La moda de los jeans gastados (también en Cuba): compartir “una de las grandes locuras de esta generación. en su expresión más ridícula”

No sólo la pena capital o el terrorismo de Estado son productos sociales que matan a las personas; también un jean puede ser medio de la muerte, por vía del capitalismo y el consumismo. OC comparte el trabajo periodístico “El lado oculto de los jeans gastados” de Cordelia Hebblethwaite y Anbarasan Ethirajan (Servicio Mundial de la BBC).

Los jeans gastados han estado de moda desde los años ’90, pero uno de los métodos para darles ese aspecto se logra a través del arenado o chorro de arena a presión, lo que puede provocarles a los trabajadores de las fábricas textiles una enfermedad pulmonar incurable. Por lo tanto ¿debemos dejar de comprarlos?

"Tengo dificultades para respirar. Cuando vuelvo del trabajo, me siento muy cansado. De duelen los ojos por el polvo", dice un trabajador de 18 años de una fábrica textil de Bangladés. Ese país asiático alberga más de 4.000 fábricas de ropa y muchas de las principales empresas de pantalones vaqueros del mundo usan fábricas ubicadas allí. El trabajador, que accedió a hablar de forma anónima con el Servicio Mundial de la BBC, dice que trabaja 11 horas al día en una atmósfera asfixiante por un salario de US$70 al mes. "Sé los efectos que esto tiene sobre mi salud, pero lo sigo haciendo porque tengo que alimentar a mi familia", dice. "Soy un hombre pobre, hago esto para sobrevivir".

El arenado manual de los pantalones vaqueros sólo requiere una manguera, un compresor de aire y arena. Los trabajadores literalmente acribillan a los pantalones vaqueros con arena para darles un aspecto desgastado y suavizar la tela, el denim. La silicosis es causada por las pequeñas partículas de polvo de sílice de la arena que se incrustan en los pulmones. Esto ocasiona dificultad para respirar, tos, debilidad y pérdida de peso. Es incurable, y en su forma aguda es mortal. El año pasado, las marcas Levi Strauss & Co y H&M anunciaron públicamente la prohibición del arenado en sus vaqueros.

Marcas que prohibieron el arenado

  • Armani, Benetton, Bestseller, Burberry, C&A, Carrera, Charles Voegele, Esprit, Gucci, H&M, Levi Strauss & Co, New Yorker, Mango, Metro, New Look, Pepe Jeans, Replay, grupo Justo, Versace
  • Algunas marcas dicen que no usan la técnica pero no la han prohibido públicamente
  • Otras dicen que pronto dejarán de usarla

Después de la presión ejercida por grupos de campaña, muchas otras compañías siguieron el ejemplo y anunciaron que prohibían la aplicación de chorros de arena en sus cadenas de producción, o que lo harán en el futuro. Pero esto no siempre es fácil de hacer.

Las empresas en la industria de la indumentaria generalmente no son dueñas de las fábricas que hacen su ropa, y a menudo se subcontrata a fábricas más pequeñas, con regulaciones más débiles. "Estamos todavía en las primeras etapas de la prohibición", dice Sam Maher, coautor de un informe sobre el arenado del grupo de presión internacional Clean Clothes Campaign (Campaña para la Ropa Limpia). "Todavía nos preocupa que aún sea más bien un compromiso en el papel. Es una industria muy mal controlada. Las empresas deberían tener un control mucho mayor de su cadena de producción".

Hay otras maneras de lograr que los jeans parezcan gastados – con rayos láser, raspado a mano o a máquina, por ejemplo – que producen un efecto similar. Por lo tanto, los consumidores no tienen manera de saber si están comprando pantalones vaqueros que les han provocado enfermedades a trabajadores al otro lado del mundo.

