Sábado 27, a partir de las 18.30 en el local de Rompe el Círculo, Plaza del Turia 9, enfrente del Metro de Hospital de Móstoles
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Diálogo social vs. Verdades absolutas.- El camino posible de la construcción de la sociedad martiana con todos y para el bien de todos.
Por Ovidio D´Angelo Hernández
Seguramente los defensores de posiciones a ultranza aducirán que las condiciones históricas y sociopolíticas, el grado de “madurez” de la sociedad, las “condiciones” generales, etc. son diferentes en la Venezuela y la Cuba de hoy y, más allá, la aseveración de la construcción del socialismo de acuerdo a las condicionas propias, al parecer sensata, se levantarán como valladares defensivos para no “cambiar lo que deba ser cambiado” –uno de los conceptos definitorios de Revolución del líder histórico cubano.
Después del estrecho margen en que ocurre la victoria chavista en Venezuela y, al quedar claro que la mitad de los votantes no son solo burgueses o confundidos, parece ejemplar la posición del nuevo presidente Maduro acerca de la necesidad del Diálogo –así con mayúsculas- directamente con todos los sectores de la nación, con los sectores populares que votaron en contra, con los partidos y movimientos de todos los colores políticos, en el afán de crear la unidad posible en la diferencia, de todo el país. Maduro llamó –en su toma de posesión- a ese diálogo profundo para cambiar y rectificar los errores de política y la toma en cuenta de las necesidades no cubiertas de la población, para considerar la voz de cada uno, más allá de que se persista respetuosamente en las posiciones ideológicas existentes.
Emerge en América Latina una posición democrática dispuesta al consenso para mantener los principios de una sociedad más justa, equitativa, de bienestar colectivo y participación popular; lo que se ha dado en denominar nuevo socialismo, revolución ciudadana, etc., tendiente a eliminar todas las formas de explotación, pero de cara a las realidades y necesidades de los actores sociales del presente.
Ante el escenario ciertamente difuso de la realidad cubana, matizado por declaraciones oficiales afirmativas del socialismo vs. relaciones sociales, prácticas y subjetividades que van por diversos caminos inciertos o reproductivos del orden social, político y económico ya gastado e ineficiente y desmovilizador de conciencias emancipatorias:
¿No sería suficiente el aprendizaje del proceso venezolano –ecuatoriano, boliviano, por añadidura- para que se rectificara, de una vez –por sobre la inercia de concepciones y mentalidades obsoletas- el camino hacia una democratización participativa popular amplia y creación de una ciudadanía emancipatoria más allá, incluso, de los mecanismos de “democracia” formal y manipuladora de la sociedad “occidental” actual?
En mi opinión, el Diálogo de toda la nación cubana –de los cubanos de buena voluntad (quizás excepción de “todos” martiana)- es cada vez más urgente, inevitable y crucial, la única salida madura para el avance de la sociedad hacia una nueva construcción emancipatoria, a pesar de los riesgos que se afronten.
Incluso, porque llama la atención de que se está elaborando una propuesta de “reforma” de la Constitución, en la que no se ha explicitado cuales van a ser los pasos a seguir para que la población, amplia y democráticamente se exprese, difunda y debata públicamente las diversas posiciones y se argumenten sus claves definitorias a la luz de los nuevos constitucionalismos latinoamericanos y otras aportaciones actuales. Lo demás sería quedarnos en el maquillaje manipulador del Documento-Ley Fundamental que regirá nuestra vida social, económica y política hacia adelante.
Es algo que no podemos permitirnos porque daría, finalmente, al traste con lo positivo logrado en el período revolucionario y el peligro, a la larga, de reversión total e involución hacia estadios prehistóricos inaceptables.
La teología de Francisco es la de Amós, más que la de Marx
Icono Cristiano-ortodoxo del Profeta Amós
Por Juan Arias
“El papa es más de gestos y símbolos, de ejemplos personales, de denuncias al poder, que de defensa de ideologías ultrapasadas”
A casi un mes de pontificado, los teólogos de la liberación andan un tanto desconcertados con el papa Francisco. ¿Pueden considerarlo o no como uno de ellos? De hecho las preguntas más inquietantes acerca del nuevo papa, el primer latinoamericano, cuna de la Teología de la Liberación, se refieren a su teología.
