Reforma económica debe incluir a la comunidad

Las prácticas locales pueden generar alternativas económicas sustentables, según especialistas.

La Cátedra de Estudios de la Complejidad se adscribe a la Sociedad Cubana de Psicología. Fundada el 11 de septiembre de 2001, socializa esta forma de entender el mundo y las ciencias en Cuba

La Habana, 30 sep.- La actualización del modelo económico cubano debe incluir otras “formas de gestión que priorizan vías participativas y relacionales, y el empoderamiento” de las comunidades, propuso la socióloga Mayra Espina durante el V Taller Nacional “Sociedad, cultura y naturaleza: integración en la complejidad del mundo de hoy”.

El Estado cubano intenta promover transformaciones socio-económicas de una manera “aún muy atada a un modelo de gestión sustentado en una visión clásica del cambio social”, detalló la experta durante el encuentro promovido por la Cátedra de Estudios de la Complejidad, los días 27 y 28 de septiembre en la capital de la isla.

Entre los decisores persiste la creencia de que los sistemas sociales pueden ser manipulados “desde fuera” y “desde arriba”, indicó Espina en el taller que integró visiones de los más diversos campos del saber, como las ciencias sociales, biológicas, técnicas, las artes y la filosofía.

Esta idea se ha mantenido al implementar los cambios económicos que vive la isla caribeña y hace que este proceso se desarrolle de forma “asistémica” e “incompleta”, opinó la actual investigadora de la sede cubana de la Agencia Suiza para Desarrollo y la Cooperación, en su intervención en el panel “Morfogénesis, intencionalidad y auto-organización social”.
Continue reading

Memoria sindical, racismo y mecánica celeste

Por: Yasmín S. Portales Machado

Estas semanas de junio han sido muy movidas en La Habana, llenas de palabras nuevas, como “afrodescendiente”, y de visitantes entrañables, como Danny Glover. Las cámaras de la TV viajaron a la sede del Centro Juan Marinello, y siguieron los debates que allí se desarrollaron, el aporte de Cuba a la reflexión sobre la diáspora africana que propone la ONU con su “Año Internacional de la Afrodescendencia”. Sin embargo, vale apuntar que no todo lo hecho fue transmitido a millones de espectadores a través del lente -a veces indiscreto- de Cubavisión y Cubavisión Internacional, por eso quiero compartir mi experiencia con este asunto. Sucedió así: el martes 14 de junio me bajé de la ruta 8 frente al viejo Convento de San Francisco y caminé a la sede del Instituto Cubano de Antropología (ICAN).

Petroglifo de un Cemí taíno, símbolo del ICAN

Como seguidora de las propuestas del Observatorio Crítico -una red de intelectuales cubanos anticapitalistas bajo la sombrilla de CLACSO-, sabía que esa mañana estaba programada la tercera acción del ICAN en 2011 para promover el debate sobre el legado africano en la cultura cubana. Me perdí en enero la lectura crítica de la Letra del Año, y en mayo el III Coloquio Internacional sobre Investigaciones de las Religiones Afroamericanas, esta vez no dejaría pasar la oportunidad. Mientras subía desde la Plaza de San Francisco, esperaba llegar a tiempo para esta, la tercera y casi desconocida acción, que coincidía en tiempo con el amplio programa del Ministerio de Cultura. El anuncio publicado en la web y que circulara por correo electrónico anunciaba las intervenciones de la Dra. Angelina Rojas, el hermano Tato Quiñones —de la Cofradía de la Negritud—, y los investigadores del centro Mario Castillo y Dmitri Prieto —estos dos también coordinadores— en el panel “Afrodescendencia y movimientos obreros en Cuba”. Con el objetivo de analizar los cruces entre el desarrollo del movimiento sindical y el papel de varios líderes afrodescendientes de Cuba durante los siglos XIX y XX.

Según declaró Mario Castillo al iniciar reunión, poco se ha analizado en Cuba el movimiento de afrodescendientes –con sus expresiones culturales, políticas y asociativas específicas– en relación dinámica con el movimiento obrero. Abundan los especialistas de uno u otro campo, pero no los acercamientos que pongan en el punto de mira el intercambio de influencias, los impactos de la lucha antirracista en el desarrollo del sindicalismo cubano o el aporte de las experiencias asociacionistas de los afrocubanos en la lucha por los derechos laborales y las iniciativas culturales de los sindicatos cubanos. Para señalar el lastre que genera esa separación metodológica se decidió tomar de ejemplo las vidas de tres insignes afrodescendientes cubanos: Aracelio Iglesias, Alfredo López y Pablo Lafargue.