Silicosis

  • Es una de las enfermedades del trabajo más comunes, suelen padecerla los trabajadores que aplican chorros de arena en la construcción y la minería
  • No tiene cura. En casos menos severos, el tratamiento ayuda con los síntomas asociados
  • La silicosis tradicionalmente tarda muchos años en desarrollarse, pero algunos trabajadores en Turquía la contrajeron en pocos meses
  • En 2009, el gobierno turco prohibió el arenado de jeans y en 2011 se acordó pagarles subsidio de invalidez a aquellos que no puedieran trabajar como consecuencia de la silicosis
  • El arenado está permitido dentro de la UE y EE.UU., pero la cantidad de sílice debe ser inferior al 1% en la UE y por debajo del 0,5% en EE.UU.

Prohibición turca

La reacción al arenado comenzó en Turquía, uno de los mayores exportadores de jeans del mundo.

En 2004, un médico en un pueblo en la región de Bingol, en el este del país, comenzó a sospechar después de hacerles exámenes médicos en un grupo de jóvenes que estaban por comenzar el servicio militar. Decenas de ellos sufrían de silicosis y todos habían estado trabajando en las fábricas de arenado de denim en Estambul. Fue la primera vez que la enfermedad – que tiene una larga historia entre los trabajadores de la construcción y la minería – se registraba dentro de la industria de la confección. Hasta la fecha, al menos 46 trabajadores de la confección han muerto de silicosis en Turquía y hay 1.200 casos registrados, aunque los médicos sospechan que el número real de personas afectadas es mucho mayor.

Cinco años después de los descubrimientos en Bingol, el gobierno turco prohibió el arenado. Pero en otros países el tema ha recibido escasa atención. "Debería haber sido un gran escándalo y no lo fue", dice Sam Maher. La Clean Clothes Campaign cree que la técnica de arenado se trasladó de Turquía a otros países como Bangladés, Pakistán, China y Egipto.

Los trabajadores suelen ganar menos de US$100 al mes.

Controles sobre el terreno

Es difícil para los periodistas acceder a fábricas de pantalones vaqueros en Bangladés, pero el dueño de una fábrica accedió a mostrársela a la BBC. "El 100% de nuestros compradores están fuera del país. Son marcas de renombre mundial", dice Mohammad Jahangir Alam, director ejecutivo de Express Washing and Dyeing Limited en las afueras de la capital, Dhaka. Su fábrica tiene algunas máquinas de arenado y él nos las muestra tranquilamente aunque insiste en que ya no están en uso. "Hemos abandonado totalmente el chorro de arena. La unidad de arenado está absolutamente cerrada, bajo llave. Esta sección no se está utilizando hoy en día. Todo está a la vista, nada es secreto", indica. "Los compradores están empleando una gran cantidad de mano de obra para auditar de este tipo de cosas. Hay inspecciones sin previo aviso. A veces, a las noche, de repente aparecen los compradores".

La Clean Clothes Campaign quiere que la Unión Europea prohíba la importación de ropa producida con la técnica del chorro de arena, y que la Organización Mundial de la Salud y la Organización Internacional del Trabajo agreguen el arenado de ropa a su lista de trabajos peligrosos. También argumentan que las empresas deben darles asistencia médica a los trabajadores que pueden haber contraído silicosis.

"En realidad no es suficiente con decir a partir de ahora, no vamos a hacerlo", dice Sam Maher. "También tienen que asumir la responsabilidad de aquellos trabajadores que ya se enfermaron y que si no reciben tratamiento van a sufrir una muerte horrible".

Nadie sabe cuántas personas en todo el mundo podría haber contraído silicosis como consecuencia del gastado con arena del denim. Como no hay antecedentes dentro de la industria de la confección, los médicos no suelen diagnosticarles la enfermedad a los trabajadores de ese sector. Los activistas dicen que es probable que muchos casos se hayan confundido con tuberculosis. Los síntomas son similares. De hecho, es común que una persona padezca ambas enfermedades a la vez.

El fabricante de jeans Levi Strauss & Co le dijo a la BBC que no tenía conocimiento de ningún caso de silicosis entre los trabajadores dentro de su cadena de producción, y que antes de que la prohibición entrara en vigencia, el trabajo era realizado de acuerdo con las normas de seguridad más estrictas.