No es fácil encuadrar la ideología religiosa de Francisco. Los teólogos de la liberación, incluido Leonardo Boff, máximo exponente de dicha teología en América Latina, lo han recibido con un aplauso. Por ahora. Otros mantienen aún sus dudas. Lo cierto es que cada papa ha expresado un tipo diferente de teología. Ha habido papas tridentinos, tomistas, agustinianos, aristotélicos, enrrocados más en la teología que se elaboró tras haberse echado la Iglesia en manos del Imperio Romano y haber heredado de él pompa y poder, que en la teología pura y llana del evangelio. Que fue la de Francisco de Asís.
Las teologías de laboratorio, que mal rozan lo social se pierden en las famosas discusiones bizantinas y medievales, como la que pretendía saber si los ángeles tenían sexo.
La teología de Jesús de Nazareth fue doble. Con los pobres usó la teología de la felicidad: no soportaba su dolor ni les pedía que se lo ofrecieran a Dios para ganarse el cielo. “Curaba a todos”, dicen los textos sagrados. Y a los muertos los resucitaba. Multiplicaba el vino en las bodas para que siguiera la alegría y no imponía ayunos y penitencias a sus discípulos como hacía Juan Bautista. Con los poderosos, su teología era diferente. Usaba con ellos la teología de la “denuncia y del ejemplo”. Gritaba al rey “No te es lícito”. Y decía a los suyos: “Los que se visten de seda están en los palacios reales”. El vestía como los pobres. La forma que Jesús usaba contra lo que el marxismo llama de estructuras injustas, no era ideológica, ni de incitación a la lucha de clases. Era testimonial. Curar a un leproso, cuyas llagas eran vistas como castigo divino, era la mayor bofetada al poder tanto civil como religioso. Como lo era el lavar los pies a los apóstoles. O defender a la adúltera contra los fariseos que pedían su lapidación en nombre de la ley judaica.
Y Jesús poseía, en medio a su fuerte sentido de justicia hacia los arrinconados por el poder, una no menos fuerte fe en que Dios estaría siempre de parte de los últimos y no en los salones del poder. Dios sería siempre la garantía de los pisoteados por las injusticias sociales. La teología del papa Francisco parece nutrirse menos en la esencia de la Teología de la Liberación, que se inspiró, en su nacimiento, en la ideología social del marxismo que ve en las estructuras del poder la causa del mal del mundo.
La teología de Francisco se nutre más en la teología del profeta Amós, aquel pastor que ni siquiera pertenecía a la casta de los profetas y que fue quién con más dureza arremetió contra los mecanismos de explotación y opresión campesina llevados a cabo por los reyes opresores. Amós, sin embargo, arremetió tanto contra las injusticias sociales como contra los pecados de idolatría de su pueblo. Y para él, al final, como para Jesús ocho siglos después, Dios seguiría siendo el verdadero libertador de los oprimidos. No cabía en Amós, ni en el profeta de Nazareth, la moderna teología del ateísmo. Dios seguía siendo el centro de la vida: para castigar al opresor y para proteger al oprimido. Amós fue llamado el “profeta de los pobres”. Curiosamente como hoy Francisco es llamado el “papa de los pobres”. En esta vertiente, Francisco se enlaza con una parte de la Teología de la Liberación, que coloca como prioritaria la “opción por los pobres”.
Quizás se distancie de los instrumentos tomados por dicha teología del marxismo para luchar contra la injusticia social. No en vano, en sus conversaciones con el rabino Skorka, Bergoglio, le recuerda varias veces al profeta Amós y sus invectivas contra los poderosos de su tiempo y la defensa a ultranza de la justicia y de los perseguidos y “triturados” por el poder. Le dice Francisco al rabino que si los sacerdotes y obispos de hoy “usaran el lenguaje del profeta Amós” la misma Iglesia “se escandalizaría”, dada la dureza de sus palabras contra los opresores de los campesinos pobres de entonces.
