Para recuperar un legado trascendente

Por Rogelio M. Díaz Moreno

En la tarde de este sábado 8 de diciembre, fue realizado un hermoso encuentro en nuestra sufrida Habana. La reunión fue el producto de la labor de la Cofradía de la Negritud, la Cátedra Haydee Santamaría y el grupo Chekendeque, y tuvo como objetivo el compartir valiosos conocimientos relacionados con el desempeño de formas fraternas y de ayuda mutua entre los estratos más humildes del pueblo cubano a lo largo de un prolongado período histórico.

Protagonizaron el panel Maria del Carmen Barcia, Lázara Menendez, Tato Quiñones y Mario Castillo, para integrar un equipo que combina experiencia y prestigio académico con empuje, juventud, y entusiasmo en el campo de la defensa de los valores espirituales, las tradiciones y la historia de los cubanos y cubanas del heroísmo anónimo cotidiano. El público había sido citado, y acogió a los ponentes en la Casa de la Cultura de la Habana Vieja, en el barrio de Jesús María.

Los organizadores prepararon, con todos los participantes, un círculo horizontal e integrador, en el que fluyeron las intervenciones con una naturalidad y cordialidad que permitió obviar la falta de equipos de audio. La Barcia inició el conversatorio explicando el origen de la institución del Cabildo; introducida en Cuba por los colonizadores españoles, como un método de control socio cultural y político sobre la población de esclavos africanos introducida mediante la cruel y masiva trata negrera. Esta institución típicamente urbana, dadas las condiciones de vida de los esclavos derivó sin embargo, lenta pero firmemente, en un espacio que estableció lazos de fraternidad y resistencia entre los esclavos.

Tato Quiñones retomó la historia en el punto donde la dejó Barcia, para ilustrar el proceso de crecimiento y multiplicación que siguieron los Cabildos o Naciones a medida que se iban extendiendo las posibilidades y conciencia de las personas afectadas por el sistema oprobioso que representó la esclavitud, pero también a partir del fin oficial de aquella, cuando no desaparecieron las lacras del racismo y la opresión racial. Con anécdotas sumamente ilustrativas, testimonios de hechos que tomaron lugar justamente en las cercanías de ese mismo barrio Jesús María, emocionó a los oyentes que allí estábamos. De tal forma, conocimos sobre los empeños de aquellas personas que se propusieron sobreponerse a todas las dificultades, dominar con sus esfuerzos personales herramientas básicas de la cultura y la economía como el leer y escribir, y el montar un sistema de ayuda mutua basado en cotizaciones, celebraciones y otras formas organizativas. De tal suerte, mejoraban sus condiciones tanto para resistir las adversidades como para el establecimiento de formas autónomas de orgullo, de cultura, de sociedad y confraternización. Continue reading

A qué no se dedica Noel Manzanares Blanco

Por Rogelio M. Díaz Moreno

Se cuenta en la calle que el día que Pepito tuvo la prueba de biología, le salió el tema del elefante, pero el travieso protagonista solo se había estudiado a la pulga. ¿Cómo resolvió el problema? Pues bien, mencionó que el elefante tenía poco pelo, por lo tanto no tendría pulgas y ahí soltó todo lo que sabía sobre la pulga.

Este chiste me viene a la mente leyendo el artículo de Noel Manzanares Blanco, ¿A qué se dedica el Observatorio Crítico de Cuba? Por el título, se diría que el periodista va a hablar de nosotros, sin embargo, en un texto de once párrafos, apenas tenemos el honor de ser mencionados (para mal, por supuesto) en los últimos dos.

Y no es que yo subestime el tema de la necesaria y humana atención a los dolientes de enfermedades tan graves como el Síndrome de Inmunodeficiencia, sida, ni que pretenda restarle un ápice del altísimo valor que tiene la labor del sistema cubano de salud con estas personas. Simplemente sugeriría, con toda la humildad necesaria, que el periodista que considere oportuno tratar de ese tema, le de el peso que se merece y que haga de ello el centro y el título de su artículo.