Orsola de Castro, fundadora y directora creativa de la marca de moda ética From Somewhere, sostiene que los consumidores también tienen un papel que cumplir. "La ropa no crece de los árboles, por arte de magia ", dice. "Hay una cadena de producción y hay personas detrás de nuestros jeans".

Una forma de atacar el problema sería introducir un sistema de etiquetado para identificar el denim que no ha sido tratado con chorro de arena, aunque llevaría tiempo ponerlo en práctica. Mucho más simple sería que los consumidores dejaran de comprar jeans gastados, dice Orsola de Castro. "Yo creo que el denim gastado será visto como una de las grandes locuras de esta generación, un símbolo de la ‘moda rápida’ en su expresión más ridícula. "No creo que pueda ser un motivo de orgullo, creo que es una vergüenza".

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Tomado de BBC Mundo. Comentario de OC: ¿Conocen el Ministerio de Comercio Exterior y las Tiendas Recaudadoras de Divisas de esto? ¿Alguien sabe dónde se fabrican los jeans gastados que se venden en Cuba?¿Cuán solidarixs somos nuestro Estado y nosotrxs mismxs con lxs trabajadorxs de otros países? Y, por otra parte, ¿hay que esperar por los Estados y por los burócratas/capitalistas para ser solidarixs?

La empresa Hugo Boss se confronta con su pasado nazi

Autor: Friedel Taube / Diego Zúñiga

La marca de moda se ha unido al creciente número de compañías alemanas que han ordenado voluntariamente investigaciones sobre sus vínculos con el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

Hugo Boss comenzó su carrera como un simple sastre. Después de la Primera Guerra Mundial fundó su propia compañía, cuando tenía 33 años, en la ciudad de Metzingen. En ese tiempo era una pequeña sociedad relativamente exitosa, con cerca de 30 empleados, pero lejos de ser la renombrada marca de moda en la que se convertiría con el tiempo. Cuando en 1931 la compañía sintió el impacto de la crisis económica mundial, Boss recibió una oferta para fabricar uniformes para el partido nazi. Y ese mismo año se volvió uno más de los miles que portaban su carné de miembro del Partido Nacionalsocialista, que precisamente a comienzos de la década del 30 vivió un auge explosivo en el número de sus afiliados. "El hecho de ser miembro del partido en 1931 ciertamente no le afectaba, y si ves el resto de la carrera de Boss, te queda claro que no se unió a ellos sólo por una cuestión económica", dice a Deutsche Welle Roman Köster, de la Universidad de la Bundeswehr en Múnich, quien ha estudiado el pasado de Boss. "Al contrario, uno puede ver con claridad que él era un nazi convencido", agrega el estudioso, quien llevó a cabo el estudio por encargo de la empresa Hugo Boss.

Auge comercial

En 1931, los empleados de la compañía de Boss manufacturaban uniformes para las fuerzas paramilitares SS y SA, y también para las Juventudes Hitlerianas. Boss compartía el negocio con muchas otras empresas de confecciones en toda Alemania. Además de los uniformes, Boss también fabricaba ropa para trabajadores y camisas.

"Eso cambió en 1938. Desde esa fecha, Boss se enfocó en producir exclusivamente uniformes para la Wehrmacht y las Waffen SS", dice Köster sobre los resultados de su investigación… "Pero hay que decir además que Hugo Boss era una compañía entre muchas otras", continúa. "Sacaron provecho del régimen, eso es demostrable, su número de empleados llegó en algún momento hasta los 300 trabajadores, pero no eran uno de los grandes en el campo de la producción de uniformes", indica. El estudio de Köster demuestra que los negocios con los nazis permitieron a Hugo Boss convertirse en parte de la mediana empresa. Durante el proceso de desnazificación en 1945, Boss fue clasificado como alguien que no tenía "las manos limpias", pero se le permitió seguir adelante con su compañía.

