Apuntes a propósito del orden, el sentido común y el sentido de la libertad

Por Carlos Simón Forcade

La cuestión es simplemente de qué orden se está hablando: ¿del denominado orden establecido? ¿o del llamado orden mundial? ¿o del orden que debe existir según Fulano o Mengano? ¿Quizás nos estemos refiriendo al orden que predica la bandera de Brasil, una bandera que debe ondear trémula frente a los centenares de favelas y la guerra civil interna de los barrios donde viven millones de brasileños, cuando todavía las ideas que enarbola Brasil cada día desde los Palacios del Orden no se afianzan en esos cráteres vivientes? ¿O estamos hablando simplemente del orden citadino, ese que se vincula automáticamente con el cuidado de los céspedes y la tranquilidad ciudadana?!!

Veamos: Bill Gates es un ferviente defensor del orden, de manera tal que el FBI y otras agencias de seguridad policial aseguren sus empresas en el nuevo y utópico orden mundial de la sociedad electrónica postnacional, y no le roben “su” dinero, ¡que es “suyo”!, y seguramente es también defensor del orden salarial y laboral, de tal modo que sus empleados ejecuten eficazmente sus “ideas” y “políticas” en tiempo y forma. En rigor, un hombre más ordenado que Bill Gates hay que mandarlo a hacer.

Pero supongo que nada que ver con el orden kantiano. No me refiero al orden de sus categorías ni al de sus Krítikas. Me refiero más bien a la manía matraquillosa por el orden y la higiene de este singularísimo hombre que, según las malas lenguas, era excesivamente ordenado, circunspecto, organizado. También se comenta que el buen hombre era tan metódico que en su pueblo los vecinos podían orientarse en el tiempo según el ir y venir de sus caminos peripatéticos. Desde luego, iba y venía solo, porque ni mujer tenía. Lo paradójico es que a él mismo se le adjudica la frase que titila en el “alma germánica” junto a las ideas de la frialdad y la sobriedad, de que la excesiva organización es síntoma de ausencia de capacidad especulativa. En fin, ¿quién puede con Kant?

En cuanto a la anarquía (como también le ha ocurrido a buena parte del pensamiento y la praxis política vinculada a la izquierda, y las riquezas culturales de los últimos treinta siglos) una gran parte de la humanidad viviente no la conoce, o bien porque no ha tenido acceso a ella, o simplemente porque no le interesa. La primera situación es triste, la segunda decepcionante. En relación con la anarquía, el sentido común se comporta como con relación a miles de ideas en formas de creencias que tienen un efecto de verdad más poderoso que la verdad misma. Continue reading

Por encima del poder político

Por Yenisel Rodríguez Pérez

Ya es un hecho comprobado que todo poder tiene la propiedad de crecer como una bola de nieve. Pero también desde mucho existen vías para restringirlo. Para el discurso liberal la solución está en la división del poder en legislativo, ejecutivo, y judicial.

Muchas de las normas y tradiciones políticas ofíciales en Cuba se instituyeron en el segundo lustro del pasado siglo, con la naciente revolución de 1959.

Los grandes peligros que amenazaron al proceso impusieron medidas extraordinarias, pero que se anunciaban como provisionales.

Cuando la arena política transitó hacia otras formas menos radicales de defensa revolucionaria, eliminando lo poco que quedaba de la activa oposición interna, la dirección del Partido Comunista de Cuba y del Estado se fusionó en muchos aspectos y de forma ilimitada.

La autoridad se concentró y las desviaciones de las reglas democráticas y las normas constitucionales se justificaban con las frases “nosotros tenemos la verdad,” “todo lo tenemos controlado.”

Todo esto era dirigido por los máximos órganos dirigentes, los cuales no eran a su vez, regulados por ningún mecanismo de control orientado contra la concentración del poder político. Lo importante era que existía un poder revolucionario y popular.

¿Pero cómo sucedió que en tiempos de paz la dictadura del proletario, destinada antes que nada a liquidar la resistencia de la burguesía, se convirtiera en la dictadura del escalón superior del poder?

¿Cómo concretamente ser “maestro” y “dirigente”?

¿Significa eso que los dirigentes del partido deben convertirse en órgano especial de poder, que estarán por encima de todas las instituciones estatales?

¿Debe la dirección del partido convertirse en órgano especial del poder, que estará por encima de los restantes órganos?