La primera intervención correspondió a la Dra. Angelina Rojas, quien trazó un panorama general de las lógicas en la violencia política de las décadas tercera y cuarta del siglo XX, cuando el enfrentamiento a las dictaduras de Cuba se complicó por la división interna del movimiento popular, promovida desde los medios de prensa de la derecha. Uno de esos casos fue el asesinato de Aracelio Iglesias, atribuido a los líderes del Partido Comunista. En medio de tal ambiente, la retórica racista tenía mucho peso, ya que un número importante de líderes sindicales eran negros o mestizos, personas de la más humilde extracción social e insobornable ética.

Para enfrentar ese asunto de modo específico, explicó Rojas, se intentó negar el aporte de las personas afrodescendientes a la gesta emancipadora. Un ejemplo de esos gestos fue la negativa de los funcionarios del Ayuntamiento de Santa Clara a colgar un retrato de Antonio Maceo en la galería de los próceres, por el color de su piel, medida que derogaron sindicalistas, comunistas y organizaciones de personas negras en acción conjunta. Otro recurso de la reacción fue organizar el Ku Klux Klan cubano. Este grupo de supremacía fue tolerado por las autoridades hasta que la violencia cobró la vida de un hombre mestizo de Santa Clara —alegaron sus asesinos que había cruzado el límite del Parque Vidal que separaba el sector blanco del sector negro. Para la compañera Angelina, además, es imperativo estudiar esos intercambios entre lucha antirracista y movimiento obrero de modo que recuperemos en la conciencia colectiva aquello que nos une como nación multiétnica.

Al intervenir en el panel, Tato Quiñones optó por compartir con la audiencia parte de la leyenda de Aracelio Iglesias, líder del sindicato marítimo-portuario en la capital de Cuba, en los años veinte y treinta del siglo pasado. Quiñones explicó —a modo de prólogo— que estos recuerdos se han transmitido de forma oral y así los aprendió él, descendiente de obreros del puerto, pero la decadencia de la Bahía de La Habana como espacio económico, ante el auge de El Mariel, ponen en peligro la memoria.

Aracelio Iglesias (La Palma, Pinar del Río, 22 de junio de 1901) vino desde los doce años a vivir a Regla y trabajar en el puerto de La Habana. Ascendió en la dirección del sindicato marítimo-portuario por su honestidad y hombría a toda prueba, lo que le permitía enfrentarse a gobernantes, dueños de muelles y obreros por igual. Contexto complejo, porque en esos años los miembros de la Sociedad Abakuá controlaban el trabajo en los muelles de La Habana y repartían los escasos puestos entre sus hermanos de sociedad. Iglesias no era miembro de la hermandad, pero con el uso sistemático y coherente del debate político —la Asamblea de Trabajadores tenía la última palabra— y la lucha contra las divisiones internas, logró romper este monopolio en beneficio de la clase obrera sin distinciones de raza, credo religioso o político. Fue así como con su dirigencia se implementó la “Lista rotativa”, para garantizar el acceso regular de todo estibador inscrito en la misma a los turnos de trabajo de los muelles. A quienes trataban de violar el sistema, amparados en la guapería, Aracelio personalmente los lanzaba al mar. También en esos años creció el nivel organizativo y de gestión del sindicato marítimo-portuario, hasta mantener un consultorio médico, una escuela y un sistema de seguros de vida que —en caso de muerte por accidente de trabajo— entregaba a la familia del obrero 1000 pesos (década de 1940) y corría con los gastos funerarios. El ejemplo de este hombre, explicó Tato en sus conclusiones, es importante porque demuestra que los dirigentes sindicales no se construyen en escuelas, sino desde la base. Aracelio devino comunista tras enfrentarse a la discriminación y liderar hombres en sus luchas laborales. Conocía el puerto y sus trabajadores le conocían a él, por eso podía lanzar a un Abakuá al mar sin miedo, si la causa era justa.

El 17 de octubre de 1948, Aracelio Iglesias fue asesinado por la espalda en la sede del sindicato marítimo-portuario, mientras esperaba para una reunión ordinaria.

