas de las primeras medidas tomadas en los inicios del proceso revolucionario para desarrollar la agricultura, las ideas del cooperativismo estaban presentes. También se crearon cooperativas pesqueras, para la producción de henequén y de consumo entre otras.

Sin embargo, la ausencia de una clara conciencia sobre el significado de las formas cooperativas para el socialismo y el paulatino predominio de las concepciones neoestalinistas del socialismo como el monopolio estatal de la economía y el mercado, llevaron a la supresión de las experiencias de tipo cooperativo previamente existentes y al excesivo tutelaje del estado sobre las que se fueron creadas por éste.

No obstante muchos revolucionarios, algunos de origen anarquista, y trabajadores de las cooperativas, siguieron defendiendo esta forma socialista de producción y asociación, pero siempre en un medio que la subestimaba y la consideraba solo para la agricultura, la cual debía ser muy bien controlada, para evitar se fuera de las manos estatales.

La propaganda neo estalinista contra la Yugoslavia autogestionaria, también jugo un importante papel en el rechazo a esas formas socialistas de producción.

En el Instituto de Filosofía de la Academia de Ciencias, un pequeño grupo de científicos sociales venía defendiendo desde mediados de los años 80 el cooperativismo y la autogestión como ejes de la construcción económica socialista. Algunos de aquellos compañeros sufrieron represiones en diversa forma y no faltaron los aplastados políticamente. Desde entonces, aunque desde fuera del Instituto, colaborábamos ya con algunos de ellos en estos temas. De una u otra forma el asunto siguió vivo entre muchos académicos, profesionales y trabajadores, aunque siempre en un medio hostil.

Cuando el IV Congreso del PCC, muchos militantes en las bases plantearon la necesidad imprescindible del cooperativismo y la participación de los trabajadores en las decisiones y las utilidades, para el socialismo. Luego de la caída de la URSS y el campo socialista, varios compañeros, por diferentes vías, siguieron investigando sobre estos temas y, dentro de sus posibilidades, hicieron llegar a la dirección del partido sus trabajos, sin ningún tipo de aceptación.

Las cooperativas de producción agropecuarias (CPA), las de créditos y servicios (CCS) desarrolladas en los años 60-80 y las Unidades Básicas de Producción Cooperativas (UBPC) surgidas en el llamado Período Especial, siempre han estado bajo control y tutela estatal. Sus planes de siembra, sus ventas a Acopio, sus entradas y salarios y hasta sus dirigentes, en muchos casos, eran determinados centralmente.

El fracaso paulatino del estatalismo, generó movimientos insospechados en el propio seno de la economía estatal y en la informal. En muchos centros de producción y de servicios, con los propios recursos estatales y con otros de su propiedad, los trabajadores empezaron a organizar sistemas de producción y comercialización ilegales, en muchos de los cuales han estado presentes algunos de los principios del cooperativismo, como la propiedad o usufructo colectivo, la gestión común y la repartición de las utilidades.

Para el gobierno/partido se trataba de robos o desvíos de recursos del estado. Solo un enfoque científico y objetivo salido de la práctica misma, podría interpretar estos movimientos económicos, como nuevos tipos de relaciones de producción que auto-organizaban los trabajadores, para romper las asfixiantes relaciones estatales asalariadas impuestas burocráticamente.

Las fuerzas productivas creadas por el propio proceso revolucionario, sobre todo el gran potencial científico humano, generado por la revolución cultural y educacional, no cabían, no caben en el esquema burocrático estatal asalariado del neo estalinismo.

Luego del discurso de Fidel en la Universidad de la Habana, en noviembre del 2005, algunos decidimos salir a la palestra internacional a defender el cooperativismo y la autogestión, ya que nacionalmente no se nos brindaba ninguna oportunidad de publicar esas ideas, dada la natural resistencia de la burocracia a esas formas de producción genéricamente socialistas.

La lucha ha sido difícil. Nada se nos publica, aunque todo lo enviamos al Comité Central, a Granma, Juventud Rebelde y Trabajadores; se nos impide desfilar los 1ros de Mayos con un cartel que expresa, simplemente, autogestión socialistas, no se nos invita a evento económico alguno, se trató de impedir nuestra participación en algunos espacios donde pudiéramos expresar algún criterio y el mundo académico e intelectual oficial ha sido orientado a ignorarnos.

