Vocación por lo público. Empresas sociales: proyectos que marcan tendencias

Por Cristina Calvo

En mi habitual actividad en el campo social y universitario constato con alegría y esperanza que, cada vez son más los jóvenes que se acercan y me comentan sobre la felicidad experimentada al haber dejado atrayentes puestos de trabajo, para dedicarse a emprendimientos sociales que generan trabajo digno y prestan servicios directos a sectores vulnerables de la sociedad, o bien se dirigen al consumidor en general, pero involucrándolo en un consumo ético y responsable.

Son jóvenes con vocación emprendedora que sienten el compromiso de poner sus talentos e idoneidad al servicio de lo público, diferente de lo estatal, pero público en cuanto a la promoción y defensa de derechos universales: un ingeniero mecánico que dejó su cómoda posición laboral para construir turbinas que dieran energía eléctrica a los pescadores en las orillas del Paraná con un costo bajísimo de mantenimiento, un biotecnólogo que rechazó ofertas para trabajar en el exterior y provee de saneamiento ecológico a sectores sin infraestructura cloacal, una empresaria de turismo que ofrece destinos no tradicionales donde el turista no sólo puede disfrutar de bellezas increíbles, sino también aportar recursos al desarrollo local.

¿Qué diferencia a este tipo de empresas? Las motivaciones. Hay vocación. La elección personal de construir una sociedad justa y fraterna se prolonga en todas las decisiones de la vida, incluida la vocación empresarial.

Una empresa social está, por naturaleza, orientada a la equidad y más aún, a la justicia. Lo que caracteriza a una empresa social no es solamente el colocar como fin de la misma a la persona en relación (y a la ganancia como medio para ese fin) ni tampoco la sola organización participativa y democrática dentro de la misma, sino también la superación de la contradicción entre interés propio e interés por los demás: es la lógica de la convergencia en la que cuanto más aporto al bien de mi comunidad más crecemos todos en humanidad".

No hay otro rumbo posible: la integración de la racionalidad ética con la económica, también en el contexto empresarial, se encamina hacia una visión del desarrollo como acción cultural que propicie espacios de vida más humanos y aporte a dotar de horizonte de sentido al mundo en el que vivimos..

Tomado de LA NACION (Argentina)

¿Sigue vivo el 15-M?

Por Paula Vilella (Madrid)

Menos masivo y mediático, ¿sigue vivo el 15-M? ¿Cuáles han sido sus aportes?

Decenas de miles de personas salieron este sábado a las calles de distintas ciudades españolas para protestar contra las medidas de austeridad económica adoptadas por el gobierno y con el aniversario del 15-M como marco de las marchas. Las manifestaciones más importantes ocurrieron en Barcelona y en la capital, Madrid, donde una multitud se congregó en la céntrica Puerta del Sol. Desde el origen del movimiento conocido como de los "indignados" o 15-M, que ahora cumple un año, la situación económica ha empeorado en España y el desempleo ha alcanzado nuevos máximos. El gobierno del conservador Partido Popular ha dicho que no se apartará de su programa de austeridad. "El 15-M es un punto de inflexión con el cual hay que contar para hacer el cambio, pero no es el cambio", indica a BBC Mundo el sociólogo de la Universidad Complutense de Madrid, Marcos Roitman. La periodista Patricia Hornillos cree que, aunque los medios tradicionales no informen de ello, el 15-M sigue en las calles y "hay que salir ahí para comprenderlo". Para ella, se trata de "un cambio de actitud" cuyo mayor logro ha sido "romper la falta de comunicación entre personas cercanas, la apatía y el individualismo mal entendido, y articular distintas luchas de manera solidaria".

“Hasta que el New York Times no publicó la foto de las concentraciones masivas, los grandes medios españoles no le dieron relevancia”

La microciudad que sembró la semilla

"No somos mercancía en mano de políticos y banqueros". Bajo este lema, unas 130.000 personas se manifestaron en toda España para protestar contra un sistema que consideraban que les daba la espalda en pleno contexto de crisis económica. Era un soleado 15 de mayo, y de ahí tomaría el movimiento su nombre. Las apenas treinta personas que decidieron espontáneamente acampar en la céntrica plaza madrileña del Sol al finalizar la manifestación se convirtieron en cientos después de que la policía desalojara a las primeras y así, en el corazón de la capital, surgió una microciudad autogestionada y asamblearia que pronto se extendería a otros lugares del país y del mundo. "Hasta que el New York Times no publicó en portada la foto de las concentraciones masivas, los grandes medios de comunicación españoles no dieron relevancia al movimiento", considera Hornillo, quien ha cubierto el 15-M desde sus inicios.

Andrea Raboso, de 24 años y miembro de la organización Juventud Sin Futuro, recuerda aquellos días con emoción: "El 15-M mostró que la política no es votar cada cuatro años, sino que la sacó a la calle, al debate entre la gente. Solo a diario y organizándote se pueden cambiar las cosas".