A los teólogos de la liberación les gusta Francisco porque pide a la Iglesia que se “manche los pies de barro” en la búsqueda de los más desamparados. Quizás les guste menos cuando afirma que las ideologías, tanto del comunismo como el capitalismo, son igualemente idolátricas. El comunismo deifica su ideología absolutista y el capitalismo la explotación de los recursos, arrodillándose y haciendo que nos arrodillemos ante el dios del consumo. En ambos extremos, Dios aparece ausente.
En Francisco hay más evangelio que ideología; le interesan sobre todo las lágrimas de los oprimidos. Y Dios, para él, como para los profetas bíblicos, sigue siendo la garantía de esperanza libertadora de los pobres. Francisco es quizás más Amós que Marx, en su lucha contra las injusticias sociales. Para Francisco, la religión, vista y practicada en la línea del profeta Amós, no es el opio de los pobres sino su garantía de redención.
Es posible que las caravanas de pobres de América Latina entiendan mejor la teología “amosiana” de Francisco, enjugador de lágrimas y misionero de periferias, que la teología de la Liberación, que aún habiendo hecho la opción primordial por los pobres, sigue en este continente, más cercana a las clases pensantes que a las que luchan por el pan de cada día.
El arzobispo brasileño, Helder Cámara, gran defensor de los oprimidos, solía decir, criticando al poder: “Cuando doy comida a los pobres, me llaman santo. Cuando les pregunto por qué tienen hambre, me tildan de comunista”. Tenía razón. El problema es que hoy el comunismo está más preocupado en defender su poder y sus privilegios que en interesarse por qué hay aún gente que sigue pasando hambre. Quizás sea eso lo que advierta el papa Francisco que está inaugurando en la Iglesia una nueva teología, hecha más de gestos y símbolos, de ejemplos personales, de denuncias al poder con nombre y apellidos, que de defensa de ideologías ultrapasadas.
Publicado en El País (11 de abril de 2013)
Coge tu capitalismo cubano aquí! (V)
Observatorio Crítico, popular en Cuba
En la lata de refresco TuKola (corporación Ciego Montero) el skater pilotea una patineta con el logotipo de Observatorio Crítico…
El sistema cubano de protección al consumidor ha pasado a usar un diseño inspirado en el logotipo de Observatorio Crítico…
En un programa pop de la TV cubana, aparece el logotipo de Observatorio Crítico – ¡con la flecha significativamente virada hacia la derecha!
…AÚN ASÍ, sépanlo, señores gerentes: ¡No les tenemos ningún miedo! ¡quienes quieran asimilarnos a una estética de consumo progre – NO LOGRARÁN DILUIRNOS!!! J
Coge tu capitalismo cubano aquí! (IV)
Coge tu capitalismo cubano aquí! (III)
Nota de Prensa
Por los editores de Espacio Laical
Desde hace aproximadamente un mes un bloguero cubano residente en el país se ha empeñado en poner en duda la credibilidad de los gestores de la revista Espacio Laical, perteneciente a la Arquidiócesis de La Habana. Alejandro de la Cruz sostiene que nuestra publicación no considera por igual a todos los cubanos honestos, que no acogemos las opiniones y sugerencias de la pluralidad nacional, y que no deseamos el mayor bienestar para nuestra patria. Lamentablemente encontró un argumento sobre el cual basar su difamación. Resulta cierto que la cuenta de twitter de Espacio Laical hace dos años dio un seguimiento muy parcial de los criterios sobre Cuba, de lo cual nos enteramos por medio de la acusación de esta persona.