Digo esto porque, salvando el encabezamiento, ese sería el tema al que Manzanares Blanco le dedicó la mayor parte de su texto. Cosa muy loable, hasta ahí. El periodista demuestra, hasta ese punto, que se sabe muy bien esa lección. Sin embargo, a continuación, Manzanares Blanco hace un par de malabares de los que, por cierto, no se le ve salir muy bien parado.

Con un par de piruetas y excusas de las del tipo yo no me dedico a hacerle apologías al gobierno, yo también critico lo malo, para perfeccionar lo bueno dentro de la revolución, nuestro nuevo antagonista dedica el puñado exiguo de líneas que cierran su trabajo para decir, en resumen, que le hacemos (el OC) el juego a la contrarrevolución y a la sección de intereses de los Estados Unidos (SINA) en nuestra Habana. Que sobredimensionamos las manchas del sol y que ¿desconocemos? los principios de la lucha de clases. (Los signos de interrogación son de él) Continue reading

El romance con el capitalismo no nos sacará de la pobreza

Por Rogelio M. Díaz Moreno

El profesor Luis Sexto, en su popular columna del diario Juventud Rebelde, reconviene a cier82764c4aa3ee9bdffe515d7aae3cf6c2_Generictos sujetos sin llamarlos por su nombre por tomarse libertades muy parecidas a las que este servidor se ha tomado, dígase, divulgar por alguna que otra irregular vía mis opiniones críticas respecto a ciertas medidas aplicadas últimamente por el gobierno cubano. En particular, yo recientemente la tomé contra la decisión y Sexto la ha defendido de entregar a inversores extranjeros la administración de centrales azucareros de nuestro país.

En primer lugar, quiero dejar establecida mi consideración por la persona y obra del discrepante, cuyo prestigio, amplio y bien merecido, tiene poca necesidad de que yo abunde más en currículos u honores. Su desacuerdo con los argumentos que despliego en estos ruedos sea yo, o no, la persona cuyas ideas le causan malestar me conduce a meditar con seriedad. La discrepancia de un sabio tómese el cumplido con sinceridad, tal como es extendido, enseña más que la acquiescencia fácil. Aún así, he de persistir en estas ideas, que considero aún no rebatidas, tal vez con mayor grado de detalle y profundización.

En primer lugar, permítaseme reivindicar la dosis cierta de indiscreción que incluye la manera de socialización que aplico. Los problemas que discuto con mis amigos, estamos convencidos, son los mismos que afligen a millones de compatriotas en nuestro verde caimán y tienen un reflejo, en las páginas de nuestra prensa, inversamente proporcional a su extensión y gravedad. No tengo que recordarle a Luis Sexto las deficiencias de nuestros diarios, que él ha sufrido mucho más que yo. Si los medios de divulgación regulares no dan cabida a los sentires, debates, críticas y proposiciones de muchas personas, todo ello se desborda inevitablemente hacia los resquicios de la Internet, la blogosfera, el correo electrónico y hasta el grafiti callejero, en dependencia de las oportunidades y aptitudes de cada cual. Y cuando algún lector discrepa o pide no ser molestado, se ofrecen las correspondientes respuestas o disculpas y se toman las medidas para no volver a perturbar su espíritu.

Ahora, en el tema particular de los convenios con socios extranjeros, es posible que yo deba esclarecer un poco más mi parecer. Estaría de acuerdo, como es natural, con quien me señale que el estado de la planta agroindustrial cubana se caracteriza pr la descapitalización; que se encuentra arruinado por décadas de malas administraciones, insuficientes y deficientes mantenimientos y, cómo ignorarlo o negarlo, padece también de zancadillas colocadas por el malhadado bloqueo estadounidense. Estaría de acuerdo, en principio, con quien adelante la posibilidad de aprovechar oportunidades, socios y mercados extranjeros con los que pueda establecerse una relación de mutua conveniencia. Continue reading

Periódico oficial cubano (re)marca el camino al capitalismo

Por Rogelio Manuel Díaz Moreno

Cada día que transcurre permite apreciar evidencias reveladoras de un fenómeno inevitable: la burocracia todo-centralizadora, que intenta dominar y controlar cada aspecto de la vida económica y social del país mediante métodos autoritarios, al comprender que no tiene manera de montar un sistema económico, eficiente y funcional bajo el monopolio estatal, prepara la transición hacia esquemas capitalistas con la aspiración a mantenerse en puestos de privilegio mediante la metamorfosis de funcionarios a empresarios.