Boss no vivió para ver a su empresa convertida en una reconocida marca internacional. Murió en 1948 en su ciudad (Metzingen) y fueron sus hijos los que se hicieron cargo de todo. En los 60 giraron hacia la fabricación de trajes, lo que que llevó a Boss a obtener la categoría de marca de nivel mundial.

Confrontación con el pasado

Sólo en los últimos años la firma Hugo Boss se ha visto confrontada con acusaciones que la vinculan con el nazismo, según Hjördis Kettenbach, del departamento de comunicaciones de la empresa. Pero en la actualidad Boss no tiene ningún vínculo con la familia que le da el nombre a la marca, pues pertenece a nuevos dueños. "Es muy molesto que el nombre se vincule con esto, pero por otro lado la decisión de mantener el nombre fue tomada con el fin de continuar con la marca", dijo Kettenbach a Deutsche Welle. "Es necesario enfrentar el pasado. Era nuestro deseo realizar un estudio objetivo con el fin de mostrar qué sucedió en ese tiempo y expresar nuestro pesar. Pero hoy somos una compañía distinta", afirmó.

Ola de revelaciones

Hugo Boss no es la única compañía que ha encargado estudios independientes de sus vínculos con el régimen nazi. Este año la familia Quandt, una familia industrial que posee la mayor parte de la empresa BMW, rompió su silencio y admitió haber tenido cientos de trabajadores forzados y haber hecho negocios con los nazis. Por su parte, en 1999, el Deutsche Bank ordenó una investigación interna sobre las prácticas de la compañía durante la época nazi. Entre otras cosas, un crédito del Deutsche Bank fue utilizado para construir el campo de concentración de Auschwitz. Y también una institución política como el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán ha revisado recientemente su pasado, llegando a la conclusión de que durante las décadas de los 50 y 60 muchos de sus diplomáticos tenían un pasado nazi.

Trabajo forzado

Con el fin de compensar a las víctimas de los trabajos forzados, el Estado alemán creó a fines de los 90 un fondo de reparaciones. Compañías con pasado nacionalsocialista, incluida Hugo Boss, entregaron dinero a ese fondo. Al igual que otras empresas, en todo caso, no revelaron la cantidad que pagaron al fondo de reparaciones.

En su investigación, Köster muestra cómo Boss interactuaba con sus 140 trabajadores forzados polacos y 40 franceses, la mayoría mujeres. "Boss solicitó que sus trabajadores comieran en su cantina y no en el campo de trabajadores del este, donde ellos tenían que vivir en 1943", dice Köster. "Pero por otro lado también tenemos reportes de casos de abuso. Trabajadores, por ejemplo, que fueron amenazados con ser enviados el campo de concentración. Estos casos no dejan una buena impresión de la compañía". Eso se complementa con lo que describe su informe: "Muchas veces las condiciones de higiene y la entrega de comida no estaba asegurada", escribe Köster.

El trato de los medios

Desde la publicación del estudio, la marca de moda siente que no ha sido representada fielmente por la prensa. Kettenbach dice que al menos en un principio, muchos periódicos no entendieron que lo que Hugo Boss quería era promover la transparencia poniendo un poco de luz sobre su pasado y ofreciendo disculpas. "En vez de eso, se ha tomado esto de la peor forma", dice. "Hay hechos que no han sido presentados fielmente y han aparecido muchas preguntas del estilo ¿Fue Hugo Boss el sastre de Hitler? El estudio, que está disponible para las partes interesadas, claramente refuta esto. Todo se ha presentado de manera sensacionalista. Nuestra idea, y recordemos que publicamos el estudio de forma voluntaria y sin que nadie nos obligara a hacerlo, no consiguió sus objetivos".

De acuerdo con la compañía, lidiar con su pasado es un proceso que no ha concluido con el estudio. En los próximos años la investigación interna continuará. Los interesados pueden descargar el estudio desde Internet.

Tomado de Deutsche Welle: PORTADA.