En esta batalla han tratado de desprestigiarnos, hemos sido acusados de pro-capitalistas, de agentes del imperialismo y de cuanta basura se le ha ocurrido a los neoestalinistas que han estado controlando los medios y tratando de evitar que estas ideas cobren fuerza en el seno de la revolución. Hemos tenido paciencia para soportar injurias. Nuestra activa y comprometida participación en el proceso revolucionario, ha impedido -hasta hoy- otras acciones contra nosotros.

Pero nada nos amilanó. Como pudimos, hicimos circular distintos escritos sobre cooperativismo y autogestión, por todas las vías posibles. Nada impidió que en muchos centros de producción y servicios los propios trabajadores y comunistas de base, hayan estado proponiendo aumentar su participación en la dirección, la gestión y las utilidades y que muchos profesionales revolucionarios de la Ciencias Sociales hayan ido asumiendo posiciones iguales o similares a las nuestras.

Los defensores del modelo neo estalinista, con sus ataques a nuestras posiciones, su intransigencia, su empecinamiento y obstinación, contribuyen a fortalecer los enfoques restauradores del capitalismo. Junto a la denominada mafia de Miami, son los mejores propugnadores de la destrucción de la nación cubana y su eventual anexión real o virtual.

Hay que decir con toda claridad, que el compañero Raúl Castro ha permitido este iniciado proceso de concientización con sus llamados a los debates, a permitir las diferencias y las contradicciones. Sabemos que ha heredado la presidencia de un país casi en ruinas, que su tarea es ardua y que enfrenta una formidable y sutil oposición burocrática. Pero si desea, como le creo, no caer en el abismo que bordeamos, además de escuchar a los trabajadores, tendrá que darles participación en todas las decisiones y, especialmente, en la dirección, la gestión y en parte de las utilidades en cada centro de producción o servicios. Si no se apoya para ello en el pueblo trabajador, más allá de sus estructuras afines, la crisis podría desbordarse.

Ya lo habíamos escrito: las políticas económicas neoestalinistas fueron derrotadas por la práctica. Ideológicamente el neo estalinismos ha sido derrotado por las diversas ideas de la nueva izquierda cubana de pensamiento socialista participativo y democrático, las que no tienen siquiera cómo responder, que no sea con diatribas. Hoy la tarea es derrotar políticamente al neo estalinismo: neutralizar lo que de él queda en el gobierno/partido: tarea de todos los cubanos que aman esta tierra.

Conscientes de que estas ideas no pertenecen a nadie en particular, vemos con satisfacción que, al fin, las mismas empiezan a ser publicadas en Cuba por el propio periódico del PCC.

Felicitamos a Granma y esperamos que estas ideas se conviertan en el centro, no las únicas, de los planes del partido gobierno para consolidar la economía del proyecto socialista cubano.

Como sabemos que el cooperativismo y la autogestión no pueden ir, sino a contrapelo del monopolio estatal y de manos de la democratización de la vida económica y política del país, esperamos que en la medida en que estas ideas de promuevan y divulguen, se vayan abriendo, también, otros horizontes democráticos para el pueblo cubano, pues sin democratización, como sin socialización, no hay socialismo posible.

Socialismo por la vida. La Habana, 5 de septiembre de 2011

Presentarán libro EL CONSUMO CULTURAL Y SUS PRÁCTICAS EN CUBA

El ICIC Juan Marinello se complace en invitarle a la presentación del libro EL CONSUMO CULTURAL Y SUS PRÁCTICAS EN CUBA, de los autores Cecilia Linares, Pedro Emilio Moras, Yisel Rivero y Yosleidy Mendoza que tendrá lugar en su sede el lunes 19 de septiembre de 2011 a las 2:00 pm.
Durante las dos últimas décadas, el Instituto Juan Marinello ha desarrollado estudios sobre procesos de participación social en el ámbito de la cultura, y en particular acerca del consumo cultural de la población cubana. A una primera encuesta nacional (1998) y tres estudios de caso provinciales (La Habana, Villa Clara y Holguín), se ha sumado recientemente la culminación de la segunda Encuesta Nacional sobre Prácticas de Consumo Cultural, realizada conjuntamente con el Centro de Estudios de Población y Desarrollo (CEPDE) de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) entre 2008 y 2009. El libro presenta los resultados de una Encuesta Nacional que reseña los principales comportamientos culturales de la población cubana actual, dando continuidad a la línea de publicaciones de estos autores, acreedores del Premio Nacional de la Crítica 2009, en temas de Participación y Consumo Cultural.
INSTITUTO CUBANO DE INVESTIGACIÓN CULTURAL JUAN MARINELLO: Boyeros #63 e/ Bruzón y Lugareño, Plaza de la Revolución. Teléfonos: 861-9466, 861-9479 ext. 110. Email: comunicacion @ icic.cult.cu

¿Prejuicios sobre sexualidad en el siglo XXI?