Hace un par de semanas denunciábamos el inicio de la entrega de centrales azucareros a capitalistas extranjeros, bajo el eufemismo de contratos de administración. Veamos esta vez un par de perlas del diario oficial del Partido-Estado-Gobierno, que ilustran perfectamente más escenas de esta tragicomedia.

La incapacidad estatal de asegurar la distribución de toda la producción agropecuaria generada por los campesinos es un mal especialmente doloroso en el contexto nacional de insuficiente producción de alimentos. Quienes siguen la sección Cartas a la dirección habrán encontrado en los últimos días un intercambio que desnuda este fenómeno de una manera muy particular. Ayer, veamos, se publicaba una misiva del Director General de la Empresa de Conservas de Vegetales, que explicaba por qué ciertas unidades en Santi Spiritus no podían asimilar toda la producción de guayabas de un campesino que se quejaba, días antes, de contemplar cómo se le echaban a perder en el campo los quintales de la sabrosa y saludable fruta.

Esto resulta ya bastante grotesco de por sí, considerando las necesidades no resueltas de la población. Pero lo más patético está por manifestarse en otro mensaje, también acogido días antes, que revelaba la perplejidad e indignación de los trabajadores de un centro elaborador y comercializador de dulces donde podrían haber empleado muy bien las dichosas guayabas y, de tal forma, haber evitado las afectaciones económicas sufridas por falta de abastecimiento. De veras que, si esto es el resultado de la planificación de la economía que pregona el gobierno cubano, la CIA que persigue el fin del sistema que tenemos en Cuba no les está pagando a los que son en realidad sus mejores agentes.

La solución de la burocracia

Si bien Carlos Marx desnudó la falta de nacionalidad de las burguesías, otro tanto puede hacerse con las burocracias. Esto puede contemplarse cuando, ante situaciones parecidas, aquellas obran a través de los mismos mecanismos, las mismas motivaciones y miedos.

Por ejemplo, la repulsión a la idea de dar paso al poder de las personas trabajadoras. No importa cuán grande sea el caos que tienen formado los burócratas: la posibilidad de dejar, a quienes tienen en sus manos o cerebros las responsabilidades por las tareas productivas, dirigir y decidir en la administración de sus asuntos no pasa por la cabeza de la nomenklatura. Los voceros que claman su incondicionalidad al socialismo sin haberse molestado en elaborar un cuerpo teórico y filosófico que lo respalde, más allá de la necesidad de una obediencia piramidal prefieren abandonarse al capitalismo, con la esperanza de conservar posiciones de privilegio. La metamorfosis se anuncia mediante un discurso tan superficial y acomodaticio como el de la etapa anterior, que a su vez permite diagnosticar con precisión el fenómeno.

Los que primero experimentan la mutación, pueden al menos hacer gala de alguna originalidad. De aquí que el famoso eslogan enriquecerse es glorioso, del dirigente chino Deng Xiao Ping, haya resultado hasta pintoresco. Su versión caribeña, la que asoma la oreja en el Granma de ayer viernes, es simplemente patética.

En todo caso, se debe reconocer que se apoya en un estado de opinión totalmente preparado, abonado, ansioso, de recibir este tipo de exhortaciones. Ante el descrédito de las variantes anteriores a las que en mala hora se les llamó socialismo, humanamente es natural que a las personas que se les anuncia la otra variante como garantía de felicidad y bienestar, piquen el anzuelo. Con un insignificante barniz que no disimula en lo absoluto la loa cantada al empresario capitalista, presenta nuestro inefable Granma el camino de un moderno hacendado cubano, feliz empleador de un buen número de braceros que trabajan para él.