La tercera exposición fue de Mario Castillo, para referirse al ejemplo de Alfredo López, líder del sindicato tipográfico en las primeras dos décadas del siglo XX. López experimentó la miseria desde pequeño, pues sobrevivió a la Reconcentración de Weyler (impuesta por el gobierno español durante la guerra anticolonial de 1895-98) en el pueblo de Sagüa la Grande, junto a su madre y hermanos —el padre había marchado al exilio, perseguido por su apoyo a la causa independentista—, también la discriminación racial, pues era mestizo y sus padres no estaban legalmente casados. Al integrarse al sindicato tipográfico en La Habana, la organización se encontraba en crisis, a pesar de que se trataba de una asociación de integrantes de amplia cultura —en esa época había que leer página a página para componer las páginas de metal—, pues los recursos organizativos del siglo XIX colonial no funcionaban en la república. Alfredo López sería pronto respetado por su carácter serio y formal y porque introdujo soluciones que permitieron la integración de las nuevas dinámicas laborales y la defensa de los derechos del gremio. ¿Cómo se le ocurrió? El joven era discípulo del hoy poco recordado Margarito Iglesias, de quien aprendió los métodos de las “sociedades de color” y de las organizaciones anarcosindicalistas. Esos mecanismos organizativos y de acción política los puso en ejecución de modo crítico para promover la lucha obrera.

Margarito Iglesias no era el único afrodescendiente que impactaba la esfera pública cubana en los años 1890-1910, recordó atinadamente Mario Castillo. Sin dudas las polémicas entre Martín Morua Delgado, Juan Gualberto Gómez, Marcelo Salinas y Rafael Serra —por citar algunos— sobre cómo, cuándo y dónde intervenir para la lucha contra la discriminación racial, influyeron en Alfredo López y otros líderes afrodescendientes de la primera mitad del siglo XX.

Una de las acciones de impacto más duradero que lideró Alfredo López fue la creación de la Universidad Popular “José Martí”, en colaboración con el líder estudiantil Julio Antonio Mella. Este proyecto docente no era solo reflejaba la lógica de construir la cultura propia de los proletarios –base del anarcosindicalismo–, sino que el proyecto demostraba la pertinencia de crear alianzas, en este caso entre anarquistas y comunistas, entre obreros y estudiantes, en la construcción de espacios que beneficiaran a las clases desposeídas. Además de defender a su sector, este joven fue uno de los fundadores de la Confederación Obrera de La Habana, lo cual daba fuerzas al pujante movimiento sindical de la capital. El secuestro y asesinato de Alfredo López en 1927, sus restos se recuperaron en una fosa común tras la caída de Machado en 1933, es la prueba más elocuente de su poderosa influencia entre la clase trabajadora de ciudad. Por desgracia, poca o ninguna bibliografía hay disponible sobre este joven, pero siempre se puede consultar la biografía de Olga Cabrera Alfredo López, editada por Ciencias Sociales en 1985.

El último de los ponentes fue Dmitri Prieto, conocido de los lectores cubanos por su libro Transdominación en Haití (Ciencias Sociales, 2010). Su intervención se refirió a un cubano que apenas hizo política aquí, pero cuya historia de vida es muy significativa: Pablo Lafargue, escritor, líder sindical y político marxista nacido en Santiago de Cuba en 1842, mestizo descendiente de franceses que vinieron a Cuba huyendo de la Revolución Haitiana. Aunque mucha gente conoce a Pablo sobre todo por su filiación familiar –se casó con una de las hijas de Carlos Marx, Laura–, lo cierto es que era un intelectual y líder sindical importante a fines de la sexta década del siglo XIX en Francia, y discípulo de Proudhon, uno de los teóricos del anarquismo. Con esa condición es enviado a Londres, como representante galo en la Primera Internacional, allí conoce a su futuro suegro. El intercambio de ideas con Marx –y la pasión por su hija– le deciden a permanecer en Gran Bretaña, poco a poco asume el marxismo como ideología y llegará a ser hombre de confianza del autor de El Capital.

Lafargue hizo una asimilación apasionada y profunda del marxismo, lo que le permitió producir un texto tan singular como El derecho a la pereza, primer análisis crítico que se enfrenta a la tradición industrialista del marxismo “clásico”, que en esa época era el único. En ese ensayo, él desmitifica el valor del trabajo y señala su carácter empobrecedor si sus mismas categorías no son transformadas, si el trabajo no se convierte en una opción, tan legítima como la pereza.

El otro rasgo que Dmitri señaló como valioso para Cuba, es el desarrollo de la relación de Lafargue con la familia Marx. Citando fragmentos del libro Textos escogidos (Ciencias Sociales, 2007), Prieto demostró cómo el intercambio epistolar refleja los prejuicios de las personas involucradas: el suegro usa a menudo términos racistas para calificar el carácter del joven prometido, pero esa actitud cambia en la medida que los lazos se estrechan. El ejercicio de descolonización en las relaciones entre el sabio alemán y el afrodescendiente caribeño, deviene ejemplo de cómo enfrentar las reservas que la diferencia de culturas puede generar.