Troy Davis y el drama de las ejecuciones en EE.UU.

Por: Redacción BBC Mundo. Jueves, 22 de septiembre de 2011

La imagen se ha vuelto cinematográficamente familiar: un reo, sus familiares y los guardias de una prisión cualquiera de EE.UU. atentos a una llamada telefónica que podría detener la inminente ejecución.

Mientras el reloj señala como se le acaba el tiempo al condenado, a las afueras de la cárcel algunos rezan esperando el perdón. Otros esperan que el cumplimiento de la condena les deje una sensación de justicia cumplida. Es el drama que se ve en películas, como Dead Man Walking de 1995, basada en el libro de la hermana Helen Prejean, en el que se cuenta como fracasan los intentos por lograr la conmutación de la pena a un preso, al que ella creía inocente. Pero no se trata de ficción, es un drama de la vida real que sufren decenas de presos condenados a muerte que han entrando en el tortuoso proceso de apelaciones para revocar las sentencias que los mantienen en el llamado corredor de la muerte.

Esperanza hasta el final

Es difícil de imaginar lo que pasa por la cabeza de una persona que no sabe si seguirá vivo en una, dos, tres horas, al día siguiente, porque espera la palabra de una instancia que pueda salvarlo.

Así sucedió el miércoles con Troy Davis, por cuarta vez en 18 años. Sólo que en esta ocasión los esfuerzos fueron en vano y la decisión salvadora no llegó. Tras serle negada una suspensión de la ejecución el lunes pasado por parte de la Junta de Perdones de Georgia y una doble negativa de la Corte Suprema del estado a reconsiderar el caso, los abogados de Davis acudieron al máximo tribunal del país. La Corte Suprema de Justicia, en Washington, ordenó la postergación de la ejecución mientras consideraba la apelación de último minuto. En 2008 el mismo tribunal mandó que el caso fuera revisado por una corte estatal. Pero cuatro horas después, la Corte informó que negaba la revisión del caso, con lo que se volvía a reactivar el mecanismo de la ejecución.

Davis había rechazado la que sería su última cena, en un gesto cabalístico que los activistas que apoyaban su causa dijeron que le había traído suerte las veces anteriores que estuvo a punto de serle administrada la inyección fatal.

Sin embargo, no hubo una nueva revisión del caso y Davis fue ejecutado a las 11:08 pm hora de Atlanta.

En el corredor de la muerte

En EE.UU. hay 3.251 personas esperando ser ejecutadas. Son los prisioneros que ocupan los llamados corredores de la muerte en cientos de cárceles estatales, según datos del Centro de Información sobre la Pena de Muerte, una organización no gubernamental. Se estima que, en promedio, los presos condenados a la pena máxima pasan 13 años desde el momento que reciben la sentencia hasta que se da el cumplimiento de la misma.

Todo ese tiempo se consume en un engorroso proceso de apelaciones y contra apelaciones, que en algunas ocasiones termina llegando hasta la Corte Suprema de Justicia en Washington. Incluso en los casos en los que han agotado completamente el camino judicial, queda el recurso de recibir un perdón in extremis dado por el gobernador del estado, o mucho menos probablemente, del presidente. De hecho, como dijo este miércoles Jay Carney, el portavoz del presidente Barack Obama, al comentar las solicitudes de clemencia que había recibido la Casa Blanca en el caso de Davis.

"No es apropiado para un presidente de Estados Unidos intervenir en casos específicos como este", sostuvo Carney.

En Washington reconocen cómo los estados defienden celosamente su potestad de administrar sus sistema de justicia, que están sólo supeditados a las decisiones del supremo. Y es por eso es que la llamada esa de último minuto sólo puede provenir de la casa del gobernador local.

Salvados in extremis

Desde que en 1973 se restableció la pena de muerte en EE.UU. 130 condenados han logrado salirse del corredor de la muerte, luego de haber demostrado su inocencia, de acuerdo con datos del Comité Judicial del Congreso estadounidense.