De la indignación a la acción

Después de que las tiendas de campaña se plegaran y abandonaran las plazas españoles, el 15- M se descentralizó a las asambleas de barrios, ciudades, universidades y centros de trabajo. La victoria de los partidos conservadores en todas las elecciones posteriores no ahogó la esperanza del movimiento. Desde entonces, la paralización de desahucios, los movimientos vecinales contra los controles de identidad policiales a personas extranjeras, las acciones contra la privatización del agua y los recortes en el Estado de Bienestar en sanidad, educación y asuntos sociales, se han nutrido de la mayor movilización en España.

Aunque la mayor parte de las peticiones generadas en torno al 15-M no se han plasmado en las políticas públicas llevadas a cabo por el gobierno, Roitman recalca que el movimiento "ha puesto sobre la mesa debates que no se querían discutir y ha intervenido en la agenda porque ha obligado a referirse a ello". De las dieciséis propuestas que realizó el movimiento en mayo del año pasado, se ha conseguido la dación en pago para las hipotecas, impulsar un borrador de la ley de acceso a la información pública, la nacionalización de algunas cajas de ahorros así como la reforma de las condiciones de trabajo de la clase política. Sin embargo, muchas de ellas han sido desoídas por la clase política. Es el caso del refuerzo de la educación y la sanidad públicas, la reforma fiscal, el cambio de la ley electoral, la desvinculación entre Iglesia y Estado, la abolición de algunas leyes que consideraban discriminatorias como la de extranjería, la condena de la corrupción a través de las leyes, la recuperación de empresas públicas privatizadas y el cierre de centrales nucleares y la promoción de energías renovables, entre otras.

La clase política se ha mostrado en general bastante cauta a la hora de valorar el movimiento. No ha sido el caso de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que consideraba en su cuenta de twitter que tras el concepto de democracia directa "se puede esconder un golpe de Estado". "Bajo la apariencia de inocentes movilizaciones que se pretenden formas de democracia directa se esconde la deslegitimación de nuestro sistema representativo", señaló en otra ocasión. En esta línea, para el actual ministro de Cultura, José Ignacio Wert, el éxito del 15-M, al que calificó de radical y reaccionario, ha sido "notablemente exagerado". En su libro "Los españoles ante el cambio", publicado antes de ocupar su cargo actual, apunta que el movimiento es "una mezcla de socialismo utópico, radicalismo político y supino desconocimiento de que en la vida social las ambiciones y los recursos tienen que ir de la mano".

Recortes y protestas

Con más de cinco millones de personas desempleadas y más de la mitad de los jóvenes sin trabajo, la capacidad adquisitiva de los españoles desciende por momentos y las redes familiares se han vuelto imprescindibles para sobrellevar la crisis. Actualmente, 1,7 millones de hogares tienen a todos sus miembros en paro. Los viernes en España ya no marcan sólo el inicio del fin de semana sino de nuevas limitaciones en el presupuesto estatal. El presidente, Mariano Rajoy, anunció que hasta el final de la legislatura se producirían todo tipo de recortes para paliar el déficit público del país, tarea encargada desde la Unión Europea, lo que le ha valido la denuncia ante Naciones Unidas de diversas ONG españolas que alertan del recorte de derechos sociales que se están produciendo en el país. Esta situación ha llevado a que prácticamente todas las semanas se organicen concentraciones y manifestaciones, en protesta por unas u otras medidas.

"Sin el 15-M no se puede entender la manera en la que se han organizado todas las protestas y las reclamaciones actuales. Además, la gente ha perdido el miedo a salir a la calle a manifestarse", dice Andrea Raboso.

En opinión de Raboso, los anuncios de reforma del código penal, que calificaría la resistencia pasiva y pacífica como atentado contra la autoridad, "son un instrumento para desmovilizar a la población y acabar con todo movimiento de contestación". Distintos participantes del movimiento, que se ha destacado por su carácter pacífico, han considerado que la medida obedece a "una estrategia del miedo" mientras que el Sindicato Unificado de Policía se ha manifestado abiertamente en contra de equiparar ambas.

Según un censo provisional elaborado por la Comisión Legal del 15-M, hasta enero de 2012 hubo 75 personas detenidas en movilizaciones, cuatro en desahucios, 33 sanciones administrativas, 114 identificadas en ocupaciones de viviendas vinculadas al movimiento y cinco casos de juicios de faltas. Sin embargo, advierten de que estas cifras pueden representar sólo un 10% del total. Este sábado, día de la manifestación principal, un millar de agentes policiales se desplegaron en los aledaños de la plaza de Sol para evitar que se repitan las acampadas. Sólo en la boda del Príncipe Felipe y Letizia Ortiz se ha dado una concentración de policías de esta magnitud.

Tomado de BBC Mundo: ¿Sigue vivo el 15-M?

Rusia: Lo que dicen las encuestas

Por Juan Gelman

Feministas ucranianas del grupo FEMEN hacen activismo crítico contra el gobierno autoritario ruso frente al templo de Cristo Salvador en Moscú (la pancarta dice: ¡Dios, saca al zar!).