En el debate que siguió a las cuatro intervenciones, integrantes del público llamaron la atención sobre la diferencia entre los líderes sindicales de principios del siglo XX y los dirigentes sindicales contemporáneos. Nuestro tiempo se llena con discursos y acciones lastradas por el formalismo, lo cual aleja a los colectivos laborales y desprestigia los espacios de debate obrero, de suma importancia en una sociedad socialista. Resumo aquí la intervención de Tato Quiñones, pues me parece que recogió la mayor parte de las inquietudes expuestas: Estos hombres transformados en leyenda (Aracelio Iglesias, Alfredo López, Jesús Menéndez) demuestran que el carácter de la lucha gremial no admite directivos formados en probeta —como ya señaló el Presidente Raúl Castro en el reciente VI Congreso del PCC—, sino que exige líderes salidos de la base, que conozcan las necesidades del colectivo, sus características humanas y que sean conocidos y respetados por sus electores. En los últimos veinte años, por desgracia, la crisis económica golpeó de modo especial a la clase obrera, la cual ha sido diezmada –Cuba produce mucho menos y se concentra en el sector de los servicios– y corrompida por la pérdida de valores, de modo que la conciencia de clase desapareció. El movimiento sindical se ha burocratizado y es como una guagua con la caja de velocidad trabada en reversa.

Al final no nos pusimos de acuerdo en cómo destrabar la caja de velocidades sindical, pero quedó abierta la participación a la cuarta acción del ICAN por el “Año Internacional de la Afrodescendencia”: El miércoles 20 de julio a las 10 a.m.: se estrenará el documental Osha Niwe, sobre el desaparecido Lázaro Ross, gran Akpwon de la música de origen africano en Cuba. ¿Volvemos a discutir de mecánica con fondo de tambores?

Publicado el 17 de julio de 2011 en CubaLiteraria: http://www.cubaliteraria.cu/articulo.php?idarticulo=13244&idseccion=25

Hacer Revolución en la Cuba de hoy (II)

Dmitri Prieto entrevista a Pedro Campos Santos

Havana Times continua con su entrevista con Pedro Campos Santos. Perucho pertenece a un colectivo informal denominado SPD (Socialismo Participativo y Democrático) que desde ya unos años se ha dedicado a promover el camino socialista para la Cuba del futuro y del presente. Un camino socialista basado en la autogestión social con libertad para todas las personas que de ella forman parte; un socialismo en una República con todos y para el bien de todos. como lo quería José Martí.

HT: ¿Qué puedes decirnos de los espacios de debate en nuestra sociedad hoy? Académico-político-ciberespacial-en la vida cotidiana-en las reuniones de organizaciones de masas

PC: Existen espacios muy limitados. Nos han invitado a algunos espacios oficiales como la revista Temas, el Centro Cultural Juan Marinelo y la revista Criterios, pero los centros académicos oficiales tratan de excluirnos, sin lograr que en su propio seno surjan y se desarrollen compañeros con pensamientos iguales o semejantes.

Hemos participado en los debates abiertos por la dirección del Partido. Muchos que comparten nuestras ideas son militantes del Partido y la UJC y en sus núcleos y Comités de Bases las presentan. También las reuniones del Poder Popular o los CDR, son espacios que hemos utilizado asiduamente. Participamos en la red Observatorio Crítico y desde luego donde más hemos podido actuar es en el ciberespacio, aún con muchas limitaciones, escribiendo en páginas internacionales de izquierda y divulgando artículos por la intranet.

Junto con Miguel Arencibia, Félix Sautié y Félix Guerra y otros compañeros fundamos la Sección Cuba en Kaosenlared en el 2007 y a solicitud mía, en esa Web se abrió la sección Debate Socialista, en función de las discusiones del VI Congreso. Colaboramos activamente en otras páginas latinoamericanas de Centro y Sur-América y nuestros artículos han sido publicados en prácticamente todas las páginas de la diversa izquierda internacional en español y sabemos también de varias webs en inglés que nos publican, algunas asiduamente como Havana Times.

Muchos de nuestros artículos han sido publicados en la prensa escrita de la izquierda. Durante un tiempo estuvimos editando el boletín SPD, pero las dificultades para acceder a Internet por la acción oficial que nos ha ido cerrando esas posibilidades y la aparición de otros boletines como el Compendio del Observatorio Crítico, Desde la Ceiba e IDS (Izquierda Democrática y Socialista), que comprenden nuestras inquietudes, publican nuestros escritos y compensan nuestros déficits de acceso y posibilidades, nos llevaron a suspenderlo.