¿Si el Comité Central es un órgano especial de poder, cómo controlarlo?

¿Se pueden protestar sus resoluciones por inconstitucionales?

¿Quién responde en caso de fracasar una medida decretada? Continue reading

Silvio Rodríguez y el Anarquismo

Dmitri Prieto Samsónov

Un anarquista en Cuba. Foto: Isbel Díaz Torres

Un anarquista en Cuba. Foto: Isbel Díaz Torres

En un post anterior, escribí sobre el blog del trovador cubano Silvio Rodríguez. En aquel entonces, celebré su compromiso antiburocrático, y en especial me resultó atractiva la frase: “Libia merece algo más que Gadafi.”

Después, fuimos testigos de una polémica digital indirecta entre Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, dos fundadores y mayores exponentes de la Nueva Trova cubana. Muchos fuimos sorprendidos por el tono irreconciliable de la polémica.

Recientemente, sucedió otra situación polémica relacionada con Silvio.

Marfrey Cruz, joven activista y promotor cultural, cristiano, defensor de posturas ecologistas, pacifistas y anarquistas, organizaba en su pueblo San Antonio de los Baños (también la patria chica de Silvio) un festival artístico ecológico.

Las acciones del festival se apoyaban en una red de colaboradores voluntarios (Marfrey lleva años participando en diversas organizaciones y redes juveniles ecológicas y culturales), y fueron consensuadas con la Dirección Municipal de Cultura. Los promotores llenaron San Antonio de carteles que explicaban los propósitos de las acciones e invitaban a participar.

En mi opinión, cuando las alternativas más visibles para los jóvenes son el formalismo ideológico y el consumismo representado por el reggaetón, la idea de Marfrey y sus amigos debió constituir un ejemplo y recibir todo el apoyo de quienes desean un futuro mejor para Cuba y el planeta.

Pero sucedió lo contrario. El día antes, desconocidos arrancaban los carteles promocionales del festival, y se propagaba la noticia de que la Dirección de Cultura “suspendía” el evento.

Asombrado e indignado por tan arbitraria actitud, Marfrey, que también es poeta, pidió solidaridad a su paisano Silvio Rodríguez a través del blog de éste (“Segunda cita”). Es perfectamente normal que un poeta busque apoyo en otro, ¿cierto? Máxime cuando Silvio tenía planificado en breve un concierto en su patria chica.

La respuesta de Silvio a Marfrey no se hizo esperar. Y tuvo un tono bien enrarecedor.

No es propósito mío glosar lo escrito por Silvio (sólo mencionaré que atacó el “oportunismo” y la irresponsabilidad, defendiendo el protagonismo de las instituciones oficiales), un artista que -sabemos- fue censurado durante el periodo inicial de su carrera en Cuba Revolucionaria. Esencialmente, mostró reservas ante el modo autónomo en que Marfrey y sus amigos concibieron su festival.

Pero me resultó interesante en particular un planteo de Silvio donde se opone al anarquismo. Silvio se declara defensor del orden, y sobre todo del “orden social.” Para él, la anarquía es la ley del más fuerte.

No deseo entrar en polémicas sobre el anarquismo (que generalmente no ataca el orden, sino sólo el orden dominador, y defiende por su parte el orden autónomo: “la anarquía es madre del orden,” dice un famoso slogan libertario).

Pero quiero señalar una inconsistencia clara en el pensamiento de Silvio.

Si la anarquía no es otra cosa que el poder del más fuerte, entonces resultaría más que lógico que los sujetos políticos (instituciones y personas) más fuertes del planeta defendieran a capa y espada el anarquismo.

¿Sucede así?

Todo lo contrario. Los fuertes defienden diversas formas de dominación: estatal, militar y capitalista.

Los anarquistas no dirigen corporaciones, ni mandan ejércitos, ni presiden gobiernos.

Sólo parecen ser un puñado de locos que luchan por un mundo sin tales dominaciones. Otro mundo posible, un mundo mejor.

¿Quién tendrá la razón?…

Publicado en Havana Times

Poesía tras las rejas

Por Isbel Díaz Torres

Mario Castillo

Mario Castillo durante la marcha del 1º de mayo de 2010.

Lo más triste fue ver cómo se llevaban a Mario Castillo esposado. Pero a la vez, fue lo más hermoso: ver su rostro firme, sin odio para los hombres que no sabían comprenderlo.