El periodista correspondiente no parece encontrar nada extraño en la relación de explotación que describe. El emprendedor patrón dirige desde bien temprano las labores de los empleados que obtienen para él, en su finca, abundantes cosechas de viandas y productos como carne y leche. Como la riqueza así generada es producto del trabajo honrado, no resulta escandaloso que el exitoso hacendado se la apropie en su mayor parte. Después de todo, le paga a sus trabajadores un buen jornal mejor que el que obtienen médicos, maestros y demás profesionales cubanos, por cierto. Henry Ford movería su cabeza en un gesto aprobador.

En vano buscará el lector detalles sobre los derechos laborales de los empleados, pues no se comenta, sino escuetamente, que la contratación de los mismos se efectúa a través de una cooperativa. A fuerza de no mencionados, las prerrogativas de asociación, seguridad social, vacaciones pagadas, licencias de maternidad y otras cuestiones de ese tipo, imagino que estén prontas a pasar a la misma categoría que los conceptos de democracia, sociedad civil, derechos humanos y otros inventos del capitalismo para manipular y perjudicar a nuestro país.

La burocracia cubana consiguió primero el dudoso éxito de despoblar las áreas campesinas con su política de restricciones, controles infinitos y acaparamiento de la dirección de la actividad agropecuaria. En estos tiempos no le interesa, evidentemente, el regreso al paradigma de unidades familiares o cooperativas que hagan progresar la actividad económica campesina de manera autónoma, libre, que concierten directamente con los consumidores la comercialización de sus productos y sin explotaciones de por medio. Al menos, en este reportaje que nos ocupa, se proclama abiertamente que ojalá hubiera más empresarios como el descrito. Puerilmente se intenta obviar el hecho que el sudor que produce su riqueza es mayoritariamente ajeno y que, para que haya un hombre que acumula fortuna así, tiene que haber un buen número de otros que no puedan hacer otra cosa sino subordinársele.

Con tal de que haya alimentos, todo es aceptable, se indica sin ninguna clase de rubor. Entonces, para arreglar las cosas que han funcionado mal todos estos años, ¿lo correcto es entregarlos al sector privado? Con tal de que retornar hospitales y escuelas, hoy en mala situación, a un estado funcional, ¿deberíamos privatizarlos? ¿Podríamos fomentar contratistas de seguridad privados, bancos, aerolíneas, maquiladoras, siderúrgicas, todas basadas en la propiedad privada y la contratación de trabajo asalariado? Con base a los materiales que he leído en el Granma, aprecio que el periódico del Partido-Estado-Gobierno, en estos tiempos, se inclina hacia la respuesta afirmativa.

Capitalistas brasileños pasan factura, gobierno cubano paga con centrales azucareros

Por Rogelio M. Díaz Moreno

El gobierno cubano acaba de establecer una empresa mixta con la trasnacional brasileña Odebrecht para la administración del central azucarero 5 de septiembre, en la provincia cubana de Cienfuegos. De esta forma se avanza un tramo más en la instauración de relaciones capitalistas en nuestro país, y se profundiza en la entrega de espacios soberanos de la nación a capitalistas extranjeros. Todo ello, por parte del mismo gobierno que pregona a grito pelado su adhesión a la causa del socialismo y a la defensa del nacionalismo. El hecho nos lo presentan, oficialmente, como un avance para modernizar la industria azucarera y otros muchos bellos objetivos. El ciudadano, no obstante, puede elaborar sus propias consideraciones.

Como es sabido, los empresarios brasileños han aprovechado a Cuba como una plaza donde invertir sus capitales. El bajo precio de una mano de obra altamente calificada; condiciones climáticas generalmente benignas; buena ubicación en las rutas de comercio y gobernabilidad y estabilidad social garantizadas se unen a la necesidad desesperada de apoyo financiero del gobierno cubano para convertir nuestro espacio en plaza favorecida por inversores avispados. Las aventuras más conocidas del gigante sudamericano en la isla antillana son, seguramente, los sembradíos de soya en las provincias centrales y la plaza portuario industrial que se encuentra en construcción, en el municipio de Mariel, un poco al oeste de La Habana.