Otras razones básicas se explican en la propia nota del SPD 71 [la nota suspendía
la publicación de ese boletín electrónico – DPS]
. Tampoco queríamos atiborrar los limitados correos de intranet con repeticiones innecesarias. No nos interesa un protagonismo particular. De demandarlo la situación, volvería a editarse.

HT: ¿Qué importancia tienen para ti los espacios del alter-mundialismo, los debates globales sobre el futuro del planeta, la solidaridad con causas que aparentemente no nos tocan el bolsillo pero están ahí, en nuestros corazones? ¿Cómo el pensamiento y la obra de gente como tú se insertan y pueden contribuir a todos esos movimientos? ¿Puedes mencionar a algúno/as activistas o colectivos que hayan ayudado en tu trabajo o hayan recibido solidaridad de Uds.?

Desde luego que [SPD] nos insertamos y somos parte de esa tormenta de ideas contemporáneas que son los movimientos sociales y altermundistas, asociados a la búsqueda de soluciones a los graves problemas que afronta la humanidad, especialmente los problemas del medio ambiente, la exclusión y discriminación por distintas razones, la promoción de formas de vida e intercambio solidarios, -más allá del llamado internacionalismo proletario-, la pobreza y en general a los problemas derivados de un mundo lastrado por el trabajo asalariado y su consecuente división clasista y jerarquizada que engendra, naturalmente, el menosprecio y la discriminación de los poderosos sobre los diferentes.

Contribuimos, como podemos a pesar de limitaciones y prohibiciones, con ideas y acciones concretas, participando en espacios de debates y con intentos no siempre logrados de economía solidaria, apoyando el cooperativismo no solo en Cuba, brindando y practicando nuestra humilde solidaridad a los grupos que en Cuba y en cualquier parte del mundo son discriminados por cualquier causa, sea racial, de sexo, sector, política, lugar de residencia, etc.

Internacionalmente hemos recibido la solidaridad de grupos de la amplia izquierda, asociaciones, instituciones, movimientos políticos, órganos digitales de izquierda, cooperativas y partidarios del cooperativismo y la autogestión de los trabajadores y de organizaciones políticas latinoamericanas, norteamericanas y europeas fundamentalmente.

Hemos sido invitados a muchos eventos internacionales, lo cual es también una forma de solidaridad y nuestros artículos han sido traducidos y publicados en América y Europa en infinidad de revistas y otros ciberespacios. También han aparecido en la prensa plana. Existe en general una repercusión amplia de cuanto escribimos y publicamos en internet.

Algunos órganos calificados de centro y derecha, nos han citado parcialmente y alguno hasta ha publicado algún artículo nuestro, pues lógicamente no comparten nuestras estrategias, aunque coincidan con algunas de críticas nuestras. Nuestros escritos están libres de ser citados íntegramente o por partes, nada cobramos por lo que publicamos. Ojalá y todos los órganos, aunque sean de derecha nos publicaran. El uso de la prensa burguesa por los revolucionarios, siempre ha sido parte del arsenal político de la izquierda. Así lo demuestra la historia de la propia revolución cubana.

Cooperamos con la amplia red nacional Observatorio Crítico-Foro Social Cubano a quien damos y de quien recibimos acciones solidarias. Igual podemos decir de la Cofradía de la Negritud. Hemos criticado abiertamente la represión y el encarcelamiento de cubanos, cuyas ideas políticas no compartimos totalmente, pero cuyos derechos a la libertad de pensamiento, expresión y asociación sí defendemos, como los de todos los demás cubanos.

Nos oponemos a las acciones violentas, desde cualquier ángulo. Hemos firmado documentos internacionales de apoyo a causas justas y populares en todo el mundo, hemos condenado las acciones represivas contra revolucionarios hermanos latinoamericanos y hemos dedicado especial atención a la solidaridad con los 5 compañeros presos en EE.UU. por combatir el terrorismo. Un aspecto destacado en nuestra acción teórica y práctica, ha sido el enfrentamiento a las acciones imperialistas enemigas contra la revolución cubana y contra el movimiento revolucionario internacional.

Estamos muy preocupados y observamos detenidamente los acontecimientos en América, del Sur, en el Medio Oriente y en Europa. Rechazamos todo tipo de intervención extranjera para resolver los problemas internos de cada país. Especialmente el papel de gendarme internacional del imperio, auto-abrogado por EE.UU. y la OTAN. No desconocemos el precio de las agresiones y del bloqueo imperialista, ni las limitaciones que impone a cualquier modelo socialista y hacemos énfasis en la necesidad de desmontar lo que pueda justificar y favorecer esos planes contra nuestro país. La lista de personas, grupos o instituciones que nos han brindado solidaridad o la han recibido de nuestra parte, sería muy larga.