Por Francisco Rodríguez Cruz
El ingeniero Luis Orlando Abascal Barbán, de Bayamo, Granma, fue sancionado a separación definitiva de su puesto de trabajo, con cuatro años sin poder rehabilitarse, por tener en la computadora portátil que tenía asignada como medio básico la serie de documentales titulada La guía sexual del siglo XXI
Los prejuicios de no pocas personas al abordar y conocer sobre la sexualidad humana son conocidos, pero tal vez sea menos frecuente que estos lleven a conflictos laborales como los que nos relata el ingeniero Luis Orlando Abascal Barbán, desde Bayamo, Granma.

Este trabajador de la empresa eléctrica provincial se desempeñaba como especialista B en máquinas eléctricas y equipos primarios de centrales y subestaciones eléctricas hasta febrero de este año, cuando fue sancionado a separación definitiva de su puesto de trabajo, con cuatro años sin poder rehabilitarse, por tener en la computadora portátil que tenía asignada como medio básico la serie de documentales titulada La guía sexual del siglo XXI.

El material fue detectado en el equipo por una supervisión de una especialista en informática de dicha empresa y acto seguido una comisión disciplinaria determinó aplicar la citada medida, alegando que el material encontrado si bien no se trataba de pornografía, su contenido es contrario al interés social y a las buenas costumbres, principios y valores éticos que caracterizan a la sociedad cubana.

Por ser Luis Orlando un trabajador con buena trayectoria laboral y que nunca antes había sido sancionado, ello tuvo gran repercusión en su colectivo. Plantea que sabía de la auditoría informática, pero no borró la serie pues no creí que el material fuera a ser visto de esa absurda manera. Además tenía autorización para llevar la laptop diariamente a su casa, por lo cual no podían imputarle afectaciones al horario laboral.

Abascal reclamó ante el órgano de justicia laboral de base, porque incluso el reglamento de seguridad informática de la empresa autorizaba a tener en las PCs videos (musicales, películas, seriales, novelas, documentales) hasta 4 Gb.

En su defensa, el trabajador acudió a la opinión de la presidenta de la comisión provincial de educación sexual, la Máster en Sexualidad Zeida Santiesteban, quien evaluó el programa y emitió su juicio por escrito especificando su alto valor científico, técnico, didáctico y educativo y que resulta de interés general y de obligada
consulta no solo para los especialistas del área de la sexualidad sino para la población en general

Citó incluso una referencia hecha a esta serie en la sección Sexo sentido, del diario Juventud Rebelde, en su edición del 19 de marzo.

Luego de múltiples irregularidades en la actuación del órgano según refiere Luis Orlando, entre ellas dilaciones e imposibilidad de presentar sus pruebas, la reclamación fue dada sin lugar por el órgano y también por el tribunal municipal, que no tuvieron en cuenta la opinión de los especialistas ni el alegato de un abogado.

Envuelto en este conflicto que al afectado le parece un cuento de Senel Paz escritor y guionista cubano conocido por la película Fresa y chocolate, este ingeniero no entiende por qué le aplicaron la sanción más extrema sin considerar su historial y conducta como trabajador; su condición de padre de familia, con dos niñas de 5 años y de 10 meses y la esposa de licencia de maternidad; y los criterios de los expertos sobre el carácter educativo de la serie. ¿Acaso es tan grave procurar información científica sobre la sexualidad, en la Cuba del siglo XXI?

Publicado en el periódico Trabajadores.

Respuestas a los consejos y diatribas de un “camarada”

Por Julio Tang Zambrana
Miembro de la Cátedra “Haydeé Santamaría” y de la Red Protagónica Observatorio Crítico

Durante el I OC. De derecha a izquierda: Julio Tang, Armando Chaguaceda, Regina Cano, Dmitri Prieto y Ramón Guerra (detrás de Chaguaceda parece estar Miriam...)

Tal vez debí haberme apurado… pero, no, es mejor hacer las cosas con calma. Confieso que me bullía la sangre y que, mientras leía, no me tenía tranquilo en mi asiento. Mas, siempre recuerdo la palabra suficiente de mi padre cuando se trata de plantear una opinión: piensa bien antes de hablar, siempre hay tiempo para quedarse callado ante una equivocación o una palabra necia.