Por la necesidad que tiene el capital, y que todo economista conoce, de buscar y explotar continuamente nuevos sitios de reproducción, no es extraño que Odebrecht haya explorado una de las industrias cubanas más famosas y con mayor potencial, la de producción de azúcar de caña. Esta última, véase, estaba en condiciones ideales para acoger cariñosamente al monopolio sudamericano.

La antaño locomotora económica cubana permanece actualmente a unos niveles productivos semejantes a los de hace un siglo. El que constituyera principal producto de exportación cubano se ha vuelto una rareza. La vida y la cultura de los trabajadores azucareros cubanos y sus familias ha sufrido un trastorno monumental. La actividad productiva padece de una crónica descapitalización, desórdenes tras decenios de mala administración, insuficiente inversión, desmotivación por parte de obreros y técnicos con ínfima remuneración, degradación de suelos por deficientes políticas agrícolas y una larga lista de calamidades, que permiten mantenerse en zafra a una minoría escandalosa de los centrales azucareros. Continue reading

Tiempos de ciclón

Por Rogelio M. Díaz Moreno

Todavía nuestro machacado país va a permanecer un buen tiempo conmocionado por las secuelas del huracán Sandy. El siniestro evento ensombreció las vidas de muchos cubanos de muy mala manera. Las personas que piensan en restañar heridas, reconstruir vidas y seguir adelante no dejarán de unir, al trabajo de recuperación, las interrogantes y los anhelos relacionados con las formas de enfrentar las amenazas, disminuir sus efectos y superar luego las afectaciones reversibles las vidas perdidas, lamentablemente, ya no son recuperables.

Se puede decir que no se esperaba la magnitud de daño que se constató después del paso de Sandy. Uno guarda la impresión de que las instituciones involucradas en la Defensa Civil han trabajado con mayor eficacia en eventos anteriores, cuando se han presentado huracanes de mayor intensidad y que han recorrido mayores trayectos por el territorio nacional. Se cuenta con una historia muy meritoria en esta esfera, y nuestro país ha sido paradigma de organismos internacionales en el enfrentamiento de estas catástrofes naturales así que, aún cuando los fallecidos en nuestra patria por Sandy hayan sido poco numerosos en comparación con otras naciones incluso otras de mucho mayor desarrollo fueron más que en otras ocasiones, y queda la rabia y la frustración de que se podía haber hecho una mejor prevención.

Por ejemplo, se puede constatar que cuando la llegada del meteoro era inminente, tan solo se declaró la Fase Informativa, como consta en la página de noticias nacionales del diario Granma del día 24 de octubre. Como sabrá el lector cubano, tenemos una fase de mayor nivel de acción, la de Alerta Ciclónica, que no llegó a establecerse. Al día siguiente, 25 de octubre, ya el huracán había pasado y se declaraba la Fase de Recuperación. Lo que pasó no puede remediarse, pero sí servir de experiencias para el futuro, para el que esperamos que los esfuerzos de prevención estén a la altura que se extrañó en esta última ocasión.

No es ocioso remarcar que las alteraciones climáticas que ha provocado la acción humana, con la emisión de gases de efecto invernadero, han hecho más probable la aparición de fenómenos meteorológicos más salvajes y amenazadores. Ojalá se pueda avanzar en la conciencia de este fenómeno y la necesidad de revertirlo sin lecciones tan amargas como la de estos huracanes.