HT: ¿Cómo ves la revolución del futuro? ¿Cómo en tu opinión un pueblo como el cubano ha logrado todos estos años y puede seguir logrando un enfrentamiento a un país tan poderoso como EE.UU.?

PC: La revolución social, en sentido marxista, no es un acto, sino una sucesión de movimientos económicos, políticos y sociales. La revolución política que lleva solo a un cambio de gobierno, puede o no desembocar en revolución social, si conlleva cambios determinantes en las relaciones de producción.

La nueva revolución social mundial en curso, que tiene como protagonistas a los trabajadores libres asociados, viene realizándose desde el siglo XIX, marcada por los pensadores que sistematizaron las ideas de la socialización de los medios de producción y la democratización de la vida política. Y no me refiero a Marx solamente, sino a una pléyade de ideólogos de diversas nominaciones que, todas anticapitalistas, han aportado al acervo revolucionario moderno.

Ubicaría su inicio por la Comuna de Paris en 1871, pues desde entonces el proceso revolucionario mundial se viene desarrollando, aunque quizás algunos no lo perciban así, a partir de la búsqueda de una participación decisoria de los trabajadores en los procesos de producción y reproducción de su vida material y espiritual.

Se presenta en las propias transformaciones económicas que se vienen produciendo en el seno de los países capitalistas hacia formas de producción con una mayor participación de los trabajadores en la propiedad, las decisiones y las utilidades de las empresas; en los espacios comunales donde los trabajadores y el pueblo toman decisiones sobre presupuestos participativos; en los procesos de democratización de las sociedades burguesas, donde movimientos reivindicativos de los intereses generales de los trabajadores y los pueblos, llegan al gobierno o a partes del mismo; en las revoluciones políticas en países dominados por tiranías burocratizadas o gobiernos corruptos, en los cuales movimientos masivos populares imponen procesos de democratización de la vida política.

Un aspecto de gran trascendencia en la revolución contemporánea, es la socialización de la información y el conocimiento, que tienen lugar gracias a las modernas técnicas de la comunicación y la computación que cada vez más se extiende en todas partes. Por eso, consideramos a Internet un medio revolucionario de la mayor importancia, a pesar de sus limitaciones.

Todo ese conjunto y otras formas del movimiento social, económico y político que sería largo describir, es lo que tiende a la nueva sociedad, que en cada país, con sus particularidades, se va desarrollando en forma sinuosa y en espiral, a contrapelo de las fuerzas que pretenden mantener el status quo y la concentración y centralización del poder económico y político.

El proceso se viene realizando en el seno de la sociedad capitalista y primordialmente de forma pacífica. Cuando ha habido violencia, que no solo es armada, es porque la reacción ha sido la primera en acudir a ella. Todos aquellos que promuevan cambios en dirección a la democratización y socialización de la vida política económica y social, son, a mi juicio, los sujetos del cambio revolucionario moderno. Todos los que se opongan, comportan las fuerzas de la contrarrevolución a escala universal.

Cuba no está ajena a ese movimiento revolucionaria mundial. Aquí existe un proceso de democratización y socialización que se inició claramente con el triunfo de la revolución política de 1959. ¿Que ha sufrido periodos de estancamientos prolongados? Es cierto, pero las fuerzas revolucionarias no han dejado de estar presentes, no han sido derrotadas, ni han dejado de luchar por avanzar. Y esas fuerzas han estado tanto en el gobierno, donde no siempre han predominado, como fuera de él.

En Cuba una revolución auténtica y autóctona, antiimperialista, aunque con grandes déficits democráticos y socializadores, se ha venido desarrollando con apoyo mayoritario del pueblo. Ese apoyo ha ido variando porque el proceso revolucionario no se mueve siempre en la misma dirección. Algunos lo confunden, por interés o desconocimiento, con el gobierno, el partido o los dirigentes, por lo cual a veces pareciera que la revolución cubana murió o está a punto de perecer.

El proceso sigue avanzando por debajo de la superficie visible, en las mentes y en los corazones de muchos cubanos y en el propio desarrollo de nuevas formas de asociación para producir y convivir que la gente hace por voluntad propia. Ahora el VI Congreso acaba de aprobar la extensión del cooperativismo. Es un paso. Su importancia real depende de la ley que se apruebe y de las facultades y libertades que se le permitan. Pero ha sido un logro, aunque modesto, de todos los partidarios de las nuevas formas socialistas de producción.