Feministas ucranianas del grupo FEMEN hacen activismo crítico contra el gobierno autoritario ruso frente al templo de Cristo Salvador en Moscú (la pancarta dice: ¡Dios, saca al zar!).

El estrépito de las persistentes manifestaciones por el presunto y aún probable fraude de las elecciones legislativas que tuvieron lugar en Rusia el 4 de diciembre ha marginado a la casi desaparición de un hecho pasmoso: el Partido Comunista de la Federación Rusa (PCFR) prácticamente duplicó sus votos, pasando del 11,1 por ciento obtenido en el 2007 al 19,2, ganó bancas y se convirtió en la primera minoría de la Duma. Y no con ayuda oficial.

Banderas rojas del PCFR, otras organizaciones izquierdistas y de la URSS marcan el paisaje de la plaza Bolótnaya (Moscú) durante el mitin anti-fraude electoral del 10 de diciembre (2011).

Banderas rojas del PCFR, otras organizaciones izquierdistas y de la URSS marcan el paisaje de la plaza Bolótnaya (Moscú) durante el mitin anti-fraude electoral del 10 de diciembre (2011).

Guennady Zyuganov, candidato presidencial del PCFR para los comicios de marzo próximo, señaló que “este país nunca presenció elecciones tan sucias” y denunció que la policía sacó a golpes a varios fiscales de la mesa de su partido que terminaron en un hospital. Se jactó del triunfo de una formación política que sigue agitando banderas rojas y preside sus reuniones con un busto de Lenin. Aunque esto no significa que estén volviendo los tiempos del gulag, la explicación de este fenómeno convoca preguntas varias. Algunos analistas consideran que el PCFR sacó provecho del voto de castigo propinado al gobierno Putin. Continue reading

En una cuartilla de tierra: La Perestroika y el desastre del socialismo en la URSS (20 años después)

Por Socialismo Participativo y Democrático (SPD)

Diciembre 1991: segundos antes de firmar su renuncia, Mikhaíl Gorbachov todavía piensa “tener tiempo”, como tantos políticos…

Diciembre 1991: segundos antes de firmar su renuncia, Mikhaíl Gorbachov todavía piensa “tener tiempo”, como tantos políticos…

Es recurrente entre los neoestalinistas cubanos y sus repetidores desinformados, achacar a Gorbachov, la Perestroika y la Glasnost, el desastre del “socialismo soviético”. En sus análisis se olvida que aquel “socialismo real”, enfermó de estatalismo-burocrático desde la época del propio Lenin, quien al final de su vida y sin fuerzas físicas ni poder real en el seno del partido bolchevique y el gobierno ruso, denunció la corrupción burocrática y trató de promover el cooperativismo en toda la economía.

Pero especialmente, no mencionan el golpe de estado a Gorbachov dado por las fuerzas estalinistas del Partido y el Ejército, que se oponían a las transformaciones que impulsaba la Perestoika, las cuales ponían en peligro el tradicional poder de la burocracia. Fue aquella acción traicionera, oportunista y cobarde, la que tiró al pueblo ruso a las calles, movimiento capitalizado por Yeltsin, Alcalde Moscú y la que lo catapultó al gobierno de Rusia, circunstancias que decretaron la muerte de la Peretroika, la eliminación de la URSS y la consecuente supresión del cargo público de Gorbachov. Y fue gracias a ese golpe de estado de los estalinistas, que el gobierno de Yeltsin, con el apoyo de la mafia rusa y el capital internacional, restauraron el capitalismo privado en Rusia. Ya para entonces la Perestroika, la Glasnost y Gorbachov, se habían convertido en historia reciente, pero en historia al fin.

¿Pero no me sirvieron el té?

¿Pero no me sirvieron el té?

En el fondo de tal tergiversación de la historia y los hechos, está la oposición de los neoestalinistas del patio a cualquier tipo de reformas al modelo de “socialismo de estado”, sobre todo aquellas que puedan tender a la desestatización, descentralización, socialización y democratización de la economía y la política. Como en la antigua URSS, las acciones de los neoestalinistas pueden terminar con los intentos reformistas actuales y llevarnos, quien sabe dónde. Por eso una de las más importantes tareas, sino la primera, de los comunistas verdaderos, los socialistas, los demócratas y revolucionarios cubanos en general, es derrotar políticamente el neoestalinismo criollo.

Última toma: quiebra fraudulenta de un sistema opresor, desigual y podrido. Una vez más “¡hay que derrotar a la reacción!” para que esto no vuelva a suceder.

Última toma: quiebra fraudulenta de un sistema opresor, desigual y podrido. Una vez más “¡hay que derrotar a la reacción!” para que esto no vuelva a suceder.

 

Publicado en Boletín SPD No. 79 (1/ año 4), enero-2012;
contacto: perucho1949@yahoo.es
(Imágenes de: Gorbachov – El fin de la URSS, documental de History Channel).