Ahora cabría añadir un par de consideraciones sobre las condiciones de recuperación. En condiciones excepcionales se hace más urgente avanzar sin pausas, pero también con algo más de prisa, en la implementación de políticas que alivien las situaciones de penuria. Luego de restablecidas las condiciones básicas agua corriente, electricidad, transporte, etc. la población va a enfrentar las mismas carencias previas al huracán alimentación, vivienda, con el añadido de las afectaciones de Sandy. Se pueden transformar varias condiciones que no ayudan en la solución a los problemas de estas esferas. Continue reading

Si no hubiera que sacarle presión a la caldera

Por Rogelio M. Díaz Moreno

Todo el mundo anda de lo más contento con la largamente esperada Reforma Migratoria. La implementación, a partir del próximo mes de enero, despejará algunas de las incógnitas que todavía quedan y que dan pie a amargas desconfianzas, no carentes de algún sentido.

En cuanto a las divisiones que introduce la famosa ley, este servidor espera caer en el grupo de los que necesitan autorización, por el tema de la protección del recurso humano profesional que trabaja en salud. Parece coherente, desde mi punto de vista, pedir un número de años de trabajo en pago por la formación académica. El hecho de que debamos empezar desde cero, incluso los que ya hemos trabajado un poquito, tal vez sirva de enseñanza a los más jóvenes para que pidan su autorizo, justo desde el primer día en que se gradúen, aunque no tengan planes inmediatos. Lo que me gustaría pedir, de todas formas, es algo probablemente imposible: sinceridad. Yo recibí los recursos para mi formación académica, muy bien, pero no se diga más que fue gratis, sino a retribuir, con esos años de trabajo, a la sociedad por la inversión realizada. No al Estado, que lo único que hace es mal-redistribuir el producto del trabajo del pueblo. Si fuera creyente, diría que esto es una señal divina para que me dedique a hacer mi doctorado en lo que va pasando el tiempo.

Tampoco me parece descabellado un tratamiento diferenciado a los que tienen asuntos legales pendientes, pero estos asuntos deberían ventilarse en los tribunales adecuados y no a través de medidas extrajudiciales que cercenen derechos de las personas.

Ahora, hay un par de mosquitos que me zumban en la cabeza alrededor de esta ley, tan inquietantes como los que trasmiten el dengue. ¡Qué trabajo les ha dado a las autoridades, y cuánta demora en aceptar la necesidad de cambios y de respeto a las personas de este pueblo! Cuando entre en vigor la ley, y descubramos que el cielo no se cae sobre nuestras cabezas, que las líneas aéreas no colapsan y ni siquiera se abarrotan, nos preguntaremos, ¿qué daño hacía aprobarla dos años antes, tres, cinco, diez? ¿Cuánto daño innecesario, cuánto dolor y sufrimiento a la familia cubana, por el que nadie responderá?

La forma de proclamación de la ley descubre también el estado inerme en que permanece sumida la mayoría de la población cubana. Si alguna de las últimas modificaciones en la manera de administrar los asuntos públicos cubanos ameritaba arribar a consensos a través de la discusión popular, era esta. No sería un proceder tan extraordinario pues, al menos en teoría, algunas de las leyes que se crean son objeto de un ejercicio de participación popular. Pero solo aquellas que el gobierno estima pertinentes. Ni siquiera en la Asamblea Nacional del Poder Popular, esa reunión patética de asentidores, fue la reforma migratoria analizada o presentada para la ceremonia formal de aprobación. Esto no quiere decir que todo sea mérito o responsabilidad del gobierno: muchos activistas, blogueros, escritores, trabajadores de todos los sectores, militantes y demás interesados, mucho han pataleado, expuesto, criticado y combatido, en la medida de las posibilidades de cada uno, contra lo inicuo de la vieja situación. Esta actualización es también un triunfo para todas esas personas. Como mismo hubo también quienes se opusieron y vociferaron en contra del principio de libertad que la ley ahora reconoce, hasta día anterior al cambio de orientación de los niveles superiores.

Ahora, nos agobia otra inquietud. ¿Cuánta presión habrán estimado, aquellos que acá cortan el bacalao, que hay acumulada en la caldera que se hace necesario aliviar del único modo que les quedaba? Yo me sospecho que dentro de poco, van a arreciar todas aquellas reformas relacionadas con la liquidación de lo que queda de subsidios a los consumidores, los reajustes masivos de plantillas y demás. Y por eso habrían dado este airecito de esperanza a las personas primero, para ganar tiempo y cuotas de tolerancia de la población ante las próximas zozobras. Preparémonos para lo que viene ahora.