Ayer unas 17 personas leímos poesía en un bar de una esquina de la Habana Vieja. Uno de esos bares pobres que no están en las “Rutas y Andares” que diseña la oficina del historiador de la ciudad. La lectura, promovida por el Observatorio Crítico en saludo al Festival Poesía sin Fin, fue hermosa.

Mario, mi hermano, improvisó unos bellos versos con voz de reguetón y espíritu libertario. Daisy leyó “El burócrata” de Roque Dalton. Marfrey trajo sus propios poemas, que impactaron a todos.

Todo eso, con el cuidado de estar correctamente sentados, cuatro personas por mesa, como nos pidió en varias ocasiones el suspicaz pero amable administrador del local. Todo eso, cumpliendo el deber de consumir (beber ron) para que nos dejaran leer poesía allí.

Cerca de las 6pm salimos del bar, pues algunos queríamos terminar la jornada viendo el anochecer en el malecón.

Nos despedíamos en la acera cuando un hermoso y joven policía vino a pedirnos la documentación. Sin ánimos de enfrentamiento, entregamos nuestros carnés de identidad, pero Mario había perdido el suyo. Ahí comenzó la segunda parte de nuestra jornada. Continue reading

Grecia: un observatorio político, como Cuba

Entrevista al profesor Carlos Simón Forcade por Dmitri Prieto Samsónov

Carlos Simón Forcade durante el último Taller Libertario Alfredo López, dedicado a Grecia

Ante el drama de la crisis capitalista actual –uno de cuyos eslabones más estruendosos ha sido Grecia- muchos cubanos pensamos sobre nuestra propia tierra. Carlos Simón Forcade –un autor ya conocido para quienes leen Espacio Laical– acaba de regresar de Grecia, y he aprovechado la oportunidad para entrevistarlo. Se trata de alguien de nuestra más joven generación intelectual. Graduado de Artes y Letras en la Universidad de La Habana, Simón no optó por involucrarse con éxito en las farándulas letradas, sino escogió un camino aparentemente paradójico: profesor universitario, cristiano ortodoxo y activista de colectivos críticos, como la Cátedra Haydée Santamaría.

Muchos de estos rasgos nos unen: también yo, el entrevistador, soy ortodoxo y junto con Simón he compartido la coordinación de la Cátedra Haydée Santamaría, desde donde hemos promovido el espacio de solidaridad Observatorio Crítico. Siempre me ha atraído la dedicación con la que Simón ha estudiado a unos cuantos autores poco conocidos que consideramos fundacionales para la actual crítica de esa modernidad tan capitalista y autoritaria. Nunca alcanza el tiempo para intercambiar sobre el pensamiento de gente como Walter Benjamin, Simone Weil, Emmanuel Levinas y Cornelius Castoriadis.

La tesis de graduación de Simón fue precisamente sobre Walter Benjamin, ese pensador hebreo tan citado y tan poco leído, que se suicidó en los Pirineos mientras huía del nazismo, y legó que sus papeles fuesen entregados a Hannah Arendt. Benjamin, autor del dictum tan testimonial de que “todo documento de cultura lo es también de barbarie”, el de las alegorías como esa del Ángel de la Historia que no logra elevarse para iniciar su labor salvadora por causa de ese huracán que denominamos “progreso”, contó en Simón con un cuidadoso exegeta cubano, probablemente el más notable estudioso de su pensamiento en nuestra Isla. La investigación de Simón contó con la tutoría del profesor Inti Yañez – hoy Padre Athanasios para nosotros los ortodoxos, indagador de las historias de las culturas quien ha sido, además, mi padrino. Hoy, Simón es ciertamente un becario que estudia Teología en Grecia.

Carlos Simón y yo hablamos también de algo que para mucho oído actual “laico” puede oler a demasiado incienso, sonar demasiado light y leerse en las secciones “Mind-Body-Spirit” de las librerías primermundistas: la espiritualidad. Pero para Simón, capaz de citar a filósofos críticos junto con el Nazareno, lo espiritual es algo muy concreto, tremendamente político y actual. Un antídoto, quizás, contra las “huidas” de los problemas reales por caminos ficticios. Justo lo inverso a lo que muchos imaginan… La espiritualidad es para Simón base para un nuevo realismo: un realismo de la libertad. Le damos, pues, la palabra. Continue reading

Los libertarios vuelven a la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH)

 Por Juan Williams

Esta semana concluyeron las elecciones de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH). En ella, los libertarios han logrado un histórico retorno a su dirección tras 88 años de ausencia, cuando se era la principal fuerza en la mítica federación de los años 20 [1].