Que el cooperativismo se extienda, se integre y conduzca a la autogestión socialista, ya es tarea que debemos continuar. Apoyamos los cambios positivos. Que el proceso revolucionario pueda enfrentar las políticas imperialistas, sean de cerco o acercamiento y penetración y derrotar a las fuerzas retrógradas y antidemocráticas a su interior, más peligrosas que el propio vecino del Norte, depende de sus avances en la socialización y democratización de la vida económica y política, como hemos estado planteando. La inercia o las grandes privatizaciones reales o encubiertas, llevarían a Cuba a atarse de pies y manos al capital internacional y a frenar y a revertir el proceso revolucionario.

HT lo leen mucha gente en muy diversos lugares del mundo. ¿Qué quisieras decirles? Sobre todo, ¿qué deseas decirles a aquello/as que han depositado en Cuba sus esperanzas para otro mundo mejor?

PC: Que ese otro mundo mejor es posible y Cuba deberá ser parte de ese mundo. Que lo sea, que lo logremos, o que las fuerzas retardatarias y reaccionarias se impongan dependerá de la lucha que se sostenga, de la inteligencia con que se conduzca, del apoyo que tenga interna y externamente. No es inexorable el retorno al capitalismo privado.

La solidaridad internacional contra el bloqueo imperialista es importante. Pero la izquierda internacional ya sabe que la solidaridad con el pueblo cubano es más amplia y compleja y que si debe apoyar, también hay cosas que criticar, critica que no va en desmedro del proceso revolucionario, sino a su favor.

Cuba es un todo, con muchas partes. En Cuba el desastre del socialismo copiado del real neo-estalinista, ha servido para distanciar a buena parte del pueblo de las ideas originales del socialismo revolucionario, marxista. Aquí, como en casi todas partes, antes y ahora, el anticomunismo. en verdad ha sido alimentado por las políticas de corte neo-estalinistas del socialismo de estado.

Esencialmente ha sido anti-estalinismo. La gente rechazaba y rechaza ese socialismo tergiversado, de corte estatal-totalitario, ese que se ha conocido, cercenador de todos los derechos, marcado por los desvaríos autoritarios, desde Stalin. Son ganancias que se concedieron a la reacción y eso hace la batalla más difícil.

El XX Congreso del PCUS criticó los excesos de Stalin, pero no fue capaz de derrotar ideológica y políticamente al estalinismo. El socialismo marxista y revolucionario, cuya esencia es democrática y autogestionaria, cuando es conocido, es fácilmente aceptado, incluso por personas que el gobierno/partido considera disidentes o desafectas.

Lo he comprobado personalmente en intercambios con trabajadores, intelectuales y profesionales que rechazan el socialismo de estado. Recuperar a los que dejaron de confiar en el socialismo, es una de las tareas más complejas e importantes para evitar el desastre al que nos lleva el estatalismo.

Les digo que en Cuba hay reservas revolucionarias para evitar el derrumbe y que no den por perdida la posibilidad del avance al socialismo en Cuba. Si así fuera, el golpe al movimiento revolucionario internacional actual sería demoledor. Y los responsables principales no serían el imperialismo y sus acólitos. sino la incapacidad de los revolucionarios para hacer lo que corresponde.

Y eso, lo expresaron con sus propias y específicas palabras, Fidel en el 2005 y recientemente Raúl. La única batalla que se pierde es la que se abandona.

HT: ¿Y a lo/as jóvenes cubano/as?

PC: Cuando joven me molestaba mucho que trataran de manipularme. Hoy me río. No les propongo nada en concreto. Que hagan lo que entiendan que deban hacer, que hagan su vida, a su manera, como la hicimos nosotros. Que escuchen a todos y que hagan lo que les parezca. Es la vida misma, la lucha, la que irá enseñándoles y marcando el camino.

Publicado en Havana Times.

Hacer Revolución en la Cuba de hoy

Dmitri Prieto entrevista a Pedro Campos Santos

Pedro Campos durante el IV Foro Social Observatorio Crítico, San José, 2010

HAVANA TIMES, 25 junio Para muchos en Cuba, Pedro Campos Santos no necesita presentación. Sin embargo, para la mayoría de los cubanos y cubanas probablemente es todavía un desconocido. Lástima. Consecuencia de la falta de flujos horizontales de información e ideas.

Perucho pertenece a un colectivo informal denominado SPD (Socialismo Participativo y Democrático) que desde ya unos años se ha dedicado a promover el camino socialista para la Cuba del futuro y del presente. Un camino socialista basado en la autogestión social con libertad para todas las personas que de ella forman parte; un socialismo con todos y para el bien de todos. como lo quería José Martí.