Al parecer a Enrique Ubieta y Santos Pérez les faltaron esas buenas enseñanzas cuando eran niños o jóvenes. Es la única explicación que me queda ante tanta prepotencia y desliz, incluso habiendo tenido en cuenta las opiniones de los que consideran contendientes políticos y que, sin embargo, se niegan en comprender en toda su amplitud. Me consta que tanto el primero, porque he leído sus trabajos de estos últimos días, como el segundo, por ser la primera vez que leo algo de él, han demorado lo suficiente para llevar a la letra lo que pasa por sus mentes: las opiniones de Erasmo fueron publicadas hace varias jornadas atrás y evidentemente tuvieron suficiente tiempo para reflexionar… pero al parecer no fueron válidas las horas invertidas en ese proceso.

Así, después de tomarme el tiempo necesario, hago presente mi derecho a debatir en un pugilato en el que, como una amiga días atrás, me veo involucrado y salpicado y aunque tampoco lo pedí, sí me meto por dos razones: primero, Erasmo es un amigo cuya suerte me es enormemente cercana, hace varios años que conozco de los recovecos de su (nuestra) difícil existencia. Segundo, compartimos espacios de creación humana y política en las discusiones y hermanamientos de la Catedra Haydeé Santamaría (CHS) y el Observatorio Crítico (OC). Por ello, y aunque no conozca a plenitud –pero sí adecuadamente- su pensamiento me planto a su lado como ente protagónico, no seguidor, en el duro batallar de la política cubana actual.

Sin embargo, no voy a plantear consideración alguna sobre sus trabajos publicados en Havana Times (HT) ni sobre lo que Ubieta ha expresado pertinente apuntar sobre ellos, aunque derecho a ello me sobre. Eso se lo dejo al propio Erasmo, si tiene a bien hacerlo, consciente de su capacidad cognoscitiva y humana para desenredar entuertos que otros se desvelan en tejer. Concentraré mis opiniones en aquellos planteamientos más generales de Ubieta y Pérez –y gracias a esto van indirectamente algunas ideas respecto al diferendo Ubieta-todo el que esté en su contra- que considero centrales en sus dos últimos escritos aparecidos en el blog personal del primero. Y subrayo la palabra “personal” pues esa es la primera de las consideraciones que deseo presentar aquí: Ubieta considera que aquel es su blog, lo cual más allá de cualquier válido sentido de pertenencia, se conecta con otra palabreja –seguidores– y de ahí surge un planteamiento crucial dentro de su weltaangschung (¿se escribe así?) trópico-estalinista. La idea modernista-razonadora-estatista de la vanguardia privilegiada e iluminada, con la cual ha comulgado toda la tradición socio-comunista desde el siglo XVIII hasta nuestros días.
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El derecho a estar informados

Por Yusimí Rodríguez

HAVANA TIMES, 15 julio Cualquier semejanza de este título con el del artículo El derecho a la información. de la periodista Annerys Ivette Leyva, publicado en la edición del viernes 8 de julio del diario Granma, es absolutamente intencional. Pero no he utilizado el título de su trabajo para evitar confusiones y alguna posible demanda.

Brindar información sistemática, veraz, diversa, que permita abordar la realidad desde todas las complejas aristas que pueda ofrecer, no constituye un favor, sino un derecho del pueblo. Con esta valiente afirmación arranca el artículo de Annerys.

Por valiente no quiero decir contestario ni desafiante hacia el gobierno. El artículo no cuestiona el modelo socialista ni la Revolución. De hecho, a lo largo de su trabajo la periodista cita los principios establecidos durante el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, en 1975, y las palabras del presidente Raúl Castro durante su discurso de clausura del período de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en diciembre del 2010, y las que dijo en su Informe Central al Sexto Congreso del Partido.

En nuestro país se ha convertido en práctica citar palabras del actual presidente, o del Eterno Líder de la Revolución Cubana, cuando se desea decir una verdad que no dejaría de serlo si no la hubieran planteado antes el líder o el presidente, pero que solo parece legitimada por el discurso de ellos.

Este artículo denuncia (no se me ocurre otro término) las dificultades que enfrentan los propios periodistas de los medios oficiales del país para realizar su trabajo: informar al pueblo. No se trata, como aclara la periodista, de revelar secretos de estado que pongan en peligro la seguridad de la nación, sino de informar sobre cuestiones que resultan de interés para los cubanos. Al nombrar a los que obstaculizan la labor periodística, Annerys tiene el valor de mencionar a los Organismos de la Administración Central y a estructuras de Gobierno locales.