Este año, cuando se han producido las movilizaciones estudiantiles más masivas y radicales de las últimas décadas, se ha facilitado el desarrollo de las fuerzas de la izquierda revolucionaria en el estudiantado. Por tanto, no es casual que dentro de la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH), el principal organismo que junto a los secundarios ha conducido dichas movilizaciones, esta izquierda haya ido ganando cada vez más fuerza. Dentro de ella, es la tendencia libertaria la que se ha ido constituyendo durante éste y los años precedentes como una de las corrientes más importantes, ocupando cada vez mayor visibilidad en cargos de representatividad bajo la perspectiva de democratizar las organizaciones, subvirtiendo las lógicas de la democracia representativa y potenciando las tendencias radicales que surgen en las bases para que éstas tomen las riendas del movimiento.

En particular, este 6 de diciembre concluyeron las elecciones en la FECH, la federación de estudiantes más grande de la CONFECH en donde la plataforma LUCHAR -integrada por el Frente de Estudiantes Libertarios (FEL), colectivos como Auka Mapu e independientes de izquierda de distintas facultades- logró un importante tercer lugar, con más de 1800 votos de un universo de 14.000 votantes y entre 9 listas en disputa. Continue reading

Ramón García Guerra: Sabéis que no es por odio

Entrevista hecha por el Observatorio Crítico a Ramón García Guerra

OC: Ramón, ¿cuáles han sido tus preocupaciones, qué has estado haciendo los últimos 10 años?

RG: Quizá no fueron tantas sino apenas una la preocupación que durante esta década me ha traído en ascuas. Y no es complicada la cosa.

Cumplí mis 40 años de edad en el 2000. Pensaba que mis 27 años –según un poema de Roque Dalton– debían ser los peores. Pero no, han sido los 40. Entonces me hice por el camino decenas de preguntas que he tratado de resolver sobre la marcha. Todas se referían a qué vida prefería hacer y donde sería posible hacer aquélla. Confieso que hice un gran esfuerzo para que no me dañaran la autoestima, pues me contaba entre los sobrevivientes de los difíciles años 90s. Cuando se quiere en Cuba “rectificar” se buscan chivos expiatorios para hacer el corte definitivo e iniciar la nueva aventura. Entonces me percaté que mi suerte era compartida por millones de cubanos y que aparecía en todas las fotografías del proceso en cinco décadas. Pensar en mi situación era pensar en una sociedad. También en aquella fecha se cerraba el ciclo histórico de cierto modelo de sociedad.

Meditaba sobre la sociedad. Comentaba mis hallazgos. Participaba de los debates… Sucedía con mis amigos lo mismo. Mientras que aquel pequeño alud ganaba en tamaño y rapidez al ir cuesta abajo. Faltaba un poco de coraje… y algo de táctica –decía Roque Dalton.

Somos hoy muchos.

Decidí rescatar un proyecto intelectual que había dejado a medias.

Empecé dando clases de sociología política y sociología de la cultura en la Universidad. Y en buena medida los debates que iniciamos con la Cátedra Haydée Santamaría en los parques me fueron dando una visión de conjunto sobre la realidad cubana, así como acerca de la complejidad y los desafíos que significaba apostar por el cambio. Después estas inquietudes se han convertido en angustias. Porque tomé conciencia de que la situación de incertidumbre hace presión para que se restablezca el equilibrio que sostiene a la sociedad sin que ocurra todavía una ruptura radical con el pasado. Como nos pasó en 1997 al articularse cierto pacto social. La vieja burocracia del Estado asistencialista se encargó en distribuir los ingresos que producía una economía mixta a manos de la nueva burguesía. Pero adoptar esta política liberal-burguesa trajo consigo males peores. Siento que a veces nos enredamos en negociaciones ridículas con los lebreles del status quo.