En ese momento, el editor y el vice-editor de la revista, hicieron pública la siguiente aclaración:
“Hace unos días conocimos de la publicación de un post en el blog llamado Cubanos en primer plano, perteneciente a Alejandro de la Cruz, donde se hace mención a Espacio Laical. El autor señala que la revista no es un espacio para todos, porque el perfil de twitter de nuestra publicación solo daba seguimiento a las informaciones difundidas por Diario de Cuba y la bloguera Yoani Sánchez. En tal sentido queremos hacer saber:
Hubiésemos preferido que en nuestra cuenta de twitter se le diera seguimiento a todo el universo de publicaciones y actores que tratan el tema cubano dentro y fuera de la Isla. Rechazamos toda parcialidad. Deseamos comunicar que nuestra cuenta fue abierta y gestionada por un ex-miembro del Consejo Editorial desde fuera de Cuba. No se dio seguimiento por parte nuestra a la manera en que era operada. Estuvo inactiva por más de dos años. Continue reading
Boletín digital de Cubarte publica insinuación sobre supuestos vínculos de Monseñor Carlos Manuel de Céspe des con instituciones gubernamentales norteamericanas opuestas al sistema político de Cuba
Por Dmitri Prieto Samsónov
El boletín digital Por Cuba emitido por la agencia Cubarte del Ministerio de Cultura de la República de Cuba, publicó en su Número 26 (Año 11 | Fecha 2013-04-05) el texto NUEVOS DATOS PARA COMPRENDER EL PROYECTO CASA CUBA, por el bloguero cubano Alejandro Cruz.
Como es bien sabido y ha sido ampliamente divulgado, la persona que propuso el proyecto social denominado metafóricamente “Casa Cuba” no es otra que Monseñor Carlos Manuel de Céspedes y García Menocal, quien además de sacerdote es ensayista, novelista y miembro de la Academia Cubana de la Lengua, con libros publicados en nuestro país y una notable presencia pública en la Cuba de hoy.
Resulta exótico y lamentable que una vez más (después del conocido y escandaloso caso del Dr. Percy Alvarado Godoy, quien acusara a varias personalidades y proyectos de la cultura cubana de “vínculos con la CIA”) Cubarte se haga eco de insinuaciones absolutamente infundadas.
En situaciones como esta, donde a todas luces se pretende inducir la suspicacia, la paranoia y el escándalo a partir de insinuaciones con base en una mínima dosis de fragmentos sacados de la blogosfera, es deber ABSOLUTO de la persona que argumenta, el presentar PRUEBAS de los vínculos alegados, más allá de “fulano dijo que tal proyecto me gusta, por lo cual el tal proyecto está apoyado por los mismos que apoyan a fulano”. Continue reading
Cuba tiene la obligación moral de librar esta batalla
Por Zuleica Romay Guerra
Los procesos emancipatorios que caracterizaron la insurrección de los 60, develaron un nuevo espectro de intereses, fines, demandas y expectativas sociales y políticas. Lo que la teoría política de inspiración soviética encorsetó bajo el rótulo de “movimiento progresista internacional” adquirió rostro y voz en gente hasta entonces invisibilizada en las estadísticas electorales de los partidos tradicionales. Mujeres emancipadas de prejuicios sexistas, jóvenes irreverentemente sediciosos, etnias no “integradas” a las culturas hegemónicas, sindicalistas radicalizados y negros con conciencia de su mismidad, se lanzaron a la calle a luchar por sus derechos.
El mundo cambió en Europa y Norteamérica, sacudido por manifestaciones estudiantiles, demandas obreras y reclamos de derechos civiles. Se volvió menos gobernable con montañas sudamericanas tomadas por guerrillas y colonias africanas empeñadas en ser países. En esa ebullición de fuerzas desatadas, el movimiento afrodescendiente americano intentó articularse, inspirado por el pensamiento, los métodos de lucha y el discurso contestatario de un nuevo liderazgo tercermundista.
Mas las batallas antisistémicas de organizaciones y movimientos sociales encabezados por descendientes de africanos durante los años sesenta del pasado siglo fueron objeto, en la década siguiente, de una operación contrainsurgente, ejecutada por el capital transnacional. Veinte años después se reavivaron los rescoldos, mientras alguien –con razón apresurada y mucho eco mediático– pronosticaba el fin de la historia. De la historia toda, no de aquella que escribieron los dominadores de siempre, dando por sentada nuestra minusvalía cultural. Continue reading