Hasta 1999 el ritmo de exoneraciones era de 3,1 al año, pero desde el 2000 aumentó a las 5 por año, en parte por las mejoras en las técnicas de investigación policial y forense, sobre todo con el creciente empleo del ADN como evidencia. En la última década, el ritmo de condenas a la pena máxima de 315 en 1996 a 112 en 2010, en buena medida, porque los jurados parecen menos dispuestos a castigar con su vida a una persona.

Otro factor son las consideraciones económicas. Por ejemplo en California, el estado con mayor número de personas esperando ejecución, aplicar la pena de muerte cuesta US$114 millones al año más de lo que costaría mantener a esos mismos condenados en prisión de por vida.

Pero, a veces, para las familias de quienes esperan que la ejecución del condenado sea una manera de cerrar su dolor, extender la vida del reo es también un sufrimiento. "Esto me está matando", usando una selección de palabras algo irónica Anneliese MacPhail, la madre del oficial cuando supo de la suspensión temporal ordenada por la Corte Suprema. "Para decir la verdad. No se ya qué esperar", dijo la señora MacPhail.

Campaña mundial

En los 18 años que batalló por revertir la sentencia, el caso de Davis ganó notoriedad internacional: desde el Papa Benedicto XVI hasta el ex presidente estadounidense Jimmy Carter.

La creencia es que Davis fue víctima de un sistema judicial racista cuando lo condenó por el asesinato del policía blanco Mark McPhail en 1989 en Savannah. La evidencia usada en su caso fue circunstancial, no hubo arma ni motivo del crimen e incluso siete de los nueve testigos cambiaron sus versiones tras el juicio.

  • 17 de julio de 2007, la Junta de Perdones y Libertad Condicional de Georgia suspendió la ejecución 24 horas antes de ser cumplida.
  • 23 de septiembre del 2008, la Corte Suprema de Justicia de EE.UU. ordenó que se revisara el caso dos horas antes de que se diera la inyección letal.
  • 24 de octubre 2008, una corte federal de apelaciones detuvo la aplicación de la sentencia programada para cumplirse 48 horas después.

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En Estados Unidos los métodos para ejecutar las penas de muerte han cambiado, pero hay una tradición que se mantiene: las últimas palabras.

Davis ejecutado:

http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2011/09/110921_eeuu_davis_ejecucion_cch.shtml

Tomado de BBC Mundo: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/09/110921_eeuu_davis_perdon_cch.shtml

El hombre al que miles quieren salvar, morirá hoy

Por: Redacción BBC Mundo. Miércoles, 21 de septiembre de 2011

Tres veces Troy Davis escapó a la sentencia de muerte que le impuso el sistema de justicia del estado de Georgia, en el sureste de Estados Unidos. Pero este miércoles debería ser su último día de vida, castigado por un crimen que asegura no cometió.

El estadounidense de 42 años deberá ser ejecutado, como ordenó hace casi dos décadas un tribunal, por haber matado a un policía en una pelea callejera en Savannah, en 1989. Davis siempre defendió su inocencia. Nunca se encontró el arma de aquel delito. Pero varios testigos sirvieron para ponerlo en el sitio donde murió el oficial Marc McPhail y establecer su culpabilidad. Es uno de los muchos casos basados en "evidencias circunstanciales", que suelen ser muy cuestionados por expertos legales, sobre todo cuando involucran la pena de muerte. Y en este lo es mucho más, porque siete de aquellos nueve testigos se retractaron o cambiaron su opinión. Además, varios de los jurados que lo condenaron inicialmente también cambiaron de parecer y así lo han dicho públicamente. Sin embargo, la ejecución de Davis está pautada para las 7:00 pm (medianoche GMT) del miércoles 21 de septiembre, hora de Atlanta, cuando debe ser aplicada una inyección letal.

Triple cita con la muerte

Davis no ha contado con la suerte que tuvo en tres ocasiones anteriores, cuando el conteo final logró ser detenido en el último momento.