Convendría que estemos en guardia ante los chantajes emocionales que aluden a nuestro amor a la patria, que afectan nuestras lealtades políticas, etcétera. Continue reading

Armando Chaguaceda: “Cuba debería fortalecer los medios alternativos, en lugar de consagrar el monopolio estatal o el de grandes cadenas privadas”

Por Diana Cordero y Aníbal Garzón Entrevista

1) A partir de lo aprobado por el VI Congreso del PCC en el pasado mes de Abril en Kaosenlared se publicado opiniones que podemos clasificar más o menos en dos grupos: aquellas que lo interpretan como un avance en dirección a lo que se denomina el socialismo del siglo XXI y otras que ponen en duda esas resoluciones porque entienden que no afectan cuestiones centrales en la estructura burocrática del estado. ¿Cuál es tu valoración?

Armando Chaguaceda durante el I Observatorio Crítico, en San José de las Lajas, abril del 2006.

Tu pregunta me recuerda aquella vieja leyenda indochina donde varios invidentes se encuentran con un elefante, que era un animal desconocido para ellos, y comienzan a palparlo para conocer sus formas. Para quien tocaba la cola el elefante era una serpiente, para otro era como un barril rugoso pues estaba palpando la pata y así sucesivamente…creo que todas las visiones parciales no permiten captar la esencia del cambio en curso que, a mi juicio, podría codificarse como una mutación de un modelo clásico de socialismo de estado -vigente por medio siglo en Cuba- a otro más cercano a las experiencias asiáticas. Modelo este último donde el mercado amplía su presencia sin que ello signifique una disminución drástica de la capacidad del estado (y de la burocracia en tanto estamento o grupo que lo controla) para imponer su agenda en áreas clave de la esfera económica (como la gran industria, el transporte y las comunicaciones) así como en otras vinculadas a la información, organización y orden públicos en las cuales su presencia –no así su eficacia- es cuasi monopólica.

Pero insisto en algo: con frecuencia caemos en visiones polares que ignoran, al defender la idea de equidad, los graves problemas del modelo anterior que hacían insostenible las modalidades de ciertas políticas sociales; o se asume -con entusiasmo infantil- los nuevos aires de cambio sin comprender que asistimos a una reformulación de la hegemonía estatal sin las correspondientes ampliaciones de derechos y participación populares. Yo creo que el gobierno de Raúl Castro sí quiere mejorar las condiciones de vida de la gente, quiere que se consuma más y mejor y que se eliminen restricciones absurdas, lo que no significa que vaya a ampliar el repertorio de libertades y derechos activos y, sobre todo, que  convierta en realidad la consigna de Poder Popular. Creo que la idea que subyace en estas reformas es que un país más próspero, con gente satisfecha, es más gobernable.

Como has mencionado el tan llevado y traído término “socialismo del siglo XXI” me veo obligado a hacer una precisión: si algo caracteriza dicho término es su capacidad de ser una suerte de “carrito de supermercado” –significante vacío le diría Ernesto Laclau- donde cada quien echa lo que considera de su interés promover, todo ello en medio de las luchas, polémicas y estrategias políticas en curso en la izquierda regional. Lo usamos los que defendemos una salida no autoritaria al neoliberalismo vigente por casi tres décadas y como respuesta a su carga de desigualdad social y erosión de las soberanías nacionales y populares. A menudo denominamos ese nuevo socialismo – lo digo a riesgo de encender otros debates, quizás poco fructíferos- un socialismo democrático, participativo, libertario, etc. Continue reading

Carta a Silvio Rodríguez de Marfrey Cruz Medina

Sábado, Noviembre 26 y 2011

Estimado Silvio:

Mi nombre es Marfrey Cruz Medina, tengo 27 años y vivo en San Antonio de los Baños, soy poeta, anarquista, cristiano, ecologista. Esta precoz y casi rotunda identidad no es vanidad sino búsqueda profunda y dolorosa. Lo digo para pecar de usar un lenguaje directo y sencillo desde el principio. No usaré la estrategia maniquea de elogio/ataque para persuadirlo. Los amigos se dicen la verdad. No necesitamos conocernos (formalmente) los que amamos la vida y el mundo. Tampoco necesitamos prosélitos ni consentimos idolatrías. Nos une el amor al barro del que estamos hechos. Ambos nacimos en las orillas del Ariguanabo, somos hijos de la humedad y los reflejos.

Hemos recibido con mucha alegría la noticia de tu concierto el 4 de diciembre en el Paradero del Tren. Es la oportunidad que estábamos esperando para agradecerte y compartir juntos al menos dos horas de poesía y música vital.