¿Quienes son los responsables?

Sin embargo, al leer su artículo no pude evitar preguntarme si en ocasiones los obstáculos que enfrentan los periodistas no se los pondrán los propios directivos de las publicaciones o los que están por encima de los directivos de las publicaciones.

No me haría esta pregunta si no hubiese trabajado entre el 2003 y el 2006 en el periódico Tribuna de la Habana, Órgano Oficial del Partido Comunista de la Ciudad de La Habana.

Un trabajo sobre el racismo en nuestra sociedad que intenté publicar en la página de opinión, y que de hecho había sido aprobado por la dirección, no le pareció oportuno al Partido: esa fue la explicación que recibí del director y la subdirectora del periódico.

Una colega intentó publicar un artículo sobre el eterno problema del transporte en nuestro país, pero sobre ese tema no se podía escribir nada en aquel momento según la orientación del Partido.

En las reuniones de los martes con el personal periodístico se analizaba la última edición y se informaba sobre los temas que el Partido consideraba conveniente tratar en futuras ediciones.

Una vez más debo aplaudir el artículo de Annerys Ivette Leyva y alegrarme de que haya sido publicado en el periódico Granma. Muchas veces cuando leemos la prensa o miramos el noticiero nos parece que el país que se describe está en otro planeta y nuestra realidad diaria no está en la pantalla ni en la letra impresa. Ahora, aunque nos siga pareciendo lo mismo, al menos no juzgaremos mal a los periodistas.

El artículo de Annerys no es de los que lees y olvidas apenas pasas la hoja. He seguido pensando acerca de todo lo que en él se dice y releyéndolo días después. Me gustaría recalcar que no puedo olvidar su magnífica primera oración: Brindar información sistemática, veraz, diversa, que permita abordar la realidad desde todas las complejas aristas que pueda ofrecer, no constituye un favor, sino un derecho del pueblo.

Y es entonces que surgen las preguntas: ¿Hay límites para ese derecho del pueblo? ¿Es real el derecho a la información cuando la inmensa mayoría del pueblo no puede acceder a Internet? Perdón, en realidad el acceso a Internet en Cuba es un derecho de todos, de todos aquellos que tengan el servicio en su centro de trabajo y la autorización para hacer uso de él, o tener a disposición dinero convertible para comprar una tarjeta.

¿Pero cuántos pueden darse el lujo de pagar, por ejemplo, 6 CUC (USD 6.60) por una hora de Internet, equivalente a la tercera parte de un salario normal?

Por tanto, me retracto una vez más: la inmensa mayoría de los cubanos no puede acceder a Internet. ¿Es compatible el derecho a la información con el hecho de que el pueblo solo cuente con la información que brindan los medios de prensa controlados por el Estado y que responden a intereses oficiales?

¿El derecho a recibir información veraz y diversa, que permita abordar la realidad desde todas las complejas aristas que pueda ofrecer, incluye la existencia de medios que no respondan a intereses oficiales? ¿Qué pasa si la información sistemática, veraz y diversa, que constituye un derecho del pueblo, va en contra de los intereses oficiales?

El imperiodismo cubano

Por Mikel @ren

Un decano de nuestra prensa señaló que en Cuba hay periodistas pero no periodismo. ¡Centró la diana!

Poco antes, Gerardo Hernández, en su celda, había dibujado nuestra isla con una gran rosa filmada por dos cámaras de TV: una, cubana; extranjera la otra. La segunda solo enfoca las espinas; la primera, exclusivamente la flor. Una imagen que vale por mil palabras; mas adicionó, para evitar una sola duda, la frase: Ni muy muy ni tan tan.

La verdad, verdad es que la mayoría de los cubanos quiere al país y el socialismo que son ficcionados por el Granma, Juventud Rebelde, Trabajadores o en la TV. Lástima que tienen muy poco que ver con lo existente que venimos penando.

Resulta muy difícil computar las veces que la jefatura del país ha expresado a entrevistadores generalmente extranjeros que los órganos de prensa están al servicio del pueblo y el socialismo; y que,si alguna censura hay, es fundamentalmente de los propios periodistas que no hacen valederos trabajos investigativos ni se lanzan a criticar con profundidad los aspectos negativos del proceso, y todo lo que cuelgue de éste. Continue reading