Como el 17 de julio de 2007, cuando la Junta de Perdones y Libertad Condicional de Georgia ordenó la suspensión de la ejecución 24 horas antes de ser cumplida. O el 23 de septiembre del 2008, a dos horas apenas de recibir la inyección letal, cuando la Corte Suprema de Justicia de EE.UU. tomó la inusual decisión de ordenar que se revisara el caso. Y nuevamente, el 24 de octubre 2008, día una corte federal de apelaciones detuvo el cumplimiento de la sentencia que debió haberse llevado a cabo 48 horas después.

Pero esta vez la Junta no aceptó los pedidos de clemencia. Los funcionarios de la prisión de Jackson, en las afueras de Atlanta, creen que la muerte de Davis es indetenible. El gobernador de Georgia no tiene, como sucede en otros estados, la potestad de parar la ejecución. Sus abogados también reconocen que ya no les queda margen de maniobra, salvo un milagro o una improbable intervención de la Casa Blanca.

El Papa y Jimmy Carter

La causa de Davis ha sido respaldada por las firmas de más de un millón de personas en el mundo entero, según la organización de defensa de derechos humanos, Amnistía Internacional. Nombres célebres como el del Papa Benedicto XVI, el ex presidente estadounidense Jimmy Carter, el arzobispo sudafricano Desmond Tutu, se cuentan entre los firmantes. Vigilias y concentraciones en su favor se han escenificado en EE.UU., Europa, América Latina. Si bien no son multitudinarias demuestran un interés global por lo que Richard Dieter, director del Centro de información sobre la Pena de Muerte de EE.UU. considera "el caso de pena capital más grande en al menos diez años".

Negro vs blanco

Algunos señalan lo que describen como la corrupción inherente del sistema de justicia de Georgia, que sin dilaciones culpó a un negro del asesinato del oficial blanco. Sin embargo, en el jurado que sentenció a Davis en 1989 se sentaban siete negros y cinco blancos. Y la actual Junta de Perdones dos de sus cinco miembros son afroamericanos. Pero no se trataría de un asunto de proporcional, sino cultural de un estado en el que hasta hace pocas décadas la segregación racial era política oficial. La única evidencia física que vincula a Davis con el lugar del crimen son unos casquillos de bala pertenecientes a un arma usada horas antes en un robo el que este había participado. El peso del caso estuvo exclusivamente en los testimonios de quienes identificaron a Davis.

Según el Proyecto Inocencia, una organización que trabaja con pruebas de ADN para aclarar casos dudosos, los problemas de identificación de acusados es responsable por el 75% de las sentencias erradas. De esos 273 presos exonerados desde 1990, 17 de ellos estuvieron esperando en el llamado corredor de la muerte un promedio de 13 años. Sólo que en el caso de Davis no hay muestras de ADN con las cuales comparar y saber a ciencia cierta si fue él quien mató a MacPhail.

Castigo merecido

La fiscalía quedó satisfecha con la opinión del juez de distrito William Moore, cuando en junio de 2010 se cumplió con la inusual audiencia ordenada por el Supremo. "Aunque una nueva evidencia arroja alguna mínima duda adicional sobre su sentencia, es mayormente humo y espejos", dijo Moore. La audiencia concluyó que Davis no pudo demostrar su inocencia. Volvió al corredor de la muerte, donde actualmente esperan ejecución 3.251 personas, según datos del departamento de Justicia de EE.UU.

En la acera del frente, la familia del oficial MacPhail, dice querer "cerrar" la herida que dejó la trágica pérdida de Marc. La manera de hacerlo es, para ellos, que se cumpla con la sentencia original. "Eso es lo que queríamos y eso es lo que obtuvimos", dijo Anneliese, la madre del policía asesinado, tras la última decisión de la Junta de Perdones. "Queremos terminar con esto y que él (Davis) reciba su castigo".

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Tomado de BBC Mundo: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/09/110921_eeuu_troy_davis_muerte_cch.shtml