Seguro que te aturdirán los burócratas de la cultura de la cursilería y el peñasco (cursos y peñas son las únicas opciones culturales actuales además de los provectos y reaccionarios proyectos de “rescates de tradiciones/abolengos”) con el entusiasmo típico de los devotos del Homo Ariguanebensis. Son los mismos que han convertido la “Villa” en escombrera y basurero. No te prevengo, sé que los conoces. Solo quisiera contarte los hechos más recientes de tan distinguidos personajes.

Hoy se debió realizar el Primer Festival Cultural ArtEco: Arte, Ecología y Comunidad ¡Por Amor ala Tierra! en El Paso del Soldado, un evento comunitario que veníamos organizando hacía un mes el ColectivoLa Ruedacon los recursos y esfuerzos de las personas y artistas de la comunidad, incluso, sin ellos. Fue suspendido por el Sr. Co. Director Municipal de Cultura, ayer (en la noche) sin explicaciones ni tiempo para avisarle a la gente.

Muchos niños se disfrazaron para el pasacalle, sus familiares llevaban días inventando los trajes de payasos, gitanas, indios y piratas, aprendiéndose canciones y poemas para recitarlo, adornando sus perros y chivos, seguro, soñando. ¿Cómo le explicas a un niño tanta idiotez y abuso?

Las razones dadas fueron absurdas. Ese mismo día en la mañana unos vecinos vieron como dos personas en moto arrancaban las promociones que con tanto esfuerzo logramos hacer, cuando le preguntaron el porqué hacían eso, ellos contestaron que se lo llevaban “pá allá arriba” (haciendo referencia a sus jefes). Los instructores de arte y artistas involucrados fueron llamados e intimidados, y dos miembros de nuestro Colectivo fueron citados para la DirecciónMunicipalde Cultura. Mientras se les hacían preguntas como: qué era eso de performance, foro público, recogida de ropa y juguetes usados, tienda de trueque, y sobre todo qué queríamos decir con ¡Apoya a tu Comunidad, Únete al Cambio!, sus nombres, apellidos y centros de trabajo fueron dados a “alguien” que llamaba y que no se identificó. Continue reading

La PlomoCultura del autoritarismo cubano

Por Marfrey Cruz

…y si a alguien le preocupa tanto que no exista la menor autoridad estatal, entonces que no se preocupe, que tenga paciencia, que llegará el día en que el Estado tampoco exista.
Palabras a los Intelectuales, Fidel Castro, junio de 1961.

Foto: Isbel Díaz Torres

“Echar plomo” en el argot juvenil significa flirtear, ligar, conseguir sexo. Esta frase tan repetida en discotecas, plazas y playas demuestra cómo el ordenamiento militar de la sociedad durante 50 años ha destruido no solo la naturaleza y las fuerzas vivas que necesitamos para nuestro desarrollo sino que ha arruinado el lenguaje y los cuerpos de los jóvenes cubanos. Cuando el “Poder” entra en nuestras camas, es porque de alguna forma, nos hemos enamorado de las cadenas y mordazas de nuestra servidumbre.

El mito guerrero-heroico y el poder simbólico-represivo que ejerce el ente metafísico partidogobiernoestadonaciónrevoluciónpatria en nombre del pueblo, se usan para atemorizar e impedir que la gente se organice y actúe autónomamente para cambiar su realidad y así mantener los privilegios, el abuso y la violencia que lo perpetúa en el poder.

La cultura es la primera víctima y luego una eficiente aliada del autoritarismo cuando se masifica e histeriza. Es curioso que la palabra “autor” sea la matriz lingüística de tanta miseria y muerte (uno de los tantos riesgos de vivir en español). La militarización de la sociedad necesita la sublimación de la violencia como necesaria y característica de la naturaleza humana como lo son la sexualidad y la espiritualidad. Para ello, el Estado convierte al lenguaje en cómplice, ceba y agita los rencores hasta que, muertos, nos re-matamos unos a los otros y luego rectificamos errores. El reclutamiento, entrenamiento, la propaganda y las doctrinas repetidas como eco de nuestra evolución como especie, nos convierte en ciego rebaño que se idiotiza y hasta vuelve “inteligente” el cansancio que elegimos, democráticamente. El “Poder” es disciplinar; corrige, ejemplariza y mata sólo si es necesario. ¡Ah! y si nosotros autorizamos, claro.

A continuación, les comparto algunos casos y frases típicas de nuestra cotidianidad que refuerzan el autoritarismo y el consecuente militarismo de la PlomoCultura: Continue reading