También es significativa la fecha de mañana, domingo 21 de octubre, en la que se celebrarán las elecciones cubanas. Este ejercicio es, en Cuba, una especie de referendo de aceptación del gobierno. Nada habría que la predispusiera más favorablemente, que este soplo de libertad conquistada.

Finalmente, pudiera haber otra causa que inclinara al gobierno a suministrar a la población un tema en el que concentrarse. Al dar la noticia de una ley que no va a entrar en vigencia hasta dentro de tres meses, se pudiera estar intentando que las personas se distraigan un poco de los rumores que corren insistentemente en estos días, sobre la salud de cierta persona. Los intentos de desmentido por parte del gobierno y sus blogueros asalariados ¿de dónde sacan la información que dicen tener, en todo caso? no hacen más que confirmar la impresión que se arraiga en las calles. Yo soy de los que no sabemos nada, excepto que un país no debe depender de la voluntad o existencia o sentimientos de una persona, lo que no es más que la manifestación del culto a la personalidad. También opino que las intimidades deben respetarse. Por estas y otras razones, no voy a decir el nombre de la persona a la que nos estamos refiriendo. Pero lo que sí sé, es en quién los lectores están pensando.

Colaboradores

Por Rogelio M. Díaz Moreno

El otro día tuvimos una visita especial.

Era un compañero que se encuentra cumpliendo una misión de esas que hace el personal médico cubano en los países allende los mares, y estaba de vacaciones por unos días aquí en La Habana. Nos contó muchas cosas interesantes.

Para empezar, los cuentos sobre otros países son siempre atractivos. El asunto ese de viajar a lo desconocido, más en un país como Cuba donde el hecho mismo del viaje es algo tan complicado. El interactuar con culturas diferentes, con otras perspectivas de vida, otros patrones de comportamiento, lenguaje, estética, gastronomía, en fin, siempre hay muchas cosas que aprender. Y la parte de atender médicamente a otras poblaciones, salvar vidas, aliviar sufrimiento siempre una experiencia excepcional, ya sea con los compatriotas de uno o con seres humanos de otros países.

Eventualmente llegamos al asunto prosaico del dinero. Les están pagando, nos refirió, doscientos dólares mensuales. Además, les acumulan poco más de cien pesos convertibles aproximadamente equivalentes a dólares adicionales, en una cuenta aquí en Cuba. Por otra parte, nadie les ha dicho oficialmente cuánto recibe el Estado cubano por su labor aunque, extraoficialmente, se dice que la cantidad es de siete mil quinientos euros al mes.

No me extraña, entonces, que nadie se anime a decirles la cifra oficial, ni así fuera la mitad de eso. Aprendan, Rockefeller, Bill Gates, que ustedes son unos niños de teta en eso de exprimir el trabajo de sus empleados. Uno saca una cuenta burda, más de siete mil euros de ganancia al mes, por veinte y cuatro meses, da ciento sesenta y ocho mil euros, que se embolsa el gobierno. Los colaboradores recibieron, entre tanto, menos de ocho mil; de los cuales, la mayor parte la habrán gastado en sustentarse a sí mismos en aquel país en condiciones bien modestas.

Puede argumentarse que el presupuesto del gobierno cubano atiende muchos fines sociales, y sería verdad. Pero ese presupuesto no sale del aire, sale del fruto del trabajo de personas como estos colaboradores, y parecería justo que a los que más aportan en las difíciles condiciones de dejar atrás familia y hogar, les tocara un poco más. Y la parte más ultrajante de este chiste: cuando estos compañeros regresen finalmente a la patria, luego de cumplir la misión, va a seguir existiendo un susodicho que les diga que no tienen derecho a reclamar derechos acá en Cuba, mejores salarios, posibilidad de viajar y demás, porque siempre estarán en deuda con la Revolución, que les ha dado educación y salud gratis.