Hemos logrado esta entrevista exclusiva con Perucho, donde nos relata detalles de su interesante biografía y las razones de su compromiso político, así como algo sobre sus compañeros de SPD.

HT: Perucho, perteneces a una generación que participó directamente en los cambios radicales ocurridos en Cuba después del 1959. ¿Qué significa para ti ser revolucionario?

PEDRO CAMPOS: Cada momento histórico demanda una actitud específica de los revolucionarios. En 1953-58, en Cuba, se trataba de luchar contra la dictadura de Batista, por la restauración democrática. En los primeros años, después del triunfo de la revolución política de 1959, la lucha era por la consolidación de lo alcanzado, la revolución cultural, el traspaso del poder real el económico- y el político/decisorio a los trabajadores y al pueblo y por las transformaciones socioeconómicas de base, que hicieran posible el avance al socialismo, época en que ya empezaron las desviaciones estatalistas y centralizadoras.

Hoy, metas básicas de esa etapa siguen pendientes, por lo que se trata -a mi juicio- de impulsar, por todas las vías posibles el proceso de democratización y socialización de la vida política y económica del Pueblo cubano.

La revolución del 59 nos liberó de la tiranía de Batista, estatizó la propiedad, toda, de los capitalistas, cubanos y extranjeros, grandes, medios y pequeños, concentró y centralizó, aún más el capital; pero en manos del estado y centralizó también las decisiones políticas. Se creía que eso era socialismo. Continue reading

Chino en Cuba, cubano en China (I)

Entrevista con Julio Tang por Dmitri Prieto Samsónov

HAVANA TIMES, 16 junio — La globalización no comenzó ayer; Cuba desde hace 500 años es un territorio permeable a los flujos globales. Julio Tang es uno de quienes son parte de la diáspora china en la Isla. Es historiador, profesor de idioma chino, promotor cultural y activista social.

En la foto: Julio Tang (J.) y Dmitri Prieto (D.) en el Primer encuentro “Observatorio Crítico” (2006)

Siempre me fascinó su cuidadoso interés por aprehender pieza por pieza la cultura de aquella lejana tierra de sus ancestros, que ha combinado con una profunda crítica de las recetas del modelo socio-económico chino, tan populares hoy en algunos segmentos de la intelectualidad cubana.

Conocí a Julio hace unos años, mientras incursionábamos en ese activismo de la izquierda crítica que cada vez se vuelve más imprescindible en Cuba. Por buena fortuna, Tang tuvo la oportunidad de viajar a China a estudiar, como parte de una colaboración intergubernamental. No sólo ha profundizado sus conocimientos en el ámbito académico, sino también incursionó en lo que Marx llamó praxis: por un tiempo fue parte del proletariado chino de hoy, sobre lo que escribió reveladoras reseñas etnográficas. Hoy es “nuestro hombre en China.”

Raras veces se tiene oportunidad de conocer a un investigador tan preciso y audaz, concentrado en conocer cómo opera una de las culturas humanas ancestrales directamente “en carne propia.” Por ello decidí entrevistar “a distancia” a este joven activista y estudioso, quien para unos cuantos cubanos de hoy es una privilegiada fuente “de primera mano” a la hora de conocer los detalles del controversial modelo chino. Continue reading

José Martí: el héroe disidente

 

Por Dmitri Prieto Samsónov

El 19 de mayo se conmemoró otro aniversario de la caída de José Martí en Dos Ríos (Cuba, 1895). El apóstol cubano acababa de arribar a la isla después del largo destierro, y –a pesar de que nunca antes había participado en acciones de guerra, aunque fue un gran estudioso de la historia militar- se involucró en el primer combate que tuvo cerca, resultando muerto por balas españolas en meros minutos.

Horas antes, los líderes militares de la guerra anticolonial le habían otorgado a Martí los grados de Mayor General.

La TV cubana transmitió un interesante documental sobre la muerte de Martí. Es un asunto que siempre fue algo misterioso, además de trágico y fatídico para la historia nacional. Resulta poco comprensible cómo un hombre de inteligencia excepcional, gran pensamiento estratégico, compromiso absoluto con la causa cubana y dotado de tremenda capacidad para lo que hoy llamamos relaciones públicas, se decidiera a arriesgar su vida de manera tan extraña.

Sabemos que muchos intelectuales y ciudadanos comunes aún hoy lamentan esa rara muerte, casi acusando en sus adentros a Martí de irresponsable. ´Debería haberse quedado ese día en el campamento´ -piensan- ´y quizás después incluso salir nuevamente del país, para continuar haciendo política a favor de Cuba´. Pero Martí, evidentemente, tenía otros criterios sobre lo que significa ser un político responsable. Continue reading